Está recubierta de madera de castaño teñida de blanco, lo que aporta un tono grisáceo –presente en las vetas– que convierte al gris en el color predominante. Los cojines y plaids en mostaza y caldero consiguen ese contrapunto cálido y muy vital. Y en el resto de la casa también se ha utilizado la madera de castaño envejecida, ¿quieres verlo?
Sofá, modelo Cool, de Frajumar. Mesa de centro, en Brucs. Tronco como mesa auxiliar, en Luderna Design. Puff, en Miv Interiores. Butaca, tapizada con tela de La Maison, en PortobelloStreet. Espejo, en La Maison.