La moda furry llegó hace varias temporadas para quedarse. Los elementos decorativos de esta corriente se caracterizan por ser gustosos gracias a su pelo, largo o corto, pero siempre suave. Para introducir la tendencia con éxito y lograr que sea la protagonista absoluta de los estilismos en casa, sin caer en el exceso, te damos algunas pautas.
Para los clásicos
Si la idea es aportar un toque de calidez y calor sin llegar a convertir la habitación en una tienda de peluches, opta por pequeños accesorios como cojines, mantas o alfombras en cualquier color, pero asegúrate de que el resto de la decoración sea sencilla.
No hay nada más apetecible que llegar a la cama y envolverte en una manta de pelo suave, poner los pies descalzos sobre una mullida alfombra de pelo o sentarse en el sofá abrazado a un cojín gustoso.
Para dar un toque de originalidad
Para darle un toque divertido y original a la casa, apuesta por el pelo de colores o utiliza los clásicos de siempre de una manera diferente:
- Usa alfombras pequeñas como cubre sillas en lugar de cojines o tapetes sobre muebles. Conseguirás un look nórdico boho chic muy decorativo.
- Cubre mesas auxiliares y conviértelas en pufs.
- En exteriores, colócalos a modo de manteles o de tapices sobre la pared para conseguir calidez a pesar del frío exterior.
Sea a través de un estilo decorativo clásico u original, la tendencia de decorar con pelo suaviza el aspecto de la casa y le da un toque hogareño y cálido durante el invierno. Y aunque solemos asociar el pelo con el frío, no hay nada más decorativo que una mezcla de texturas con pelo, rafia y madera natural para recibir la primavera o disfrutar del verano en zonas que al atardecer baja la temperatura. Así que, ya lo sabes, ¡no renuncies a disfrutar de esta tendencia durante todo el año!
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