Esta cabaña que soñaban desde que el propietario era niño es perfecta para esta pareja: a veces se esconden los dos solos, otras trabajan, otras vienen con los cuatro hijos que suman. "Y otras veces nos gusta que vengan amigos. Entonces Marc se entrega a la cocina y estamos todos juntos en este acogedor salón-co- cina-office con chimenea que hemos creado”, cuenta Lara Vallés.
Porque el acierto de la cabaña es ese: por un lado tiene un espacio abierto y social, donde la cocina es protagonista; y por otro, han separado la zona privada y cada uno puede tener su sitio, para descansar, trabajar, con su super vestidor. Y siempre, muchas vistas al bosque. ¡Perfecto!

Escapada rústica
5 casas de madera para soñar