Estilo rústico

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Un recibidor rústico con banco de madera y una gran alfombra de fibras.

Un recibidor amplio con un banco de madera, un espejo de cuarterones y una gran alfombra de fibras.

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Los espejos tipo ventana encajan en los recibidores rústicos

Los habrás visto en muchos de los salones y recibidores de El Mueble. Los espejos tipo ventana son tendencia. ¡Y también en espacios rústicos! La clave está en elegir uno de madera, que deje ver las vetas y su aspecto natural. Si procede de una ventana recuperada, el efecto será de diez. 

Un recibidor rústico de madera decorado para invierno.

Consola, de PNP Furniture. Taburete, de Little House. Alfombra, de Carolina Blue. Lámpara de techo, de Sophie Bataglia.

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Forrado por la madera

Pocos materiales invitan tanto como la madera que forra las paredes de este recibidor rústico. Y es que hasta el techo cuenta con el mismo acabado. ¡Y hasta el marco del espejo! Para hacerlo aún más acogedor, en el suelo se ha colocado una alfombra de pelo largo para que esa sensación cálida te impregne desde que pongas un pie dentro. 

Recibidor rústico de montaña.

Banco, de Cado. Papel pintado con textura de piel, de Élitis. Perchero, de Luzio.

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Detalles que marcan la diferencia

Aunque es innegable que la madera es la protagonista de este recibidor rústico, ese podio lo comparte con el papel pintado con textura de piel, que potencia ese espíritu de campo tan acogedor. El banco, con tapizado de cuadros fortalece su aspecto rústico.

Recibidor rústico vintage con mueble de madera.

Recibidor rústico vintage con mueble de madera.

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Cuando el entorno manda

Aunque nos encanta la cómoda recuperada que decora este recibidor, lo cierto es que poco necesitaba para dotarle de cierta rusticidad. Los suelos de toba, el techo en bovedilla y los restos de la fachada de piedra que se han dejado a la vista hacen todo el trabajo. Para hacerlo más moderno, se ha eliminado la barandilla. 

Un recibidor rústico estrecho con un banco y un perchero.

Banco y perchero, diseño de la decoradora Marta Tobella. Alfombra, en Sacum.

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Básico, pero con todo lo que necesita

Un perchero y un banco es todo lo que este recibidor rústico necesita. De fondo, las columnas y vigas de madera crean unidad junto con el suelo. Y, para que haya algo más de espacio, para dejar los zapatos, por ejemplo, se han colocado unas cajas de fibras naturales debajo del banco de madera maciza.

Un recibidor estrecho de estilo rústico con un mueble hecho a medida.

Es un mueble hecho a medida.

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Un recibidor rústico moderno sacado al pasillo

Cuando un recibidor es pequeño o, como en este caso, inexistente, se puede aprovechar una parte del pasillo para colocar una zona con un perchero y un banco. Aquí, la interiorista Irma Aleu dio un paso más, encastrándolo en la pared, forrándolo con madera y pintándolo de un atractivo verde oliva que lleva el toque natural del exterior al interior, además de un look actual y más moderno. Y lo mejor es que cuenta, además, con una balda superior donde poner unas cajas de almacenaje, al igual que hay debajo del banco. 

recibidor con banco espejo y perchero 00454888

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Un perchero rústico para el recibidor

El recibidor es la zona de la casa que mejor acoge los percheros de pared. Si se trata de espacios pequeños, este tipo de complementos apenas ocupará sitio y te ayudará a mantener el orden. En la imagen, un perchero de madera de estilo rústico con estante incorporado ofrece espacio para dejar los bolsos o mochilas, colgar los abrigos y hasta cuenta con un banquito para descalzarse cómodamente.

Perchero con estante y banco de India&Pacific. Espejo de Muy Mucho. Alfombra de Leroy Merlin.
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¿Un material infalible? Las fibras vegetales

Las lámparas de fibras vegetales son tendencia en cualquier espacio, desde el comedor hasta el ambiente de estar del salón. Las encuentras en diferentes colores, trenzados y tamaños. En la imagen, una lámpara de considerables dimensiones se convierte en protagonista de este salón rústico.

Sofás y alfombra de Freer Living. Mesa de centro de Rialto Living. Sofá Chéster de Flamant. Lámpara de techo de Tine K. Home.
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La calidez de un refugio de montaña

La madera como protagonista del espacio, textiles cálidos, varios conjuntos de velas y una iluminación de lo más acogedora. Son los elementos perfectos para decorar este salón rústico que parece albergarse en una cabaña en la montaña. Las lámparas de techo, tres en total, iluminan el espacio con una luz cálida de matiz amarillento (la temperatura de color se mide en grados Kelvin. Las luces cálidas tienen unos 3.000 K). El complemento a la iluminación lo pone la lámpara de mesa situada en un rincón.

Sofás de Home Spirit. Mesa de centro de Veronique Tafoiry-Daure. Lámparas de techo de Sophie Bataglia. Alfombra de B&B.
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Por qué triunfa

La crisis ecológica que atraviesa el planeta, unida al ajetreado mundo de la vida urbana, nos empuja a buscar lugares donde recogernos, espacios reconfortantes y serenos que nos hagan sentir bien. Soñamos con un modo de vida natural, relajado y auténtico… En definitiva, con volver a los orígenes, a lo sencillo, en reducir las cosas a lo esencial y deshacernos de lo superfluo.

Puedes sumarte a esta tendencia y despejar los espacios: prescinde de muebles o complementos innecesarios, mantén todo en orden y añade elementos naturales que dan más calidez.

Sofá y puf, de Lovely Home. Alfombra, de Dareels.
dormitorio rústico juvenil pequeño 00497967

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8. Durmiendo bajo las vigas

La misma solución que hemos visto previamente funciona igual de bien en dormitorios juveniles pequeños con el techo abuhardillado, siempre que permita recostarse sobre la cama con comodidad. Y para que no resulta agobiante, parte del techo se ha pintado de blanco, lo cual resta peso a la madera sin perder la calidez.  

Mesita de noche, de Ethicraft, en Carolina Juanes. 
lamparas de techo para la cocina

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De porcelana blanca

Otro buen ejemplo de cocina rústica con muebles de obra. En este caso, la madera lo impregna todo: las puertas, las vigas, la alacena, la mesa de comedor... Del techo penden tres lámparas de peltre (porcelana de vidrio mezclada con acero) de estilo industrial, rematadas con cable de cadena. Si te fijas, justo caen a la misma altura que las soperas que decoran el estante. ¿El resultado? Una cocina acogedora y luminosa.

Mobiliario, de Fustería Les Gavarres. Cocina, de Smeg. Mesa de roble y vitrina, de Antic Viñas. Sillas, de Francisco Segarra. Lámparas de techo, de Maisons du Monde. 
Salón comedor de casa rústica con paredes de piedra y sofás beige.

Salón con sofás de Ikea, lámpara hecha con damajuanas y mesa confeccionada con un portal antiguo del barrio madrileño de La Latina, diseño del decorador.

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3. Una casa en Segovia hecha con piezas recuperadas

Esta casa es imposible que te deje indiferente. Desde su arquitectura, con techos altísimos y revestidos con vigas de madera, hasta la cuidada y personalísima selección de materiales y piezas de mobiliario. ¿El secreto del éxito? El interiorista Pablo González, que ha ido de "peregrinaje" por los rastros y mercadillos de media España en busca de las piezas perfectas para cada espacio. Y el resultado no podría haber sido más espectacular... 

Salón de casa de campo rústica con gran ventanal al porche.

Salón con sofás y butacas diseño de CHM Studio con tela de Yutes. Pufs de Coton et Bois.

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1. Una antigua masía restaurada con sabor tradicional

Gruesos muros de piedra, espectaculares vigas de madera recuperadas, suelos de barro... Todo en esta masía es un homenaje a la tradición, pero sin olvidar las necesidades de hoy en día, como la gran pared de cristal que abre el salón al porche e inunda de luz este espacio. Piezas especiales y recuperadas, como el buró antiguo o la librería completan el look de este salón. 

Office con mesa redonda y gran lámpara.

Office con lámpara de Decobruc y mesar restaurada por Antic&Chic.

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Un office con mucho encanto

El office es una de las estancias que mejor resume el mix de tradición y modernidad, con esa mesa redonda antigua recuperada, la original lámpara hecha con tela de saco, la alacena contemporánea y el ventanal XL metálico y en negro. 

Dormitorio rústico con hilera de ventanales en arco.

Dormitorio con cabecero de Serralleria Mase. Mesita de noche en Aquitania.

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Un dormitorio con espectaculares vistas al jardín

La espectacularidad de este dormitorio, con grandes ventanales en arco que se abren al jardín, pedía una decoración austera, casi monacal, en la que nada eclipsara la belleza del espacio. Textiles gustosos, que arropan la cama en otoño, cuando empieza a refrescar, y muchas fibras vegetales, refuerzan el look natural y relajado de esta habitación. ¿Quieres ver el resto de secretos de esta masía ampurdanesa?

Salón blanco de casa rústica con columna de madera.

Salón con sofás de Ikea y mesa de centro diseño de la decoradora. Butacas de mimbre de Mestizo Store.

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5. De antigua cuadra a casa rural con mucho encanto

Cuesta creer que esta espectacular casa rural fuera una antigua cuadra olvidada a su suerte. La interiorista Belén Ferrándiz, junto al arquitecto César Muñoz y la constructora Evaristo González SA, la transformaron en la casa luminosa y llena de encanto que es ahora. Para empezar, se conservó todo lo se que pudo, y optó por una decoración de base blanca que ilumina todos los espacios. 

Porche cerrado con acristalamiento y muebles de madera y fibras naturales.

Porche acristalado con sofás de Maisons du Monde. Mesa de MisterWils.

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Un porche para disfrutarlo todo el año

Esta casa en Cantabria, por eso se decidió cerrar el porche para así poder disfrutarlo durante todo el año. Las paredes acristaladas lo inundan de luz y le dan un look de invernadero, que lo hace muy acogedor. 

Cocina con comedor blanca con suelo de damero en gris.

Office con taburetes de Tine K Home. Sillas de MisterWils.

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Una cocina que es una caja de luz

"Las vigas y el cerramiento acristalado hacen que la cocina de por sí ya sea espectacular, por lo que la decoración debía ser neutra y sencilla, con pocos muebles", explica la decoradora. La única concesión es el suelo, con un original juego de dameros en gris y blanco que da personalidad a este espacio diáfano. El mismo tándem cromático lo vemos en la mesa y las sillas del comedor. No te pierdas el resto de espacios de esta casa.  

00480738 Salón blanco con chimenea y vigas de madera en el techo

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A los 60 años, un salón súper cómodo

A partir de los 60 años, quieres que tu casa en general y tu salón en particular sean, ante todo, cómodos y acogedores. Empiezas a plantearte si cerrar la casa de la ciudad e irte a vivir a la del pueblo o a la de la playa, donde cada vez pasas más tiempo. Y es que lo que quieres es tranquilidad. Y solo aquí la encuentras. Así que un día te ves cambiando los muebles para lograr la casa de tus sueños en tu segunda residencia: sofás blancos en torno a la chimenea, chaise longue, muebles de madera, alfombras de fibra...

Sofás, de M& P Archidesign. Butaca y mesa de centro, diseño del interiorista Jean Pierre Martel. 

 

 Isla de cocina con campana extractora y almacenamiento 00519945

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Una cocina amplia con sabor a pueblo

La pared de piedra detrás del comedor da a la cocina techada con sus vigas originales. Sus grandes dimensiones han hecho posible la presencia de una céntrica isla con campana, ambas lacadas en blanco, y un office con sillas y banco corrido. Lo curioso de esta cocina grande es que está amueblada con piezas procedentes de mercadillos: el suelo hidráulico antiguo y recuperado, el banco, las sillas o los armarios hechos con puertas de paso —uno transformado en alacena y otro que oculta los electrodomésticos—.

Mobiliario, de IKEA. Pavimento, de mosaico hidráulico. En el office, mantel gris suave, en la Rue Vintage.
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1. La más grande: una casa segoviana de dos alturas

Esta casa rústica de 1916 fue reformada y ampliada por el interiorista Pablo González y es una de las más grandes que se ha publicado en El Mueble. En la planta de abajo revestida de piedra, el generoso salón con chimenea y rincón de lectura comparte espacio con el comedor. En esta zona destaca el techo de vigas pintado en beis y las contraventanas de madera a medida lacadas en un verde oliva.

Sofás, de Ikea. Espejo, de Sandra Marcos. Cojines en el sofá, de Rue Vintage 74, Zara Home, Maisons du Monde y Sacum. 
Cocina rústica con techo en forma de arco.

Cocina de obra de microcemento y puertas de madera. En la reforma, el paso del comedor se amplió para ganar vistas y amplitud.

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Combinar muebles nuevos y antiguos: la clave del éxito

"En cuanto a los muebles, los anteriores propietarios me ofrecieron algunas piezas que habían sido concebidas para la casa en origen, como la vitrina del salón o la alacena del comedor, ¡y cómo decir que no a esas piezas tan perfectas que estaban aquí antes que yo! Además, encajan muy bien con mi mezcla de estilos. El resto lo he ido completando con piezas más contemporáneas, menos rústicas, que crean una atmósfera más ecléctica y con un toque actual", cuenta.

Salón rústico con sofá, alfombra, mesa de centro de madera y vigas.

Sofás recuperados por la propietaria. Mesa de centro diseño de Atmósfera Interiors, por Ebanistería Cano.

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Una casa centenaria con mucho estilo

¿Puede una casa centenaria ser el escondite perfecto de una pareja moderna? Sin lugar a dudas. La clave está en conservar lo bueno y añadir toques de estilo. Y esta espectacular casa rústica ubicada en Pals, en el Bajo Ampurdán y propiedad de Georgina Escoda, cuenta con tres siglos de historia y también con mucho estilo.

Salón rústico con vigas y mesa de centro de madera.

Cortinas lino con tejido de Güell-Lamadrid. Mesa de centro a medida. Mesa auxiliar negra de Atmósfera Interiors. Alfombra de KP.

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Hasta las vigas invitan a visitarla

Y solo sentirse arropados por estas vigas (de cemento pintadas a la cal en el salón y de pino en el dormitorio) o por los ladrillos de la bóveda de la cocina ya es una maravilla. ¡Está claro que el estilo rústico es la tendencia que marca la casa!

Comedor rústico con mesa grande de madera.

Mesa y sillas adquiridas en Francia. Alfombra de Francisco Cumellas. Lámparas modelo Oscar de Beukme.

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Un salón acogedor para aquellas tardes de invierno junto al fuego

"Y nos gusta tanto, que lo que iba a ser una casa de vacaciones se está convirtiendo en nuestra residencia habitual", añade. ¿Su espacio favorito? "El salón, ¡es tan acogedor! Me encanta ver los muros de piedra y el jardín. Especialmente el invierno cerca de la chimenea es adictivo", confiesa la emprendedora.

Recibidor rústico con suelo de toba, vigas blanqueadas, escalera, consola, espejo, banco, cesta y alfombra de fibras.

Recibidor con consola, banqueta y espejo, de Sacum.

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10. Un recibidor rústico con sabor minimalista

Para conseguir que un recibidor sea rústico, pero sin que quede demasiado recargado, una consola de madera blanqueada, o blanca como la de este recibidor con espejo, junto con elementos de fibra y otros de madera, conseguirán ese efecto, pero con un punto más ligero y minimalista. 

Recibidor rústico con madera en la consola, paredes y escalera decorativa. Alfombra de fibras y espejo.

Recibidor con consola y lámpara, de Sacum. Alfombra y escalera de Tine K Home.

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3. Un recibidor rústico con un espejo moderno

No tengas miedo de combinar elementos de distintos estilos si quieres un resultado único y personal. Aquí, el recibidor luce un espejo con marco negro sobre una sencilla y rústica consola de madera que, acompañada por los cestos de fibras naturales y la escalera de también madera, es cálido, con pinceladas rústicas y un toque moderno.

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Piedra, madera y mimbre: la combinación perfecta

Un porche de estilo rústico con estructura de piedra, decorativos arcos y viguería de madera se convierte en el lugar perfecto para disfrutar de las sobremesas estivales. Además de los materiales naturales y del confort del espacio, las vistas al mar son un gran aliciente.

Mesas de comedor y de centro de Merc&Cia. Sillas de Alarcón.
cocina rústica con muebles verdes 00515281

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Semi abierta y en verde vintage

Otro ejemplo de cocina mixta que combina espacios abiertos, en forma de baldas, estantes y hornacinas, con frentes de armarios panelados. En esta ocasión, la interiorista Gabriela Conde ha elegido un color verde vintage que le da ese aspecto de cocina de pueblo.

Mobiliario modelo Oklan, en Cuines Dissart. Encimera de mármol blanco Macael. Mesa de trabajo recuperada a modo de isla, de Isaías Lumbreras. Lámpara, de Antic Centre. 
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Frente alistonado y lacado en verde provenzal

Las cocinas paneladas pueden disfrutarse en cualquier estilo: de las cocinas más modernas a las más retro. Y si no mira esta con ese toque rústico vintage. Combina espacios abiertos y ligeros con un frontal alistonado al fondo, que lo mismo sirve para almacenar menaje, conservas o el frigorífico. Ha sido diseñada por el interiorista Roger Bellera para dar uniformidad al espacio.

Mobiliario realizado por Carpintería Buch1900, pintado de verde provenzal de Little Greene, en Papeles pintados Aribau. Pavimento de gres porcelánico que imita el parqué. 
Comedor rústico moderno con mesa y sillas de madera al natural y gran cuadro en la pared.

Comedor con mesa de Antic Daviu Quera y sillas de Kave Home. Lámpara de Gala Llum.

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Una oda al nuevo rústico

Aunque la esencia de este comedor es rústica, la modernidad está presente en cada uno de los elementos, comenzando por el propio espacio y continuando por el mobiliario y los objetos decorativos, como la lámpara o el cuadro, contemporáneo y de gran formato. Al decorar el comedor, apuesta por la mezcla de estilos. ¿Ves el resultado?

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También te transporta a la playa

Decir color arena y pensar en una playa es todo uno. Pero ¿sabías que este color está lleno de variantes? Las sensaciones que te transmiten las arenas blancas de El Hierro o las más tostadas de Cambrills o Salou son muy diferentes. La interiorista Clara Masllorens nos transporta en este salón comedor a la mismísima Costa Dorada. Su aspecto rústico, acogedor con las vigas, la chimenea... y sus cambios de tonalidades con la luz te hacen sentir tan cómoda en su interior como en una playa.

Sofá, de Casual Solutions. Mesas de centro, de Coco-Mat. Puf, de Calma House. Cortinas, de Filocolore. Alfombra, de Cado. 
Salón con vigas en el techo, estilo rústico, sofá de cuero y arcos como puertas.

En el salón, los sofás de piel son de Timothy Doulton, en Londres. La mesa de centro tallada es de Decobruc. El plaid, de Wringkles y la alfombra, en Dareels.

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Los arcos y las vigas crean un techo excepcional

¿Su gran reto? “Unir tecnología y confort sin romper lo natural. Es decir, que el ambiente sea rural, pero con todas las comodidades”, explica Ariadna. “Mantuvimos las cualidades arquitectónicas de las masías: las bóvedas catalanas, los arcos y las vigas. Incluso el hierro forjado típico”, indica la arquitecta. Estos elementos los vemos en el salón, que con su estilo rústico, transmite calidez y evoca a lo tradicional. 

Salón rústico con arcos como puertas y dos sofás de cuero.

En el centro, la mesa es de Decobruc. Los cestos son de Matèria. La chimenea fue diseñada por Somnisamida.

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Cada detalle ha sido rehabilitado con cuidado y mimo

“Los muros son transpirables, los revestimientos favorecen de forma natural la calidad del aire y los suelos son de terracota manufacturada artesanalmente”, añade. ¡Nos encantan los sofás de cuero! Son tipo chéster y, aunque hay decoradores que ya no los aman y creen que están pasados de moda, creemos que en este salón funcionan la mar de bien. Sin duda, son piezas que han sabido captar la esencia de la masía. 

Comedor con sillas de madera, cesta de fibras y vigas en el techo.

En el comedor, mesa de Sunbury Antiques London. Las sillas artesanas son de La Bisbal. La lámpara es de Marta Penina. El mantel de lino es de Calma House. En la mesa, una vajilla con ribete, cubiertos y vasos de cristal de Sophie Bruen Ceramist London. El bajoplato, en Sacum. Los bols, de Dareels.

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El comedor está lleno de luz, con muchas fibras naturales

"He aprendido a dejar que los espacios te digan lo que necesitan", apunta Mabel. Puede que por ello la casa refleje su historia: “La Cura aloja mis muebles de muchos años, así como piezas compradas en mercados de antigüedades en Londres. Mi inspiración son nuestras vidas, experiencias y viajes”. ¡En el comedor de verano es donde más se ha plasmado su historia! 

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En blanco y arena, puro relax

Las cocinas de obra a medida tienen la ventaja de que puedes diseñarlas a tu antojo. Esta en blanco y madera, de estilo rústico, es un proyecto de la interiorista Mireia Pla. Incluye una estantería abierta a un lado, frentes alistonados en cajones y puertas, tiradores de anilla y herrajes de forja. Se completa con un comedor con mesa y bancos ¡muy de exterior!

Mesa y bancos, realizados a medida por Mercantic. Cocina de obra, diseño del Estudio de Mireia Pla. 

 

Cocina con armarios de madera y tiradores tipo herraje 00521477

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Rústica con un toque retro

Otra cocina de estilo rústico que introduce elementos vintage, como los azulejos tipo metro a media altura y los tiradores en forma de herraje. Aquí la isla es una mesa de estructura abierta que permite meter las piernas al sentarte en los taburetes. La encimera fina es de mármol y los armarios bajos cuentan con puertas de acabado envejecido, a juego con los estantes abiertos de pared que recuerdan los antiguos plateros.

Mobiliario y taburete, en Mercantic. Baldosas, en Neocerámica. Fregadero, de Leroy Merlin. Grifería, de Tres Grifería. 
Office de estilo rústico con banco recuperado de madera y pared de piedra.

Office con banco comprado en El Rastro y cojines de saco antiguo de Sira Barcelona.

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Tradicional y con piezas recuperadas

Este office parece haberse detenido en el tiempo. Y no es casual, porque el decorador Pablo González proyectó este espacio tal y como eran las viviendas tradicionales de la zona de Segovia. El mosaico hidráulico es recuperado, la alacena se hizo con unas antiguas puertas de paso y el banco del office procede de El Rastro. 

Cocina de madera de casa de montaña con office grande con sllas con plaid de borreguito.

Cocina con mobiliario diseño de Lara Vallés y sillas del office, de BoConcept. 

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Abrazado por la madera

Madera y más madera. Así es esta cocina y su office, que se ha integrado en la isla central de trabajo, pero en un plano más bajo para que nada interfiera las vistas. La mesa del comedor es de la misma madera con la que se ha realizado la cocina y se han revestido las paredes y el techo, lo que refuerza la sensación de conjunto en esta cabañita en la montaña. 

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Vistas panorámicas

¿Cómo te imaginas tu salón en la casa de campo? Con vigas de madera, una chimenea, un sofá cómodo, vistas a la montaña y ese olor a leña que todo lo invade. Laia y Marina Reguant han actualizado este con una mesa de centro partida en dos para acercarla allí donde se necesite: al sofá, a las butacas, al banco... 

Sofá, de Joker. Mesas de centro, diseño de las interioristas. Alfombra, de KP. Butacas, de Crearte con lino, de Güell-Lamadrid, al igual que los estores.

 

Dormitorio con papel pintado que imita un bosque.

Papel pintado Woods, de Cole & Son. Cabecero tapizado en gris, de Julián Sanchez. Mesita de noche, de Maisons du Monde. Lámpara de sobremesa, en India & Pacific. 

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Un papel pintado para perderse en el bosque

¿Quieres darle profundidad a tu dormitorio? Elige un papel para pared en blanco y negro y viste con él la zona del cabecero. Es lo que ha hecho aquí el interiorista Pablo González. ¿A qué parece que puedes traspasar la pared y darte un paseo entre abedules? Un estampado perfecto para un dormitorio rústico o con vistas ajardinadas desde la ventana.

Dormitorio rústico abuhardillado y papel pintado con efecto piel.

Pufs, de Fiorira Giardino,  y papel pintado, ambos en Marina & CO. Apliques, de Marset.

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Papel pintado con textura natural, ¡ideal para el dormitorio!

El papel pintado de un dormitorio de matrimonio debe de gustar a los dos por igual. Proponle a tu pareja una selección que imite materiales naturales: los revestimientos de madera, mármol o piedra rugosa simulados son tendencia. Laia y Marina Reguant han elegido este revestimiento de papel pintado, que imita la piel de potro y engaña a la vista. Su efecto textura da carácter y una sensación de abrigo a la estancia. Perfecto en entornos rústicos.

Salón con vigas y escaleras de madera y sofá gris.

Sofás, de Flexform. Mesas de centro, de Catalina House. Alfombra, de Cotlin Barcelona.

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Rodeado de madera

La madera es uno de los materiales con más encanto en decoración. Sus diversas tonalidades, su textura y su resistencia le dan a los muebles elegancia y calidez. Bárbara Aurell la ha respetado y utilizado en este salón de estilo rústico en las vigas, la escalera, las mesas de centro y la alacena que, aunque apartada en un rincón, acapara todas las miradas.

Salón rústico con techos de madera y paredes grises.

Banco de hierro bajo la ventana. Sofá, butaca, puf y cestos, de Cado. Mesas de centro, de Mercader de Venecia. Alfombra, de Papiol. Lámpara de sobremesa, en Carolina Blue.

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Un salón ¡tan acogedor!

Los salones tipo cabaña resultan súper calentitos con la madera por doquier, la chimenea y esos textiles tan gustosos que te dan ganas de acurrucarte bajo ellos. La interiorista Jeanette Trensig ha transformado este espacio en un salón acogedor con el añadido de sus inmejorables vistas a la montaña.

Cocina abierta de estilo rústico econ mobiliario de madera y barra.

Cocina diseño de Estils i Formes. Taburetes de Lenne Bjerre, en Stand del Mueble. 

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18. Una cocina abierta y rústica con el frescor del verano

En esta cocina abierta, la madera de pino es la principal protagonista. Desde el frigorífico panelado a la isla lucen en esta madera. Para que su fuerza no se vea eclipsada, pero sobre todo no resulte cargante, se han prescindido de los armarios altos.

Fachada de casa rústica de piedra con porche iluminado.

Porche con sofás modelo Plump, de Expormim. Mesas y alfombras, de Marina & Co.

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Una clásica casa de montaña

Un porche rústico cubierto por una pérgola siempre es la mejor opción para alargar las sobremesas de verano, ¡y de invierno! Mientras que durante el día es un porche con encanto, durante la noche esta parte de la casa se convierte en un refugio de piedra donde no pasan las horas. La cálida iluminación de las velas y lámparas, y los cómodos sofás tipo chaise longue en color gris suave, crean una atmósfera íntima única. 

Salón rústico con vigas en el techo, chimenea, ventanal y sofás grises.

Sofá modelo Pulse de Joquer. Mesa de centro de Brucs y sillón de Norman Copenhagen, en Marina&Co.

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Un salón con papel pintado

El papel pintado fue hecho a medida para el salón y llama la atención por su diseño de rayas y la cabeza de un reno muy realista. Según Laia, "es el elemento central en torno al que gira el resto de decoración". Eso sí, a los dueños les costó dejarse seducir por él. Fue decir: "adelante con el papel", y el juego de texturas vino rodado, con la piedra, el cuero color caldera de los puff y las sillas, los linos y la madera de los muebles y las vigas.

Salón rústico con sofá en L, ventanal, chimenea y vigas.

Alfombra modelo Boss Marmota de Cotlin. Sofá de Joquer y cojines diseñados por Marina&Co. Plaids de Scapa y Teixidors.

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Lo industrial se mezcla con lo rústico

"Han cumplido el sueño de vivir en una casa de montaña. Aunque lo cierto es que es muy moderna y personal", reconoce Laia. El negro industrial de las lámparas, el hierro y el papel rayado le dan cierto toque atrevido, hasta de vanguardia. Eso sí, tanto en el salón como en el comedor vemos elementos 100% rústicos, como las vigas, una mesa de centro robusta y la leña a la vista.

Salón de estilo rústico con chimenea.

El papel tiene la imagen de un reno que evoca las casas tradicionales de montaña y es de Wall&decò. Puffs, de Crearte. Mesa, de Brucs.

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Calidez en telas y con la chimenea

Ahora sentarse a observar la montaña en el salón es el pasatiempo favorito de los dueños. ¡No nos extraña! Las telas suaves y naturales de los cojines dan una sensación amable. Aquí sentados podemos disfrutar de la chimenea, que tiene dos caras.