No era muy antigua pero se había hecho vieja antes de tiempo y su nueva dueña tuvo que repararla a fondo y a conciencia. Aprovechó entonces para hacer realidad un sueño: tener una casa de montaña llena de luz. Y la intensidad de sus deseos consiguió el milagro. Porque milagroso es contar con una luz resplandeciente en un valle embutido en los Pirineos. El arquitecto responsable del proyecto: Luis Oteyza.
Pero detrás del prodigio se pueden encontrar muy buenas explicaciones constructivas y decorativas. Y son estas las que nos harán comprender tamaño portento y aplicar a nuestras propias situaciones el cuento si viene al caso. Mira bien las fotos y lo entenderás a la primera.

CASAS DE MONTAÑA
De dúplex oscuro a refugio de invierno perfecto
Esas grandes ventanas que rasgan los muros no son las habituales en este tipo de construcciones, pues bien, nuestra propietaria se empeñó en tenerlas y las consiguió. Auténticos ventanales que actúan como cuadros gigantescos con los paisajes más hermosos.
"Claro, eso es precioso, pero está el frío, por mucho doble cristal y rotura térmica que se tenga", pensarás. Vale, pero ¿y la calefacción? ¿es que la calefacción no puede combatir victoriosamente al frío? Puede, y la mar de bien, sobre todo si está estudiada para calentar una casa de la forma más eficaz. Y en este caso lo está sobradamente.
Mira la foto otra vez y fíjate bien en la zona situada bajo las ventanas. Verás cómo bajo un estante volado de madera maciza está instalado un radiador que se ajusta perfectamente al espacio y que irradia su calor desde el mismo punto de entrada del frío, anulándolo.
Lo de luz es fundamental de esta casa. Eso que la hace especial y única. Pero tiene muchísimas más ideas que podemos aprovechar, sobre todo en lo que se refiere a la utilización de los materiales. El suelo, las vigas de la primera planta y los techos de la buhardilla están recubiertos de madera de roble acabada en un tono claro (y luminoso, con reflejos dorados, también por la cosa de la luz). De este modo los espacios se hacen cálidos y acogedores, y parecen decirnos siéntate aquí y disfruta cómoda y tranquilamente de las vistas de llanos y montañas.
La piedra, un elemento fundamental en el exterior, está aplicada en los interiores de una forma abiertamente decorativa, para destacar un elemento de la habitación o llamar la atención sobre un espacio determinado. Lo vemos en el salón, lo vemos también en el baño, cubriendo la pared donde se sitúa el lavabo. Y en el dormitorio, haciendo de cabecero (una idea espléndida).

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¡Qué gustazo tener un dormitorio tan amplio, con una panorámica sobre el valle tan privilegida! ¡Qué fantástico saltar de la cama y darse un baño mirando al cielo! ¡Qué buenísima idea esos dos espacios privados y sin techo para el inodoro y la ducha! ¡Qué esplendidez esos muros convertidos en cristaleras desde el mismo techo! Este sí es un dormitorio de esos a los que llamamos "de película".