Cortinas

"La luz es un elemento indispensable para conseguir un efecto acogedor y relajante en nuestra vivienda. En el caso de la iluminación natural tenemos que evitar cortinas demasiado tupidas, así como cualquier acabado que nos reduzca la luz que entra por nuestras ventanas", se muestra tajante Eva Mesa como error que debemos evitar al decorar.

CORTINAS

Master Class: cómo acertar con las cortinas

Seguramente a ellos les encante, pero según nos explica Mercedes Pérez, de Renova Solutions, “son muy incómodas para que ellos en un futuro hagan sus camas –y para hacerlas tú– y tampoco puedes darle el clásico besito nocturno que tanto nos gusta”. Si hay que ponerlas por falta de espacio, Zubizarreta apuesta por “soluciones convertibles, como las literas que se pueden desmontar, dividir en dos camas individuales y ponerlas separadas”.

Tejidos como el algodón o lino son resistentes gracias a su grosor y acabados decorativos. El algodón es, sin duda, el tejido estrella para retapizar un sofá, ya que no se deforma y aporta un plus de naturalidad. Lo mismo con el lino, que proporciona, además, un toque extra de frescura. Por su parte, los tejidos Jacquard son telas con dibujos o relieves creados en el propio tejido, mezclando hilos de diferentes grosores, colores e, incluso, materiales. Ofrecen un acabado fuerte y resistente, con textura y marcadas tramas, lo que las hace ideales para tapizar un sofá.

Es el truco más fácil y el más barato: cambiar la distribución. O más bien adecuarla al espacio que tienes. Una manera de sacarle partido al espacio en un salón mini es arrimar los muebles contra la pared. Evita colocarlos en medio o bajo una ventana, ya que solo impedirá y limitará el paso de la luz.

Su nombre científico es Chamadeora Elegans y se caracteriza por su gran resistencia y su fácil cuidado. Sus hojas son alargadas y estrechas y, aunque su floración puede darse durante todo el año, no es demasiado llamativa. Es una de las plantas de interior más alta: puede llegar a medir dos metros. Se adapta a cualquier entorno y es muy agradecida. Es de lento crecimiento y necesita temperaturas entre 18 y 25º, luz media indirecta y un riego moderado. El exceso de agua puede ser perjudicial, por lo que se recomienda comprobar la humedad del sustrato antes de regarla. Si el clima de tu zona es muy seco, pulveriza de vez en cuando sus hojas. No le gustan ni las corrientes de aire ni las fuentes de calor como la calefacción.

Situada en la ladera de una montaña en Pollensa, esta finca es de nueva construcción, aunque huele a tradición. LF91 es la firma todoterreno que se ha encargado en este caso del paisajismo, la construcción, la decoración, el diseño de la mayoría de los muebles y la venta (sí, ¡esta joyita busca dueño!) de esta casa. “Buscábamos un estilo mediterráneo en tonos neutros muy fresco, a través de materiales nobles”, dice la interiorista. Por eso la madera natural es el material de casi todos los muebles y casi puede acariciarse en las vigas de roble americano del salón.

También en la cocina, atrapa todas las miradas una vitrina encastrada con su propia iluminación led está llena de cerámica tradicional de la zona.

En el área de los dormitorios se ven al completo las impresionantes puertas de paso y sus artesanales cortinas, que “son del mismo lino que los cojines del cabecero de hierro”, indica la interiorista.

Para que un dormitorio pequeño parezca más grande el orden es fundamental, pero también evitar el ruido visual, es decir, que no hay demasiadas cosas a la vista. Si el armario es un diseño abierto de estantes, como el de esta habitación, coloca un visillo ligero en blanco que echado oculte el contenido.

Los accesos a la habitación y a la cama deben tener un ancho mínimo de 90 cm. Así se facilita el paso de andadores o sillas de ruedas en caso de que sea necesario. Además si llega a necesitar asistencia, será más cómodo para la persona que lo atienda.

Las personas mayores suelen tener problemas de visión, así que es primordial prestar atención a la iluminación natural de su habitación. Elige unas cortinas ligeras que tamicen la luz y evita bloquear la ventana con muebles con mucho peso visual.

Textiles de lino, detalles en fibras naturales, alguna que otra planta… Es fundamental que sienta que la habitación sea cálida para que se sienta lo más cómodo posible.

Para que una ventana quede realmente bien vestida, lo mejor es que la cortina se vea abundante en tela. Es decir, en cuanto a medidas debe tener a partir del doble de ancho de la ventana.

Si tienes visillos y cortinas, doble visillo o estores y caída, apuesta por la combinación ganadora blanco sobre blanco. Puedes usar diferentes matices del color: blanco puro, roto, marfil, champán o almendra.

Te servirán para recoger la cortina a un lado de la ventana y que así las telas más pesadas vistan, pero no impidan el paso de la luz. La pareja perfecta: un alzapaño discreto tipo botón en la pared y una abrazadera de la misma tela que la caída.

La barra de la que cuelga la cortina siempre, siempre, ha de ser más larga que la ventana. Esto te permitirá recoger las cortinas a un lado y dejar despejada la ventana totalmente para que entre la luz o abrir las hojas. 

Todas las cortinas deben tener su dobladillo corresponiente. Si quieres evitarte la costura, puedes usar una cinta termoadhesiva, a la venta en ferreterías y mercerías. Basta con doblar la tela a la medida deseada, situar entre la cara vista y la parte doblada la cinta y pasar la plancha encima de ambas. ¡Ya tienes el dobladillo!

Este "sí" es un truco para ganar metros: que el color de la tela sea el mismo que el de la pared. ¿Quieres más ideas para espacios pequeños? Pon cortinas de colores claros, mejor lisos o con estampados muy discretos marcados con el propio hilo del tejido. La ventana se verá más grande si pones la barra muy alta, justo debajo del techo, y cubres la pared de extremo a extremo con la cortina.

Ganarás elegancia si la cortina toca el suelo y arrastra un poco (10 cm). Ese pliegue natural dará volumen al tejido y resultará elegante. En las telas más ligeras, puedes añadir un cordón de plomo al dobladillo, que evitará que 'vuelen' con la brisa.

Las cortinas cortinas no son una opción. Afean. Nos referimos a las que queda 10 cm por encima del suelo. Pero también a las cortas para salvar un mueble o radiador. Para solucionar esta situación existen los estores. Es preferible una cortina larga con un mueble delante, sin que este "aplaste" el textil contra la pared.

Si el salón es pequeño, unos puffs te salvarán la vida cuando recibas visitas. Pero, cuando estéis solos en casa, bajo del mueble de la televisión es el sitio perfecto para que no ocupen espacio. Discreto y superfuncional.

Las cortinas con rieles son un sistema útil y discreto para vestir las ventanas. Pueden fijarse al techo y una de sus grandes ventajas es que podrás abrir y cerrar las cortinas fácilmente sin importar el peso de la tela. Son una solución más cómoda, aunque menos estética, ya que lo normal es que se vea el riel cuando las cortinas están abiertas. En cambio, la barra resulta más decorativa, ya que te permite dotar de un plus estético a la estancia: hay tantas barras de cortina para elegir como hogares. Además, muchas son personalizables y puedes elegir los remates de los lados según sea el estilo de la habitación. Sea cual sea la opción que elijas, coloca la barra o el raíl a la altura del techo: conseguirás estilizar el efecto de las cortinas y dará la sensación de que los techos son más altos. Y, tanto si lleva barra como si es un riel, la manera de colgar las cortinas es similar.

Aquí tendrás que tener en cuenta no solo tu estilo, que es fundamental, sino también si la habitación tiene luz natural o no. Cuando una estancia carece de luz del sol es mejor elegir unas cortinas vaporosas confeccionadas con tela de visillo y, preferiblemente en blanco, que ayudará a expandir la luminosidad. Hay muchos motivos para amar las cortinas blancas. Otra opción es elegirlas en un blanco roto o hueso –incluso un amarillo suave–, lo que creará efecto de luz solar. Ten en cuenta también el tono que has elegido para las paredes, las tapicerías –o ropa de cama– y el resto de textiles, que marcarán la gama predominante y te orientarán sobre el color que tienes que elegir para tus cortinas. En cualquier caso, los neutros nunca fallan. Hay muchos otros factores que te ayudarán a acertar cuando elijas tus cortinas.

¿Por qué no ambos? Cuando una ventana va de pared a pared hay mucha superficie por tapar. Una buena solución es combinar cortinas con estores: podrás regular cuánta luz entra mediante los estores y conseguir intimidad por las noches con la cortina. Selecciona para los estores una tela vaporosa, tipo visillo, que deje pasar la claridad, mientras que para la cortina selecciona una tela más tupida y con caída. Es una opción elegante y que otorgará un plus decorativo a la estancia. En cualquier caso, si te decides por colocar solo estores, pon, al menos, dos. Así podrás abrirlos y cerrarlos según tus necesidades y poder tanto regular la luz como tener intimidad. Todo sin prescindir de la luminosidad.

En muchas casas antiguas, el cajón de la persiana, además de visible, sobresale de la pared. Una de las soluciones más tradicionales es colocar un bandó, una tela horizontal que se pone ocultando tanto la caja como la barra o riel. Así se pueden colocar tanto cortinas como estores o, incluso, ambos, como en la foto. Esta solución funciona muy bien en habitaciones de estilo clásico. Si no te convence esta estética tan clásica, otra opción es colgar un estor que tape el cajón –y que sobresalga un poco por ambos lados–. Lo puedes anclar en el techo o en la pared mediante unos prolongadores de pared, siempre teniendo en cuenta la distancia que tendrás que dejar para que el estor suba y baje sin dificultad y no se atasque con el cajón de la persiana.

Si la alfombra de fibras tiene algún ‘lamparón’, utiliza un cepillo de cerdas suaves con una solución de agua y sal muy concentrada. Frota la mancha de fuera hacia dentro. Repite la operación por el otro lado de la alfombra. 

Si se ha derramado un líquido, después de limpiarlo, utiliza el secador (sí, el de pelo) hasta que la humedad del interior de las fibras desaparezca. 

Pasa lo mismo que con la ropa, tal y como te hemos explicado. Son perjudiciales para nuestra salud y para el medio ambiente. Lo mejor es elegir sábanas confeccionadas en tejidos naturales, como algodón o lino. Si necesitas ayuda para elegir las sábanas, aquí te damos varios consejos. 

Un truco con cortinas para que el salón parezca más grande es cubrir toda la pared, de lado a lado, con cortinas. Es decir, no dejar la cortina al ras de la ventana sino que si queda solo un trozo de pared junto al ventanal, cubrirlo con la tela.

Menos es más, también en cuanto a cortinas para decorar un salón pequeño y que parezca más grande. Esa sencillez es en cuanto a la composición que viste el ventanal, la instalación de las cortinas y la tela elegida. Pero no todas las telas sencillas con lisas y en blanco. Pueden ser tejidos livianos en otros colores e, incluso, con trama o bordados.

Si quieres que la ventana parezca más amplia (un ventanal), vístela con un visillo o estor justo del ancho real y completa con otra pieza del mismo ancho a su lado, como ves en esta imagen con una cortina en azul junto a la ventana.

Toma nota de este truco para que el salón parezca más grande cuando vistes las ventanas con estores: mejor uno que dos. Es decir, cuanta mayor sea la sensación de continuidad, más amplio se sentirá el ventanal. Uno ancho mejor que dos estrechos para una misma ventana.

También puedes vestir las ventanas del salón con estores. El truco para que parezca más grande la estancia en este caso es que los colores sean claros y luminosos y el tipo de estor lo más sencillo posible. Así, los estores enrollables son muy rectos y ordenados (lo que ayuda a que el espacio se vea despejado); los plegables ocupan el siguiente puesto del ranking y los tipo paqueto son los que más tela dejan a la vista recogidos y ocupan más.

Es un pequeño detalle que se convierte en un truco efectivo para que el salón parezca más grande: deja las cortinas largas con 10 cm de tela extra para que apoyen ligeramente en el suelo y hagan esa "bella arruga". Parecerá también que el techo es altísimo, ¡más de lo que es en realidad!

Amplía el salón con este truco: cuelga las cortinas desde el techo, desde lo más alto de la pared. Esto hará que techo y suelo se alejen visualmente. Puedes dejar visto el inicio de la tela de la cortina en el techo u oculto en un doble techo.

Es una de las normas básicas: el blanco sirve para hacer los espacios más amplios y luminosos. Eso lo convierte en el color perfecto también para comedores pequeños. Añade después toques de calidez mediante el color o los materiales, como se ha hecho en el de la foto, en el que la mesa redonda, además de dinamismo, es la responsable de la sensación de calidez. Mira el resto de esta casa. 

Como en este comedor, en el que el blanco de las paredes y los asientos de las sillas resalta sobre el gris de su estructura y la mantelería. Y esa combinación consigue, además, un resultado muy actual en un comedor de marcadas líneas clásicas.

Aunque no lo creas, esta casita de campo solía ser un pajar. Ahora, el gris clarito de las paredes y techos de madera, en contraste con el gris más oscuro del sofá y las lámparas, actualiza su imagen. ¿Otra de sus claves? La moderna chimenea que separa la zona de estar de la de comer.

El color piedra grisáceo de paredes y techos combina con la madera natural de haya del suelo, y así parece que el tiempo no pasa en este cálido y acogedor salón. Los muebles, todos del mismo tipo de madera y estilos distintos, ofrecen un resultado ligero, acogedor y muy cálido. Mira el resto de esta reforma.