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1.

Colores cálidos

Con grandes ventanas y mucha luz natural, elegir las telas en colores intensos como este tostado es una buenísima idea. Además también te puedes permitir sumar cortinas y estor.

Sofá de Leroy Merlin. Mesas de centro, en Mercader de Venecia. Alfombra, en Gra. De Vive Estudio.

2.

Caídas y screens

¿Que quieres vestir las ventanas pero sin tejidos que ocupen demasiado... ? Caídas ligeras y screens que bajan superlisos.

Estos son de Maisons du Monde. Es el rincón de lectura de la interiorista Aurora Monasterio. Mesa auxiliar, de La Nave Home. Alfombra, de Zara Home. 

3.

A juego con los sofás

El espacio queda mucho más armónico y en tonos beige son muy sufridas.

Estas cortinas, como las mesas de centro y la lámpara de sobremesa son de Meritxell Ribé-The Room Studio. La alfombra es de Nani Marquina y el cesto, de Home Design International. 

4.

Un dúo que no falla

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Poner dos cortinas para vestir las ventanas no falla. Además, así tienes más opciones para controlar la entrada de la luz. Pero si, además, son blancas y de un gris clarito, serán atemporales y que no pasarán de moda. Y si quieres cambiar la gama cromática de tu salón, hazlo con los textiles accesorios como los cojines y plaids. Con esta combinación, el resultado es de diez.

Sofá y mesa de centro, realizados a medida, por Renova. Lámpara de pie, de Aromas de Campo. Cortinas, de Güell-Lamadrid.

5.

Doble cortina con una combinación infalible

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En este salón, aunque también se ha elegido una cortina doble, se ha elegido un color topo y un blanco impoluto. ¿La clave para que la luz siga pasando y mantener el ambiente luminoso y cálido? Emplear un tejido de lino tipo visillo que, aunque luce un tono más bien oscuro, permite el paso de la luz.      

Sofás de T&C Projects, en Matèria. Butaca de Kave Home y mesa de centro de Sacum. Lámpara de pie, en Carolina Blue. 

6.

El riel, camuflado

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En este salón en el que predominan los tonos grises, se han seleccionado unas cortinas blancas (nunca fallan). Y para que el riel no destaque, sino que más bien se intuya, se ha elegido del mismo color que las carpinterías, de manera que resulta (casi casi) invisible. 

Todos los muebles, lámparas y cortinas son de Antinea Interiorismo. Sobre los sofás, cojines y mantas de Sitjar. 

7.

Ocultas tras la escayola

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Aunque estas cortinas –que por cierto son dobles– se han elegido de los mismos tonos neutros que el resto de la estancia. Blanco y beige triunfan. Su sistema oculto y su volumen ayudan a crear un ambiente sosegado, cálido y elegante. 

Pufs de Leroy Merlin y lámpara de pie de Santa & Cole. 

8.

Unas cortinas que aportan textura

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Las cortinas para el dormitorio han de ser tupidas, aislantes y con una bonita caída. Pero también han de ser decorativas. Como las de este dormitorio en el que predominan los grises y que, además, se han elegido con textura, potenciando la elegancia del cabecero en capitoné. 

Colcha, manta y cojines de rayas de Sitjar. Sábana y cuadrante de lino de Zara Home. Cuadrantes de punto de Matèria. Espejos de Carolina Blue. 

9.

Un estor para cada ventana

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En vez de grandes estores, como en otras ocasiones, los que visten estas ventanas son individuales y cada uno de distinto tamaño. Así se controla la entrada de la luz y lo mejor es que llegan hasta el suelo, de manera que ofrecen la intimidad necesaria. 

Sofá, diseño de Bárbara Sindreu y realizado por Miki Beumala. Butaca de Coton et Bois y mesita auxiliar de Little House. Mesas de centro diseño de la decoradora.

10.

Grandes estores para grandes ventanas

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Para este salón, la decoradora Asun Antó eligió unos enormes estores para controlar la luz que se cuela por los enormes ventanales. Al ser estilo paqueto –que parece que hace ondas al recogerse– el efecto es relajado y se puede controlar el acceso de la luz.

Sofás de terciopelo, mesa de centro de madera y alfombra, en Coton et Bois. Butaca de cuerda, de Ofelia Home Decor.

11.

Cortinas para un salón rústico

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Las cortinas del salón, aunque discretas, deben responder a la misma estética que el resto de la decoración. Estas se han elegido del mismo color que la tapicería del sofá, creando un espacio muy armonioso. 

Butaca de Portobellostreet con telas de La Maison, puf de Miv Interiores y taburete de Merc&Cia. Mesa de centro de Brucs. Bandejas y espejos de Merc&Cia. Mantas de Zara Home y alfombra de Ikea. La chimenea es el modelo Flat de Edilkamin. Frontal de madera de castaño y roble instalado por Luderna Design. 

12.

Un tradicional visillo con un punto actual

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Lo cierto es que los visillos son una opción infalible: decorativa, ligera, fresca y tus ventanas lucirán más elegantes. Pero para darles un punto moderno, la interiorista Elba Danel, de Sube Interiorismo, se decantó por unos rieles que contrasten. No solo son negros, sino que su fijación al techo recuerda a las antiguas tuberías. 

13.

Dos estores a medida

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En este acogedor y luminoso dormitorio se han elegido unos estores a medida para vestir las ventanas. Y es que cuando hay una ventana 'rara', son la mejor opción. Aunque son un poco más caros, el resultado es mucho mejor. 

Cabecero, diseño de Sube Interiorismo, diseñado a medida por Deco Lur Sofá. Papel pintado, modelo Voyage, en Gancedo. Lámpara aplique, modelo Astro, en Susaeta Iluminación. Mesita de noche, de Crisal Decoración. Estores, de Sube Interiorismo, con tela de Jover, modelo Vintage Raya, confeccionados en Denbora&Galeo.

14.

Doble cortina blanca y mostaza

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Una tipo visillo en blanco, ideal para limitar la entrada del sol durante el día; y otra de un tejido más tupido en color mostaza, que impide la entrada del frío y de la luz, garantizando un sueño reparador. Un éxito asegurado. 

Cabecero y mesita de noche, diseño de Natalia Gómez Angelats. 

15.

Estores que no se ven

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Porque, en este caso, se ha querido delegar toda la fuerza decorativa a la alfombra, se han elegido unos estores que se mimetizan por completo con la pared, de manera que, aunque cumplen con su función, mantienen la estética del resto de la decoración de este salón. 

Sofás, mesa de centro y alfombra de Ajanta Interiores. Cojines de Lo de Manuela, en Mestizo Store. Lámpara de Becara.

16.

Una cortina para una ventana triangular

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A veces las ventanas tienen formas que no cumplen con los estándares habituales. Eso implica echar mano de la imaginación y encontrar soluciones ingeniosas y decorativas a la vez. Y así lo han hecho en este dormitorio rústico, en el que la cortina tiene la forma triangular de la ventana. Sin duda, lo más llamativo, es la atractiva forma que se consigue cuando está recogida. 

Funda nórdica (modelo Alvine Kvist), adornos navideños y alfombra de Ikea. Cojín beige de Matèria. Lámparas de Chehoma.

17.

El lino, una apuesta segura

Es un tejido que absorbe muy bien el calor y la humedad, y además es higiénico. ¿Otro plus muy interesante? No amarillean y se hacen más suaves a cada lavado. Si las cuelgas un poco húmedas tendrán menos arrugas.

18.

Unas cortinas XXL

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En este salón veraniego, las cortinas son vaporosas y se unen a la frescura que aportan las fibras. Su color beige ayuda a subir la temperatura, aunque si algo destaca es su sistema oculto, que se aprovecha de la arquitectura de esta casa. Así, parece que salen directamente de la pared. 

Sofás, Mobles Riera. Puff, a modo de mesa de centro, y alfombra, de Gan, en Stand del Mueble. Cortinas, de Lluís Decor. Lámpara de pie TTM, de Santa&Cole, en Stand del Mueble. Pufs, de ratán , en Calma House. Mesa auxiliar, de Con Alma Design. 

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Sencillez en las cortinas

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A veces, la solución más sencilla es la más estilosa. Y eso se ha hecho en este acogedor dormitorio rústico. Con unos sencillos visillos de lino color topo se cubren las ventanas que dan al pequeño balcón.   

Cabecero de obra. Butaca y lámparas, de Sophie Bataglia. Alfombra, de Little House.

20.

Cortinas eternas

Por mucho tiempo que pase, las cortinas fruncidas siguen siendo una buena elección, sobre todo en espacios de corte clásico. Estas son de lino, una fibra casi el doble de resistente que el algodón. Invertir en lino y en un sistema de fruncido, es invertir en una cortina eterna. Espacio decorado por Asun Antó. 

21.

Una combinación que encaja

Caídas blancas en la zona de descanso y lamas movibles en la galería. Las caídas son más adecuadas para el dormitorio porque visten, dan una mayor intimidad y son más serenas. Y las lamas lo son para la galería: para graduar la entrada de luz preservando la intimidad.

22.

Estampados sin miedo

Entrar en esta cocina es como entrar en el escenario de una obra de teatro inspirada en la campiña inglesa. Y claro, algo tan especial merecía una entrada triunfal: una cortina estampada casi casi a modo de telón.

La tela es de Jim Thomson y el papel pintado, de Laura Ashley. Todo, en Federica&Co.

23.

De algodón, frescas y ligeras

Perfectas si buscas vestir tus ventanas de forma natural y desenfadada. Que no te obsesione la arruga. El algodón natural no es totalmente liso.

En blanco, tamiza la luz sin restar claridad. Banco y taburete, en Coton et Bois, y butaca, en Catalina House.

24.

Las cortinas que arrastren

Si quieres que el espacio quede mucho más elegante, lo mejor son las caídas hasta el suelo, también para el baño.

Estas son de Ikea. El mueble bajolavabo y el lavamanos son de Vidrebany, la grifería es de Hansgrohe y las toallas, de Matèria.

25.

Cortinas también en el exterior

De hecho son una idea estupenda y muy personal de proteger un porche del sol sin cerrarlo. 

Sillas modelo Panton, de Casa y Campo. Mesa de madera y hierro, realizada por el propietario de la casa y lámpara de techo, de DM Interiors.

26.

Con una moldura que oculta la barra

Una solución de estilo clásico que enmarca y da protagonismo a la combinación de cortinas. Pintada de un color distinto a la pared, da un toque muy especial.

Espacio de la decoradora Gisela Grande. Sillas, de Sacum. 

27.

Un estor de lino perfecto

¿Cómo se consigue? La cantidad de arruga que se forme dependerá de la proporción de poliéster y lino del fabricante. Cuanto más poliéster, menos arruga tendrás.

Sofá, de Frajumar. Mesas de centro, diseño de Luderna Design, responsables del proyecto. Alfombra, de Benuta. 

28.

Cortinas con faldones

Una idea clásica muy decorativa que ayuda a armonizar espacios distintos. ¿Cómo? Fíjate en el color de los faldones de la cortina del comedor y de los cojines del salón.

Las cortinas están realizadas con telas de Gancedo, como el tapizado de las sillas.

29.

Cortinas iluminadas

Con leds escondidos en el falso techo, las cortinas quedan bañadas de luz y aportan más calidez al espacio. Piso reformado por el arquitecto Antonio Cortines y decorado por Emma Masana.

Cabecero de madera y algodón aterciopelado, de CM Textiles. 

30.

Mezcla rayas sin miedo

Si te gustan, no dejes de hacerlo. Aquí, unas en la alfombra, de La Albaida, y otras, en las cortinas. Para que queden perfectas, es bueno que mantengan al menos un color en común. El resultado es natural, personal y de aire campestre. La decoradora es Barbara Plattel.

31.

Rayas a juego

Un cabecero a listones azules y unas cortinas a rayas también azuladas; no solo decoran sino que de alguna forma "recogen" la cama, que parece flotar entre olas. Así, el dormitorio de Pia Capdevila, la decoradora, no necesita mucha más.

Las cortinas son de Habitat.

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Un estor a juego con la carpintería

¿Qué consigue? Enmarcar el exterior como un cuadro y a la vez, separarse del resto de la cocina, que gana así más protagonismo.

Mobiliario de Topcuines. Encimera, de TST. Taburetes, de Cristina Carbonell, diseñadora de la cocina. Fregadero, de Villeroy & Boch.

33.

Doble cortina, doble elegancia

Y más posibilidad de jugar con ellas. Si quieres claridad, las dos abiertas. ¿Que el sol molesta? Corres el visillo. Que quieres intimidad total o un ambiente más oscuro para ver tu serie favorita, las dos corridas. Puedes tenerlo todo. 

34.

En estilo clásico-chic

Unas puertas de balcón espectaculares, molduras en el techo, esculturas, espejos envejecidos... Un piso con una gran base necesita unas cortinas a su altura. Como estas cortinas sedosas, con brillos y cogidas con una abrazadera, al más puro estilo clásico. Quedan perfectas en un ambiente tan sofisticado como este.

35.

Cortinas con ojales

Es un sistema estupendo para correr las cortinas de forma suave y rápida, eso sí, hay que tener cuidado con ellas a la hora de lavarlas. Lo más aconsejable es llevarlas a la tintorería para que el metal de los aros no deje óxido en la tela.

36.

Usa las cortinas también como puertas

Como en este dormitorio, donde sustituyen las puertas del armario dando un estilo propio y mucho color a la estancia. Para hacerlas más decorativas, flecos en el extremo y en el dobladillo superior. Y otro plus: tienen el mismo color que la colcha, lo que crea un espacio más armónico.

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Con brillos, elegancia y más luz

Las cortinas satinadas como esta reflejan la luz por lo que son ideales para ambientes clásicos a los que quieras dar más claridad y un toque sofisticado.

Es la casa de la estilista Isabel Flores, con sofá de K.A. International, tapizado con tela de Gancedo y secreter, de Berenice Antigüedades y Decoración. 

38.

Una barra con truco

Si tienes una ventana pequeña o una salida estrecha, coloca una barra larga que vaya más allá de la carpintería de tal manera que, al abrir las cortinas, queden sobre la pared y no tapen ni un centímetro de cristal. El efecto óptico que conseguirás es que las ventanas parezcan mucho más grandes. 

39.

Un equilibrio perfecto

Si los estores tipo paqueto son un clásico y las barras doradas refuerzan el estilo, cuelga las caídas con anillas, que darán un aire más informal.

Estas son de Coton et Bois, como el sofá, el aparador, la mesa de centro, el candelabro y las cortinas.

40.

Un mix ideal para la habitación del más peque

Una persiana de lamas estrechas y unos visillos nos permiten graduar al milímetro la luz que queremos que entre en la habitación. El blanco es perfecto porque combinará con todo, algo muy importante en habitaciones en las que no falta la mezcla de colores. 

Cuna de Dijous. 

41.

Telas con intención

El tipo de tela para tus cortinas es una elección clave. Si quieres algo muy natural, elige lino o algodón; si buscas sofisticación, seda; y si quieres luz, como aquí, un visillo.

Sillas, sofás y butaca, de Borgia Conti. Mesa de centro, en Rafles & Gloss. De Marta Echevarrieta y Bárbara Crooke. 

42.

En la cocina, cortinas que resistan

Porque se ensuciarán con más facilidad que las del salón. De ahí que sea una buena idea instalar cortinas con tratamiento antimanchas. Se pueden lavar con un trapo o bien meterlas en la lavadora y que el propio tratamiento facilite que la mancha desaparezca. 

43.

Para ventanas irregulares

En cortinas, hay soluciones para todo, como para esta ventana de forma irregular. Sobre una bañera no podía ponerse cualquier cortina, esta, de lamas, resiste la humedad y a la vez no ocupa espacio ni abierta ni cerrada.

44.

Visillos ligeríiiiiisimos

Así son. Estos visillos, además, no tienen ni cogedores metálicos. Con su misma tela se han creado las trabillas con las que se cogerá a la barra. Si las quieres hacer tú, basta con cortar tiras de la misma tela, hacer un dobladillo por ambos lados y coserlas por el interior de la cortina.  

45.

Las mismas cortinas dentro y fuera

Los textiles, como los colores, unifican las estancias. Aquí, lo hacen las cortinas que dan paso al salón desde este marco pintado al estilo Renacentista y las que visten las ventanas.

Están confeccionadas con tela de Élite Decor. 

46.

Una cortina en esquina

Esconder la barra bajo molduras es una muy buena solución para camuflar sistemas en ángulo que pueden resultar poco agradables a la vista. Las cortinas, en blanco y con una trama muy abierta, resultan muy luminosas, ideales para una habitación en la que no sobran los metros.  

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Muy, muy campestre

El ventanal está decorado con visillos de hilo que permiten la entrada de luz y al mismo tiempo dan un toque campestre e informal al baño.

Son de Coordonné. El lavamanos es de Roca y el toallero de Better & Best. Las toallas son de El Corte Inglés y los apliques de Geneviève Lethu.

48.

A juego con el cabecero

Un cabecero tapizado decora por sí solo. Y si le sumas las cortinas, el resultado es redondo. En color gris azulado da personalidad al dormitorio, eso sí, debes tener una buena entrada de luz.

Cortinas y cabecero de Margarita Ventura. Lámpara de techo, en La Maison. 

49.

A flores, el clásico que nunca muere

Las flores nunca pasan de moda y son un estampado ideal para estancias de carácter campestre-nostálgico. Aquí, la barra dorada sube el nivel de los textiles y también del dormitorio.

Cortinas de SCV Estudio. Dormitorio decorado por Sofía Calleja.

50.

En organdí, fresco y luminoso

Es el tejido ideal para vestir ventanas en verano, cuando tienes las ventanas abiertas. Deja pasar la luz y el aire con su trama abierta, y a la vez aporta intimidad. Anudada a la barra a través de lazos, la caída de la cortina todavía se hace más irregular y con ello, más vaporosa.

51.

Espacios redondos, estores que encajan

Si las vistas merecen transparencia máxima, opta por estores que podrás recoger completamente hacia arriba. ¿Y si la ventana es curva? También. Lo único a tener en cuenta es que sean tan cortos como para que puedas unir uno a otro sin hacer demasiado ángulo.

52.

Cortinas también para doseles

Elígelas igual que las cortinas de las ventanas y conseguirás un dormitorio muy muy armónico. Para el verano, que sean de algodón porque es el tejido que mejor resiste el sol. Y en doseles, lo ideal es que sean de algodón orgánico o ecológico. Salud y belleza.

53.

Naturales para la habitación de los niños

En lino o algodón son las ideales. Y para lavarlas, lo ideal, según Beatriz Gancedo, de Gancedo, es aspirarlas una vez por semana y llevarlas a la tintorería cuando debas lavarlas para alargar su vida al máximo. Dormitorio diseñado por Marta Tobella. 

54.

La mínima expresión

Un screen de lino del mismo color que la pared de este baño y con una trama muy abierta, permite tener luz y máxima intimidad. El gris amarronado es una opción perfecta para armonizar la ventana con el exterior.

Mueble bajolavabo diseñado por Lara Vallés. Lavamanos, de Segalia.

55.

Rústicas y clásicas

Para el gran ventanal de esta buhardilla, agarrarlas a ambos lados con una cinta de la misma tela, fue la solución. De este modo, puede tenerlas abiertas sin perder vistas ni luz. Carolina Juanes es la decoradora del espacio. 

56.

Todo al doble

Este comedor no podía estar más vestido. Doble cortina. Doble estor. Y todo, desde el mismo techo. De esta forma, las ventanas parecen mucho más altas. Los estores, además, tienen un plus: ayudan a esconder la caja de la persiana, que siempre es antiestética.

57.

Cortinas para curvas

Son la mejor solución porque la tela se adapta perfectamente a la forma del espacio con un riel curvo. Para que la cortina tenga una caída mejor (y más regular), lo ideal es forrarla. De esta forma, le das más prestancia y también se arruga menos.

58.

Claridad máxima

Si el espacio cuenta con muebles oscuros, unos textiles en blanco serán la mejor elección. Como ha hecho aquí la decoradora Natalia Zubizarreta. Blanco para sofás pero también para cortinas y estores. Las caídas, con riel y 3 pliegues, aportan mucho volumen.

59.

Estores sobre las ventanas

Una ideaza, porque de esta forma no tendrás que estar subiendo las cortinas al máximo cada vez que quieras abrir una hoja. Instaladas sobre la carpintería de cada hoja, visten la ventana igual sin darte complicaciones. En este caso, cuanto menos voluminosa sea la tela, mucho mejor quedará.

60.

¿Tres barras para tres ventanales?

No. Una sola y anillas para la cortina. Como las anillas consiguen que la cortina se recoja como si fueran casi casi tablillas, ocupa mucho menos espacio entre las ventanas.

Cortinas, en La Maison. Espacio decorado por Anna Taberner.

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Una casa mucho más protegida

Combinar cortinas y estores, además de ser muy decorativo, es una solución ideal para resguardar la casa del frío y del calor. Y también para amortiguar los ruidos porque la cantidad de tela es mayor que con un solo tipo de cortina.

Estas son del estudio de Bárbara Sindreu, decoradora del espacio.

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Aquí cortina pero allí no

¿Una ventana sin vestir junto a otra? Lo puedes hacer si el espacio te lo permite. Un salón siempre pide ir más "vestido" pero una cocina te da permiso para no abrigrarla tanto, sobre todo si ya cuentas con un sistema de lamas en el exterior. ¿Y para que armonicen bien? Elige el mismo color de tela que la lama.

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Más largas, más elegantes

Lo habitual para calcular el largo de una cortina es sumar unos 15 cm a la altura de la ventana, pero si te gusta que reposen en el suelo, deberás sumarle 10 cm más. No obstante, ten en cuenta que si tienes un paso estrecho, muebles que abrir o sillas cerca, no será cómodo. 

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Colores que abrigan

¿Una cortina anaranjada? Es luminosa y a la vez, abriga el espacio. Aquí, hace pareja con el color garbanzo de Jotun en las paredes, pero por sí solo conseguiría dar máxima calidez a la estancia.

Sofás de Tapicería Esteve. Mesa de centro de Hada y auxiliar, de India & Pacific. Alfombra de sisal de Ikea.

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Las cortinas dobles siempre funcionan

Dan mucho más protagonismo a las ventanas y son ideales para grandes ventanales o balconeras. Lo habitual es cortina y visillo pero hoy triunfa la opción clásica cortina-estor. Estores de seda rústica, en la Jaula del Grillo. Dormitorio decorado por Paula González e Isabel Flores. 

¿Ya tienes tus cortinas favoritas? ¿Y has pensado en invierno y verano? Lo ideal es cambiarlas y elegir unas más tupidas para el invierno y otras más livianas y frescas para el verano. Aunque si no quieres andar con cambios, también tienes la opción de escoger cortinas de lino o algodón. Naturales y siempre perfectas.

Antes de acabar decidiéndote por unas u otras, ten en cuenta:

  • Cómo son tus ventanas y qué te será más cómodo a la hora de abrir y cerrar las cortinas.
  • Si necesitas mucha luz o, al contrario, tienes que tamizar la que te entra.
  • Si en la habitación hay piezas con mucha personalidad o estampados muy potentes. Si es así, mejor elígelas lisas.
  • Dónde necesitas máxima intimidad y dónde te puedes permitir una cortina más liviana.
  • Y todo lo que rodea a la ventana que vas a vestir, porque la decoración será definitiva para elegir el estilo y el color.