Es preferible elegir colores que reflejen la luz. Crea un ‘efecto bombonera’ pintando el techo y la pared del mismo tono. Conseguirás una luz envolvente muy agradable. ¿Una combinación infalible? Blanco más arena, o blanco roto y un tono almendrado. Inclúyelos en paredes, cortinas o colchas. Y añade toques de color en los cojines o plaids.
Para más luminosidad, elige siempre blanco. Otros tonos neutros, como beige o tonos lino, también reflejan la luz.
Proyecto de la interiorista Jeanette Trensing. Cabecero tapizado de lino, banqueta, apliques y lámparas de sobremesa, en Cado.