Comedores

En un salón-comedor decorado en un estilo natural se llevan las paredes pintadas con efecto cal o arena, con aguas. Esta tendencia recuerda a las paredes de las casas baleares. Tanto si te gusta esta textura como si prefieres paredes lisas, asegúrate de usar pinturas ecológicas, compuestas con materias primas de origen vegetal y/o mineral.

Puede afectar a la decoración del salón-comedor porque, en función del sistema, contarás con radiadores, un suelo radiante o chimenea. Pero sobre todo lo notarás en el confort térmico de la estancia y en la sostenibilidad del sistema. La aerotermia es unos de los sistemas más usados en las construcciones hoy. En el caso de las estufas, las de pellets también se erigen como sostenibles.

Una o varias lámparas con pantallas de fibras, en madera o barro son perfectas. La mesa de comedor de madera. Combina las sillas, algunas tapizadas y otras con rejilla cannage, en madera o con detalles en cuero o enea. La mantelería en lino con piezas de cristal artesanal y bandejas de fibra natural.

No solo debes incorporar a la decoración del salón-comedor de estilo natural muebles en madera, sino que debes prestar atención a que lleve el sello FSC (Forest Stewardship Council); un certificado internacional que garantiza que la madera proviene de bosques de explotación sostenible. Asimismo, si el acabado incorpora un tratamiento protector, pintura o barniz, han de ser naturales, libres de químicos. Solo así el mobiliario será sostenible y ecológico.

No te olvides de ellas para decorar. Incorpóralas en piezas concretas de mobiliario o en accesorios como alfombras (¡son polivalentes!) o en pantallas de lámparas. Bambú, ratán, esparto, mimbre, yute, coco…

La tendencia natural se adapta a todos los estilos decorativos. Aunque la idea de decorar con materiales y mobiliario natural, sostenible y ecológicos encaja en ambientes slow y sencillos, es posible llevar esta idea a cualquier estilo decorativo, más tradicional y clásico o actual y contemporáneo. La clave es el uso de los materiales y combinarlos adecuadamente. Se pueden combinar acabados más artesanales e imperfectos con otros más pulidos, que se encargan de actualizar.

El interiorista Roger Bellera nos sugiere otra manera de pintar el salón comedor en dos colores. Él ha elegido ese verde provenzal tan vintage para la cocina abierta al salón y un gris en un tono medio para la librería del salón. Entre medias queda el comedor neutro.

Sobre un fondo blanco y luminoso, esta cocina rústica se ha equipado con muebles y pavimento de madera en un tono medio. Para el antepecho y la encimera se ha optado por un tono gris. Si te fijas bien verás que en las carpinterías de las ventanas se ha colado un cuarto color, un verde provenzal. Una combinación cromática que armoniza y enfatiza aún más su carácter de campo.

Las cocinas modernas se abren al comedor o al salón. Si quieres que tu cocina rústica se quite años de encima y que reaparezca con un aspecto más actual, apuesta por el concepto abierto. Es lo que se ha hecho en esta de aquí. ¿Más toques modernos? Los armarios de madera pintados en un verde grisáceo, los estantes flotantes para almacenar y los focos negros sobre las vigas. 

Una manera de actualizar una cocina rústica es darle un estilo industrial. La arquitecta e interiorista Irma Aleu es lo que ha hecho en esta de la imagen. Para ello ha elegido un mobiliario de obra de microcemento, un material que gana cada vez más adeptos en cocinas y baños modernos.

Madera, piedra, barro son los materiales típicos de las cocinas rústicas. Si quieres renovarlas, introduce un tercer elemento más fresco que lo actualice. La interiorista Chari Manzano ha optado por la presencia de fibra vegetal en algunos cajones. El resultado es una cocina rústica mucho más moderna.

Cuando se trata de decorar un salón comedor pequeño lo mejor es destinar la parta más amplia a la zona de estar y reservar un rincón para el comedor. En este caso, además, para optimizar al máximo los metros disponibles, la decoradora Marta Tobella acompañó la mesa con un banco de esquina adosado a la pared.

¿Cómo decorar un salón comedor moderno? Apunta estas claves: muebles de líneas depuradas, desde el sofá y las sillas del comedor hasta las mesas; telas y tapicerías lisas (si son blancos, mejor) y discretas y sutiles pinceladas de contraste en un color frío.

Una solución para distribuir el espacio en plantas alargadas o salones grandes es colocar el sofá entre los dos ambientes, con el respaldo hacia el comedor. Si te gusta esta forma de delimitar ambientes, lo ideal es que elijas un sofá que no tenga el respaldo muy alto, para evitar que se convierta en un obstáculo visual. 

También puedes enmarcar la zona de comedor con un papel pintado que te ayude a poner el foco en este ambiente, como hicieron las decoradoras Isabel Flores, Isabel Font y Nuria Almansa en esta vivienda. Con este recurso, muy utilizado a la hora de decorar el comedor, sumarás personalidad. 

Con la mezcla de piezas de estilos diferentes también lograrás una decoración muy atractiva y personal. La clave está en buscar un hilo conductor, elementos o colores que contribuyan a unificar el conjunto como se hizo en este salón, en el cual las paredes blancas y el suelo de lamas de madera dan sensación de unidad visual.

Una duda que puede surgir a la hora de decorar el salón comedor es cómo conectar los dos ambientes. Para lograrlo, existen muchos recursos, aunque decorar ambas zonas con muebles del mismo estilo o en el mismo color y acabado es la opción ideal si lo que queremos es que ambos espacios formen un conjunto armónico.

También es frecuente diferenciar salón y comedor con alfombras. Son cálidas, bonitas y funcionales y en este caso te servirán para conseguir que el salón y el comedor estén separados. Puedes elegir la que más se adapte a tu estilo: de lana, con estampados o kilims. Pero también se nos plantea otro dilema: ¿idénticas o de diferentes materiales? Es verdad que el tema de combinar alfombras tiene lo suyo, aunque lo más fácil (y menos arriesgado) es que sean iguales. Eso sí: si buscas un resultado más dinámico, mejor opta por diseños diferentes que compartan la misma gama cromática.

Son piezas muy especiales, con gran importancia visual dentro del conjunto de la decoración, por eso elegir la lámpara (o lámparas) para iluminar la zona de comedor no es tarea fácil. Si tienes una mesa amplia, a partir de 2,50 m, coloca dos lámparas gemelas o bien juega con diseños parecidos (modelos de una misma colección, pero de formas o colores diferentes). Las lámparas de fibras naturales van bien con todos los estilos. Así que, será fácil combinarlas con el resto de elementos de tu salón comedor.

Pintar una pared de un color diferente al de las demás es una solución para delimitar visualmente dos ambientes que comparten espacio. Así, lo hizo la interiorista Bárbara Serra para decorar este salón comedor. Si has pensado llevar esta idea a tu casa es posible que lo que no tengas tan claro es qué color elegir. Bien. Lo primero: piensa qué tonalidades son las que te gustan hasta tener una paleta más o menos definida. Segundo: plantéate qué efecto quieres conseguir (ganar luminosidad, amplitud, poner una nota de modernidad…) y tercero, estudia el resto de colores de la decoración, pues lo ideal es que el color que elijas para pintar la pared esté presente sutilmente en otros elementos. 

Sustituye las pantallas por unas maxi de fibra, como estas. ¿Recuerdas que te hablábamos del poder que tiene este detalle? Pero además, para lograr un efecto más informal, también puedes jugar con bancos o taburetes combinados con sillas con respaldo alrededor de la mesa.

Un mantel de lino con una bonita caída y de un color cálido, como ocre o mostaza, es ideal para darle a tu comedor un aire más veraniego y refrescante. Saca tu vajilla más colorida para que haga contraste. Unos bajoplatos de fibras y una vajilla colorida harán el resto.  

¡Pues sí! ¿Por qué no decorar un comedor urbano con detalles marinos, marineros o navy, que te recuerden a tus mejores momentos de las vacaciones? Unas acuarelas con unos corales, un mantel en tonos azules y blancos y alguna flor azul, como las hortensias, que decoren la mesa y parecerá que vuelves a estar en tu apartamento de la playa. 

Una casa elegante no tiene una iluminación plana, sino que juega con matices. No sirve solo una lámpara cenital. Hay que buscar distintos niveles de iluminación: en el techo, en las paredes con apliques, sobre la mesa y, desde el suelo, con lámparas de pie. Una lámpara de lágrimas en el techo subirá el nivel de tu casa. Eso sí, siempre que la coloques en ambientes en los que contraste, como este comedor decorado con piezas actuales y colores impactantes. 

¿Quieres un suelo atemporal, con encanto y rebosante de estilo? Elige un suelo de madera en zigzag, una disposición dinámica que recuerda a los interiores palaciegos. Ideal para conseguir ambientes señoriales. Es el que ha elegido la interiorista Lucía Mariñas para su propia casa.

Una lámpara de lágrimas de cristal es una pieza clásica en mayúsculas. La cuelgas y transforma el espacio. Solo tiene un "pero": necesita un techo alto para que quede perfecta. En un comedor clásico es un must para presidir la mesa. 

Los rosetones son ornamentos de formas vegetales que dan vida y zonifican el techo. Suelen coincidir con las lámparas. Por su parte, las molduras pueden crear formas en techos y paredes, puertas y ventanas, las más actuales están hechas con base de poliestileno son fáciles de colocar y pintar. Por último, las cornisas decoran el paso de pared a techo. Se pueden aprovechar para disimular grietas o esconder rieles de cortinas o luces indirectas. Cualquiera de ellas sumará clasicismo a cualquier estancia. 

También son de fibras naturales. Lámparas y pantallas de mimbre, yute, enea, bambú, ratán o cáñamo trenzado a mano son ideales para aportar frescura a la decoración.

La interiorista Sonia Badia diseñó la mayoría de los muebles de la casa, como el ingenioso banco y cajonera de roble del comedor, que funciona tanto como asiento y almacenaje como de peldaños para la nueva escalera.

"Mi truco es reemplazar las sillas tapizadas de invierno del comedor por otras de fibra natural. Solo con este cambio, lograrás dar un aire fresco y renovado a tu comedor. Pueden ser de ratán, bambú o enea. Están de moda ¡y hay muchas para elegir!", añade Paula.

La decoradora Pia Capdevila tiene un truco para darle un aire renovado a las cortinas sin tener que cambiarlas: usar la misma tela de los cojines del sofá y, con ella, hacer una lazada para recoger las cortinas y dejar entrar más la luz natural. "Así daremos un toque diferente a las cortinas que ya tenemos, adaptándolas a cada estación", apunta.

"El papel pintado es un gran recurso para sumar calidez y personalidad a la casa. Elige una pared importante de tu salón o dormitorio y vístela con un papel de tendencia, como las fibras textiles naturales o un motivo icónico de una marca de textiles o papel pintado famosa". ¡Verás qué efecto!

"Es un truco que nunca falla para pasar de una casa sosa a una revista. No te asustes: no hace falta que hagas una gran inversión, puede ser simplemente un nuevo reposapiés o una mesita auxiliar, pero que sea especial", matiza. 

"No lo dudes: sustituye tu lámpara de comedor u otras lámparas de techo de la casa por unas de fibras naturales. Es una inversión poco elevada y que dará un look muy estiloso a tu casa. En el caso del comedor, elígela sobredimensionada: está muy de moda y lo verás en muchos de los reportajes de nuestra revista", recomienda la decoradora. 

Los espejos con cuarterones son habituales en las casas con estilo El Mueble. Al multiplicar la luminosidad y el espacio visual, son perfectos para salones y comedores, independientemente de su tamaño, pero si tenéis una gran pared, no dudéis en decorarla con uno de estos espejos en versión XL.

Y apostó por mezclar maderas: de la tableada y lacada en blanco en la campana y los armarios, a la madera natural de la isla, que comunica con el comedor. ¿Otra idea para añadir luz artificial? “En este caso no podía poner molduras para ocultar leds, así que, donde se juntan los arcos del techo, pusimos una barra de hierro ancha que las esconde”, nos explica Gemma.

"El pilar de la entrada nos ayudó a delimitar el recibidor, abierto al salón, y el otro en la zona de lectura nos sirvió para crear un espacio diferenciado del comedor". La gran pared cubierta de esparto también les ayudó a lograrlo: enmarca la mesa con mucho carácter y la separa visualmente de la biblioteca, diseñada a medida.