Del mismo material Estas dos alfombras comparten idéntico material, fibras naturales, y diseño redondeado aunque difieren en tamaño y forma. La grande rectangular se ha utilizado para enfatizar la zona de estar mientras que la pequeña circular sirve para delimitar el salón del comedor. Ambas se coordinan a la perfección, posiblemente esta sea la forma de combinación más sencilla y efectiva. Alfombras, de Coco-Mat. De diferente textura Es una opción arriesgada pero saldrás airosa si combinas ambas alfombras en una gama cromática armónica. En este dormitorio se ha colocado a los pies de la cama una alfombra de fibra natural que aporta frescura mientras que a los lados se ha optado por un modelo de pelo corto en un verde suave, a juego con la ropa de cama. Mesita de noche, de Little House. Alfombra verde y banqueta, de Zara Home. Una y de diseño llamativo En suelos de colores neutros, la alfombra se convierte en punto focal. Elige un único diseño que acapare todas las miradas. ¡No admite competencia! En este comedor se eligió un modelo de rayas en tonos vibrantes y en lugar de ocultarla bajo la mesa se optó por sacarla fuera. Así, destacará más. Alfombra de colores, de Tailak. Dos y superpuestas Te encanta la tendencia de decorar los suelos con alfombras superpuestas. Pero ¿cómo acertar al combinarlas? Elígelas de diferentes texturas, pueden compartir la misma gama cromática para crear equilibrio o no, si lo que buscas es el contraste. En esta estancia se optó por juntar dos alfombras distintas en tamaño, tejido y diseño, con lo que la de arriba, de pelo corto y estampada destaca sobre la abajo, de pelo largo y lisa. En armonía con la deco Si en la decoración de tu salón predominan los tonos neutros, coloca una única alfombra que siga esa estela y le de un toque acogedor. En este de la imagen, se ha optado por una única alfombra de gran tamaño que enfatiza la zona de estar. Sus tonos verdes y crudos encajan perfectamente con los sofás crema y los cojines. Alfombras, también en exterior De fibras naturales, polipropileno o algodón, decora tu terraza o jardín con alfombras de exterior ligeras y frescas. Puedes poner una sola o dos superpuestas para hacer la pisada más mullida. Si te decantas por esta última opción, recuerda elegir el modelo superior con una silueta poco convencional para que destaque. Terraza del Hotel Brummel, de Barcelona. Cojines, de Lo de Manuela. Juego de claroscuros Una alfombra de fibra natural sirve de base para una jarapa de algodón en blanco y negro, ligera y más gustosa al tacto. La combinación de tonos claros y oscuros resulta todo un acierto: los primeros dan calidez al salón mientras que los segundos logran un equilibrio, con el añadido de la butaca y los marcos de fotos en negro. Llamada de atención ¿Quieres resaltar una zona concreta y no sabes cómo? Escoge una alfombra potente, bien por su estampado o su color. En este salón, una vistosa alfombra geométrica en tonos magenta pone el enfásis en el anodino rincón de lectura en blanco y negro. Su presencia en solitario deja claro que la estrella es ella. Un kilim que de la nota Si te encanta el estilo nórdico y te sientes en pleno nirvana en tu dormitorio blanco impoluto ¡cuidado! Puede que con el tiempo te canses de esa falta de color. ¿La solución? Coloca una alfombra multicolor que revitalice la estancia, como este kilim en tonos rojizos dispuesto a los pies de la cama. ¿A qué le da un toque exótico? Y si quieres algo más arriesgado, colócalo en la pared a modo de tapiz. Cama con dosel de acero cepillado. Kilim, de Becara. Cesta, de Zara Home. Una alfombra para cada ambiente ¿Puedes poner varias alfombras en un mismo espacio? La respuesta es sí, tantas como zonas específicas convivan en él. En este salón se ha colocado una alfombra de fibra natural en el estar y otro modelo de pelo corto en el rincón de lectura, al fondo. Se han elegido diferentes tejidos para delimitar cada ambiente pero si te fijas comparten la misma gama cromática, así la integración es perfecta. Mini alfombra hidraúlica ¿Tienes una cocina abierta al salón y quieres diferenciar bien cada espacio? Puedes hacerlo si instalas diferentes pavimentos en cada zona: parqué o cerámico en el salón y un modelo hidraúlico en la cocina, en toda ella o solo en un área a modo de alfombra, como se ha hecho aquí cubriendo solo el office. Recuerda que las alfombras vinílicas versionan los diseños hidraúlicos y son más fáciles de limpiar. De fibra y antideslizante Las alfombras de fibra natural (sisal, jacinto de agua, yute...) son ideales para el exterior porque son frescas y casan muy bien con los muebles outdoor. Puedes colocar una única alfombra rectangular sobre la que apoyar asientos y mesas, como en este porche. O también una sobre otra de diferentes tamaños y formas. Acuérdate, tanto si las pones en interior como en exterior, de asegurarte de que cuenta con reverso antideslizante para evitar resbalones inoportunos. Iguales, redondas y con color Los cuartos de los niños exigen alfombras divertidas, prácticas y resistentes para disponer sobre ellas la mesa de estudio o sentarse en el suelo a jugar. Lo más eficaz es poner dos o tres alfombras iguales que aporten simetría al dormitorio y no resten espacio. Y para no caer en la monotonía ¿qué tal si las eliges de colores diferentes? ¡A los peques les encantará! Estas circulares en tonos salmón y mostaza son perfectas.