Comedores

Igual que puedes pintar el salón con color para dar profundidad, puedes emplear el papel pintado si, además, quieres un efecto más elegante. En este salón comedor se ha empleado en la pared del fondo, para acentuar su punto focal. 

Y es que este comedor, más que otra cosa, es un office que complementa la cocina abierta. La mesa redonda es cómoda, ya que favorece la comunicación. Su sobre en verde, el mismo que el de los cuadros, es otra de esas pinceladas de color que las interioristas han incluido en cada estancia, siendo el blanco como el lienzo perfecto. 

El salón, de planta alargada, lo distribuyeron en dos ambientes –zona de estar y comedor–, que quedan perfectamente delimitados gracias a las alfombras que enmarcan cada área y las dos lámparas minimalistas que cuelgan sobre la mesa del comedor.

La tercera zona, la del comedor, está justo al lado, presidida por una enorme mesa de madera reciclada y cuatro sillas, dos de ellas del mismo tono rojo que la chaise longue, las otras con el sofá gris. "La pared de detrás es en realidad un armario con tiradores ocultos, que sirve para vajillas, cristalería...", nos descubre Ana.

La mesa está pegada a un cerramiento en hierro lacado negro y cristal. Tiene una parte fija en el centro y dos correderas a los lados que permiten cerrar el salón comedor.

Para aprovechar mejor el espacio la decoradora integró el comedor en la cocina, anexionando la mesa a la isla, lo que ofrece un espacio cómodo para 5 personas. Pero, al tratarse de una mesa exenta, siempre puede separarse de la isla para ganar más plazas de asiento de manera puntual. El mobiliario, con cajones y armarios para la vajilla y demás, va a juego con la cocina, igual que el papel pintado, que reviste la trasera de los muebles, lo que refuerza la sensación de unidad. 

El comedor se ha reservado junto a la ventana para disfrutar de luz natural y de las vistas a una de las calles más bonitas del Eixample de Barcelona. Al ser un espacio pequeño, las decoradoras han optado por una mesa redonda, que visualmente se ve más ligera y facilita la circulación, al no tener aristas. 

¿Qué tipo de cristales te gustaría poner en tu puerta blanca: transparentes, traslúcidos o decorativos? Dependerá de la luz que necesites y del estilo que quieras darle a la estancia. En este salón comedor, la interiorista Elena Eyre colocó una corredera blanca con cristales transparentes entelados con lino gris. Una propuesta original que da intimidad a las estancias.

Si hay algo que está caracterizando este año decorativamente hablando son dos conceptos: ergonomía y sostenibilidad. Los muebles reaparecen este otoño más cómodos que nunca, sus líneas se suavizan y encontramos mesas redondas u ovaladas, sofás sinuosos, asientos que recogen bien la espalda, e incluso, armarios bajolavabos, que suavizan sus formas olvidándose de las esquinas. Y todo bajo el marchamo de la producción y el consumo responsable.

El comedor se planificó con mucho almacenaje para guardar tanto la vajilla, como la cristalería o los manteles. Para suavizar el increíble efecto del papel pintado azul, se eligieron con acabado en blanco. 

Para la iluminación artificial de este otoño, las lámparas de fibras naturales mantienen su reinado sin que ningún otro material las haga sombra. Las de techo se llevan sobre todo en el salón y en el comedor, como las que preside este decorado por Marta Tobella.

Y ante tanto pesimismo a nuestro alrededor, necesitamos chutes extra de optimismo. Por eso, no es de extrañar que este otoño venga acompañado de una explosión de color que traspasa la moda y llega a la decoración de la casa. Terracotas, azules klein, mostazas, lavandas o verdes se instalan en las estancias para alegrarnos los melancólicos días de otoño.

La interiorista Bárbara Serra ha elegido un vibrante color terracota tirando a rojo mate para animar la pared de este comedor y llenarlo de personalidad. Colores que se repiten en la alfombra étnica y el cuadro. También puedes utilizar estos colores intensos en cojines o butacas.

Regálate y regálale a tu casa el mueble que siempre has querido: un sofá chéster, una silla de diseño, una vitrina antigua de madera... Busca para él un lugar destacado que tenga luz y dale protagonismo con una pared de contraste. 

Otra opción es dar una nueva vida a un mueble antiguo con una mano de pintura, nuevos pomos o exponiendo en él tu vajilla antigua.

Pequeñito y compacto, pero muy capaz. Así es este comedor tras pasar por el ingenio de la decoradora Marta Tobella. La decoradora apostó por un banco en L, porque ocupa mucho menos que las sillas convencionales y ofrece, además, más plazas de asiento. Además, tiene el sobre abatible, por lo que cuenta con espacio extra para guardar.  Una estantería abierta sirve de trasera del banco y separa el recibidor sin restar luz. No te pierdas el resto de soluciones magistrales de este piso de 80 m². 

Una idea en cocinas abiertas con isla es adosar la mesa del comedor, para que tanto la cocina como el comedor se conviertan en un solo espacio. Además, las grandes dimensiones de la isla contribuyen a la ausencia de muebles altos, dejando que sea la protagonista.

Un tabique a media altura y un hueco de ventana de grandes dimensiones son los elementos que configuran este cerramiento especial. De esta forma, cocina y comedor quedan integrados visualmente. Para enmarcar el hueco se eligió un marco de madera de un tono claro, similar al del suelo y los muebles.

Como si de la propia pared se tratase, el cerramiento de cristal y hierro negro de esta cocina decorada por Cris Afán de Ribera y Loreto Balbuena es fijo y cuenta con una puerta abatible. La clave está en la forma en que deja circular la luz natural. Además, mantiene el contacto visual entre el comedor y la cocina. Los muebles de cocina son blancos y de estilo minimalista.

Si tienes un paso estrecho para comunicar la cocina y el salón, puedes instalar una puerta corredera de hierro negro tan sencilla y decorativa como la de la imagen. Destacan los perfiles extremadamente finos y elegantes.  

Las cocinas pequeñas que no cuentan con muchos metros cuadrados se benefician de los cerramientos que las mantienen conectadas con el resto de espacios, pero sin perder la independencia. Como esta caja de cristal con puerta corredera. El color blanco de los muebles y del cerramiento consigue mayor ligereza visual.

Si hay una propuesta decorativa que me convenció desde el minuto uno esa es el open concept. Todo lo que sea facilitar la comunicación, me atrapa. ¿No me digas que estar en la cocina sin perder ripio de lo que pasa en el salón no es una pasada?

Y si esa transformación te resulta demasiado drástica, haz como los arquitectos Cristina Manene y Fernando Orte: diseñar un cerramiento acristalado que comunica la cocina con el comedor.

Pinta un zócalo oscuro con esmalte blanco. Te sorprenderá el efecto de calidad que se logra. 

Anímate a abrir un tabique por arriba y mantendrás la separación entre espacios. Basta con quitar 1/3 del muro para dar claridad y conservar independencia. Demoler la parte superior o la mitad de una pared (no de carga) cuesta desde 300 € en crtarquitectura.com.

Las paredes que no son de carga se pueden eliminar. Por ejemplo, los tabiques que separan el recibidor del salón, el comedor de la zona de estar o el comedor y la cocina. ¡Notarás la diferencia! Una idea que no falla es colocar una celosía acristalada sobre un murete o un aparador. Un panel de cristal con perfiles lacados en blanco de 119 x 100 cm cuesta unos 550 € (dimensi-on.com). 

La calidez y la frescura del verano reinan en la combinación de materiales que vemos en todas las estancias del piso. Y el comedor, uno de los espacios en los que más se comparte en verano, no queda al margen. Por eso se coronó la mesa con unas lámparas de fibra que tamizan la luz y aportan calidez incluso estando apagadas. Mientras, el mantel de lino pone ese toque desenfadado que triunfa en este apartamento de playa. 

Puedes pintar una pared del salón de otro color para diferenciar la zona del comedor del estar. Hazlo con un tono más intenso, que destaque. Y después, pon en la zona del salón ciertos toques del mismo color para dar unidad, pero dejando los ambientes diferenciados. 

Cubre el suelo con una acogedora alfombra de un color más intenso que las paredes. "Si ya tienes una, puedes colocar debajo una gran estera de fibras que cubra la mayor parte del estar o del dormitorio principal. Ganarás el doble de calidez. También puedes actualizar una alfombra que ya tengas con un ribete en un tono más intenso". Javier Carrasco.

"Si tu mesa de comedor no te gusta, no la cambies, hazle un “vestido”. Elige una tela de lino natural y cúbrela hasta el suelo. Otra solución es barnizar o patinar sus patas". Helena Valsells.

Junto a la cocina, el comedor es amplio y acogedor. Destacan las sillas que hacen gala de un verde claro de lo más atractivo. En este tipo de espacios abiertos lo mejor es elegir piezas especiales, como sillas modernas, de diseño o inspiradas en algún modelo icónico.

Una mesa de madera, unas sillas blancas con el asiento tapizado y una lámpara de otra época pueden crear un espacio vintage muy acogedor. Y, aunque también tienen tintes clásicos y hasta rústicos, su esencia se percibe gracias a que la mayoría de sus piezas son recuperadas. La clave del éxito es el contraste, como en este comedor. 

Adquirida en un mercadillo, Sylvia Preslar encontró en el Mercado de las Pulgas de París esta mesa de comedor, amplia y ovalada, que imprime en este comedor el encanto clásico de las piezas con historia. En el mismo lugar halló las sillas a juego con asiento de rejilla, reposapiés y respaldo decorado y la consola del fondo de patas torneadas. ¡Qué buen equipo hacen!

Tulip, Eames, Tolix... ¿A que te suenan? Son los nombres de esas piezas vintage que el paso del tiempo ha convertido en iconos deco. Cuántos más años acumulan, más valor tienen. Si quieres elevar el nivel de tu comedor, coloca auténticos muebles vintage, como estas sillas de diseño de la imagen: unas Tolix metalizadas en acabado verde aguamarina. ¡Quién diría que tienen más de 80 años! 

¡El secreto está en aplicarlos en una sola pared! Así no vas a sobrecargar la estancia. Muy importante: que la pintura sea en un color frío y apagado, como azules o grises, porque los colores muy vivos empequeñecen. ¡Pinta tu arrimadero más oscuro y triunfarás! Referencia: color gris perlado 9904 de Jotun. 

¡Atrévete! ¿Quieres un cambio de look o modernizar una estancia? Los colores oscuros, aunque pueda resultar paradójico, son una forma de ampliar espacios, porque consiguen un efecto de profundidad.

Combinados con un techo blanco, ¡tu salón, tu pasillo o tu recibidor crecerán! La decoradora Marta Noguera decidió pintar una pared de este comedor en un tono gris ceniza perfecto (COF 409 de Montó Pinturas). 

Pintar un mueble en este tono, por muy antiguo que sea, le proporcionará otros 100 años más de vida. Gracias a la pintura a la tiza conservará ese delicado aspecto envejecido y, a su vez, le aportarás mucha personalidad. 

Si te parece arriesgado pintar la cocina de verde, puedes incluirlo en la decoración mediante complementos como las sillas del office, los textiles de la mesa o, incluso, la vajilla. Si eliges un tono blanco o topo para los muebles, les dará alegría y un punto de vitalidad. 

En este repaso de ideas low cost que te ayudarán a renovar tu casa, las lámparas son importantes. Para actualizar las que tienes o para incorporar en nuevos puntos de luz. Siempre hay diseños que sorprenden por su precio en grandes superficies de bricolaje o tiendas online. Pon la mirada en las de fibra vegetal o papel.

Según la estilista Sol van Dorssen las sillas también son importantes: "Las sillas con asiento mullido son un clásico que nunca falla. ¿Será porque son las más cómodas?". Y es que así las sobremesas se extenderán durante horas. 

Un gesto tan sencillo como colocar unos arrimaderos en el comedor o el salón conseguirá elevar la elegancia del espacio. Además, son muy fáciles de colocar y lo puede hacer uno mismo. Incluso, puedes colocar molduras de poliretano que imiten su imagen y, después, pintarlas a modo de arrimadero.

Si el aspecto de las sillas del comedor o del sofá se ve anticuado, no dudes en colocar unas fundas que mejoren su imagen. Podrás lavarlas cuando se manchen y tu comedor o salón parecerán nuevos. 

Según la interiorista Mónica Garrido, "en una mesa cuadrada, todos estarán integrados en la conversación". Además, permiten que todos los comensales se vean y, cuando no se está usando, se pueden acercar a la pared para que ocupe menos espacio.