Suelos

No son los cerámicos que imitan este acabado (pizarra o mármol, por ejemplo). Son suelos muy exclusivos por su elevado precio. Su instalación y mantenimiento también requieren cuidados específicos. Según escojas una piedra natural u otra, el comportamiento ante las manchas será diferente por su porosidad. Y lo mismo ocurre con su resistencia a los golpes y arañazos. Algunas piedras naturales reciben tratamientos específicos que mejoran su comportamiento. Entre las marcas: Porcelanosa, Gunni & Trentino, Levantina, Anjasora o Cupastone.

Una de las posibilidades de los suelos de cerámica es que puede reproducir cualquier acabado. No pienses en las baldosas únicamente en tonos unificados o con aguas. Existen diseños que imitan baldosas hidráulicas, pero en material cerámico; desde modelos tradicionales a más atrevidos y actuales, con un efecto óptico tan marcado como el de esta cocina. Porcelanosa, Cerámica Vives, Valadares, Gunni & Trentino, Azuvi… son solo algunas de las marcas en las que puedes mirar.

DA UN BUEN PASO

5 materiales para renovar el suelo de tu casa

Los suelos de terraza o cualquier exterior, que están al aire libre o techados pero en un espacio abierto deben cumplir unas características determinadas para que soporten las inclemencias del tiempo (agua, hielo y sol). Ten en cuenta que los rayos UV "comen" los colores. Las tarimas de maderas exóticas son una opción, que necesita mantenimiento (lija y aceite); también las maderas sintéticas (resinas); césped artificial, porcelánicos, microcemento, cemento impreso… Gabarró es especialista en todos los suelos de madera y sintéticos que imagines.

La cerámica es camaleónica. No la consideres solo una opción para la cocina o el baño. Es resistente, duradera y versátil. Soporta la humedad. Los suelos porcelánicos son los más resistentes a los golpes y cambios de temperatura. Y puedes lograr un acabado sin juntas con diseños rectificados. Si vas a cambiar el suelo, la cerámica adquiere cualquier forma, tamaño y acabado.

Igual que hemos mencionado que hay suelos laminados hidrófugos e ignífugos -perfectos para soportar la humedad y contacto con el agua en baños y cocinas-, también hay suelos cerámicos o porcelánicos que imitan el acabado madera ¡y dan el pego! Podrás disfrutar de su estética, tonalidades y veteado pero con las ventanjas en mantenimiento que implica un suelo cerámico. Eso sí, la calidez a la pisada nunca será comparable a la de un suelo de madera.

Este tipo de suelo es uno de los más extendidos. Está formado por varias capas, de ahí su nombre. Pero no es madera, no tiene nada que ver con un parquet o tarima de madera. Hay diferentes precios en función de la resistencia, calidad y tamaño de las lamas -vienen determinadas por un código que empieza por las letras AC, seguidas de un número-. Su instalación suele ser flotante, siempre sobre una superficie rígida, dura y estable. Hay suelos laminados hidrófugos e ignífugos. Mira en Finsa, Faus, Quickstep, Pergo o Meister.

Una baldosa hidráulica tiene unas características especiales. Es artesanal de cemento pigmentado. Se fabrica en cemento comprimido con prensas hidráulicas y es un tipo de suelo muy decorativo y resistente; eso sí al ser porosa necesita una capa que las impermeabilice y proteja de agua, grasa y manchas. ¿Es tu opción ahora que te planteas cambiar de suelo? Bisaza, Zelart, Viettiles o Torra te ayudarán con el acabado que buscas.

Limpiar bien el colchón es una cuestión de salud, ya que en él se acumulan más bacterías, ácaros y polvo del que creemos. Para eliminar posibles malos olores bastará con que rocíes el colchón con bicarbonato y dejes actuar unas horas antes de eliminar con el aspirador. Para desinfectarlo puedes rociar por encima del bicarbonato vinagre o agua oxigenada. Si tiene alguna mancha puedes tratarla con vinagre o un poco de detergente líquido. Aprovecha también para darle la vuelta al colchón y limpiar su protector, en una auténtica barrera de protección. 

A no ser que vaya de pared a pared –con una base antideslizante, por supuesto–, lo mejor es que las elimines de su dormitorio. Las personas mayores tienen una movilidad limitada y, al caminar, levantan menos los pies. Si, además, llevan bastón o andador también puede ser un elemento peligroso. Elige un suelo cálido, como un parquet o moqueta para compensar su ausencia.

En cocinas pequeñas y abiertas, la barra ‘fuera’ de la cocina evitará obstáculos y ganarás en amplitud sin perder la tan preciada zona de office. Cuando no los utilices, guarda las banquetas bajo la barra o júntalas para que no se conviertan en un estorbo.   

Cuando la cocina es tan abierta como esta, la mejor manera de diferenciarla del resto es con dos suelos distintos: uno en la zona de estar y otro en la cocina. Aquí, combinación de la madera con el hidráico separa y da personalidad a la cocina.

Una de las ideas para reformar el baño sin quitar los azulejos pasa por mirar al suelo. ¡Cámbialo! Solo tienes que instalar sobre el que ya tienes y que tan poco te gusta un pavimento vinílico adhesivo o de instalación en clic o bien una tarima laminada que soporte la humedad. Dos opciones que puedes hacer tú mismo sin quitar ni los sanitarios ni el mueble.

Vamos a ponernos en el supuesto de que hablamos de un suelo estable y nivelado sobre el que puedes instalar tú mismo una tarima florante. Una estancia grande de 20 m², vacía de muebles y sin demasiados recovecos, puedes tardar 6-8 horas en instalar el suelo. Ten en cuenta que deberás poner primero una capa aislante o amortiguadora.

Los hay adhesivos y de clic (instalación flotante sin pegamento). Se cortan con cúter y son ligeros de manipular. El suelo de una cocina de 10 m² puedes tardar en actualizarlo 5 horas. Un baño pequeño lo tendrás en 3-4 horas.

Decorativos y fáciles de instalar

Suelos vinílicos: qué son, ventajas e inconvenientes

Al abrir la cocina se gana luz y amplitud y es la solución idónea en pisos donde la cocina es pequeña u oscura. Una península que haga de transición entre las dos zonas es una gran opción, que, además, servirá como barra para comer y como almacenaje con muebles bajos.

Cómo planificar: si quieres abrir la cocina al salón, piensa en conjunto. Fíjate en los suelos, los colores de los muebles, qué verás cuando estés sentada en el salón… Además de tirar el tabique, hay que unificar suelos y cambiar algunos puntos de luz y agua.

Presupuesto. Un profesional debe verificar que el tabique se puede tirar. Este estudio cuesta unos 600 €. Demoler el tabique, unos 300 €/m. Unificar los suelos, 400 €. La licencia de obra menor, unos 300 €. Poner una isla, 1.000 €.

Cuando el suelo, bien ya existente, bien de nueva instalación, es el protagonista porque tiene un diseño muy marcado, como la baldosa hidráulica o los cerámicos geométricos, este debe ser el punto de partida. A partir de él se escoge el color de puertas y paredes. Un color neutro no saturará y dejará que las miradas sigan fijas en el suelo.

Las bases neutras en el suelo te permiten escoger un color con personalidad para las paredes (una o varias, depende de la luz del espacio, de la distribución y efecto que se pretenda). Los suelos de madera en tono natural, veteados grisáceos o blanqueados son cálidos y te permiten escoger algún tono más frío para la pared. En este caso, las puertas pueden ir del color del suelo, de un tono blanco o del mismo color de la pared si quieres que pasen inadvertidas.

Un suelo de madera se adapta a todo. Las maderas más claras encajan con paredes claras en busca de luz y un lienzo neutro que decorar a posteriori. Pero también permiten el uso de tonos más intensos en la pared. Las maderas oscuras se llevan mejor con paredes y puertas neutras, mejor lacadas o pintadas. Así no se repite el mismo material en suelo y puertas. Mira aquí como una puerta de forja y cristal actualiza el suelo de madera.

Blanco puro, blanco roto, blanco huevo… un color neutro en paredes y puertas y un suelo en madera clara tiene este efecto: neutralidad, sencillez, sosiego. Con el suelo en madera oscura el efecto es más elegante al tiempo que tradicional.

Otra opción para elegir color de puertas y paredes según suelo es buscar el contraste, aunque no excesivo. Para ello los tonos medios son muy adecuados por lo cálidos que resultan (arenas, tierras, verdosos medios, grises suaves…). Se trata de que puertas y paredes tengan el mismo color (se consigue lacando las puertas en el tono exacto). El suelo puede ser de madera, cerámico, barro, microcemento…

Microcemento, cemento o cerámicos efecto cemento. Un suelo de este tipo puede ser grisáceo o tomar otras tonalidades (recuerda que el microcemento se puede realizar en una amplísima variedad de colores). Con esta decisión tomada, las puertas pueden ser de madera y dar calidez a través del material o lacadas. También influirá en un efecto más rústico o industrial o uno más actual.

Con un suelo llamativo, también puede pasar que puertas o paredes sean de uno de los tonos presentes en el pavimento, como en este caso. Se toma una de las tonalidades y se lleva a la pared, manteniendo en color blanco la carpintería interior (puertas y marcos).

Esto implica que nada desentona ni destaca en el conjunto. Suelo, puertas y paredes buscan comunicar los espacios. Esto se consigue con un conjunto en los mismos colores: aquí, todo al blanco en los tres elementos. Es la base idónea para dar luminosidad y ceder todo el protagonismo al mobiliario.

Esta opción es para los que buscan sorprender. Se trata de escoger puertas que contrasten con el suelo y las paredes. Generalmente en un color oscuror. De esta manera se puede mantener un tono luminoso en la pared (que ocupa más superfice y, por tanto, llena más). El suelo puede ser claro o neutro y no importa si es un suelo de madera o cerámico.

Otra opción, cuando nos planteamos la elección de colores de paredes y puertas en función del suelo, es optar por una tonalidad para pintar las paredes similar a la del suelo. Es lo que se ha hecho aquí. Solo las puertas destacarían, bien por ser de un color claro u oscuro.

Delimitar la zona de la ducha con una mampara a cuarterones aporta personalidad a tu pequeño spa. El pavimento de diseño geométrico y continuo le añade un ambiente retro que convierte el baño en algo especial.

¡Qué mejor manera que darle todo el protagonismo a un bello suelo hidráulico que con un sencillo –y elegante– comedor en blanco! Las sillas de jardín y la mesa de corte clásico teñidos de blanco logran un aire campestre, que se ve potenciado por el florido mural de la pared.

A ver, ¡es que es impresionante! Bonita, elegante, luminosa… ¿Verdad que no parece una península de cocina? Además de servir para delimitar la zona de la cocina, es el elemento clave que aporta elegancia y un toque sofisticado. ¿Quieres ver el resto?

El color piedra grisáceo de paredes y techos combina con la madera natural de haya del suelo, y así parece que el tiempo no pasa en este cálido y acogedor salón. Los muebles, todos del mismo tipo de madera y estilos distintos, ofrecen un resultado ligero, acogedor y muy cálido. Mira el resto de esta reforma. 

La mínima expresión de una cocina, camuflada bajo los muebles con molduras y lacados en blanco, convierten lo que sería un comedor pequeño en un gran espacio, también decorativamente hablando. El suelo lo enmarca, lo separa del salón y remata el estilo.

Un piso de ciudad también puede hacer un homenaje al estilo rústico. Por ejemplo, añadiendo un accesorio como este platero con encanto. Al no tener tanta profundidad como un armario de pared, no carga en exceso el espacio visualmente.

Evitar paredes y conseguir marcar dos zonas en el mismo espacio. ¿Cómo? Eligiendo un suelo hidráulico muy elegante para la cocinaque convive a la perfección con el pavimento de madera del comedor. Estaban destinados a encontrarse.

El olor de una casa nos preocupa porque puede causar buena o mal impresión.  Nos gusta entrar en casa y que huela bien. Limpiar el suelo con algún desinfectante que aporte olor a limpio es lo mejor que puedes hacer para fregar y que la casa huela bien. Para esto puedes usar detergenes o remedios caseros que acabarán con cualquier nota desagradable.

La luz que entra por el enorme tragaluz es fundamental para los enormes cactus plantados sobre un manto de piedras. Llena el baño de luz y de un toque exótico que contrasta con la contemporaneidad del vaso y la grifería en negro.  

Pueden ocupar un lugar central en el baño y con espacio para circular a su alrededor, como si de una isla se tratara. También pueden ir colocadas junto a la pared, aunque sin ir pegadas. 

En las casas de estilo rústico es frecuente ver paredes de piedra; pero para lograr un ambiente rústico moderno puedes jugar con listones de madera para revestir los muros. Es un excelente aislante, además de muy cálido a la vista y al tacto. Mira esta casa en la que se ha usado la solución en blanco con moqueta de sisal en el suelo.

“Los vinílicos son todoterreno, muy resistentes. Puedes emplearlos en baños, cocina y el resto de casa”. Natalia Zubizarreta. Hay suelos vinílicos desde 10 €/m².

El tono saturado pardo-dorado del roble, que no es ni excesivamente claro ni tampoco oscuro, lo convierte en una madera de estética atemporal y que se adapta perfectamente a cualquier estilo decorativo, ya sea clásico o moderno. Como en este piso, cuya decoración destaca por un equilibrado mix de estilo actual y mid century. 

Si buscas una opción más clara que el roble con el arce o el fresno no fallarás, ya que en sus tonos más pálidos van desde un casi blanco, en el caso del fresno, hasta un blanco crema o un delicado amarillo en el caso del arce. En este salón, con un acabado más claro de suelo al ser cromáticamente neutro, se cede el protagonismo a la decoración, a la vez que se multiplica la claridad y la sensación de amplitud. 

Optar por un suelo de madera oscuro es, a priori, más arriesgado, ya que visualmente tendrá mucho más protagonismo y puede llegar a condicionar la elección del mobiliario, ya que un exceso de muebles oscuros podría crear un ambiente sombrío. Sin embargo, si lo combinas, como se ha hecho aquí, con paredes blancas y un mobiliario en blanco o con toques de color sutiles, crearás un ambiente personal, elegante y acogedor, porque los espacios quedarán visualmente más enmarcados.

Paredes, techo y suelo se funden en este amplio salón comedor, difuminando casi los límites espaciales. ¿La clave? Unificar el pavimento con las paredes, creando una caja de luz. Esto se ve reforzado, además, por la continuidad que ofrece el microcemento. Pero no te excedas, una decoración dominada por el blanco puede resultar fría e impersonal. Aquí se ha evitado con piezas de mobiliario de madera y con personalidad, como la mesa y la gran lámpara.

Desde Topcret son de la opinión que las gamas intermedias, como este suave moka, son las más aconsejables en un suelo de microcemento, ya que son las más sufridas y además aúnan las virtudes de los dos extremos: calidez sin renunciar a la luminosidad. 

Apostar por un suelo oscuro siempre es más arriesgado que hacerlo por uno claro, porque condiciona mucho la decoración y, además, apaga más la luz. Pero por contra, un suelo cerámico oscuro da un extra de confort y recogimiento que uno claro no da. Desde Levantina aconsejan apostar por un acabado pulido, porque siempre reflejará más la luz que uno mate, y piezas grandes, porque a menor junta mayor es la sensación de continuidad visual y amplitud. 

Las tonalidades neutras son las más agradecidas, porque son sufridas –no se nota tanto ni la suciedad ni tampoco el polvo–, fáciles de combinar con cualquier tipo de mobiliario y estilo decorativo y aunque aportan color al ambiente, no restan claridad.  

Un cerámico clarito y liso será la base perfecta para cualquier decoración, pudiendo permitirte muebles oscuros o lacados con color, como en esta cocina. Con el plus de que contribuye a ampliar el espacio y multiplica la sensación de claridad. El único "pero" es que es muy poco sufrido. 

Así logramos la sensación de que se prolonga el suelo. Puede dar mucha calidez y sensación de amplitud en baños pequeños como este. También lo hemos visto en algún dormitorio, en pared del cabezal.