Suelos

Puede que quieras reformar la cocina de tu casa de campo o que sea el estilo que buscas para la cocina de tu vivienda habitual. Sea como fuere, este proyecto de la decoradora Belén Ferrándiz hará que te visualices en él. Un suelo en damero con algo de color y textura y mucho blanco en paredes y muebles con frentes con hendiduras en vertical.

¿Sueñas con una cocina con muebles en color? Pues llévate esta a casa. Es para atrevidos por el tono azul del mobiliario y el guiño al estilo industrial por el uso del acero (tanto en el revestimiento de una zona de la pared como por la maxi campana y cocina). La encimera aporta luz en un tono claro y el suelo también a pesar de su discreto motivo tipo hidráulico.

También es una idea para cambiar la cocina: instalar un suelo vinílico sobre el que ya tienes. Es fácil y limpio. Lo hay en losetas, lamas, rollo o rollo precortado. De media te costará 15 €/m². Y solo necesitas cúter y regla para colocarlo. Y si te animas con el efecto de esta cocina y quieres los muebles en azul sin pintar, fórralos con vinilo (el color turquesa en mate en 1,23 cm de ancho sale a 8,85 € en Vinilosametros.com).

Suelos que se prolongan en todas las estancias y unidad en los acabados y estilo de las estancias que se abren al salón. Esa unidad equilibra y da sensación de continuidad. Amplía principalmente el suelo. Si es un diseño de lamas, juega con su orientación para hacer crecer los metros de una estancia.

No hay nada más feo que un suelo descuidado. Si tienes una baldosa rota o una madera del parqué levantada, deberías arreglarlas porque todas las miradas irán a ellas. Mientras, puedes disimularlo ¿cómo? Oculta la zona afectada bajo una alfombra, por ejemplo. En la imagen, la interiorista Mireia Torruella, de Júlia Brunet Interiorisme, ha elegido un pavimento cerámico que imita madera, súper resistente, que se prolonga hasta el baño en suite dotándolo de continuidad.

Otra opción, si tienes una cocina en blanco y madera, es pintar un mueble determinado en un color más fresco con Chalk Paint. Una alacena, un taburete, una estantería... Se convertirá inmediatamente en punto focal de la cocina. Es lo que ha hecho la interiorista Pía Capdevila con esta vitrina acristalada, lacarla en un verde menta. Los tiradores vintage, el suelo hidraúlico, los azulejos tipo metro y los apliques dorados le dan ese toque retro tan ideal.

La decoradora Natalia Zubizarreta comparte un truco muy pro para disimular un suelo feo: "Evita los focos de luz empotrados en el techo que iluminan hacia abajo y dan más protagonismo al suelo, y cámbialos por apliques o bañadores de pared que iluminen las paredes para desviar la atención". 

Las alfombras pueden ser, realmente, mágicas. ¡Y sin necesidad de volar! Son un recurso muy práctico y a la vez decorativo para ocultar y disimular un suelo que no nos guste. En pisos pequeños pueden ser un gran aliado para cubrir suelos oscuros que no podemos cambiar pero que empequeñecen visualmente el espacio. Elígelas de tonos claros y ¡verás el cambio!

Si el suelo en cuestión no te gusta en absoluto, puedes hacer una composición de varias alfombras para cubrirlo casi al completo. Piensa que diferentes alfombras superpuestas siempre dan un look más desenfadado y casual que una enorme. Eso sí, para que el conjunto se vea más ordenado y armónico, lo ideal es apostar por diseños lisos y que tengan un punto en común. En este caso, se han combinado varias alfombras de fibras de diferentes medidas para ocultar el suelo del porche, que resultaba demasiado frío y duro.   

Una manera de disimular un suelo de madera o cerámico que no te gusta sin tener que cambiarlo es pintarlo. Hoy en día existen pinturas especiales (acrílica, resinas bicomponentes y sintéticas) para suelos que te permitirán disimular el suelo y darle una segunda oportunidad. No te pierdas este paso a paso para pintar el suelo de la cocina. 

El mobiliario es un gran aliado para cubrir un suelo que no te gusta. No se trata de llenarlo todo de muebles, sino de colocarlos de manera estratégica para ocultar el suelo. Las piezas más voluminosas, como sofás, librerías o la mesa de comedor, como en este caso, son de los más eficaces. 

"En el baño he apostado por un toque muy contemporáneo, con la grifería, la escalera y el foco de la zona de tocador en negro. En la ducha, el porcelánico imita madera y añade calidez", nos cuenta Paula.

Es un truco óptico, pero en espacios abiertos combinar dos pavimentos diferentes es un recurso visual para diferenciar dos ambientes. En este caso, en el comedor se ha empleado un suelo de madera mientras que en la cocina es un porcelánico, más sufrido. 

Es la otra reforma más común en las casas de España, especialmente cuando ya tienen cierta solera. La cocina es una de las estancias en las que más tiempo pasamos, más se ensucia y ¡más nos gusta! Por eso, aprovecha a poner armarios bajos gaveteros –hace 30 años no se hacían así–, para poder acceder a todo tu menaje y accesorios de cocina cómodamente, y los altos hasta el techo, ganarás en almacenaje. Seguro que estas cocinas modernas te sirven de inspiración.   

Ya nos cantó La Trinca el furor que hizo este artefacto en la Francia dieciochesca. La instalación de esta "palangane con el chorro incorporé" fue obligatoria en las construcciones de pisos del siglo XIX pero ya en el XX el famoso bidé perdió fuelle. En parte por la aparición de las toallitas deshechables (tíralas siempre a la basura) y por esos nuevos modelos de inodoros smart que incorporan agua para lavarse, como In Wash, de Roca o Vi-Clean, de Villeroy & Boch. Tú ¿estás a favor o en contra del bidé?

Esta es la preciosa casa de campo de la interiorista Marta Tobella, de Sacum. En ella no falta el encanto rústico de las vigas de madera o el suelo de toba, que ha mezclado con blanco y ropa de cama en tonos azules.

Retro, vintage, shabby, incluso. El estilo decorativo más clásico y rústico también se ve reforzado con la presencia de un suelo hidráulico o de azulejos de este tipo. Basta con escoger este revestimiento para que la base ya luzca ese encanto del pasado. Si además lo acompañas de muebles de líneas que encajen, tendrás un resultado perfecto.

Aún con muebles en color negro (como los de esta mini cocina). Y es que los suelos de mosaico hidráulico aceptan todas las combinaciones cromáticas que imagines y el resultado es vistoso, dinámico y alegre. Encontrarás diseños que combinan tres tonos y otros hasta seis. Aunque parezcan desordenados en su composición y mezclas, están equilibradamente diseñados. ¡No tengas miedo!

Otra razón para amar el suelo hidráulico en cocinas o en cualquier rincón de la casa es que hasta en tonos neutros (los que combinan grises y blancos o tierras y arenas en sus motivos) tiene presencia y personalidad. Y resultan luminosos y sosegados. No destaca por su fuerza visual a través del color pero sí por los matices que aportan los dibujos.

Si no quieres usar la baldosa hidráulica para revestir todo el suelo de una habitación, puedes crear "alfombras" de hidráulico y así delimitar zonas dentro de un mismo ambiente. Es lo que se ha hecho en este rincón de lectura. Pero al mismo tiempo puedes añadir solo un detalle con una cenefa de azulejo hidráulico que delimite el perímetro de una estancia o una zona concreta. 

Aunque en exteriores y estancias como cocinas y baños necesita un barniz impermeabilizador para protegerlo de la humedad -si hablamos de las auténticas baldosas hidráulicas-, debido a su porosidad, es fácil de mantener (basta con agua y jabón neutro) y resistente. Si optas por cerámicas que imitan este acabado entonces tendrás toda la comodidad. Es perfecto para zonas húmedas (tanto en suelos como en paredes). También hay vinílicos con acabado hidráulico para un cambio exprés.

Desde la casa de campo, al piso céntrico de toda la vida situado en una finca regia y recuperado, el ático nuevo que quiere diferenciarse de los estándares o la segunda residencia decorada a base de muebles sencillos que necesita un plus para brillar.

El boom que han experimentado en los últimos años el suelo hidráulico ha hecho que proliferen propuestas de diferentes firmas a precios asequibles. Puedes optar por comprar los auténticos, más caros, o los cerámicos, más económicos. Incluso, como ya hemos mencionado las versiones vinílicas.

Y puedes hacer mil y una combinaciones con él. Combinando diferentes suelos hidráulicos que te ayuden a delimitar zonas en un espacio abierto o mezclando hidráulico con otros pavimentos -microcemento, parqué, cerámica, laminado…- porque va con todo. Si lo unes con otro pavimento monocromático, como en este caso, la combinación es perfecta.

Los suelos hidráulicos son bonitos, eso es innegable. Algunos, incluso, preciosos (porque son verdaderas joyas artesanales). Su fuerza y atractivo son indiscutibles, ya que su mera presencia dota automáticamente de personalidad a un espacio. Para acertar, cédele todo el protagonismo ya lo instales en una cocina, baño u otra estancia. Apuesta por colores lisos alrededor. Los neutros siempre funcionan pero puedes jugar con algún color en bloque, de los presentes en el hidráulico.

Hasta los ambientes más actuales se cargan de personalidad y calidez con un suelo de baldosa hidráulica. Y la cocina suele ser un buen ejemplo con muebles de líneas rectas y un alarde de innovación a través de los electrodomésticos más tecnológicos. Este tipo de revestimiento rompe la rigidez de algunos materiales y de las líneas rectas.

Si bien los suelos hidráulicos originales reproducían motivos florales o geométricos de inspiración floral, los modelos se han actualizado para que hasta el interiorismo más actual pueda lucir uno. Así los motivos gráficos conquistan el mosaico hidráulico para revestir suelo y paredes y lograr potentes efectos visuales.

Un ambiente neutro y sencillo no es un error pero puede sentirse frío o soso. Basta un suelo hidráulico para que se transforme por completo porque su estampado y colorido se lleva a la perfección con otros revestimientos y materiales más sencillos.

Aunque realmente no hay material que se le resista a un suelo hidráulico, la madera, con su calidez, es uno de los acabados que mejor encajan. Es neutro pero acogedor y decorará sin restar protagonismo a la baldosa. El resultado es atemporal. Si quieres un ambiente más moderno, apuesta por lacas. Si buscas tradición, decántate por maderas en tonos más oscuros o acabados toscos.

Este acabado o material deco se utilizaba originariamente en suelos de comercios y oficinas por su resistencia. El cemento pulido es una mezcla de áridos, agua, pigmentos y aditivos. Esta misma composición es la de microcemento, aunque no son exactamente iguales.