Cómo pintar

Si vemos el mismo espacio con los colores al revés, cuando la pared más cercana es la clara, se acerca la del fondo que es oscura. Este efecto podría ser útil si tenemos un pasillo muy largo, por ejemplo. Si pintamos la pared del fondo con un tono oscuro, lo corregiremos. 

También puedes ver un segundo truco con el mismo pasillo: si usamos en suelo y techo un color oscuro y las paredes son claras, parecerá que se ensanchen. Pero cuidado, solo lo podemos hacer cuando tenemos uno techo alto, porque con el tono oscuro también notaremos que este baja. 

Pero podemos hacer algo más: pintar el fondo en un color frío para hacer que se aleje, como el que vemos ahora en el mismo espacio.

Esta solución puede ser buena para ti. Pinta en blanco o en un color muy claro el espacio entre las vigas y estas destacarán sin bajar el techo. Si, como en la foto, el suelo y la pared son del mismo tono, resaltaran muchísimo.

¡Actualízala por completo! Además de pintar la vitrina, empapela la trasera con un diseño vistoso y sustituye los cristales por malla metálica (9 €/10 m). Este do it yourself paso a paso te dará pistas de cómo hacerlo. 

Anímate a darle una mano de pintura a esa cómoda, vitrina o estantería algo anticuada. Cubre el suelo con plástico, retira los tiradores y aplica con una brocha pintura a la tiza (basta un bote de 125 ml de Chalk Paint 9,80 €). Remata con una capa de cera (8 €), que la protegerá del polvo.

Dedica un día a pintar las paredes del salón. ¿Qué prefieres: un tono tierra con intensidad o un color más vivo? La pintura plástica acabado satinado es fácil de aplicar. En el bote verás el rendimiento en metros cuadrados por litro de producto. 

En tiempo récord, porque solo necesitas un fin de semana. Tu baño parecerá otro al acabar el domingo. Debes elegir accesorios y toallas nuevos, también un espejo y algún aplique. Las cuentas salen con 200-250 €. Un truco para las paredes: cubre los azulejos con placas de yeso tipo Pladur para conseguir un acabado liso. Precio: 12 €/pieza de 1,20 x 2,50 m.

Reserva un día de la semana para transformar tu recibidor: combina dos colores en la pared a modo de zócalo. Pinta de azul (bote de Bruguer 2,5 l de pintura plástica, 18 €) la parte inferior hasta 1,10 m de altura y de blanco el resto y coloca una moldura decorativa de madera (5 €/2,40 m) en el encuentro. Completa el recibidor con un banco, unas cestas para organizar los zapatos (en IKEA 39,99 € y 10 €, respectivamente) y varias perchas en la pared (5 € en Zara Home).

Renueva baldosas y baldosines con pintura. Da rienda suelta a la artista que llevas dentro y píntalos tú. Si son lisos, dibuja el motivo que más te apetezca con esmalte acrílico para cerámica (15 €/pack de 24 tubos de colores) u opta por un rotulador específico para pintar sobre este tipo de superficie, si lo tuyo no es el pincel (17 €/pack de 12 colores). 

"Si deseas pintar con un color intenso, que sea uno frío y apagado (azules, grises o verdes). Los tonos muy vivos y muy cálidos empequeñecen el espacio. Otra opción es poner solo una pared de color intenso y pintar el resto de un tono claro o blanco. La pared de color intenso podría ser la trasera del sofá o el cabecero de la cama", aconsejan desde Jotun Ibérica. Natalia apunta otra idea: "hacer un arrimadero con pintura: hasta 110-120 cm usa el color oscuro y el claro, arriba".

"La continuidad visual transmite armonía y amplitud visual. Por lo que en pisos pequeños es un acierto. Y si quieres meter un color de contraste, para que no resulte demasiado monótono, resérvalo para una pared. Además, es tendencia", según Pintallar.

El total look es cuando pintas carpinterías, zócalos, interruptores, radiadores... y todos los elementos del mismo color de las paredes. Según Pintallar, así se evitan los saltos visuales y, por consiguiente, el espacio se verá más diáfano.

Puede que tu cocina mini lo que necesite sea un cambio en las paredes. Así que ¡manos a la pintura! Se trata de pintar los azulejos que queden a la vista (así disimularás esa cenefa anticuada que tanto te molesta) o las paredes que estén acabadas en liso con pintura (también el techo). 

Otra de las 6 reformas para cocinas mini que te proponemos es pintar los frentes de los muebles de la cocina y cambiar sus tiradores. Así dejarás de verlos como hasta ahora. Debes empezar por quitar las puertas y frentes de cajones de los módulos y retirar bisagras y tiradores. Mira paso a paso cómo se hace.

Con plantillas y pintura a la tiza o a mano si se te da bien el dibujo también podrás crear originales fundas para cojines o decorar una manta o mantel. Siempre debes colocar entre dos telas un cartón o plancha de plástico para que la pintura no cale de una cara a la contraria.

La cesolía pintada con chalk paint se convierte en la guardiana de tus sueños presidiendo la cama. 

¿Te van los proyectos DIY y nada se te pone por delante en cuanto a bricolaje se refiere? Pon en marcha tus dotes más creativas y crea tú misma un mural en la pared. Hay rodillos ya preparados con diferentes estampados.

Empotrada, en la cocina, es la típica alacena rústica a la que se le ha dado una nueva vida con una sencilla mano de pintura. Chalk paint es la mejor elección para ello por su acabado natural y el color verde menta, una apuesta fresca y con un toque muy retro. 

La vitrina ideal para guardar (y mostrar) vajillas tan preciosas como esta. Si tú también tienes una vajilla heredada que merece la pena ser vista, una vitrina es la pieza que necesitas. Patinada, como esta, ganará "antigüedad" con mucho estilo. 

Es verdad que el color blanco es luminoso y amplía el espacio más que ningún otro tono, pero no es el único color que se puede usar para pintar las paredes de un piso pequeño. Así que, bye bye, ¡falso mito! Puedes usar tonos tierra con el mismo efecto de amplitud. Y si el espacio es muy luminoso, hasta pintar una pared de un tono intenso.

Junto con el blanco, los colores empolvados son más refrescantes y ligeros y aportan luminosidad y sensación de amplitud. 

Pinta algún elemento estructural de la casa (umbral de la puerta, el marco de la ventana o incluso las contraventanas) de azul turquesa. El resultado será espectacular creando además una perfecta armonía entre tu casa y su entorno.

Otro color amigo de los recibidores es el gris. Aunque a priori puede parecer muy neutro y poco arriesgado, en el fondo nos estamos ahorrando muchos disgustos decorativos al ser una base ideal para combinar con todo tipo de estilos. ¿Conservador? Puede, pero efectivo, seguro. 

Otro modo de acercarse al color (o, más bien, de acercar el color a nuestro recibidor) de manera prudente y sin invertir mucho tiempo y dinero es decorando con muebles u objetos pintados con colores intensos decapados, ya que llaman la atención sin ser demasiado estridentes. 

Resta candor a un recibidor rústico con un tono 'grey cool' tan frío como puedas. ¿Quién dijo que los colores oscuros no casan con la madera natural de pino y abeto?

Puedes usar también pintura a la tiza sobre superficies metálicas. En estos casos aplica la primera capa de pintura con un pincel suave para no arrastrarla de un lado a otro. Cuando termines el trabajo y la pintura esté seca, aplica barniz al agua para proteger el mueble.

Así es, el arrimadero o zócalo con el tiempo se roza. Es lo normal porque precisamente está para proteger la pared de esos roces. ¿Qué te parece renovarlo y aprovechar para pintarlo de otro color? Usa la pintura a la tiza y te costará muy poco.

¡Chalk paint vale para todo! Podemos pintar muebles, telas, paredes, suelos, plástico, cartón y piedra, ¡incluso vidrio! Así podrás convertir cualquier bote de conservas vacío en un bonito jarrón. Le estarás dando una segunda vida solo con pintura. Puedes usar varios colores y decorar el jarrón a franjas con la ayuda de la cinta de pintor.

No las cambies, ¡píntalas! Lo primero que debes hacer antes de pintar tus puertas es limpiar, después secar y a continuación quitar las manillas o tiradores. También puedes protegerlos con cinta de pintor. En este caso, es recomendable aplicar una primera mano de imprimación y dejar secar. Después pinta con chalk paint. El último paso antes de lucir puertas nuevas es retirar la cinta de pintor.

Haz que las puertas de tus armarios sean únicas con pintura a la tiza. Antes de pintar cualquier elemento es recomendable limpiar bien para eliminar el polvo y suciedad, incluso con una mezcla de agua y unas gotas de amoniaco. Siempre fíjate en que el tipo de pintura a la tiza que escojas sea apto para la superficie sobre la que quieres trabajar (por ejemplo, la marca Autentico chalk paint cuenta con la línea Versante, especial para pintar en exteriores o sobre azulejos).

¡Venga, que tiene que estar listo el sombrero para llevártelo a la playa! Mezcla la misma cantidad de Autentico chalk paint y agua y pinta con una brocha el sombrero. Deja secar y luego pasa una esponja mojada en agua y bien escurrida por zonas donde quieras "retirar" algo de piuntura. Así conseguirás un efecto lavado o desteñido.

¿Quieres un truco muy práctico para decorar cestas de fibra con una franja de pintura sin complicación? Coge una caja de plástico, añade agua hasta la cantidad que quieras que ocupe la franja en el cesto e incorpora pintura a la tiza hasta que tenga la opacidad que quieres, removiendo bien. Luego solo tienes que introducir el cesto, sacar y escurrir.

Sí, claro. Annie Sloan cuenta con una línea de telas 100% naturales, teñidas con su pintura a la tiza. Tú puedes hacerlo de manera mucho más casera, como hemos visto, lavando las telas en pintura diluida en agua. Recuerda, tienes las cantidades que debes usar y tiempo de espera un poco más arriba.

Desde luego el chalk paint sirve para renovar un mueble pero también para estampar la pared ¡y hasta para teñir las pantallas de las lámparas! Así puedes crear una atmósfera coordinada a tu gusto.

Una puerta corredera puede llegar a funcionar igual que una pared. Como un lienzo, en este caso, sobre el que realizar pintura decorativa para una habitación infantil. 

Con cinta de carrocero o papel adhesivo -que incorpora una tira de papel y cinta de pintor-, delimita el perímetro del techo para no pasarte con la brocha o rodillo del techo a la pared (si no vas a pintar esta). “Es muy recomendable que repases todo el perímetro con un pincel o una brocha fina”, indican desde Leroy Merlin.

Si tu rodillo es de pelo largo las pinturas acrílicas o vinílicas funcionan mejor, pero si es de pelo corto te recomendamos las pinturas plásticas o al agua. Sigue leyendo y al final del artículo te indicamos más tipos de pinturas al agua y sus características, así como algún dato más acerca de la elección del rodillo.

Darle color a todo el techo hace que la habitación gane en calidez e intimidad. Es un recurso muy apropiado en habitaciones de techos altos y cuando quieres un espacio recogido. Pero solo un detalle en color también dice mucho. En este dormitorio se destacaron las vigas con color. ¿Cómo se hace? Primero pinta todo del color más claro, salvo las vigas. Con la pintura seca, coloca cinta de pintor en los encuentros de cada viga y el techo y aplica el color.

¿Por dónde empezar? Aspira las paredes pintadas y con una esponja mojada en agua tibia y jabón líquido, frota en franjas verticales de 1 m de ancho. Enjuaga y pasa un paño blanco que no deje pelusas.

Nos encanta esta idea. Verde agua sobre verde agua. El resultado es verdaderamente pictórico. Se trata de un rincón ideal que crea una atmósfera mágica, fresca y ultrarelajante perfecta para el verano.