Cómo pintar los muebles de la cocina paso a paso

Aquí va la lista de materiales que necesitas para pintar: cinta de carrocero, pincel o brocha, rodillo de poro 0 (de espuma), agua y jabón. También limpiador desengrasante, imprimación, esmalte, taco de lija fina o lija grano 180 y papel para tapar lo que no queramos manchar. 

Hazlo con agua y jabón (ayúdate de un desengrasante si está muy sucio). Luego aclara bien para no dejar restos de producto y sécalo todo perfectamente. Hay que retirar cualquier resto de grasa o suciedad para que se adhiera bien la pintura y quede lisa y fina. 

Ahora es importante dedicar un rato a tapar bien lo que no quieres pintar para, después, no perder el tiempo eliminando manchas de pintura. Tapa con cinta de carrocero los límites que no quieras traspasar y con papel, el fregadero, la encimera y el suelo.

Sergio Anglada, experto de Bruguer, nos aconseja lijar con una lija fina todo lo que vayamos a pintar. "Ha de ser un lijado superficial, que abre el poro y mejora la adherencia de la imprimación que daremos a continuación. Una vez lijado todo, hemos de quitar el polvo que hemos hecho con un trapo".

"Normalmente se aplicaría una imprimación en base agua, pero al ser muebles de cocina que normalmente tienen grasas, una imprimación al disolvente nos dará más adherencia", comenta Sergio. Luego, habrá que esperar 48 horas y ya se podrá aplicar el esmalte de acabado. 

Sergio recomienda el Esmalte Multiadherencia Bruguer (al agua, por lo que apenas huele) en el color que quieras para un acabado perfecto. Lo aplicaremos con los mismos materiales que la imprimación: rodillo de poro 0 y brocha. Y para que quede un resultado óptimo, le daremos dos capas esperando el tiempo que indique el bote entre ellas.

El esmalte es una pintura resistente pero no tanto como la chapa o la propia melamina o la formica de los muebles. La pintura puede rayarse o estropearse si no tenemos cuidado. Y sobre todo no hay que aplicar ningún barniz para hacerla más resistente porque el esmalte se podría desprender.

Pasados 15 días. Sergio nos explica el porqué: "La mayoría de las pinturas tienen un tiempo de secado y un tiempo de curado. Al terminar de curar es cuando alcanzan su máxima resistencia. Podemos limpiarlos con una bayeta humedecida (no empapada) con agua y jabón y no se deberían utilizar detergentes agresivos, ni amoniacos".

Habría que lijar y dar la imprimación de la misma manera que con el esmalte. Pero nuestro experto no la recomienda para cocinas puesto que el chalk paint es una pintura decorativa y no tiene la misma resistencia que un esmalte.