Estilo rústico

Esta cocina demuestra que basta con un pequeño detalle para contagiarla de espíritu navideño. Si no eres fan de las decoraciones navideñas excesivas, inspírate en esta idea: un colgante con leds y un lazo de terciopelo adornando la campana. Un guiño navideño discreto y con encanto. 

Este dúplex, que apareció publicado en el número de marzo, te arropa y abriga solo con entrar. De hecho, la decoradora Gabriela Conde y la arquitecta Sylvia Preslar aunaron esfuerzos para que así fuera. Para ello, se aliaron la madera, presente en acabado natural en la escultural chimenea del salón o los suelos, o pintada en blanco en el techo del salón o en verde en la carpintería y arrimaderos. La elección de un papel pintado de cuadros que recuerda a una invernal tela de franela y que reviste el recibidor y las zonas de paso contribuye, también, a subir la temperatura de esta casa de montaña tan acogedor como estiloso. 

Utiliza Viva Magenta en la ropa de cama: edredones, nórdicos, colchas... Lisas y estampadas, como las que ha utilizado en este dormitorio de invierno la interiorista Carme Caubet. ¡Con cojines verdes quedarán fenomenal!

"Algo que me gusta mucho es que la arquitectura de la casa es española, no inglesa. La mezcla me parece muy atractiva. De hecho, no hemos realizado ninguna reforma, solo un pequeño lavado de cara, porque nos tomamos la casa como un proyecto que va poco a poco. Y ¿os confieso un secreto? He puesto muchas alfombras para tapar el suelo, que necesita una mejora, y este será mi próximo objetivo", reconoce Natalia. 

De Londres también trajeron las lámparas, los papeles pintados, los cabeceros, que están hechos a medida en Gales, la mantelería… La vajilla la encontró Natalia en Portugal y algunos cuadros los ha ido comprando en mercadillos ingleses. La mayoría de muebles por suerte ya estaban en la casa. Los más rústicos -como los escritorios de madera o las mesas de centro de forja- le dan ese sabor a casa de campo.

Chimenea, leñero y reina del salón. Así es esta chimenea proyectada por la decoradora Sylvia Preslar, una idea que apareció en El Mueble de marzo y nos gustó especialmente porque convierte la chimenea en un elemento escultórico de gran belleza. Además, los laterales se han aprovechado a modo de leñero, una solución práctica y decorativa a la vez, porque la leña, por sí sola, ya decora y da calor de hogar.

Esta cocina es pequeñita, pero no lo parece para nada. ¿El truco? Abrirla por completo a la zona de día, ganando sensación de amplitud, y atreverse con el color. La decoradora Lara Vallés, de Space Stage, dispuso todos los muebles en línea, salvando la ventana con un mueble bajo que se completa en L con baldas y la despensa. Los techos altos, con un precioso envigado recuperado, permitían atreverse con el color, que le da personalidad y contrasta con el negro de la encimera y el antepecho, la grifería y los tiradores. Un toque moderno en una casa de marcado sabor rústico. 

En esta cocina la mirada se detiene en este aparador, una pieza recuperada de una antigua bodega. Se ha restaurado, pintado y completado con un sobre de mármol. Ahora sirve de isla de trabajo a la vez que separa visualmente la zona de cocina del office. 

El antiguo mostrador de una tienda se ha convertido en la pieza estrella de este dormitorio rústico. Es cabecero por un lado y zona de almacenaje para las toallas por el otro; hace de separador entre la zona de descanso y el baño; y, además, su superficie sirve de mesita de noche para libros y lámparas. Un mueble 4 en 1 con todo el encanto de las piezas antiguas. Cuando un mueble antiguo está en buen estado vale la pena conservar sus colores originales, como aquí en verde y gris.

¡Huele a campo! Con la decoración también puedes transmitir el estilo que más te gustaría darle a una estancia. En este office han aprovechado elementos decorativos de estilo rústico, como un pequeño jarrón con flores, unos recipientes con huevos y una gallina decorativa para lograr ese efecto "casa de campo" que tanto interesa en una cocina. 

En un salón rústico donde la madera es la protagonista, lo mejor es elegir un espejo de un material diferente para romper esa homogeneidad. El equipo de Luderna optó por un modelo tipo ventana de estilo industrial. Dividido en cuarterones, su perfilería y barrotillos de metal negro hacen juego con la embocadura de la chimenea inferior de biomasa.

Si la madera al natural es un must en las decoraciones rústicas, los elementos que nos conectan con la naturaleza son imprescindibles. Y en este grupo, las mesas de tronco son geniales para contar con un auxiliar que aporte calidez y matices rústicos. 

La madera es la clave del estilo rústico. Es un material vivo, que cruje, y mantiene estable la temperatura de la casa. Transmiten mayor autenticidad los acabados que dejan la madera prácticamente en bruto, con los nudos y las imperfecciones a la vista. Úsala en todos los elementos posibles porque no cansa y produce bienestar: mesas, sillas, taburetes, suelos de parquet... 

Si el sanitario tiene un gran poder decorativo en el baño, lo mismo ocurre con el lavamanos. Prueba de ello es este baño, de planta estrecha y alargada, en el que las decoradoras de Marina&Co han apostado por un lavamanos de piedra natural que suma mucho estilo y carácter a este baño rústico. 

En este dormitorio infantil la interiorista Gabriela Conde ha sacado espacio de donde no lo había. Ha ubicado dos camas sobre un escalón y otra cama alta sobre el cabecero de ambas. Una buena manera de integrar las tres camas en este dormitorio donde manda la madera.  

Aunque el dormitorio es pequeñito, gracias al enorme ventanal que hay a los pies de la cama, se han permitido la licencia de revestir todo el espacio en madera, como el resto de la casa. 

Esta casita rústica de madera es perfecta para pasar el otoño al calor de la chimenea. Es propiedad de una pareja que suele pasar mucho tiempo solos, pero también con los cuatro hijos que juntan de sus anteriores matrimonios, dos por cada lado. ¡Y entonces son seis en casa! Así que el sofá en U invita a que todos pasen una velada increíble al calor de la chimenea. ¡Qué acogedor!

Es uno de los grandes lujos de esta casita de montaña: el acceso directo al jardín, que parece convertirse en una extensión del dormitorio. Aquí nos encontramos, una vez más, el verde que colorea toda la casa. Pero si te fijas con atención verás que, en la pared del cabecero, es más intenso. La razón es puramente decorativa: así destaca más el cabecero, una pieza tapizada con tachuelas muy estilosa. 

La cocina era de madera, pero la decoradora decidió hacerle un lavado de cara y pintarla del mismo color de las paredes. Ahora, a pesar de ser pequeñita, parece más luminosa y tiene mucho encanto. 

El dormitorio es otra de las joyas de esta casa (¡espera a ver la habitación de los niños!). Cuca optó por pocas piezas, pero colocó estratégicamente la cama bajo la ventana, para que desde la cama se pudiera disfrutar de las estrellas. Además, para hacer más gustosa la zona de noche, revistió el suelo con una moqueta de lana de pelo corto. 

Esta casa está en los Pirineos pero no esperes ver la "típica" casa de montaña. De hecho, el salón es de por sí una declaración de intenciones. ¿Te has fijado en la personalísima chimenea y su pared que la acoge? El papel pintado a cuadros tiene un aire inglés; la madera, que reviste el tiro de la chimenea y de las gruesas baldas nos recuerda que estamos en una casa rústica; y los sofás de líneas rectas, un look contemporáneo. 

En las casas de montaña se suele hacer mucha vida de puertas adentro, por eso planificar espacios comunes de encuentro y disfrute familiar es clave. En este caso la decoradora Cuca Arraut decidió convertir la cocina en uno de estos espacios –¿quieres ver otras cocinas rústicas?–. De hecho, esto era antes el recibidor y el office contiguo, la cocina. Con la reforma decidió darle más metros a la cocina, convirtiéndose en punto de reunión familiar. 

En El Mueble no solo verás casas urbanas, también rústicas. Nuestro amor por la madera se deja ver claro en ellas. Nos encantan los dormitorios rústicos arropados por vigas de madera, como este tipo cabaña diseñado por Carme Caubet. Un plaid de cuadros basta para darle un look otoñal. Si quieres lograr una apariencia más invernal, muy de El Mueble, coloca a los pies un plaid de lana blanca o de borreguito. ¡Y lo habrás conseguido!

La entrada a esta casa rústica es fabulosa. Muros de piedra, protegidos con hiedra, y un portón de madera antigua —que nos recuerda a los de las iglesias—se respetaron, ya que estaban muy bien conservados.

En la cocina rústica con isla y office, el suelo sigue siendo de barro y las ventanas de madera. De los altísimos techos con vigas cuelgan unas lámparas negras que dan la nota vintage, junto a la encimera, la campana y el horno en el mismo color. 

En contraste, se ha elegido el blanco para el mobiliario, decorado con cuarterones y tiradores en forma de concha.

Techos abuhadillados y con vigas de madera son parte del estilo rústico. También las paredes de piedra, los textiles gustosos y los tonos deslavados que le suavicen la increíble fuerza de la madera. Buena muestra de ello es este dormitorio rústico en el que todo invita a quedarse en la cama mientras entra el sol por las ventanas. 

¿Puede la fibra natural, un material sencillo y rústico, ser capaz de elevar el estilo de un dormitorio? Sí, y como muestra valga este ejemplo. La interiorista Júlia Casals diseñó este fantástico cabecero a partir de una alfombra de ratán ¡y el resultado no pudo ser más favorecedor! Nunca un complemento tan sencillo se convirtió en una pieza tan especial.

Sí, tu casa del pueblo está rodeada por la naturaleza, pero llevarla al interior no solo te ayudará a refrescar y purificar el ambiente, sino que también decorar y potenciará ese punto campestre y natural que tiene tu casa de campo. Puedes utilizar grandes plantas, como el ave del paraíso o Strelitzia, pero también palmeras de salón, monsteras (tan de moda) o pequeñas plantas, como helechos o potos. Lo importante es que sean especies resistentes que aguanten bien todo el año con los mínimos cuidados.

Las casas de campo y las cocinas de estilo rústico también pueden beneficiarse del lujo, decorativo y funcional, de contar con una isla. En la imagen un modelo perfecto para cocinas camperas: muebles de madera blanca, campana de obra de techo y encimera de mármol. Todo acorde al estilo de la cocina, con pared de piedra, vigas de madera en el techo y suelo hidráulico.

Un estilo decorativo que abunda cuando buscas dormitorios Aesthetic en redes sociales es el rústico. Concretamente, los dormitorios tipo cabaña, con madera en techos y paredes, alfombras y ropa de cama con distintas texturas.

Suelos de toba, baldosas hidraúlicas y encimeras de mármol irán como anillo al dedo en tu cocina rústica. En esta de la imagen la interiorista Maite Prats ha optado por camuflar la campana como una antigua chimenea y ha lacado los muebles de un gris súper actual.

Maderas brutas, sin tratar, envejecidas son el material imprescindible de toda cocina rústica que se precie. Un estilo que queda niquelado en casas de campo o montaña. Añádele encanto con algún elemento de fibra natural, cerámica y complementos vintage. En esta de la imagen, la madera alistonada y el pavimento de barro cocido dejan claros sus orígenes.

¿Más elementos que no pueden faltar en tu cocina rústica? Molduras en la isla, azulejos blancos en el antepecho, maderas alistonadas, fregaderos de porcelana, menaje a la vista y, por supuesto, vigas en el techo, naturales o lacadas. Este proyecto de Helena de Juana recrea este estilo rural donde la vida se hace prácticamente en este espacio. ¡Tan ricamente! 

Madera en las vigas, madera en los muebles, madera en el suelo... Esta cocina no puede ocultar su espíritu rústico. Es un proyecto a medida de Carme Caubet. La interiorista además la ha rematado con unos taburetes tapizados en piel y una encimera negra que la actualizan y la hacen más acogedora.

En este salón la mirada se va al techo. ¡Y no es para menos! Este espectacular envigado es el original –pero reforzado– del antiguo pajar de 1750 que era esta casa antes de que el estudio Space Stage lo sacara de su olvido. La madera de roble claro, el lino, el algodón y el ratán de la decoración acentúan su espíritu rústico, mientras que la decoración, como el gran sofá de líneas rectas o las mesas de centro aportan el toque moderno. 

No hay duda de que este es un salón rústico, de casa de montaña. Pero eso no quita que, también, sea muy moderno, con toques de vanguardia, incluso, como el del original papel pintado con su diseño de rayas y la realista cabeza de reno. Un papel que las decoradoras de Marina & Co diseñaron ex profeso para esta casa. Todo sin renunciar a su esencia de casa de montaña, con elementos 100% rústicos, como las vigas, una mesa de centro robusta y la leña a la vista.