Plan de limpieza: 15 días para dejar tu casa impecable

Al menos una vez al año deberías limpiar a fondo tus paredes. La primavera es una época perfecta para hacerlo. Lo primero que tienes que hacer es quitar todo lo que tengas colgado en ellas (cuadros, espejos...). Primero elimina el polvo de la superficie con la ayuda de una escoba recubierta con una toalla o bien con el cepillo (limpio) de la aspiradora. Presta especial atención a rodapiés y molduras. Cuando ya no quede polvo, si están pintadas con pintura plástica (que es lavable) puedes pasar un paño humedecido en agua jabonosa y después aclarar. Si encuentras alguna mancha rebelde puedes eliminarla con el borrador mágico. 

Elige un día nublado para ponerte con esta tarea. Empieza siempre por los marcos de las ventanas. Si son de aluminio o PVC puedes usar una bayeta impregnada con detergente neutro o lavavajillas. Después enjuaga con agua y seca. Para los marcos de madera mezcla alcohol de quemar, vinagre blanco y agua destilada. ¡Y no te olvides de las persianas! Puedes usar un paño húmedo o un aspirador del mano. A continuación es el turno de los cristales, limpia la parte exterior e interior siempre empezando de arriba a abajo. Puedes hacer un limpiacristales casero con agua, vinagre y cáscaras de limón. Aplícalo sobre el paño y luego en los cristales. Puedes ayudarte de un accesorio limpiacristales y luego secar con un paño que no deje pelusas. Si tienes duda, estos son los errores que no debes cometer. 

El polvo y la arenilla de los zapatos son los principales enemigos del suelo de tu casa. Por eso, lo primero es eliminar cualquier rastro de ellos con el aspirador o la mopa. Repasa también los zócalos, las esquina, el espacio de debajo las puertas... Una vez hayas eliminado todo el polvo ya puedes fregar. Si tienes un suelo de parqué lo ideal es que lo hagas con productos específicos, siempre en poca cantidad, o bien con un limpiador casero a base de agua caliente y vinagre. Ten en cuenta que los productos con ceras o siliconas pueden estropear su barniz y los abrasivos, quitarles brillo. Para que además de brillante tu suelo tenga buen olor puedes añadir unas gotitas de aceite esencial o limón. 

Lo primero es eliminar cualquier resto de polvo de su marco y superficie. Puedes usar el plumero o un paño de microfibras. Después haz una limpieza más profunda con un paño de algodón, agua y jabón neutro, si tienes puertas de madera o de chapa. Si las puertas son lacadas o con pintura especial, sin embargo, tendrás que usar productos específicos. Es buen momento para eliminar el polvo de las bisagras y darles un poco de vaselina y de limpiar a fondo pomos y manillas. Puedes usar el desinfectante que tengas en casa o un poco de alcohol rebajado en agua. No en vano los pomos de las puertas son uno de los elementos que más se ensucian de tu casa. 

El baño es probablemente la estancia de la casa que más gérmenes y bacterias acumula. Y lo peor es que lo que se ensucia más no es lo más evidente, todos pensaríamos en el inodoro, podemos encontrar más bacterías en los grifos, el cepillo de dientes o el propio pulsador del inodoro. Así que dedica a cada elemento una buena desinfección. Lo que es muy importante que que siempre limpies de arriba a abajo (el suelo siempre es lo último) y que uses distintas bayetas para cada elemento (inodoro, lavamanos y ducha). Puedes usar productos que tienes en casa para que la limpieza del baño sea más ecológica. Puedes usar una mezcla de limpiacristales, alcohol y agua para limpiar los azulejos, desinfectar la escobilla con vinagre blanco y aceite de árbol de té o los inodoros con bicarbonato y vinagre. Si evitas estos errores tu baño estará perfecto. 

Aunque seguro que un par de veces por semana les pasas una gamuza por encima, es hora que te pongas a fondo con los muebles. Dale brillo a sus tiradores con alcohol, quita todo lo que tengan encima y trata con un producto específico (en el caso de los muebles lacados o de madera), renueva las alfombrillas de sus patas (si tienen) para que no rayen el suelo (suele suceder con las sillas). También es muy momento que los separes de la pared y limpies su trasera, lo más seguro es que luego tengas que volver a pasar el aspirador. Los muebles de madera necesitan todos estos mimos. 

Los muebles tapizados también necesitan una buena limpieza. Pasa el aspirador por los sofás utilizando el accesorio especial para tapicerías, insistiendo en los reposabrazos y en la trasera. Si puedes, retira los cojines del asiento y el respaldo. Y Y si encuentras alguna mancha seca, trátala con amoníaco o espuma seca. Aquí verás cómo se limpia a fondo el sofá. Si tienes un sofá desenfundable aprovecha para lavar la funda y ponerle la de primavera. Verás como rejuvenece. Y haz lo mismo con las cortinas de toda la casa. Si tienen mucho cuerpo, cámbialas por otras más ligeras (de lino o algodón). Y si ya lo son, lávalas con un programa antiarrugas y cuélgalas un poco húmedas y te ahorrarás plancharlas. Te recordamos cómo lavar las cortinas paso a paso. 

La cocina es la estancia de la casa que más tiempo te puede llevar limpiar, básicamente porque tiene muchos electrodomésticos que merecen un día a parte. Para los armarios y encimera necesitas, primero, despejar al máximo el espacio. La idea es que limpies los armarios por dentro y fuera, así que vacíalos. Ya sabes que mezclando agua y vinagre consigues un potente desifectante. Úsala también para los tiradores. Si encuentras alguna mancha de grasa algo rebelde, frótala con pasta de dientes. Estos 50 trucos para la cocina te serán muy útiles. La encimera, por su parte, si es sintética, usa siempre detergentes neutros. Y para devolverle el brillo a las encimeras de mármol, granito o piedra, mezcla media cucharada de vaselina y una de vinagre blanco, dilúyelo con agua y frota haciendo círculos sobre la encimera. Luego, retira con papel de cocina. En El Mueble siempre apostamos por la limpieza más natural. 

Son dos huesos duros de roer en la cocina. Lo bueno del horno es que se limpia mejor con el calor residual, así que aprovechado para rociar su interior con una mezcla de bicarbonato, agua y sal. Deja actuar una hora y media, quita los restos y frota el interior con un trapo impregnado en vinagre blanco. Mientras dura el proceso puedes tener en remojo la rejilla y la bandeja en agua caliente y lavavajillas. Por lo que respecta a la campana la grasa también es su principal enemiga. Limpia su exterior con un paño mojado en lavavajillas y, después, enjuaga. Quita los filtros y déjalo en remojo con un desengrasante. Si son metálicos puedes lavarlos en el lavavajillas. Más consejos para dejar tus electrodomésticos perfectos. 

Te llevará un buen rato. Aprovecha justo antes de hacer la compra porque entonces estará más vacía y tendrás menos trabajo en vaciarla. Y es que debes sacar todo los alimentos fuera de la nevera y lo mismo con baldas, cajones y otros elementos extraíbles. Estos los puedes lavar con una mezcla de vinagre blanco y agua. Para el interior una pasta hecha con bicarbonato será perfecta para desengrasar y eliminar los malos olores. Aquí tienes la proporción de los limpiadores. Y para el exterior puedes usar una mezcla de aceite de oliva y limón. No te olvides de las juntas, quedarán perfectas con un trapo impregnado de vinagre o agua oxigenda. Y no te olvides de hacer lo mismo con el congelador. 

Según Endesa, mantener las lámparas limpias puede suponer un ahorro del 20% en la factura de la luz. Y también las bombillas, ya que sucias pueden llegar a perder hasta el 50% de su luminosidad por el cúmulo de polvo y suciedad. Si tienes lámparas con pantalla de tela elimina el polvo con un rodillo quitapelusas, si son de mimbre puedes usar el aspirador de mano. Para las de lágrimas de cristal ponte unos guantes de algodón, mójate los dedos en limpiacristales o en un poco de amoníaco diluido en agua y ve pasándolos por toda la lámpara hasta que la recorras por completo. Eso si, siempre que limpies lámparas y bombilla deberás hacerlo con las luces apagadas. 

Ya que estás en pleno cambio de armario, aprovecha que lo tienes vacío para hacer una limpieza profunda al armario. Si el tuyo es de madera o lacado, limpia con un paño bien escurrido con jabón neutro, aclara y seca bien. Lava también todos los accesorios (cajas, cestos, organizadores...) y revisa y las perchas. Ya sabes que lo ideal es que todas sean iguales: queda más estético y el espacio interior se aprovecha mejor. Revisa la zona inferior del armario, donde suele haber zapatero o pantalonero, porque es donde se suele acumular más polvo. Desinfecta los pomos con un poco de alcohol (así además brillarán) y coloca unos saquitos con lavanda que perfumarán y ahuyentarán los insectos.

Tu terraza o balcón también pide a gritos una buena puesta a punto. Lo primero es despejar el espacio de todo lo que no necesites tener allí, la terraza a veces se convierte en mini trastero, y cuando ya tengas el espacio despejado toca limpiar. Con aspirador o la escoba elimina el polvo de paredes, suelos, muebles, rincones... Hasta de la pérgola o toldo, si tienes. Estos trucos de limpieza te pueden ayudar. Friega bien los suelos (también te ayudarán a eliminar el polvo) y ponte con los muebles. Un paño con agua jabonosa te servirá. No humedezcas mucho los de madera y fibras. A estas últimas les puedes añadir un poco de sal, ya que las endurece. Y todo lo que sea de madera (muebles, pégola, suelo...) trata con un barniz especial. Pinta o arregla lo que esté deteriorado y fíjate también en las plantas. Igual necesitan poda, un cambio de ubicación, que airees la tierra... Un poco de jardinería te ayudará a relajarte después de tanta limpieza. Cuando acabes tu terraza estará lista para el verano. 

Limpiar bien el colchón es una cuestión de salud, ya que en él se acumulan más bacterías, ácaros y polvo del que creemos. Para eliminar posibles malos olores bastará con que rocíes el colchón con bicarbonato y dejes actuar unas horas antes de eliminar con el aspirador. Para desinfectarlo puedes rociar por encima del bicarbonato vinagre o agua oxigenada. Si tiene alguna mancha puedes tratarla con vinagre o un poco de detergente líquido. Aprovecha también para darle la vuelta al colchón y limpiar su protector, en una auténtica barrera de protección. 

Los electrodomésticos que limpian por nosotros se ensucian más de lo que creemos. En la lavadora, además del tambor, se ensucian mucho la goma y el cajetín. La goma se limpia bien con vinagre blanco, agua y bicarbonato. Para eliminar bacterias, hongos y malos olores llena la lavadora con el agua caliente y agrega vinagre. Programa un ciclo corto. Después, abre la lavadora y deja que se ventile. También puedes hacer una colada de mantenimiento: con el tambor vacío, programa un ciclo de alta temperatura (90º). En el cajetín tendrás que añadir una taza de bicarbonato sódico. Para limpiar el lavavajillas programa un lavado y a los 10 minutos, vierte un vaso de vinagre blanco y continúa el lavado. Otra opción es espolvorear bicarbonato en la parte inferior de la bandeja del lavavajillas y programar un ciclo corto caliente. Aquí te lo contamos como limpiar el lavavajillas paso a paso. Y también los errores que debes evitar al ponerlo