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1.

No llenar del todo el lavavajillas ¡o llenarlo demasiado!

La primera recomendación: pon el lavavajillas siempre lo más lleno posible. Un programa de lavado a máquina gasta bastante menos agua que lavar los platos a mano. Pero aprovecha el espacio. Eso sí, tan malo es esto como llenarlo demasiado sin respetar huecos para que se laven los platos bien.

2.

No limpiar nunca el lavavajillas

Como en todos los electrodomésticos debes realizar un mantenimiento periódico para que su funcionamiento sea óptimo. Mantén limpio el interior del lavavajillas y una vez al mes pon un programa sin carga con un producto limpia máquinas específico. También puedes usar vinagre o bicarbonato para su limpieza. Mantén reluciente el marco interior de la puerta, pasando una bayeta con detergente.

Muebles realizados por Ebanistería Manzanares y encimera de Silestone.

3.

Usar siempre el mismo programa

Tu lavavajillas tiene varios programas. ¿Por qué no los usas? Algunos son específicos para mucha suciedad, otros para poca, para ollas… Investígalos en el manual, están para facilitarte la tarea. Incluso puede que descubras que el tuyo tiene ciclo de media carga. Conocer los programas de tu lavavajillas te ayudará a ahorrar.

4.

No leer las instrucciones

Cada lavavajillas es un mundo. Y aunque hay aspectos comunes de aplicación a todos los electrodomésticos de lavado, conviene leer las instrucciones concretas de cada modelo y marca. Le sacarás más partido.

Muebles de Ibirrinaga Cocinas y Baños y encimera dee Dekton.

5.

Usar un detergente inadecuado en tu lavavajillas

El jabón que usas para lavar los platos en el lavavajillas es específico para esta máquina. No sirve el detergente de lavar los platos a mano porque hace demasiada espuma y podría taponar conductos. Tampoco uses lejía, que dañaría el menaje.

6.

No colocar bien los platos

Mujer poniendo el lavavajillas

Para conseguir un lavado reluciente, debes colocar platos, vasos y demás en el lugar y de la forma correctas. La cara de cada plato debe mirar hacia el centro para que reciba el agua directamente. Copas, vasos y tazones en la parte superior (como los tuppers) y cubiertos en la cesta (con el mango hacia abajo) o bandeja destinada a ello.

7.

Prelavar los platos antes de meterlos en el lavavajillas

Realmente solo sirve para gastar agua. Es conveniente vaciar bien los platos para que no queden restos, pero no es necesario enjuagarlos aunque vayamos a usar un ciclo corto de lavado. El lavavajillas debería acabar con todos los restos de suciedad sin problema, más aún si has elegido el programa de lavado correcto.

8.

No lavar el filtro del lavavajillas

Sí, el lavavajillas tiene filtro. Suele estar en la base y se accede a él por el interior del electrodoméstico. Debes lavarlo regularmente porque se acumulan restos de comida allí. Evitarás malos olores.

9.

Dejar la puerta del lavavajillas siempre cerrada

Con que dejes una pequeña rendija abierta, ayudarás a que no se generen malos olores dentro del electrodoméstico y el interior se mantendrá siempre seco, evitando la creación de moho en conductos y piezas internas. Un buen consejo.

Muebles de cocina de Thinking Home.

 

10.

Abre siempre el lavavajillas cuando termine

Ya lo anuncie con un pitido, se apague la luz o se encienda, deje de sonar… Cuando tu lavavajillas muestre síntomas de que ha terminado su ciclo de lavado, ábrelo. Así dejarás que salga el vapor y los vasos se terminen de secar correctamente.

Es muy cómodo, pero el lavavajillas es el gran incomprendido de entre los electrodomésticos de la cocina. Quizá porque es el gran ausente en muchas casas (aunque te parezca mentira). Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) solo el 53% de los hogares cuenta con lavavajillas. Si vas a comprar uno, hazlo con la mayor calificación energética (más eficiente) para cuidar el medio ambiente y ahorrar.

Coloca lo más voluminoso y la vajilla más sucia en la parte de abajo, siempre con cuidado de no entorpecer el movimiento de las aspas del lavavajillas

¿Cómo colocar correctamente los platos en el lavavajillas?

  • Platos: la cara cóncava de los platos (en la que se sirve la comida) siempre hacia el interior
  • Los vasos, cacerolas y fuentes (lo que sea hondo) boca abajo.
  • En la bandeja inferior se coloca lo más voluminoso y de más peso: platos, fuentes, cacerolas, ollas y sartenes. Presta atención a las indicaciones de cada pieza para asegurarte de que puedas lavarla en este electrodoméstico.
  • En la bandeja superior van los vasos y copas, también tuppers y otros recipientes de plástico o silicona que necesiten colocarse rectos para que no se deformen con el calor.
  • Cubiertos: en la cesta correspondiente o bandeja destinada para ellos, según modelo de lavavajillas. Mejor con el mango hacia abajo (salvo los cuchillos más largos que puedes ponerlos en horizontal en la bandeja superior en el caso de lavavajillas con cesta).

Consumo de agua y luz en el lavavajillas

El lavavajillas supone poco gasto de luz

Según el IDAE, el lavavajillas supone de media el 8,3% del consumo de energía del conjunto de los electrodomésticos de una casa (246 kWh al año); menos que la lavadora (255 kWh), la televisión (263 kWh) o la nevera (662 kWh).

¿Cuánto consumo de agua supone el lavavajillas?

Lavar a mano la vajilla diaria de una familia de cuatro personas supone un gasto medio de 90 litros diarios (todas las comidas, aproximadamente). Si se pone el lavavajillas a diario con todo lo que se acumula en el día, con un programa ecológico -más largo en duración pero el que más ahorra en energía y agua-, se gastan unos 12 ó 15 litros de agua. Así es: el lavavajillas gasta mucho menos.

La sal y el abrillantador para el lavavajillas: imprescindibles

Aunque hay detergentes que realizan la función, lo normal es que incorpores sal y abrillantador en los depósitos específicos que tiene cada lavavajillas. Un piloto luminoso suele avisar de que falta alguno.

Existen diferentes tipos de sal para lavavajillas y todas evitan que se produzcan manchas de cal sobre la vajilla. Es fundamental en zonas donde el agua sea bastante dura.

El abrillantador para lavavajillas sirve para que la vajilla quede reluciente y agiliza el secado.