Lámparas

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1951.

La cocina más pequeña tiene estas medidas

Debe tener en línea al menos 5 módulos de 60 cm cada uno: encimera, fregadero, encimera, placa y encimera. Esos 60 cm pueden ser menos para cocinas mini ya que hay módulos de 40 y 50 cm e, incluso, lavavajillas de ancho 45 cm. Mobiliario realizado por Carpintería Sánchez Olmos y lámpara en La Fontaine.

1952.

Centímetros extra de encimera

Entre placa y fregadero, si hay espacio, debe haber al menos una zona adicional de 60 cm para facilitar la preparación de alimentos, como recomiendan desde el estudio de arquitectura Arrevol.

1953.

Zona de lavado y cocción: distancia mínima

Lo ideal es que no haya menos de 60 cm entre el fregadero y la placa por higiene, seguridad y comodidad. Mesa y armarios de Grup Escrivá Interiors, sillas de House Doctor, lámparas de techo de D'Arrels.

1954.

¿Y qué pasa con la regla del triángulo en las cocinas en línea?

En esta distribución en línea no es posible aplicar la regla del triángulo ya que todas las zonas se suceden (a no ser que haya una isla). Hay que colocar al menos un módulo con encimera entre cada una, que puede ser de 50-60 cm mínimo. Mobiliario de Rekker instalado por Temas. Encimera de TPB, sillas de Sillatea y lámpara de techo de Ikea. 

1955.

Ten en cuenta la luz artificial

Hablamos siempre de luz natural pero la artificial es clave, sobre todo en invierno. Ten presente que los LED fríos reducen la viveza de los colores; los LED cálidos acentúan esa calidez y los halógenos aportan una luz blanca que realza los colores.

1956.

Evita los colores "feos"

Porque aunque ya hemos dicho que para gustos, los colores, existe un ranking de colores denominados feos o difíciles de combinar en decoración. En este artículo te los mostramos. 

1957.

Pantallas para las lámparas

Crea una lámpara única con chalk paint. Este tipo de pintura es ideal para cualquier tipo de superficie, incluso en tela.

1958.

Lámpara de techo

La iluminación de tu casa captará todas las miradas con una lámpara con cuentas como esta hecha por ti. No te pierdas el video paso a paso.

1959.

¿Ante la duda? Un suelo de madera

La madera es un clásico para revestir el suelo de casa. No solo da calidez visual al salón y hace que la pisada sea más agradable, sino que como material natural que es, evoluciona con el tiempo, envejeciendo y transformando el espacio con ella. Un suelo de madera, ya sea recuperado o de nueva generación (como este) que parece "centenario". Se trata de un suelo de madera de bastón quebrado con tablas de gran tamaño. Elegancia garantizada. 

1960.

Elige una decoración atemporal

La elegancia no está sujeta a las modas. Una decoración ultra moderna o demasiado clásica podrá verse demodé en unos años. Colores neutros, que nunca pasan de moda; piezas de líneas suaves o rectas, siempre que no sean muy marcadas; y no temas a combinar diferentes estilos, como se ha hecho aquí.  

1961.

Última mano de pintura

Ya se puede aplicar la última mano de pintura, que remata el orden de la reforma. Así se arreglan los pequeños golpes o roces que se hayan producido durante la instalación del suelo, armarios, ventanas o puertas. 

Consola, sofá y lámpara de mesa de Coton et Bois y alfombra de Papiol.

1962.

Suelo de parqué o tarima

Si se sigue el orden correcto a la hora de reformar, en este punto se acuchilla o barniza el suelo de parqué. También ahora se instala una nueva tarima encima del mismo pavimento que hubiera. Se coloca tanto el suelo como el rodapié. 

Mesa de centro de Brucs, puf de Chehoma, alfombra de KP, lámpara de pie de Maisons du Monde, butaca de Ikea, tarima de roble de Solquer y ventanas de Velux.

1963.

La distribución interior del armario cambia

“La clave está en la distribución de los cajones, las baldas y las barras para colgar, que irán variando a medida que el niño vaya creciendo”, comenta Susana Gil, de Piccolo Mondo. Es decir, las medidas de los elementos principales del interior de un armario cambian en función de si es para la ropa de un bebé, de un niño o de un adolescente.

Baño clásico con lavamanos con pedestal y bañera con patas exenta.

Baño con lavamanos y bañera de Gunni & Trentino.

El Mueble

1964.

Elegancia clásica

Desde la majestuosa arquitectura del espacio hasta las piezas personales escogidas para decorar el baño, todo en este baño respira elegancia. Llaman la atención su bañera exenta retro o el lavamanos de pedestal.

Baño con mueble de baño blanco, suelos de barro y lámpara de araña.

Baño con mueble de baño blanco, suelos de barro y lámpara de araña.

El Mueble

1965.

Un baño clásico y campestre

El suelo de barro recuperado delata la esencia campestre de este baño decorado con una propuesta de aire clásico, con una gran lámpara de lágrimas de cristal coronando el espacio. 

Recibidor con alfombra de fibra natural.

Consola, sofá y lámpara de Coton et Bois. Alfombra de Papiol.

El Mueble

1966.

¿Cómo deben ser las alfombras del recibidor?

De lana, algodón, fibra… Lo mejor es que sean de materiales resistentes o lavables, ya que tendrán bastante ajetreo sobre ellos. Las alfombras son perfectas para cubrir la zona central del recibidor, sobre todo, en los más grandes. En cuanto al tamaño, recuerda que las alfombras deben ocupar el mayor espacio posible pero respetando siempre la zona de apertura de las puertas para no molestar.

Recibidor con mesa con alas a modo de consola.

Consola de El Viejo Almacén de Antigüedades y lámpara en La Trastienda de Doña Casilda.

El Mueble

1967.

Iluminación cálida

También llamada amarilla. En el recibidor no debe faltar un punto de luz de ambiente además de los focos o lámparas de techo. Puede ser una lámpara de sobremesa, de pie, de suelo o colgante en un rincón. 

Recibidor con escaleras y mueble de oficios con cajones.

Cómoda y lámpara de sobremesa de Coton et Bois y alfombra en Gra.

El Mueble

1968.

Sensación de luminosidad

Se consigue con el uso de colores claros que potencien la luz que reciba. Los recibidores más afortunados cuentan con luz natural y se pueden permitir tonos más intensos. 

Con textura: piedra o ladrillo visto

Mesa de Thales de Mileto, lámparas de Loli Lavín, banco en Il Coc, alfombra de Zara Home y pavimento hidráulico de Álvaro Guadaño.

El Mueble

1969.

Con textura: piedra o ladrillo visto

Dale al recibidor un aire rústico o industrial con un frente en piedra o ladrillo.

Recibidor con escaleras y banco.

Banco de La Maison.

El Mueble

1970.

Las escaleras son parte del recibidor

Si la casa tiene varias plantas y la escalera nace en el recibidor, conviértela en un elemento decorativo en sí mismo con un diseño que sea foco de atención o con detalles en los escalones y en la pared. 

Salón y recibidor abiertos.

Sofá a medida diseño de Pepe Llaudet, mesa de centro de India & Pacific y puf de Coco-Mat.

El Mueble

1971.

Decoración en sintonía con el salón

Es la estancia más habitual con la que suele comunicar y es fundamental que haya un equilibrio en estilo y/o colores entre el recibidor y el salón. 

Recibidor con consola de madera y espejo tipo ventana.

Recibidor con consola de madera y espejo tipo ventana.

El Mueble

1972.

El mix correcto de colores

Cuando hablamos de tonos que dan luminosidad no nos referimos solo al blanco o los neutros. Toda la gama de tonalidades pastel funcionan en el recibidor. Si quieres una nota de color más intensa, introdúcela en algún complemento. 

Recibidor con consola de madera y jarrón con flores.

Consola y espejo de Jardín D'Ulysse y lámpara de sobremesa de La Maison d'Ingrid.

El Mueble

1973.

El toque más natural: plantas y flores

Dan vida a cualquier espacio y en el recibidor no pueden faltar las flores, ya sean naturales y frondosas o artificiales en pequeños arreglos. 

Recibidor con buró recuperado.

Recibidor con buró recuperado.

El Mueble

1974.

Piezas con peso y recuperadas

Una consola vintage o un banco antiguo retapizado pueden darle un toque muy personal al recibidor. Son piezas con mucho peso visual que encajarán con otros muebles de línea sencilla.

Recibidor con perchero para los abrigos.

Recibidor con perchero para los abrigos.

El Mueble

1975.

¿Cómo debe ser el perchero?

Muy prácticos, pero ¡ojo! no se colocan para acumular abrigos. Solo para dejar el del día o los de las visitas. Elige un diseño estiloso, que luzca estiloso cuando se quede “desnudo”. Si eliges un perchero de pared necesitas 20 cm de espacio alrededor de la percha, que es lo que ocupan las prendas colgadas. 

1976.

Una lámpara que dé luz de ambiente

De pie o de sobremesa pero que proporcione una iluminación cálida para recibir. Consola y lámpara en Coton et Bois.

1977.

Armario para los abrigos

Más o menos grande pero el recibidor pequeño perfecto tiene una zona para guardar los abrigos y mucho más.

1978.

Recibidor mini con escalera

Si es tu caso… ¡aprovecha el hueco que queda debajo de la escalera! Allí hay unos valiosos centímetros para decorar. Cómoda y lámpara en Coton et Bois y alfombra en Gra.

1979.

Perchas y percheros para colgar la ropa

Solucionan mucho con muy poco. Coloca un perchero o ganchos en la pared en los que dejar el bolso al llegar a casa o colgar los abrigos de tus invitados. Perchero y lámpara de techo de Maisons du Monde.

1980.

Una solución a medida todo en uno

Aprovecha un retranqueo de la pared o, simplemente, planifica una composición a medida que solucione el mueble del recibidor. Aquí, por ejemplo, sobre el cubre radiador a modo de consola. Decorado por Rocío Montesino-Espartero.

1981.

Un baño con sabor a campo abierto al dormitorio

Una cortina separa el dormitorio de este baño, que ha matizado su esencia de campo con piezas de diseño más actual, como el espejo sin marco o el bajolavabo de obra de líneas rectas.

1982.

La pared del cabecero

Es el foco de todas las miradas al entrar, así que hay que prestar atención a su decoración porque afecta al conjunto. Elige un elemento decorativo -adorno, cuadro o cabecero- grande y vistoso sobre un fondo liso o decora con papel pintado. Cabecero realizado con una puerta de anticuario. Mesita de noche en La Maison y lámparas en Coton et Bois.

1983.

Zócalo en lugar de cabecero

Puedes forrar la parte baja de la pared en la que se apoya la cama con un revestimiento que proteja la pared de manchas y roces y que haga las veces de cabecero. Así crearás un zócalo de lado a lado de la pared. Esa franja horizontal ensancha visualmente el dormitorio por pequeño que sea. Mesita de noche y cabecero de Carpintería Rocas.

 

1984.

Banco al pie de la cama

¿Tienes algo de espacio ahí? Pues pon un banco con tapa y guarda dentro pañuelos, bufandas, bolsos… Cabecero y mesitas de noche diseño de Grup Escrivá Interiors, cuadros en Cottage Little House y lámparas en Velafusta.

1985.

Paredes de cristal

Sustituye el tabique que separa tu dormitorio pequeño del baño por un tabique de cristal y tendrás más sensación de espacio. Mesita de noche y lámpara en Sacum.

1986.

Lámpara de pie en lugar de mesita de noche

No tiene que haber una mesita de noche a cada lado de la cama. Para poder arrimar el cochón más a la pared en un lado, sustitúyela por una lámpara de pie. Hay modelos que incorporan una repisa de apoyo. Cabecero diseñado por el estudio de Mercedes Postigo. Lámpara de pie y taburete en El Globo y espejo en India & Pacific.

1987.

Aprovecha cualquier recoveco de la pared

Son soluciones de obra o muebles a medida que se adaptan para sacar partido al espacio que queda, por ejemplo, entre columnas. Haz el mueble del mismo fondo que el pilar porque ese espacio ya lo tienes “ocupado”.

1988.

Apliques o lámparas de techo en lugar de sobremesa

Para dejar la pequeña mesita de noche de tu mini dormitorio despejada, opta por instalar apliques en la pared o colgar un par de discretas lámparas de techo a cada lado de la cama.

1989.

Elige la medida del colchón según el tamaño de la habitación

Puede que te guste dormir en una cama de 2x2 metros pero si eso hace que te quedes sin paso en los laterales, tendrás que reducir las medidas del colchón hasta dejar al menos 40-50cm hasta la pared. Cabecero de La Maison, lámina de Catalina House y flexo de India & Pacific.

1990.

Cabecero de obra con mesitas integradas

Es una solución cuando no hay demasiado espacio: hacer un cabecero de obra de poco fondo que tenga espacio para dos ménsulas u hornacinas a cada lado de la cama o que directamente haga de apoyo sin mesillas. Cabecero diseño de Mäinities y lámpara de techo de Hugo G.S.

1991.

Mesitas de noche ligeras: mesas auxiliares

Escoge modelos que no ocupen demasiado. Las mesas auxiliares también pueden hacer de mesita de noche. Aplique de Marset en Susaeta Iluminación.

1992.

Mesita de noche volada

Un modelo instalado en la pared, sin que apoye en el suelo, también da ligereza. Y puedes escoger un mesita tipo cajón o un estante como el de la foto.

1993.

Negro, también para pisos pequeños

Sobre todo si lo combinas con el blanco, que es el color que más multiplica la luz. Aquí se ha optado por el blanco en las piezas más grandes y pesadas visualmente, como el sofá y el aparador, y el negro se ha reservado para los detalles y para alguna pieza destacada, como las estanterías. Al estar abiertas y sin trasera, no saturan tanto el ambiente. 

1994.

Una pared de espejos

Los hay muy decorativos y amplían el espacio con su reflejo. Además, proyectan la luz con lo que en salones pequeños y oscuros, es un recurso infalible. Decora una pared con varios modelos. Un solo espejo grande, a modo de ventana, también “abrirá” la habitación. Sofá a medida de Pepe Llaudet, mesa de centro de India & Pacific, puf de Coco-Mat y lámparas de Merc&Cía.

1995.

Sofá en L o en U

¿Sois muchos a sentaros en el sofá? Entonces elige un diseño en L (esquinero) o en U, mejor que dos sofás. Eliminas brazos que ocupan sin que resuelvan la zona de asientos y siempre se puede sentar alguien en la esquina. Mesa, puf, alfombra y lámpara de pie en Kenay Home, espejo de Taimo, mesa auxiliar redonda en La Maison y flexo en Avanluce.

1996.

Regla de iluminación por esquinas o rincones

Se trata de que cada esquina esté iluminada. Al menos 3 de las 4 que tiene una estancia. Planifica la iluminación por rincones, todos con lámpara de techo, pie, suelo, aplique… Sin zonas sombreadas, el espacio se agranda. Butaca Butterfly diseño de Bonet, Kurchan y Ferrari, sofá de Miki Beumala, mesas de centro, alfombra y lámparas de Bárbara Aurell y mesas auxiliares en Matèria.

1997.

Soluciones de almacén que no lo parecen

Como mantener el orden es primordial para que todo se sienta más espacioso, además de soluciones a medida, incorpora a tu salón cestos y cajas -en estantes, sobre el aparador, en la mesa de centro…- en los que guardar pequeños aparatos, papeles, mandos, mantas… Fuera de la vista y a mano. Sofá de Cuirs, mesa de centro de Sacum y lámpara de pie en Coton et Bois.

1998.

Maxi cuadros

Destierra de la cabeza la idea de que un cuadro grande hace más pequeño el salón. No es así. Decorar una pared con un cuadro de grandes dimensiones agranda ese frente. Sofá de Ikea, mesa de centro de La Maison, cuadro de Cado y cojines de Catalina House.

1999.

Siempre colores claros y luminosos

Deja que predominen blancos y neutros, pero también los tonos luminosos -como amarillos, aguamarinas o verdes ácidos- están permitidos. Sofá de Ikea, mesas redondas de Maisons du Monde, taburete de bambú y mesa auxiliar de madera en Deco & Living y alfombra de Kenay Home.

2000.

Sin comedor

Muchas veces, en los salones pequeños, la solución de abrir la cocina y hacer una barra como comedor facilita prescindir de uno como tal, que reste espacio a diario. Muebles de Carpintería Rimvara, lámparas de techo de Côte Déco, taburetes de Pilma, mesa de centro de Habitat, puf de Zara Home y sofá y alfombra de Ikea.