Lámparas

1851 /2897

1851.

¿Qué puedo hacer para evitarlo?

"Para la construcción o la rehabilitación es importante tener en cuenta la radioactividad de muchos de los materiales utilizados en este último siglo, como el cemento gris, el gres, aislamientos basados en plásticos... Los profesionales de la Bioconstrucción nos decantamos por usar aquellos materiales tradicionales que han demostrado sobradamente su calidad constructiva y su nula afectación para la salud de los seres vivos", sostiene Montse.

1852.

Una lámpara que es una escultura

O lo parece. En este caso, la altura de los techos ha permitido optar por una lámpara de diseño con mucha presencia, que contrasta por su diseño con la arquitectura clásica de este piso. 

1853.

Unos apliques que son decorativos por sí solos

Puestos a iluminar el pasillo, ¡hazlo con estilo! Estos apliques dorados parecen una escultura o una obra de arte mural. Incluso cuando no se usan, son decorativos. 

Apliques de Keisu. 

1854.

Con una pared de cristal

Es un recurso doblemente útil: llevas luz natural al pasillo, que suele ser un espacio poco luminoso, y a la vez le haces más partícipe de la decoración. 

Es un proyecto de la decoradora Jeanette Trensig.
Dormitorio con cabecero gris hasta el techo y mesita de noche pequeña.

Dormitorio con cabecero gris hasta el techo y mesita de noche pequeña.

El Mueble

1855.

Maxi cabecero, mini mesita

Como en este dormitorio, el cabecero se lleva la atención por ser una composición de obra en la pared con listones y en un tono intenso. ¿La mesita de noche? Mini y discreta (ssshhh pero con personalidad).

Dormitorio con cabecero y mesita de noche de madera.

Armarios y cabecero diseño de la decoradora Meritxell-Ribé, banco en Sacum y lámparas de sobremesa de Vibia.

El Mueble

1856.

De diseño ligero

Puede que busques una pareja liviana de cabecero y mesita de noche porque el dormitorio es pequeño o porque lo exige su distribución. Entonces las mesitas voladas aligeran el conjunto: puedes instalarlas en la pared o, como aquí, en un cabecero rectilíneo que separa zona de descanso y vestidor.

Comedor con mesa cuadrada grande y gran lámpara y alfombras

1857.

Protege los suelos y suma calidez extra

Vestir el suelo de casa con alfombras es una apuesta doblemente acertada: protegerás las zonas más sensibles, como la zona del comedor, la de los sofás o el recibidor, pero a la vez decorarás y darás un extra de calidez, haciendo más agradable la pisada.  

Recibidor de casa centenaria con aparador y vistas a la puerta de calle

1858.

Una casa inspirada en una ciudad jardín inglesa

Esta casa tiene historia. Y se nota con solo poner un pie en el recibidor. Y es que pertenece a una colonia de viviendas unifamiliares inspiradas en la ciudad jardín inglesa de Ebenezer Howard. La casa de Isabel, que está situada a un paso del centro de Madrid, es de 1950 y, como el resto de la colonia, está protegida, por lo que en su rehabilitación se ha respetado al máximo su historia. 

Aparador de herencia. Alfombra de sisal con ribete de loneta de KP. Tarima de madera de roble recuperada y teñida.

1859.

¿Organizar los papeles en categorías?

Kondo divide los documentos en 3 categorías: pendientes, importantes y de consulta diaria. Pero los que critican el sistema se plantean si todos los papeles están en una de estas 3 categorías o si es posible siempre organizarlos así. Además, para esto hay que destinar un archivador al menos para cada "montón".

Dormitorio de lino y mesita cin cajones.

Cabecero de La Redoute Interieurs.

El Mueble

1860.

Una pareja funcional

Si eres de las que no puede vivir sin cajones en la mesita de noche, elige un diseño ad hoc como este multicajones y combínalo con un cabecero en el mismo tono, de diseño menos pesado. Aquí, en blanco y tapizado. 

Dormitorio con cabecero tapizado.

Cabecero y colcha de La Maison y mesita de noche de mercader de Venecia.

El Mueble

1861.

Cabeceros tapizados, los más versátiles

Quizá son los más fáciles de encajar ya que la tela que elijas harás que coordine con la mesita. En tonos neutros o color, tejido liso o con trama. Copia esta pareja: cabecero en tela tono tierra y diseño horizontal y una mesita auxiliar de línea escultórica.

Cabecero de obra con hornacina.

Cabecero y vestidor diseño de Glow Rehabilita.

El Mueble

1862.

Cabecero de obra con hornacina

Cuando en el dormitorio se ha optado por una solución de obra con una hornacina que hace de apoyo no son necesarias las mesitas de noche, pero si "la necesitas" a tu lado de la cama, basta con un taburete o mesa auxiliar pequeña.

 

Cabecero de rafia y mesita de madera.

Cabecero de Nice Home Barcelona y mesita de noche de Cottage Little House.

El Mueble

1863.

Cabecero de rafia y mesita de madera

En este caso se trata de un cabecero realizado a medida. La rafia admite mesitas de noche en madera para lograr un ambiente natural, pero también unas metálicas para darle actualidad.

Mesita antigua y pared del cabecero con papel pintado.

Mesita de El Rastro, lámpara de sobremesa de Ristori y papel pintado de Lara Costafreda en Coordonné.

El Mueble

1864.

Mesita antigua y papel pintado

Porque aunque no haya un cabecero como tal, la pared en la que apoya la cama cumple su función y su decoración es fundamental. Funciona un papel pintado fresco y colorido con una mesita en madera de diseño antiguo. Truco: haz que una colorida lámpara de mesa acapare miradas.

Dormitorio con cabecero y mesita de noche de madera.

Cabecero de roble natural diseño de Estudio Sosters realizado por Fusteria Mínguez y apliques en Let's Pause.

El Mueble

1865.

Mismo acabado, diseño moderno

Ya sean mesitas de noche exentas o de las que se integran en el cabecero, que ambas piezas tengan el mismo acabado no es sinónimo de aburrimiento. ¿Buscas una combinación moderna pero elegante? Mantén un diseño de líneas horizontales en ambas piezas y, además, conseguirás que el frente parezca más ancho.

Dormitorio gris con mesita clásica.

Mesita de noche y lámpara en Coton et Bois y cuadros en Cottage Little House.

El Mueble

1866.

Cabecero 'fondo de armario' y mesita clásica

Un cabecero realizado con listones a modo de zócalo es la base perfecta en la que encajar cualquier estilo de mesita de noche. Aquí, la más clásica o rústica. Acertarás si pintas el zócalo en el mismo color que las mesitas.

Dormitorio con cabecero alto.

Cabecero de Miki Beumala, mesita de noche y lámpara de Kave Home.

El Mueble

1867.

Cabeceros altos para techos elevados

Cuanto la altura del techo del dormitorio es excepcional, entonces “viste” la pared con un cabecero vertical, como este en capitoné que se acompaña de una mesita de noche en madera teñida en el mismo tono claro.

Dormitorio con cabecero tapizado con tachuelas y mesita de noche.

Cabecero diseño de Bárbara Siegfried, mesita de noche en B&B y lámpara en Kenay Home.

El Mueble

1868.

Cabecero tapizado con tachas

Las tachuelas o tachas sirven para darle un toque clásico al cabecero pero también para personalizar un modelo rectilíneo. Olvídate de la idea de que usarlas aporten siempre clasicismo. A su lado un tronco o una mesita en bloque de madera.

Dormitorio con cabecero de puertas antiguas.

Mesita de noche en La Maison y lámparas en Coton et Bois.

El Mueble

1869.

¡Cabecero a la vista!

¿Es el cabecero la estrella del dormitorio? Entonces elige unas mesitas de noche sencillas y discretas. Si te gusta el riesgo y la originalidad, copia el cabecero de este dormitorio, realizado con una puerta de anticuario, restaurada y pintada en un color llamativo. A su lado, mesitas en madera natural.

Dormitorio con cabecero blanco y mesita verde.

Dormitorio con cabecero blanco y mesita verde.

El Mueble

1870.

Mesitas de noche de color, cabecero neutro

Lacadas, con toques dorados, en color… las mesitas de noche son un elemento con el que poner una nota diferente en el dormitorio. Para cederles el protagonismo, el cabecero sencillo, recto y en tono neutro. Aquí, cabecero blanco sobre el blanco de la pared y verde en la mesita.

Dormitorio con cabecero cerámico y mesita de noche blanca.

Aplique de Marset en Susaeta Iluminación.

El Mueble

1871.

En madera y blanco

Esta pareja cromática es perfecta para lograr una atmósfera sosegada en el dormitorio. Úsala en el acabado tanto de la mesita como del cabecero. Los cabeceros en madera clara (ya sea una pieza exenta o el revestimiento que decora la pared principal) encajan con mesitas en blanco de cualquier estilo.

Cabecero de obra y mesita en fibra

Lámpara de techo de Catalina House y espejo en India & Pacific.

El Mueble

1872.

Cabecero de obra y mesita en fibra

Una combinación de mesita de noche y cabecero fresca y ligera. Un cabecero de obra o zócalo en blanco animado por un puf de fibra que hace las veces de mesita. El remate 10: la lámpara de techo también en fibra.

Cabecero y mesita con el mismo acabdo en madera.

Mesita de noche y cabecero de Carpintería Rocas.

El Mueble

1873.

Cabecero y mesita coordinados en madera

Elegir el cabecero y la mesita de noche en el mismo estilo y acabado nunca falla. Aquí, una combinación perfecta para dormitorios dormitorios pequeños: con espacio de almacén en la mesita y en el mismo acabado en madera clara.

Dormitorio con cabecero de lino y mesita de noche.

Cabecero, mesita de noche y lámparas de Coton et Bois, alfombra de Gra y espejo de Home Design International.

El Mueble

1874.

Estilos diferentes para cabecero y mesita

Puedes decorar con piezas de diferente estilo. Eso sí “han de llevarse bien. La mezcla es plena tendencia”, dice Rebeca. Una mesita en metal negro -de línea entre contemporánea e industrial- rompe el clasicismo de un cabecero alto tapizado.

Baño con suelos porcelánicos.

Mueble de Ibirrinaga Cocinas y Baños, suelo de Bilbu Cerámicas, aplique de Maisons du Monde, lavabo en Leroy Merlin, taburete en El Viejo Almacén Antigüedades, papel de Thibaut en Tapicería Toral y alfombra en Aramara.

El Mueble

1875.

Suelos porcelánicos, los más resistemtes

Como hemos comentado, los suelos porcelánicos para el baño son una gran opción. Son duraderos, antideslizantes y muy resistentes. Si lo usas en el baño evitarás resbalones. A nivel decorativo, los encontrarás en casi cualquier acabado para que puedas elegir la estética que más te guste: madera (como ya hemos visto), granito, mármol, piedra… Precio: 39 €/m2

Consola con alas.

Consola de El Viejo Almacén de Antigüedades y lámpara en La Trastienda de Doña Casilda.

El Mueble

1876.

Un gran ayudante

La consola sirve de apoyo y también para que otros elementos decorativos cumplan su función en el recibidor. Como por ejemplo, la lámpara de sobremesa para ofrecer un punto de luz de ambiente acogedora.

Recibidor con consola clásica.

Consola, de Sandra Marques, espejo de Maisons du Monde y lámpara de sobremesa, de India & Pacific.

El Mueble

1877.

Llena el ambiente

Tan solo con su presencia, la consola consigue crear un recibidor en cualquier rincón, por pequeño que sea. Junto con una lámpara de sobremesa y un espejo obra su magia y decora la estancia.

Consola blanca de estilo romántico.

Consola, de Vtv, espejo de Muladara y lámpara de Cottage Little House.

El Mueble

1878.

Estilo romántico chic

En tonos suaves y combinados con colores pastel crearás un ambiente romántico. 

1879.

En el descansillo

Convierte el descansillo en un recibidor lleno de estilazo con apenas 4 piezas: una silla, una lámpara de sobremes, un espejo y por supuesto una consola. ¿Fácil, verdad?

1880.

Adiós a la practicidad

Buscamos una decoración bonita para la mesa de centro pero no hay que olvidar que si la usamos cada noche para cenar, entonces habrá que escoger una solución que, al mismo tiempo, sea funcional. Usa bandejas, agrupa los objetos deco en ellas y bastará con moverlas para tener la superficie despejada.

Sofá, mesa de centro y auxiliar y lámpara en Coton et Bois. 

1881.

Olvidarnos de decorar debajo de la mesa de centro

Allí hay vida también. Si se trata de un diseño con balda inferior hay que decorarla, aunque creas que no se ve. Y si tiene patas, es el hueco perfecto debajo del sobre de la mesa para colocar una o varias cestas, ya sean decorativas o para organizar mantas.

Mesa de centro de Meritxell Ribé-The Room  Studio, alfombra en B&B, sillas modelo CH20 de Carl Hansen y lámparas de techo Soho de Marset.

 

1882.

Decorar la mesa de centro solo velas

Las velas funcionan bien pero no puedes poner únicamente velas de varios tamaños en la mesa de centro y ya. De nuevo: ¡error! Debes agruparlas, colocarlas en vasos o candelabros e incorporar otro elemento decorativo.

Sofá y mesa de centro de Maisons du Monde, butaca y banqueta en Pomax Collection y lámpara en Santa & Cole.

 

1883.

Dejar los mandos de los audiovisuales a la vista

Otro error. Ya sabemos que no podemos vivir sin mandos pero nada de dejarlos a la vista. Deben ir al cajón o a una caja. Es tan sencillo como elegir una bonita para decorar y tener así los mandos ocultos pero a mano.

Sofá a medida de Pepe Llaudet, mesa de centro de India & Pacific, puf de Coco-Mat y lámparas de Merc&Cia.

1884.

Recargar demasiado la mesa de centro

“Es típico poner colecciones, ceniceros, bolas de cristal y adornos varios que recargan. Con tanta cosa se pierde la elegancia”, explica la interiorista y anticuaria Dafne Vijande. Decora con la máxima de que menos es más.

Mesa de centro y auxiliar en Bois et Fer, sofá en Tellechea, alfombra de KP y butacas y puf tapizado en Deco Lur Sofá.

1885.

7. La regla de los decoradores: tríos cromáticos

Los decoradores recomiendan no usar más de tres colores, máximo cuatro si uno de ellos es neutro, para decorar un ambiente, porque se corre el riesgo de saturar en exceso el espacio y crear un batiburrillo cromático. Aquí, por ejemplo, se han combinado dos colores para las paredes: un gris antracita en el acceso al dormitorio y un topo en la pared del cabecero, y se han complementado con el verde de la ropa de la cama. El blanco, como neutro y presente en la ropa de cama, el techo y las paredes de acceso del dormitorio, sirve de nexo común entre los tres. 

1886.

Un mix luminoso y colorista

Son las lámparas Bell que cuelgan sobre la península de la cocina. El amarillo mostaza aporta luz y calidez al azul dominante. 

Mesa de madera de pinto natural, sillas Huma, de Expormim, y lámpara de comedor Twiggi de Foscarini, en The Room Studio. 
Dormitorio de primavera con fibras naturales en mesitas y lámparas suspendidas.

Banqueta, de Let's Pause. Lámparas, de Catalina House y espejo, de India & Pacific.

El Mueble

1887.

La fibra, el material 10 para refrescar

En este dormitorio los detalles en fibra natural en muebles y complementos —mesitas de noche y unas originales pantallas en las lámparas— consiguen el estilo fresquito de primavera. 

Dormitorio de primavera con puerta recuperada de cabecero y gran lámpara de fibra.

Banco, de Jordi Batlle y alfombra, en Papiol.

El Mueble

1888.

Con madera y fibra

El entramado ligero de esta lámpara de techo consigue que, pese a su tamaño XXL, no resulte pesada en la decoración. Más bien al contrario, suma personalidad y refuerza el toque natural, que tanto nos gusta, de este dormitorio de primavera.

Dormitorio con papel pintado verde y blanco.

Banqueta restaurada por Ruedeco, lámpara de techo de Natura Casa y papel pintado de Lara Costafreda en Coordonné.

El Mueble

1889.

El romanticismo llega en primavera

En este dormitorio es primavera todo el año. Alegre y colorista y lleno de naturalidad gracias al uso de las fibras vegetales de la alfombra y la lámpara de techo. 

Dormitorio con paredes color rosa y cabecero tapizado hasta el techo.

Cabecero realizado a medida por Tapicería Marcasal. Taburete de madera, en la Maison, mesita de noche de Miv Interiores, lámparas de techo, en Doméstico Shop y alfombra beige en Matèria.

El Mueble

1890.

Romántico y del siglo XXI

Un dormitorio millenial: romántico, sencillo y donde el menos es más.

Dormitorio abuhardillado con techo de madera.

Cabecero y aplique, en Miv Interiores y butaca, en Scandi.

El Mueble

1891.

Baño de calidez

Los colores tostados de la madera aportan calidez a este dormitorio de montaña.

Dormitorio abuhardillado con cabecero de capitoné en rosa.

Cabecero realizado a medida por Tapicería Deco Lur Sofá; banqueta de Arterole Home; alfombras de KP y apliques, de Faro, en Susaeta Iluminación.

El Mueble

1892.

Estilo asegurado

Decorar el dormitorio con rosa es caer rendidos ante el estilo que conseguirás en la estancia. Fresco, jovial y moderno. Ah, y por supuesto romántico. 

Dormitorio con paredes de piedra y lámpara de araña.

Butaca, de home Design International, lámparas de Coton et Bois y alfombra gris de Zara Home.

El Mueble

1893.

Texturas que abrigan

Cortinas vaporosas, plaids gustosos, alfombras de pelo largo y muchos elementos furry. Todo invita a pasar una velada romántica envuelta de texturas agradables al tacto. 

Dormitorio con vigas y ropa de cama magenta.

Espejos y apliques, en Cottage Little House.

El Mueble

1894.

Romanticismo a medida

Aprovecha al máximo cada centímetro de tu dormitorio para conseguir almacenar todo lo que necesites y mucho más con muebles a medida.

Dormitorio romántico con lámpara de araña.

Banqueta, en India & Pacific, lámpara con pantalla de lino, en Carolina Blue, silla y alfombra, en La Maison.

El Mueble

1895.

Detalles románticos

Un mueble o un accesorio decorativo con personalidad suficiente puede ayudarte a conseguir el ambiente romántico que buscas, como en este caso la lámpara de techo. 

Salón pequeño con sofá blanco y estantería con boiseries.

Salón con sofá a medida con tapicería Marcasal.

El Mueble

1896.

De los salones que nunca pasan de moda

Un salón contemporáneo, pero en la dosis justa de modernidad para que nunca pase de moda. El blanco es protagonista, dinamizado con alguna nota de color. Nos gusta la librería.

Salón con sofá beige, mueble de la televisión blanco y con un gran ventanal que comunica con la terraza.

Salón con sofá a medida de Tapicería Gavá, mesas de centro en Tierra Extraña.

El Mueble

1897.

En perfecta armonía

La combinación de diferentes tonalidades de tonos neutros y tierras siempre es un acierto. Basta con incorporar alguna nota de color para levantar el ambiente.

Salón moderno con chimenea y butaca y salida al jardín.

Salón con butaca de Pepe Peñalver, mesa de centro y espejo en Meritxell Ribé-The Room Studio, lámpara de pie de Muuto y alfombra en B&B.

El Mueble

1898.

Contemporáneo y con estilo

Líneas rectas y sencillas paro en un salón muy personal gracias a la combinación de colores y los muebles justos.

Salón de casa de campo con pared de piedra y vigas.

Salón con sofás, mesa de centro y alfombra en Dimoni Gros Interiors, butaca en Coton et Bois y lámpara de techo de Ferros D'Art Cadenas.

El Mueble

1899.

Al más puro estilo campestre

Techos de madera, paredes de piedra y una decoración country que rompen muebles que dan carácter al salón: la mesa de centro de aire industrial y la lámpara de cristal que cuelga del techo.

Salón rustico actual con sofá rinconero de color gris, mesas auxiliares de metal y madera y complementos de fibras naturales.

Salón con sofás y chaise longue de Maisons du Monde y mesa de centro y auxiliar de Coton et Bois.

El Mueble

1900.

Una invitación a parar el tiempo

En este salón actual y confortable el tiempo se detiene. El sofá repleto de cojines invita a tumbarse. Los ventanales son el marco perfecto que llena de luz la habitación. Los complementos ponen la nota personal.