Cuando pensamos en decorar una casa lo primero que hacemos es pensar en el mobiliario, el color de las paredes o la iluminación. Pero, ¿y el suelo? En lo que a decoración y estilo se refiere, un suelo bonito y de calidad es un factor muy importante que determinará la calidez y el confort de la casa. El parquet, los suelos vinílicos, laminados, el gres porcelánico, el microcemento... El abanico de opciones es muy amplio y cada uno tiene sus propiedades y tipo de instalación. Antes de decidir qué tipo de suelo quieres, es importante tener en cuenta los metros cuadrados a cubrir y el presupuesto del que dispones. En este artículo te explicaremos las propiedades de los diferentes tipos de suelo y en qué estancia puede quedar mejor un pavimento u otro.
Suelos cerámicos: variedad y resistencia
Los últimos avances en tecnología digital permiten a la cerámica reproducir con realismo cualquier tipo de material: maderas, cemento, piedras y hasta metales. Es más competitiva que muchos de estos materiales porque se trata de un material duradero y de mínimo mantenimiento.
El precio mínimo para un suelo cerámico lo encontrarás alrededor de los 20 € por metro cuadrado. De manera que para un piso de 80 m², poner un suelo de cerámica básico saldría por unos 1.600 €.
Los suelos de cerámica que tienen una mayor demanda en la actualidad son los que reproducen madera y piedra, en formatos grandes y rectificados, diseños que tienen precios a partir de 35 €/m2.

PAREDES Y SUELOS
Las 7 tendencias en cerámica: ¡déjate sorprender por lo más nuevo!
El parquet: un clásico atemporal
Cálidos y elegantes, lo suelos de parquet tienen fama de ser caros, sin embargo, hay un amplio rango de precios. Para instalar un suelo de parquet de buena calidad a un precio ajustado hay que elegir formatos pequeños y diseños rústicos, muy de moda. Por ejemplo, un roble europeo rústico, con un formato pequeño de 10 mm de grosor, 40-60 mm de ancho y 200-350 mm de largo, con instalación incluida con pegamento profesional bicomponente de bajas emisiones y barnizado, sale a partir de 45 € por metro cuadrado más IVA.
Otra opción es instalar suelos de parquet solo en solo una parte de la vivienda, como en el salón o el dormitorio, y en el resto de estancias optar por otro tipo de suelos: azulejos (baño), microcemento (cocina)... Por último, ten en cuenta que instalar el suelo de parquet uno mismo –sobre todo, las versiones flotantes de montaje mediante lengüeta y ranura–, puede suponer un ahorro de entre el 30 y el 40 % del coste total.
Suelos laminados: pisada cálida
Los suelos laminados son más resistentes al desgaste y a los arañazos que los suelos de madera natural, con un aspecto y tacto cada vez más logrados y más baratos. El sistema de instalación mediante clic es tan sencillo que permite ahorrarse el coste de la ayuda de un profesional. Y su precio es aproximadamente desde 14,95 €/m2. Contras: Las versiones más económicas no son aptas para los suelos de cocinas y baños, por ejemplo. Se debe tener en cuenta también que estos suelos sintéticos no aceptan restauraciones, al contrario de lo que sucede con los suelos de madera.

REFORMA ESTRELLA
Suelos de madera y laminados: tipologías y ventajas
Suelos de vinilo: impermeables y de tacto suave
Los nuevos suelos vinílicos son extremadamente finos (de 2,5 a 4,5 mm de grosor), lo que hace que se puedan instalar encima del suelo antiguo sin necesidad de corregir puertas y ventanas (es decir, nada de obras, ¡bien!). Debido a su gran resistencia a la acción del agua son ideales para colocar en cocinas y baños. Su precio mínimo es de unos 25 €/m2.
Suelos de microcemento: belleza sin fin
El término genérico donde se incluyen los suelos de microcemento es ‘pavimento continuo’, un recurso técnico y decorativo que cada vez se lleva más a nivel doméstico por su estética industrial (y elegante) y enorme practicidad y confort. Si te decides por esta opción, al existir diversos tipos de pavimentos continuos, es conveniente consultar a un instalador especialista para que determine el más apropiado para tu casa.
Uno de los más utilizados en proyectos actuales es el pavimento continuo de hormigón impreso, un suelo realizado “in situ” partiendo de superficies de hormigón fresco, con el que se consigue un revestimiento superficial uniforme, resistente, duradero y coloreado. Su forma de empleo consiste en aplicar una capa superficial endurecedora y coloreada, usando productos preparados en fábrica y, posteriormente, se procede al estampado de texturas mediante moldes con distintos diseños de formas, que reproducen materiales nobles, pétreos o cerámicos. El resultado es tan variado y atractivo como ventajoso a nivel técnico. Sus principales características y beneficios son su durabilidad, resistencia a las agresiones y el fácil mantenimiento. Es ideal para colocar en cocinas y baños, y exteriores.

DECO ECO
Suelos saludables y sin tóxicos
¿Cuál de los suelos de la galería de imágenes te ha gustado más? ¡Y no vale decir todos!