Espacios pequeños

El salón de esta casa pequeña de madera es un doble lujo. Por un lado, porque disfruta de unas vistas maravillosas al bosque y, por otro, porque aquí nadie se queda sin sitio. En forma de U, da mucho juego tanto para sentarse, como tumbarse relajadamente para leer como echar una siesta. 

No las conviertas en meros expositores de cuadros o adornos. Aprovéchalas para ganar zonas de almacenaje que te ayuden a mantener el orden. Y es que el orden es primordial para lograr un dormitorio acogedor. Una opción es sustituir el muro por un paramento que sea en sí mismo un armario o una librería. Y si combina las dos funciones, mucho mejor.

Retranqueos, esquinas, bajo los muebles… Existen lugares recónditos con grandes posibilidades de almacén. Son zonas muertas –poco visibles muchas veces–, que te ayudarán a mantener el orden. En este dormitorio, el retranqueo de la pared se aprovechó con estantes. En un dormitorio juvenil pequeño puedes colocar un escritorio pequeño o una estantería a medida. 

Porque la escasez de metros no está reñida con esos detalles que harán que te sientas en un lugar mucho más acogedor. Pon tu toque personal con un cuadro que te guste, una colección de tus fotos preferidas, tus velas aromáticas favoritas… Eso sí, ya que no cuentas con mucho espacio, no abuses de los adornos y colócalos donde no molesten. ¡Se selectiva!

Para tu dormitorio, escoge tejidos de lino o algodón en una gama cromática que genere armonía visual. ¡No olvides poner una alfombra que sume calidez! Y sigue la misma línea a la hora de vestir las ventanas. Recuerda que las cortinas también te pueden ayudar a ganar amplitud: telas lisas de colores claros, visillos vaporosos y ligeros, ajustadas al techo y rozando el suelo…

Y lo más importante: que sus medidas guarden proporción con el espacio. Que quepan no es suficiente, lo que debes cuidar es que su relación con el resto de piezas sea cómoda y proporcional. Las mesillas, por ejemplo, pueden convertirse en un estorbo. Por eso, es importante escoger diseños que se adapten al espacio que tenemos disponible: los cajones volados y las baldas ancladas a la pared son dos soluciones perfectas.

El color es el primer recurso decorativo para crear sensación de amplitud. El blanco, el beige, el gris clarito, el greige, así como la gama de los tonos pastel, son colores que amplían visualmente el espacio y multiplicar la luz de las estancias. Además, resultan elegantes y modernos. Por eso, acertarás de pleno si, para decorar un dormitorio pequeño, lo pintas en cualquiera de estos colores, y eliges los textiles en la misma gama cromática. Eso sí: para evitar que la decoración quede plana, juega con distintos tonos del mismo color o bien añade contrapuntos de color a través de los complementos textiles.

Otra regla de oro para hacer acogedor un dormitorio pequeño es respetar la circulación, que puedas moverte cómodamente alrededor de la cama. Así que es posible que tengas que renunciar a un cabecero, pero no desesperes, porque existen muchos recursos decorativos para realzar este frente, como pintarlo de un color diferente al de las demás paredes o cubrirlo con un bonito papel pintado. 

Un truco para lograr una ilusión óptica que amplíe tu dormitorio es decorar con espejos. Puedes crear una vistosa composición con modelos de distintas formas y tamaños en la pared de la cama o revestir todo un frente de armarios con puertas de espejo como se hizo en este caso.

La iluminación es un elemento muy importante para crear una atmósfera acogedora y decorar un dormitorio pequeño. Para iluminar la habitación correctamente se debe realizar una planificación general que sea cálida y no demasiado potente y, posteriormente, centrarse en la ambiental. La opción más habitual es colocar lámparas de sobremesa a ambos lados de la cama sobre la mesilla, aunque los apliques de pared o de suspensión son ideales en espacios pequeños.

Graba esta frase en tu mente: "menos es más". Decora el dormitorio con los muebles básicos, deshazte de lo superfluo, mantén todo en orden y añade materiales y elementos naturales que aporten calma y bienestar. En definitiva: la tendencia del minimalismo cálido funcionará de maravilla en dormitorios pequeños de matrimonio o juveniles.

Esta idea de Egue y Seta para dar intimidad al baño en suite, pero sin renunciar a la claridad, ¡nos encanta! Se ha eliminado el tabique que separaba el baño del dormitorio, ganando metros y sensación de amplitud, y en su lugar se ha diseñado una celosía de madera que separa, sirve de apoyo al mueble de baño y decora por sí sola. Una idea estupenda para casas pequeñas modernas. 

Este piso es (casi) lo que ves, porque se trata de una buhardilla de 32 m² reconvertida en mini piso. Y la solución mágica ha sido el gran cerramiento acristalado que separa la zona de día del dormitorio en suite. Zonifica, no frena el paso de la luz y da profundidad visual, lo que contribuye a ampliar el espacio. Además, el murete sirve de apoyo del cabecero, por un lado, y del banco del mini comedor, por el otro. ¡Nos encanta!

Si tienes un rincón desaprovechado en la cocina, ¡conviértelo en una barra de desayunos! Inspírate en esta solución de la decoradora Natalia Zubizarreta. Y es que basta con unos 45 cm de fondo –el espacio mínimo recomendado para que quepan los platos– y unos 120 cm de largo para que quepan bien dos personas –cada comensal ocupa unos 60 cm–. 

En casas pequeñas siempre falta espacio para guardar. Por eso la decoradora Marta Prats decidió prescindir de recibidor en este piso de 70 m² y aprovechar el espacio con un armario camuflado para la ropa de calle. Además, da continuidad con los armarios de la zona de salón. 

Este "tabique" móvil es una de las muchas soluciones ingeniosas que la estilista de El Mueble y decoradora Olga Gil-Vernet llevó a cabo en este piso pequeño de apenas 80 m². Se trata de una corredera que funciona como panel y que separa el despacho del salón. Así, cuando se cierra este espacio se convierte en un dormitorio. Y cuando está abierto, es una extensión visual del salón. Otra idea para copiar: el panel corredero del mueble del salón, que esconde el televisor. 

¿Tienes un baño interior sin luz natural? Inspírate en esta propuesta de Marta Tobella para inundarlo de claridad. La decoradora convirtió el muro que separaba el baño del dormitorio en una pared de cristal. Y para no renunciar a la claridad, se cerró con una veneciana, cuyas láminas fácilmente graduables dan mucho juego. 

Esta idea de Iñaki Mujika es una de nuestras soluciones preferidas para aprovechar al máximo, sin recargar, un dormitorio pequeño. El interiorista convirtió la pared del cabecero en un gran centro de almacenaje que integra armarios en la parte superior, el cabecero, a modo de hornacina y las ingeniosas mesillas de noche, que cuentan con una balda extraíble cuando se necesita y, cuando no, no suponen un estorbo. ¿Quieres ver el resto de ideas de esta casa?

Este baño es pequeño, pero la decoradora Marta Tobella supo sacar partido de su planta alargada con buenas soluciones. Primero, destinó la ducha al fondo, lo que da más sensación de amplitud, y prescindió de una mampara al uso y optó por un mini panel acristalado que suma estilo. Y en segundo lugar aprovechó el murete del inodoro suspendido con un pequeño armario a medida para geles y demás productos de aseo, un complemento muy práctico al mueble de baño.

En casas pequeñas, abrir la cocina a la zona de día es una de las reformas estrella. Pero, no siempre es la mejor solución, porque "pierdes" una pared que te puede ser de utilidad como apoyo de mobiliario. En estos casos, un murete puede ser una gran solución, como en este salón reformado por Mireia Masdeu. El murete sirve de apoyo al mueble del estar, por un lado, y los muebles de la cocina, por el otro. Y, además, deja pasar la luz entre ambos espacios y los comunica, dando más amplitud visual. No te pierdas el antes y después de este piso y sus fantásticas ideas.

Si no quieres tener una cocina abierta a la zona de día, una solución muy práctica es planificar un pasaplatos, que puedas abrir y cerrar según desees, y que no solo llevará luz a la cocina, sino que la ampliará visualmente al ganar profundidad visual. En este ático de 58 m², el equipo de Mengíbar Blanco Estudio lo completó, además, con una práctica barra. 

Pequeñito y compacto, pero muy capaz. Así es este comedor tras pasar por el ingenio de la decoradora Marta Tobella. La decoradora apostó por un banco en L, porque ocupa mucho menos que las sillas convencionales y ofrece, además, más plazas de asiento. Además, tiene el sobre abatible, por lo que cuenta con espacio extra para guardar.  Una estantería abierta sirve de trasera del banco y separa el recibidor sin restar luz. No te pierdas el resto de soluciones magistrales de este piso de 80 m². 

Esta solución nos parece genial para ganar una cama extra cuando el espacio es realmente muy reducido o, como en este caso, si además necesitas sacar camas extras de cada cm. La decoradora Natalia Zubizarreta aprovechó la librería del salón de este pequeño apartamento de verano para integrar una cama abatible que, cerrada, pasa totalmente desapercibida y además no ocupa espacio. 

Lo hemos dicho muchas veces: las zonas de paso pueden ser un gran alijo de metros en casas pequeñas. Y prueba de ello es esta solución de la decoradora Pia Capdevila para este piso de apenas 60 m². La interiorista trasladó el almacenaje de la cocina, que está abierta, en el pasillo con tres módulos de suelo a techo que reúnen la despensa y la zona de almacenaje, con platos y vasos. 

En este dormitorio pueden dormir, cómodamente, 6 personas sin estrecheces. Una solución fantástica que la decoradora Marta Tobella, de Sacum, ideó para ganar camas en este apartamento de verano de 60 m², en el que siempre se suma gente a dormir. Y, cuando la litera no se usa para dormir, este espacio se convierte en una relajante zona de chill out con vistas al mar. 

En cocinas pequeñas, lo ideal es concentrar despensa y electrodomésticos en columna en una misma zona. Si es en la entrada, como aquí, mejor, porque quedará oculta por la puerta y ganarás sensación de amplitud. Incluso puedes combinar diferentes fondos para optimizar mejor el espacio: calcula 60 cm para los electrodomésticos y 30 cm para la despensa.

¿Quién dice que no se puede tener un mini rincón de office en una cocina pequeña? Puedes aprovechar un rincón con una barra de desayunos. Piensa que para que sea cómoda, debe medir, al menos, 45 cm de fondo, y calcula unos 60 cm por persona. Otra opción es una mesa abatible, la ventaja es que, cuando no la usas, se puede plegar sin restar espacio. También puedes tener una barra prolongando la encimera tan solo unos 20-30 cm, lo suficiente para que te quepan las piernas. 

Panelar los electrodomésticos no sumará metros, pero sí que es una solución muy eficaz para ganar sensación de amplitud visual y, además, orden. Ten en cuenta, sin embargo, que siempre se pierde un poco de capacidad. Pero puedes complementarlo con un congelador bajoencimera integrado, que te va a dar más espacio de almacenaje y permite, a su vez, que no quede visto. 

Si tu cocina es muy pequeña y necesitas ganar espacio de almacenaje sea como sea, aprovecha el antepecho con barras para colgar. Son muy útiles para tener los utensilios de uso diario a mano y, si los eliges estilosos y los mantienes en orden, la barra será un elemento decorativo por sí sola. 

Si no quieres abrir por completo la cocina al salón, una solución muy práctica es planificar un cerramiento acristalado, que abra visualmente este espacio a la zona de día. Con ello, no ganarás metros útiles, pero sí multiplicarás la luz natural, que contribuye a que un espacio se vea más amplio de lo que en realidad es. Y si, además, apuestas por muebles claros y una encimera blanca, mejor. 

En cocinas cerradas, cambiar la puerta abatible convencional por una corredera es un must. Con ello, puedes ganar hasta 1,5 m² útiles y, además, da mucho más juego, porque puedes disfrutar de un espacio semiabierto cuando lo desees o cerrado, evitando que humo y olores se filtren en el salón. 

Es un hecho: los cajones aprovechan mejor el espacio y son más cómodos que los armarios. Y, en cocinas pequeñas, son la mejor opción para sacarle el máximo partido a cada cm de almacenaje. El único pero es que son más caros que los armarios. 

No lo dudes y elige muebles a medida. La inversión será un poco superior, pero podrás optimizar al máximo cada cm de tu cocina. En esta cocina, por ejemplo, la decoradora Lory Hansen habilitó en la pared del fondo una zona de barra que se prolonga desde la encimera y aprovechó los ángulos con un armario y un par de baldas para almacenaje extra. 

Cuando la cocina es pequeña, lo ideal es abrirla a la zona de día, porque ganas metros. Además, si al abrirla te queda una zona de paso, puedes 'anexionarla' a la cocina dándole una utilidad. Por ejemplo, con una pequeña barra, como aquí. Así la zona de paso se convierte, además, en mini office.

En cocinas pequeñas, apuesta por camuflar la campana extractora. En este sentido, son muy útiles las telescópicas, que se integran en la encimera, como la de la imagen, o las integradas en la placa de cocción, aunque son mucho más caras. Otra opción muy práctica son las campanas que se ocultan en un armario: no se ven y puedes aprovechar el interior del armario para especias, por ejemplo. 

No por tener una cocina pequeña debes renunciar a las comodidades que ofrecen algunos electrodomésticos "prescindibles", como el lavavajillas. Una buena opción es apostar por electrodomésticos compactos. Aunque suelen ser más caros que unos estándar, merece la pena si vas justa de espacio. Hay lavavajillas de 45 cm de ancho y hornos desde 38 cm de alto en vez de 60 cm. Si eres de cocinar poco puedes elegir una placa de solo dos fuegos y liberar, así, espacio de encimera. También son útiles los equipos dos en uno: horno-microondas o lavadora-secadora.

En cocinas pequeñas, es básico llevar los armarios de suelo a techo y no dar ni un cm por perdido. Hay firmas de mobiliario que aprovechan, incluso, los zócalos. Son muy útiles, también, los módulos rinconeros con cestas extraíbles, aprovechar las esquinas con estantes, cajones con doble fondo, un cajón bajo el horno para sartenes –como en esta cocina–, botelleros en los bajos de un banco...

Cierto que al planificar tu cocina cuadrada, especialmente si carece de metros, te aconsejamos que te decantes por acabados atemporales como la madera y el color blanco. Pero también es cierto que puede llegar a ser un poco aburrido, por lo que puedes utilizar los complementos para llevar el color. Aquí se ha colocado una alfombra vinílica con acabado hidráulico que aporta un toque alegre. 

Como no podía ser de otra manera, en esta mini cocina el blanco es el color protagonista. Y es que, mires donde mires, inunda el espacio. Desde el techo, al suelo y, por supuesto, pasando por los muebles. Y para darle un puntito más personal (además de los frentes de armario con molduras y acanalados) se han colocado unos tiradores de cuerda. 

Aunque son las penínsulas las que suelen delimitar el espacio de las cocinas pequeñas cuadradas que también son abiertas, si no necesitas una zona para desayunar o comer, emplea ese espacio extra para añadir un módulo de almacenaje más. Para que el efecto sea más ligero, mejor si cuenta con fondo reducido, como el de esta cocina gris. 

Una cocina pequeña no está reñida con el estilo. En esta, la elegantísima península de madera de nogal y el suelo de damero limitan su forma cuadrada, pero también sirven para dar carácter y personalidad a la sencillez de los muebles blancos. Un contraste que, además, funciona como nexo entre la cocina y la estancia a la que está abierta. 

Las cocinas en blanco y negro son sinónimo de atemporalidad. Y cuando el espacio es reducido y cuadrado también es una apuesta que no falla. En esta propuesta, los muebles blancos encuentran su contrapunto en la encimera y antepecho negros. Pero lo que más destaca y cierra el conjunto es la península abierta con patas metálicas en negro, que permite que la mirada se extienda hasta el final de la estancia, sin restar amplitud. 

Esta cocina cuadrada encuentra en la ventana que la llena de luz a su mejor aliado, que ha permitido que los muebles luzcan de un moderno y cálido gris perla. También el antepecho y encimera porcelánicos y con acabado marmolado son clave para que la amplitud no se vea comprometida. ¿La calidez visual? La aporta el suelo cerámico con acabado madera. 

Si tu cocina cuenta con ventana, enhorabuena. Especialmente si es cuadrada y pequeña. Porque, aunque tengas que renunciar a algo de almacenaje, el espacio se verá beneficiado por la luz natural. Y no todas sus paredes han de contar con armarios altos y bajos, los estantes abiertos pueden sumar espacio para guardar y decorar al mismo tiempo. Un consejo: antes de decidir cómo será el mobiliario haz un plano de tu cocina pequeña para acertar con la distribución y, especialmente, las instalaciones de fontanería. 

Pero una cocina con distribución en U y forma cuadrada también puede ser clásica, con molduras en los frentes de los armarios y tiradores de asa. Para ello, el blanco vuelve a mandar: desde los muebles a la encimera y pasando por el antepecho. Y para darle un aire marinero muy refrescante no faltan los complementos en azul. 

Sin duda, el blanco es el color preferido de las cocinas pequeñas. Y es que es una garantía de atemporalidad, elegancia, estilo y amplitud. Y más aún si la diseñas también con la encimera en blanco. Ahora, la calidez tendrás que llevarla a través de los complementos, bien sean unos taburetes de madera y fibra natural u otros accesorios como macetas, tablas de cocina, paños de colores cálidos...

Y es normal, ya que en cocinas pequeñas (ya sean cuadradas o alargadas), la mejor opción es decantarse por unos muebles de cocina de colores suaves, como este topo claro, blanco o beige. Así la amplitud y la luminosidad están garantizadas. Para incluir algo más de vitalidad, puedes emplear el mismo color pero en una gama más oscura. Mira en esta cocina, que la parte superior, incluida la campana, se han pintado de un color topo más oscuro.  

Una opción muy extendida en cocinas cuadradas es abrirlas para que se vean más amplias. En esta, tan solo una pared cuenta con muebles de suelo a techo, mientras que el resto está despejado. Y como nexo entre estancias se ha colocado una península de madera, que encaja tanto con los acabados de la cocina como con los del estar.  

En las cocinas cuadradas y, además, pequeñas, la mejor distribución es la que hace uso de todos los frentes, como esta en forma de U. Y, para que no resulte agobiante, el mejor aliado es el color blanco, presente en los muebles superiores, mientras que los inferiores, con acabado en madera aportan calidez. La falta de metros también hace que sea necesario prescindir de todo tipo de adornos de más, como los tiradores, permitiendo un movimiento mucho más cómodo y eliminando el ruido visual.