Efectos ópticos con cortinas para ganar amplitud en un piso pequeño: 10 trucos que no fallan

Si tienes un piso pequeño, es una regla básica: elige telas de colores muy claritos para las cortinas, blanco, beiges, grises muy suaves..., ya que los colores son un factor fundamental a la hora de intentar cambiar las proporciones de una estancia. Los tonos claros no solo dejarán pasar mayor cantidad de luz y multiplicarán visualmente el espacio, sino que aportan frescura y al mismo tiempo sencillez. 

La luz es un gran aliado para que un espacio parezca más grande de lo que realmente es. Por ello es básico a la hora de decorar un piso pequeño elegir cortinas de telas muy livianas que dejen pasar la luz al interior. ¿Lo mejor? Optar por visillos de telas vaporosas, como las muselinas, el voile, o la organza y los tejidos naturales, como el lino o el algodón, que dejan pasar más luz y no recargan el espacio.

"Hasta el infinito y más allá", clamaba el icónico personaje de la película infantil Toy Story. Pues esa máxima podemos trasladarla a las cortinas. Y es que un truco muy eficaz para ampliar visualmente un espacio pequeño con las cortinas es llevarlas hasta el techo, es decir, colgarlas lo más ajustadas al techo posible. Así, se gana sensación de altura visual y, cuando las cortinas están desplegadas, se genera la falsa impresión que las ventanas son más grandes de lo que son. 

Si llevar las cortinas hasta el techo contribuye a estirar visualmente las paredes, lo mismo ocurre con la cantidad de tela de la cortina. No escatimes con el largo y deja que la cortina descanse unos 10 cm sobre el suelo. Además de que en El Mueble nos gusta más, porque suma elegancia y el espacio se ve más vestido, esos cm extras separarán más el techo del suelo, generando una sensación de altitud que hará que el espacio se perciba más amplio. 

Elegir las cortinas del mismo tono de las paredes creará una sensación de continuidad visual que ampliará visualmente el espacio. Al evitar el salto de color entre la pared y la cortina, el espacio se verá totalmente uniforme e integrado, lo que contribuye a "engañar" al ojo, que no distingue entre pared y cortina. 

En espacios pequeños, menos es más. Por lo que cuanto menos recargada esté la decoración mejor. Unas cortinas lisas, en este sentido, siempre serán un acierto, porque aligerarán visualmente el espacio y contribuirán a que parezca más amplio. Unas cortinas estampadas, sobre todo si los motivos son grandes y atrevidos, marcarán mucho la decoración y pueden llegar a agobiar. 

Si quieres combinar estor y cortina, para que exista un contraste cromático y el dúo sea más decorativo, es aconsejable combinar dos tonos diferentes. En este caso, como que las cortinas son las que tienen más presencia, se recomendaría reservar para las cortinas el color más claro y para el estor puedes arriesgarte con un tostado o similar. Aquí, la decoradora Marta Tobella ha apostado por un original estor de fibras naturales, que crea un efecto tamizado de la luz muy agradable. 

Aunque hemos comentado que en un piso pequeño siempre es mejor apostar por cortinas lisas en vez de estampadas, las rayas son una excepción. Las rayas verticales crean el efecto óptico de alargar visualmente el techo, y a mayor altura mayor sensación de amplitud. Recomendamos que optes por rayas finitas, tipo diplomática, serán discretas y no recargarán la decoración. Y mejor que la base sea blanca o neutra. 

En espacios mini, es mejor prescindir de cortinas y apostar por estores, porque las cortinas ocupan espacio al plegarse a los lados y de largo –sobre todo si las eliges con un extra largo– y aunque visten mucho, puedes "llenar" una estancia realmente mini. En estos casos, una manera de vestir las ventanas de manera casi invisible son los estores tipo screen, porque bajan paralelamente a la ventana quedando muy pegados y sin restar ni un cm útil. Si, como aquí, los eliges igual que las paredes, simplemente desaparecen creando un look diáfano y minimal que puede ayudar a ampliar el espacio.