Una joven pareja. 60 metros. Su primer piso... Parece el trailer de una película. ¿De un drama quizá? Pues podía haberlo sido, porque ya sabemos que en los momentos románticos las estrecheces no importan, pero cuando necesitas espacio para ti y la distribución no ayuda... ¡ojito!

Ellos querían que su "película" fuera romántica (y comedia también, ¡que no falten las risas!). Así que llamaron a la interiorista Pia Capdevila, quien se encargó de exprimir cada rincón, cada centímetro hasta conseguir este piso, pequeño, pero bonito, luminoso y muy práctico.

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1.

El salón más luminoso

Salón con gran ventanal y una cristalera que separa la cocina.

Sofá Happen, de Sancal, con tela Sahara, de Romo. Mesa de centro y auxiliar, de Mercader de Venecia. Puf, en Merc&Cia y alfombra, de Basarabian.

El Mueble / Pepa Oromí

“Le dimos la vuelta completamente a lo que había. Donde está la habitación-estudio estaba la cocina, y donde está la cocina había una zona comunicada con el salón con puertas correderas. Invertimos ese orden y nos centramos en aprovechar cada centímetro”, nos explica la interiorista Pia Capdevila, responsable de la reforma. Además de la luz que entra desde el balcón y ayuda a la sensación de amplitud, la clave de este piso está en el blanco. Y en sus toques originales, que los hay en cada estancia. 

2.

Un piso en el que el blanco regala amplitud

Salón con comedor con mesa de madera y sillas de mimbre.

Comedor con sillas, de Cado. Lámparas de techo, de Flos. Alfombra, de Basarabian y mantelería, de Filocolore.

El Mueble / Pepa Oromí

“El techo de bóveda catalana estaba oculto, lo descubrimos en la obra, y decidimos jugar con otro falso techo continuo en el resto de la casa. Pusimos las bóvedas antiguas en color blanco, están 'mal pintadas' expresamente. Lacamos a pistola y dejamos todos los desperfectos que existían”, cuenta Pía. ¡Así quedó más auténtico!

3.

Al milímetro

Estantería de obra que se adapta a los retranqueos de la pared.

Mesa de centro, en Mercader de Venecia. Estantería, realizada a medida con DM lacado. Puf, en Merc & Cia. Alfombra, en Basarabian.

El Mueble / Pepa Oromí

Todos y cada uno de los muebles están elegidos al milímetro o hechos a medida. Un ejemplo es la estantería de obra ubicada frente al sofá, que se adapta a los retranqueos de la pared, dejando los estantes con menos fondo para objetos decorativos o colgar la televisión. 

4.

Un comedor ecléctico

Comedor con lámpara negra moderna, mesa de madera y butacas de fibra natural.

Sillas, de Cado. Lámparas de techo, de Flos. Alfombra, de Basarabian y mantelería, de Filocolore.

El Mueble / Pepa Oromí

Con una mezcla de estilos muy personal, el comedor presume de cálido, moderno y actual. La lámpara negra aporta el punto actual, mientras que las butacas de fibra son las responsables de la calidez y el toque más clásico. 

5.

Una ventana que comunica la cocina y el salón

Salón con sofá beige, con mesa de rincón y ventana que comunica el salón con la cocina.

Sofá Happen, de Sancal, tapizado con tela Sahara, de Romo. Mesa de centro y auxiliar, de Mercader de Venecia.

El Mueble / Pepa Oromí

"Queríamos toda la casa en blanco, muy neutro y muy limpio, con un contraste del hierro en negro, y sobre todo resaltar la madera del suelo, que es natural", dice Pía. Otra de las claves del piso fue el ventanal que une (o separa) la cocina del salón, de manera que ambas estancias beben de la luz natural que entra por las respectivas ventanas. Lo bueno de la ventana de hierro y cristal es que "amplía la óptica visual cuando entras al piso y no te topas con una pared blanca. ¡Gana luz!", explica la interiorista. 

6.

¿Barra en una cocina pequeña? ¿Por qué no?

Cocina alargada con muebles blancos y barra de desayunos al fondo.

Mobiliaro, de Meine Kutchen. Revestimiento de pared, de Via Cerámica. Taburete, de Sit Down.

El Mueble / Pepa Oromí

Una de las claves de la reforma fue la cocina. Con los muebles a uno de los lados, se dejó el fondo para colocar una barra de desayunos. "Pusimos una barra con un taburete, como un rincón de desayuno, y lo que tiene de gracioso es que está comunicada con la terraza. ¡Puedes poner fuera otro taburete y que te quede una barra compartida en la ventana!", añade. 

7.

¡Qué azulejos!

Cocina con antepecho con azulejos cerámicos de colores.

Mobiliario, de Meine Kutchen. Revestimiento modelo Patch, en Vía Cerámica. Electrodomésticos, de Bosch.

El Mueble / Pepa Oromí

Toda la casa está en blanco, pero en la cocina se permitieron alguna licencia, como el antepecho con azulejos hidráulicos. "Para que quedara más divertido, apostamos por este patchwork cerámico, ese toque de color más divertido", dice Pia. 

8.

Un pasillo muy útil.

Pasillo con muebles a medida hasta el techo.

Parqué de madera natural, de Avenue. Mesita, de Mercader. Botellitas con flores, de Velafusta.

El Mueble / Pepa Oromí

De los pisos pequeños ¡hay tanto que aprender! "El almacenaje de la cocina, que está abierta, lo pusimos en el pasillo, donde se comunica la zona de día con la de noche. Justo detrás del sofá y del ventanal está la zona de cocina y de cocción, con horno y nevera, pero en el pasillo tenemos tres módulos de suelo a techo que amplían el almacenaje y despensa, con platos y vasos. Todo está a medida ¡y aprovecha hasta el techo!", explica.

9.

La estantería en la que todo cabe

Detalle de estantería realizada a medida.

Estantería, realizada a medida.

El Mueble / Pepa Oromí

¡Aprovecharon bien la altura! La gracia es que tiene diferentes fondos, porque había una chimenea. Sirve para la TV, los libros... Detrás, el dormitorio de invitados y estudio.

10.

Un escritorio-habitación polivalente

Dormitorio de invitados con zona de estudio.

Escritorio, diseñado por Pia Capdevila. Silla, en Cado. Estantería, de IKEA. Estores, de Villanova.

El Mueble / Pepa Oromí

En este cuarto que podría ser de los niños, pusieron un escritorio doble que aprovecha las vistas. ¡Por ahora les sirve de lugar de trabajo!

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En el dormitorio

Dormitorio con colcha de flores y apliques blancos a cada lado de la cama.

Apliques, de Castellani Blancos. Colcha, de Cado. Mesita es de Velafusta.

El Mueble / Pepa Oromí

El dormitorio también tiene acceso a la terraza, lo que baña de luz la estancia. Para ahorrar espacio, en lugar de mesitas de noche, la interiorista se decantó por sendos apliques blancos, que aportan el puntito moderno. 

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Espejo y puertas correderas, ¡más amplio!

Dormitorio con baño en suite.

Espejo, de Velafusta. Linos beige y verde y cojines, de Filocolore.

El Mueble / Pepa Oromí

"Además, pusimos una puerta corredera y un espejo para ampliar visualmente la habitación. Queda bonito y bien aprovechado. La idea era sacar el máximo partido al espacio, pero también aprovechar al máximo la capacidad de almacenaje, armarios y todos nuestros recursos", cuenta Pía.

13.

El lavabo, ¡en el dormitorio!

Baño en suite con mueble blanco.

Armarios y zona de tocado, a medida con diseño de Pia Capdevila. Espejo, de Velafusta.

El Mueble / Pepa Oromí

El dormitorio de un piso pequeño tampoco debe rendirse a la batalla del aprovechamiento. "En la casa solo había un baño, y lo que hicimos fue conseguir dos: un lavabo completo y otro baño con ducha y retrete cerrados, pero con el lavamanos abierto a la suite y que forma parte de todo el modulaje de los armarios". ¡Ojo a esta solución! ¿Un detalle? El espejo incluye luz y almacenaje. Eso sí que es aprovechar el espacio.  

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60 metros que parecen 80.

Plano de un piso de 60 metros cuadrados.

Plano del piso de 60 metros cuadrados.

El Mueble / Eugenia Susel

La casa sólo tiene 60 metros, pero ni un centímetro libre. La cocina está abierta al pasillo, que comunica zona de día y de noche. El comedor, junto a la entrada, tiene la mesa adosada a la pared.

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