Cortinas

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Aquí cortina pero allí no

¿Una ventana sin vestir junto a otra? Lo puedes hacer si el espacio te lo permite. Un salón siempre pide ir más "vestido" pero una cocina te da permiso para no abrigrarla tanto, sobre todo si ya cuentas con un sistema de lamas en el exterior. ¿Y para que armonicen bien? Elige el mismo color de tela que la lama.

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Más largas, más elegantes

Lo habitual para calcular el largo de una cortina es sumar unos 15 cm a la altura de la ventana, pero si te gusta que reposen en el suelo, deberás sumarle 10 cm más. No obstante, ten en cuenta que si tienes un paso estrecho, muebles que abrir o sillas cerca, no será cómodo. 

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Cortinas con faldones

Una idea clásica muy decorativa que ayuda a armonizar espacios distintos. ¿Cómo? Fíjate en el color de los faldones de la cortina del comedor y de los cojines del salón.

Las cortinas están realizadas con telas de Gancedo, como el tapizado de las sillas.

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Espacios redondos, estores que encajan

Si las vistas merecen transparencia máxima, opta por estores que podrás recoger completamente hacia arriba. ¿Y si la ventana es curva? También. Lo único a tener en cuenta es que sean tan cortos como para que puedas unir uno a otro sin hacer demasiado ángulo.

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Todo al doble

Este comedor no podía estar más vestido. Doble cortina. Doble estor. Y todo, desde el mismo techo. De esta forma, las ventanas parecen mucho más altas. Los estores, además, tienen un plus: ayudan a esconder la caja de la persiana, que siempre es antiestética.

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Cortinas para curvas

Son la mejor solución porque la tela se adapta perfectamente a la forma del espacio con un riel curvo. Para que la cortina tenga una caída mejor (y más regular), lo ideal es forrarla. De esta forma, le das más prestancia y también se arruga menos.

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Claridad máxima

Si el espacio cuenta con muebles oscuros, unos textiles en blanco serán la mejor elección. Como ha hecho aquí la decoradora Natalia Zubizarreta. Blanco para sofás pero también para cortinas y estores. Las caídas, con riel y 3 pliegues, aportan mucho volumen.

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Estores sobre las ventanas

Una ideaza, porque de esta forma no tendrás que estar subiendo las cortinas al máximo cada vez que quieras abrir una hoja. Instaladas sobre la carpintería de cada hoja, visten la ventana igual sin darte complicaciones. En este caso, cuanto menos voluminosa sea la tela, mucho mejor quedará.

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Un estor a juego con la carpintería

¿Qué consigue? Enmarcar el exterior como un cuadro y a la vez, separarse del resto de la cocina, que gana así más protagonismo.

Mobiliario de Topcuines. Encimera, de TST. Taburetes, de Cristina Carbonell, diseñadora de la cocina. Fregadero, de Villeroy & Boch.

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Naturales para la habitación de los niños

En lino o algodón son las ideales. Y para lavarlas, lo ideal, según Beatriz Gancedo, de Gancedo, es aspirarlas una vez por semana y llevarlas a la tintorería cuando debas lavarlas para alargar su vida al máximo. Dormitorio diseñado por Marta Tobella. 

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El lino, una apuesta segura

Es un tejido que absorbe muy bien el calor y la humedad, y además es higiénico. ¿Otro plus muy interesante? No amarillean y se hacen más suaves a cada lavado. Si las cuelgas un poco húmedas tendrán menos arrugas.

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A flores, el clásico que nunca muere

Las flores nunca pasan de moda y son un estampado ideal para estancias de carácter campestre-nostálgico. Aquí, la barra dorada sube el nivel de los textiles y también del dormitorio.

Cortinas de SCV Estudio. Dormitorio decorado por Sofía Calleja.

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En organdí, fresco y luminoso

Es el tejido ideal para vestir ventanas en verano, cuando tienes las ventanas abiertas. Deja pasar la luz y el aire con su trama abierta, y a la vez aporta intimidad. Anudada a la barra a través de lazos, la caída de la cortina todavía se hace más irregular y con ello, más vaporosa.

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En la cocina, cortinas que resistan

Porque se ensuciarán con más facilidad que las del salón. De ahí que sea una buena idea instalar cortinas con tratamiento antimanchas. Se pueden lavar con un trapo o bien meterlas en la lavadora y que el propio tratamiento facilite que la mancha desaparezca. 

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Colores que abrigan

¿Una cortina anaranjada? Es luminosa y a la vez, abriga el espacio. Aquí, hace pareja con el color garbanzo de Jotun en las paredes, pero por sí solo conseguiría dar máxima calidez a la estancia.

Sofás de Tapicería Esteve. Mesa de centro de Hada y auxiliar, de India & Pacific. Alfombra de sisal de Ikea.

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A juego con el cabecero

Un cabecero tapizado decora por sí solo. Y si le sumas las cortinas, el resultado es redondo. En color gris azulado da personalidad al dormitorio, eso sí, debes tener una buena entrada de luz.

Cortinas y cabecero de Margarita Ventura. Lámpara de techo, en La Maison. 

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Las mismas cortinas dentro y fuera

Los textiles, como los colores, unifican las estancias. Aquí, lo hacen las cortinas que dan paso al salón desde este marco pintado al estilo Renacentista y las que visten las ventanas.

Están confeccionadas con tela de Élite Decor. 

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Cortinas iluminadas

Con leds escondidos en el falso techo, las cortinas quedan bañadas de luz y aportan más calidez al espacio. Piso reformado por el arquitecto Antonio Cortines y decorado por Emma Masana.

Cabecero de madera y algodón aterciopelado, de CM Textiles. 

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Las cortinas dobles siempre funcionan

Dan mucho más protagonismo a las ventanas y son ideales para grandes ventanales o balconeras. Lo habitual es cortina y visillo pero hoy triunfa la opción clásica cortina-estor. Estores de seda rústica, en la Jaula del Grillo. Dormitorio decorado por Paula González e Isabel Flores. 

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Un mix ideal para la habitación del más peque

Una persiana de lamas estrechas y unos visillos nos permiten graduar al milímetro la luz que queremos que entre en la habitación. El blanco es perfecto porque combinará con todo, algo muy importante en habitaciones en las que no falta la mezcla de colores. 

Cuna de Dijous. 

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Visillos ligeríiiiiisimos

Así son. Estos visillos, además, no tienen ni cogedores metálicos. Con su misma tela se han creado las trabillas con las que se cogerá a la barra. Si las quieres hacer tú, basta con cortar tiras de la misma tela, hacer un dobladillo por ambos lados y coserlas por el interior de la cortina.  

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Usa las cortinas también como puertas

Como en este dormitorio, donde sustituyen las puertas del armario dando un estilo propio y mucho color a la estancia. Para hacerlas más decorativas, flecos en el extremo y en el dobladillo superior. Y otro plus: tienen el mismo color que la colcha, lo que crea un espacio más armónico.

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Telas con intención

El tipo de tela para tus cortinas es una elección clave. Si quieres algo muy natural, elige lino o algodón; si buscas sofisticación, seda; y si quieres luz, como aquí, un visillo.

Sillas, sofás y butaca, de Borgia Conti. Mesa de centro, en Rafles & Gloss. De Marta Echevarrieta y Bárbara Crooke. 

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Colores cálidos

Con grandes ventanas y mucha luz natural, elegir las telas en colores intensos como este tostado es una buenísima idea. Además también te puedes permitir sumar cortinas y estor.

Sofá de Leroy Merlin. Mesas de centro, en Mercader de Venecia. Alfombra, en Gra. De Vive Estudio.

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Un equilibrio perfecto

Si los estores tipo paqueto son un clásico y las barras doradas refuerzan el estilo, cuelga las caídas con anillas, que darán un aire más informal.

Estas son de Coton et Bois, como el sofá, el aparador, la mesa de centro, el candelabro y las cortinas.

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Caídas y screens

¿Que quieres vestir las ventanas pero sin tejidos que ocupen demasiado... ? Caídas ligeras y screens que bajan superlisos.

Estos son de Maisons du Monde. Es el rincón de lectura de la interiorista Aurora Monasterio. Mesa auxiliar, de La Nave Home. Alfombra, de Zara Home. 

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Una barra con truco

Si tienes una ventana pequeña o una salida estrecha, coloca una barra larga que vaya más allá de la carpintería de tal manera que, al abrir las cortinas, queden sobre la pared y no tapen ni un centímetro de cristal. El efecto óptico que conseguirás es que las ventanas parezcan mucho más grandes. 

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A juego con los sofás

El espacio queda mucho más armónico y en tonos beige son muy sufridas.

Estas cortinas, como las mesas de centro y la lámpara de sobremesa son de Meritxell Ribé-The Room Studio. La alfombra es de Nani Marquina y el cesto, de Home Design International. 

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Con brillos, elegancia y más luz

Las cortinas satinadas como esta reflejan la luz por lo que son ideales para ambientes clásicos a los que quieras dar más claridad y un toque sofisticado.

Es la casa de la estilista Isabel Flores, con sofá de K.A. International, tapizado con tela de Gancedo y secreter, de Berenice Antigüedades y Decoración. 

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Las cortinas que arrastren

Si quieres que el espacio quede mucho más elegante, lo mejor son las caídas hasta el suelo, también para el baño.

Estas son de Ikea. El mueble bajolavabo y el lavamanos son de Vidrebany, la grifería es de Hansgrohe y las toallas, de Matèria.

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En estilo clásico-chic

Unas puertas de balcón espectaculares, molduras en el techo, esculturas, espejos envejecidos... Un piso con una gran base necesita unas cortinas a su altura. Como estas cortinas sedosas, con brillos y cogidas con una abrazadera, al más puro estilo clásico. Quedan perfectas en un ambiente tan sofisticado como este.

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Mezcla rayas sin miedo

Si te gustan, no dejes de hacerlo. Aquí, unas en la alfombra, de La Albaida, y otras, en las cortinas. Para que queden perfectas, es bueno que mantengan al menos un color en común. El resultado es natural, personal y de aire campestre. La decoradora es Barbara Plattel.

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Rayas a juego

Un cabecero a listones azules y unas cortinas a rayas también azuladas; no solo decoran sino que de alguna forma "recogen" la cama, que parece flotar entre olas. Así, el dormitorio de Pia Capdevila, la decoradora, no necesita mucha más.

Las cortinas son de Habitat.

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De algodón, frescas y ligeras

Perfectas si buscas vestir tus ventanas de forma natural y desenfadada. Que no te obsesione la arruga. El algodón natural no es totalmente liso.

En blanco, tamiza la luz sin restar claridad. Banco y taburete, en Coton et Bois, y butaca, en Catalina House.

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Estampados sin miedo

Entrar en esta cocina es como entrar en el escenario de una obra de teatro inspirada en la campiña inglesa. Y claro, algo tan especial merecía una entrada triunfal: una cortina estampada casi casi a modo de telón.

La tela es de Jim Thomson y el papel pintado, de Laura Ashley. Todo, en Federica&Co.

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Cortinas de lino

No entienden de estaciones, por lo que son una pieza ideal para vestir tus ventanas durante todo el año. Naturales, frescas y gustosas al tacto, conseguirás darles un aire más sofisticado si dejas que reposen ligeramente en el suelo. 

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Dormitorio 2: Ideas a medida

Los muebles a medida te pueden sacar de más de un apuro, sobre todo, cuando los metros no sobran, al contrario. Aunque son menos económicos que otro tipo de muebles, son una inversión a largo plazo y aprovechan cada centímetro de la estancia.

Colcha de Zara Home y cortinas y cabecero de Me & You. 
Zona de paso con cómoda y estrella.

Zona de paso con cómoda de madera y, sobre ella, una estrella de Madrid in Love.

El Mueble

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Y luce bajo los clásicos

Los tonos crudos que contienen algo de negro y se acercan a los tonos grises acogen sin frialdad las piezas más especiales como esta cajonera antigua. 

Salón con sofá en L, butaca y cojines.

Salón con sofá en L, butaca y cojines.

El Mueble

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Cómo colocar los muebles de salón

Muy fácil: siguiendo el mapa bagua, de forma que hagan un círculo o si no, que no haya esquinas demasiado acentuadas para que la conversación fluya entre los presentes.

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Sencillas grandes ideas

Una cuerda y una bombilla. Así de simple y sencillo y con un resultado entre naíf y natural que complementa el estilo del dormitorio. El cabecero lo encontrarás en Sacum y las cortinas en Zara Home.

Salón con cortinas vaporosas.

Salón con mesa de roble, diseño de Cuca Arraut. Sofá y butaca, de Crearte Collection. Lámpara de techo, en Becara. Cesto, en Mercader de Venecia. Cortinas, de Tapisseria Teixidó.

El Mueble

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El Feng Shui y la vitalidad en casa

Ventilar la casa a diario y cada mañana no solo limpiará el aire, sino que además, permitirás que entre la luz y el calor, sinónimos de energía y vitalidad según el Feng Shui. En cuanto descubras los beneficios de ventilar tu casa ya nunca dejarás de hacerlo.

Butaca con cortinas y mesita auxilitar de estilo clásico.

Rincón con cortinas de Maisons du Monde, mesa de La Nave Home y alfombra de Zara Home.

El Mueble

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14. Mejor que sea doble

Si te gusta jugar con los textiles y unos visillos te saben a poco (o no tienes persianas y necesitas en algún momento tapar la luz o las miradas), utiliza cortinas dobles que permitan dejar las cortinas recogidas y poner solo los visillos cuando necesites menos intimidad o matizar la entrada del sol.

Pasillo con consola, alfombra y balcón luminoso.

Pasillo con consola de Coton et Bois.

El Mueble

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13. Estores que también sean vaporosos

Elígelos con el mismo criterio que los visillos. El problema es que al plegarse van sumando capas de tela que se va haciendo más opaca. Así que mejor si pueden recogerse totalmente fuera de la ventana.

Salón con zona de estudio con consola negra a modo de escritorio y ventanas con cortinas.

Salón con zona de estudio con consola a modo de escritorio en Cado.

El Mueble

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15. Cortinas de lamas con efectos especiales

Son una alternativa estupenda a los visillos y estores porque, a parte de subir y bajar, podemos modular la cantidad de luz o intimidad que deseamos. Las sombras de las lamas generan, además, efectos muy interesantes. Nuevamente, aunque las de madera son encantadoras, las blancas reflejarán mucha más luz. 

Cocina blanca con ventanal con cortinas.

Cocina, diseño de ND Disseny d'Interiors, con mobiliario de Kvik. Lámpara aplique, modelo Orient, en Maisons du Monde. Pavimento, de Neocerámica.

El Mueble

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11. Las cortinas son protagonistas

Para iluminación de la cocina, la elección suele ser capital. La primera pregunta debe ser ¿las necesitamos? ¿Cuándo? ¿Para qué? Y la respuesta se debe encaminar a que interfieran lo menos posible. Si las necesitamos, que cuando estén abiertas se recojan fuera de la ventana. Las barras deben ser más anchas que la ventana para permitirlo. 

Salón con mesa de centro de madera maciza.

Sofá y mesa de centro, de Flexform. Butacas, de B&B Italia. Cortinas de lino de Gancedo. 

El Mueble

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Una mesa de centro bien contundente

Otra mesa de centro que no deja indiferente por su enorme contundencia es este modelo de madera.

Dormitorio clásico con chifonier

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7. Un dormitorio clásico extra cosy

Si tienes alguna esquina o un trozo de pared entre dos ventanas demasiado estrecho para colocar algún mueble, quizás debas cambiar el punto de vista. En lugar de mirar a lo ancho, mira a lo alto. Coloca un chifonier alto y estrecho como en este dormitorio y fin del problema. 

Mesita de noche y butaca, de Cottage Little House. 
Dormitorio clásico con cama vestida de textiles

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La importancia de los textiles

Los textiles son básicos para hacer un espacio más acogedor y envolvente, sobre todo en el dormitorio. Cortinas, cojines, plaids y mantas que hagan la cama más apetecible y mullida... 

Cabecero, a medida, de Home Deco. 
Salón con bancos de madera y ventanal al exterior

Butaca, en Catalina House. Banco y taburete, en Coton et Bois.

El Mueble

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Apuesta por las fibras naturales

Son cálidas y frescas a la vez. Mimbre, sisal, bambú, yute... son materiales que empleamos siempre en las casas El Mueble a la hora de abordar la decoración del salón. Elige cualquier de estos materiales y lo pongas donde lo pongas, seguro que le darás un plus acogedor. ¿O crees que sería lo mismo este rincón bajo la ventana sin ellas? 

Salón regio con grandes ventanales y alfombra de color lila

Sofá, de Cado. Mesa de Centro, de Merc&Cía. 

El Mueble

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13. ¡Que entre la luz!

Los rayos de sol entrando por la ventana aportan alegría y vitalidad a la estancia. La luz natural es uno de los bienes más preciados en un piso. Y si quieres un ambiente más tenue e íntimo, no te olvides de las cortinas para el salón