Cortinas

Los textiles contribuyen y mucho a que un dormitorio se vea más abrigado y resulte más acogedor. Aquí, por ejemplo, se han combinado estores y caídas, un doble cortinaje que no solo arropa más el espacio, sino que permite regular mejor la entrada de luz. Y es que las cortinas para el dormitorio no solo decoran, sino que ayudan a conciliar el sueño evitando que entre luz.  

Un rincón con recuerdos

La butaca es antigua, de la abuela de Marisa, y optaron por retapizarla. El plaid rosa es de Matèria. La manta de mohair rosa es de Zara Home. La banqueta es de Natura Casa. El cuenco es de Materia.

El cabecero de los niños es hueco para guardar mantas y cosas de los nietos y los primitos. Los taburetes son de Catalina House. Las colchonetas son de Carolina Blue. Cojines de Filocolore y Zara Home.

 Presente en paredes, techos de viga vista, cortinas y muebles.

“Hemos utilizado el mismo suelo –mármol travertino– para los porches y para los interiores de la casa: si la casa se vive fuera y dentro al mismo tiempo, es una buena manera de dar continuidad y no romper la fluidez”, señala Thomas.

 Sigue la misma línea decorativa que el resto de la casa: pocos colores y materiales, y todos ellos muy naturales.

 El dormitorio principal goza también de las bonitas vistas al jardín. Las banquetas son de Maison Decor y la tela de las cortinas es de Pepe Peñalver. La ropa de cama y el plaid, a la venta en La Maison.

 Sofá, adquirido en La Maison y butaca, de herencia, con tela de Gastón Y Daniela, igual que las cortinas.

 Mueble blanco, a la venta en Cado. Manta y funda nórdica, en Yves Delorme, igual que los cojines con dibujo. 

 "Algún día tendremos una casa aquí", se decían, enamorados de esta parte del Alto Ampurdán los propietarios de esta casa. Y como lo que uno desea fuerte a veces se cumple, un día apareció la oportunidad. 

 Mesa y sillas de Country Corner, en Lola Geijo. Alacena a juego con el mobiliario.

 Los sofás son de Abdón y Lucas. La vitrina es de herencia y la mesa está en Triggo. Cojines y lámpara, en Vilmupa. 

 Las cortinas y la alfombra dan a la habitación el toque cálido.

Una estancia que la vez sirve de dormitorio de invitados como de escritorio.

 Dos confortables sofás de líneas clásicas y una butaca de estilo Luis XVI se agrupan alrededor del fuego, rodeando una mesa de centro de carácter más informal.

 La arquitectura, muy andaluza, se moderniza con grandes ventanales de cristal.

La casa es muy luminosa y sus espacios son amplios y cómodos, como el dormitorio, cuya amplitud permite disfrutar de una pequeña zona de estar. 

 La propietaria, una canadiense afincada en España, adora leer delante de su chimenea.

 Situado en el primer piso de la casa, se abre a la terraza. Las vistas son estupendas, sobre todo teniendo en cuenta que la casa está encaramada a una pendiente.

Cubrir el porche con visillos o cortinas le dará de inmediato un aspecto chill out. Los sofás de este porche, de obra, se cubren con colchonetas de algodón realizadas por Patchmon. La mesa de centro, con patas de madera de roble y sobre de cemento, de Platero. 

Hay detalles que pueden hacer del porche más insípido, el rincón más mágico. Como aquí: unas cortinas ligeras, blancas, que se muevan con el viento y regalen intimidad; una lámpara candelabro que convierta la frondosa pérgola en un elegante comedor; las mantelerías de lino que caigan hasta el suelo y una colección de sillas que sorprenda e invite a relajarse y disfrutar.

Con una ventana interior que une y separa la cocina del salón. Además se ha elegido una carpintería blanca, como las tapicerías. Es una idea de Iñaki Mujica.

"El blanco la volvió automáticamente más fresquita, luminosa y relajante. Para que no fuera un ‘blanco nuclear’, las puertas las pintamos en un tono crudo", dice Marta.

 El tipo de sujeción de la cortina influye directamente en la facilidad de apertura y cierre de la misma. Los ojales y anillas metálicos permiten un fácil deslizamiento aunque para los modelos más pesados es recomendable colocar un sistema de guías.

En un espacio neutro y depurado, unas cortinas en una tonalidad destacada o con un estampado llamativo pueden convertirse en el centro de atención. 

Antes de pensar en el estilo o color de las cortinas, conviene analizar las ventanas en las que se colocarán, para sacar el máximo partido –potenciar o controlar– la luminosidad que reciban.

Combinar distintos tipos de cortinas para los diferentes momentos del día no está reservado a los ambientes clásicos: hay formas de hacerlo muy actuales, como con estores, screens o paneles lineales.

Las cortinas del dormitorio requieren una especial atención, de cara a garantizar un buen descanso sin que la luz del sol lo interrumpa. Combina distintos tejidos -más finos y tupidos– o forra las caídas con foscurit.

No te limites a 'tapar' la ventana con la cortina: asegúrate de que quedan al menos 30 cm de barra a ambos lados para poder abrir totalmente la ventana con comodidad. Además, eso hará que esta parezca más grande.

Más allá del tejido, el color o el estampado, el efecto de una cortina dependerá de la cantidad de tela empleada. Multiplica por 2, 2,5 o hasta 3 la anchura del espacio a vestir para hacerlo de forma más sobria o más fruncida.

Colocar la barra o el raíl a la altura del techo –y no sobre la ventana– es un buen recurso para estilizar el efecto final de las cortinas en la estancia.

Las mejores telas para cortinas son las que ofrecen una buena caída, aunque también deben ser resistentes a la acción de la luz y no encoger al lavarse.

No quieras combinar todas y cada una de las telas de un espacio: no se lleva y crea un efecto abigarrado. Mejor, opta por alternar distintos tejidos, lisos y estampados, en una misma paleta de color, para un resultado más dinámico.

Un gran armario te permitirá mantener el orden y si tienes un escritorio, hazte con una cajonera en la que puedas guardarlo todo. 

Unas cristaleras continuas dan paso a un espacio que ocupa prácticamente toda la planta, donde el salón y el comedor se despliegan a su gusto, sin problemas de estrecheces. Las ventanas plegables del salón abren totalmente este espacio al jardín. Chaise longue, similar en Casa y campo.

El estilo 'tan Federica' es lo que veremos en esta casa: una mezcla de papeles pintados, vajilleros, cortinas o cabeceros con historia... “Hay que buscar cosas bonitas. El secreto es dar con un conjunto de cosas que sean bonitas entre sí, y a veces cogerlas incluso antes de saber dónde van”, nos explica.

 Los dos manteles los confeccionó Ferrer & Ponce, con tela de Les Créations De La Maison. Lámpara de techo de herencia familiar.