16 plantas de interior que no necesitan mucha luz. ¡Son perfectas para tu casa!

Una de las plantas de interior con la que es imposible resistirse es la Peperomia. Los cuidados de la Peperomia no son nada complicados, teniendo en cuenta que tienen una increíble capacidad de adaptación a distintos ambientes, por lo que pueden vivir perfectamente en zonas de interior con poca luz. 

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Se trata de unas de las plantas de interior más habituales para tener en casa. El ficus benjamina es también conocido como laurel de la India, caucho benjamina o matapalo. Gracias a su excelente adaptación a cualquier tipo de espacio, consiguen desarrollarse sin problemas en lugares con poca luz. 

Si lo que estás buscando es una flor fácil de mantener y que además sea bonita para decorar tu casa, la begonia es sin duda tu flor. Esta preciosa planta de interior necesita de muy poca luz y, por tanto, es ideal para ambientes oscuros. 

Esta planta de interior es una planta aromática que prefiere la semisombra porque el sol marchita sus hojas enseguida. Necesita tierra húmeda y que la maceta tenga un buen drenaje para evitar que el agua se estanque. Tendrás que regarla de forma regular y abundante, sobre todo en época de crecimiento, o sea, entre primavera y verano. 

Procede del sotobosque de la selva tropical húmeda, con lo que no necesita (ni quiere) sol directo. Colócala junto a una ventana para que reciba claridad pero nunca el sol directo. 

Los cuidados del aloe vera son sencillos, aunque necesita ciertas condiciones para prosperar. El sol directo les quema las pencas, así que le va mejor la claridad. Y otro dato importante: que la plantes en una tierra que drene bien el agua. Merece la pena cuidarla bien porque es fuente de salud. Tanto, que incluso la NASA la tiene como una de sus plantas favoritas porque mejora el aire y promueve un sueño reparador.

Agradece la luz, pero no se lleva nada bien con el sol directo porque quema sus hojas. Es más, la cinta se encuentra mucho mejor en lugares en sombra o semisombra. Ahora, los cuidados de la cinta cambian en invierno: riégala una vez por semana y en verano, de dos a tres veces dependiendo del calor. 

En realidad, la sansevieria es una planta de interior y de exterior, ya que le encanta el sol, pero se adapta a zonas poco luminosas. Si le da la luz, se desarrollará mejor, pero si no es posible, no te preocupes: resistirá porque es dura y longeva, pero tendrá un look algo distinto, con pocos tallos nuevos y los que tenga, tendiendo a arquearse. 

Ponlas junto a una ventana pero nunca a pleno sol. Y depende del tipo podrás llevarlas a una u otra parte de la casa. Si tienen las hojas gruesas, como la Bromelia Aechmea, vivirán mejor en una zona seca como el salón, y si las tienen delgadas, como la Tillandsia, preferirán zonas húmedas como el baño. 

Esta trepadora soporta muy bien los espacios con poca luz pero prefiere la claridad. Eso sí, nunca sol directo. Es una planta tropical así que necesitará humedad: pulveriza sus hojas a menudo con agua tibia o pon humidificadores en los radiadores.

¿Interiores sin luz? El espatifilo es tu planta. Eso sí, si quieres que florezca es mejor que la coloques en una habitación luminosa, pero no junto a una ventana que tenga sol directo porque esto la quemaría. Para regarla, la mejor agua es la que no tiene cal y debes evitar dejar agua en el plato para que las raíces no se pudran. 

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Coloca el helecho en un rincón en semisombra, que no le dé el sol pero sí la claridad y riégalo regularmente para mantener su tierra húmeda (no encharcada). Ponlo en una maceta amplia porque necesita espacio para crecer y que no sea de plástico; mejor de barro o cerámica y de poca profundidad. 

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La violeta africana puede darte flores de interior ¡todo el año! Si la pones junto a una ventana, la luz la hará florecer. Para regarla, no lo hagas desde arriba; ponla en un plato con agua durante unas horas y luego, retira el exceso de agua. Cuando veas que la tierra se empieza a secar, vuelve a hacer la misma operación. 

Más bien leyenda pero, oye, ¡qué bonita queda! Y además, qué fácil es tenerla. Como no necesita sol es perfecta para el interior. Que le dé luz, de todos modos. No necesita mucho riego: en invierno, cada 10-12 días y en verano, una vez por semana.