La Dittrichia viscosa, comúnmente conocida como olivarda, siempre ha sido considerada por los agricultores como un peligro para los campos del mediterráneo. De hecho, se la conocía como una planta silvestre que, si la tenías en tu campo, era símbolo de negligencia, descuido y te tachaban de mal agricultor. Esta historia sobre la olivarda es tan verídica que hasta el experto en agricultura regenerativa, Francesc Font, reconoce haber tenido pesadillas con ella porque sus abuelos le enseñaron que era la mayor enemiga de todos los campos y cultivos.
A día de hoy, Francesc es ya todo un experto en la materia y, por su propia cuenta y experiencia, ha aprendido que la olivarda es justo todo lo contrario: la mejor planta que se puede tener para el mantenimiento de los cultivos y que es una pena que todavía existan agricultores que, nada más ven algún brote, la exterminen a base de herbicidas y labrados intensivos. A continuación, Francesc nos cuenta más en detalle el verdadero valor ecológico de la olivarda.
La olivarda, una planta con muchos beneficios para el campo
"Durante mucho tiempo se decía que tener olivardas era señal de ser mal agricultor, ¿pero es realmente así?". A día de hoy, el agricultor Francesc Font viene a caer este mito y nos cuenta toda la verdad sobre esta planta silvestre: realmente no es un peligro para los cultivos, sino todo lo contrario, ya que juega un papel importantísimo en el equilibrio natural de los campos.
Como bien explica Francesc en su post de Instagram, "las flores de la olivarda atraen a una mosca (la Myopites stylatus) que llama la atención de una abeja especial, la Eupelmus uruzonus". Por si no lo conoces, esta abeja se trata de un insecto muy pequeño que se alimenta de la mosca de la olivarda y de la mosca del olivo, las dos plagas más destructivas para este tipo de cultivo.
La olivarda, la base de la agricultura regenerativa
Francesc confiesa que de pequeño sus abuelos le inculcaron un cierto odio hacia la olivarda: "no podía soportar ver esta planta en mi finca, la odiaba. Ahora estoy enamorado de esta planta, la siembro en mi finca". En la actualidad, al hablar de la olivarda Font es claro y directo: "la olivarda no compite con los olivos ni los daña, al contrario, activa la biodiversidad, el mejor aliado para cuidar nuestros cultivos de manera natural."
A pesar de todo lo que se piensa de ella, según el experto, la olivarda ayuda al equilibrio natural de los cultivos, trabaja con la naturaleza y no contra ella. En otras palabras: es la base de la agricultura regenerativa. Por eso, la olivarda es la base de su estrategia para regenerar los suelos de los cultivos, potenciar la biodiversidad y controlar las plagas sin productos químicos. Por último, Francesc apunta que existen también otras plantas que vienen a cumplir la misma función que la olivarda, que son consideradas como 'mala hierba' y ayudan más de lo que pensamos en la salud de los ecosistemas agrícolas.
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