Mesas de comedor

Natalia Zubizarreta Interiorismo es el estudio artífice de este espacio en el que gracias a un cerramiento de terraza que ganó un salón y comedor in & out. Es perfecto para disfrutar en invierno y se abre con puertas al exterior en cuanto el tiempo lo permite. La interiorista explica que "la cubierta del cerramiento es de policarbonato: aísla y deja pasar la luz, pero no el calor. Es practicable y se puede abrir casi por completo en verano, igual que el cierre perimetral de puertas replegables".

No solo se puede incluir el gris en decoración mediante pintura o el mobiliario, hay materiales naturales que lucen este color con gracia y nada de frialdad. Un buen ejemplo es la piedra que, gracias a sus diferentes tonalidades, puede emplearse para potenciar unas tonalidades u otras. Aquí está más presente gracias a la mantelería gris, que conecta con la pared y, además, moderniza el ambiente. 

A este salón le sienta de maravilla el contraste de estilos: a su base señorial se suma una decoración actual y de aire minimalista y una espectacular lámpara de araña tipo chandelier que enmarca el espacio y encaja a la perfección con la esencia clásica de este piso. 

Si tu suelo es de madera maciza y nunca ha pasado por un lavado de cara, ahora es el momento. Acuchillarlo y barnizarlo de nuevo será más económico que cambiarlo por completo. También puedes poner suelo laminado, tarima de madera o cambiar el parquet. Los cerámicos ganan cada vez más adeptos gracias a sus increíbles acabados que imitan los materiales y, si quieres algo más moderno, el microcemento es muy actual y no requiere grandes obras. Cambiar el suelo es una reforma algo engorrosa, pero el resultado rejuvenecerá tu casa.      

Cuando un piso ha llegado a la treintena, es probable que tus puertas presuman de ese acabado sapelly tan habitual a finales de los 80. Por eso, cambiar las puertas es una reforma básica en pisos que superan cierta edad. Aprovecha y ponlas correderas, con molduras, de cristal... ¡hay muchísimas opciones!

Para aprovechar mejor el espacio, la decoradora eliminó el tabique del recibidor, era muy pequeño, e integró una pequeña habitación a la zona de día, así ahora el comedor y el salón cuentan más espacio y se ha podido integrar, incluso, un completo despacho. 

Fotos en formato Polaroid (tan vintage como actual) o postales. Sin más artificios que crear una composición en cuadrícula en la pared. Es una idea muy do it yourself y económica que encaja en espacios pequeños.

Las paredes de cristal, a pesar de ser ligeras, se convierten en un elemento deco en sí mismo. Pero aquí, con esta solución como protagonista, se ha rizado el rizo: apoyados en los cuarterones en los que se divide la cristalera se han colocado letras de metal y madera. ¡Una idea decorativa que nos encanta!

Esta cocina es supercapaz aún sin ser enorme. Y es que la decoradora Begoña Susaeta ideó una pared de armarios, que integra los electrodomésticos y las columnas de almacenaje y llevó los muebles hasta el techo, para no desperdiciar ni un cm. Y a pesar de todo, resulta ligera, porque al ser de color blanco y con un diseño lineal muy discreto, el mobiliario bien podría mimetizarse con las paredes. 

Retro, vintage, shabby, incluso. El estilo decorativo más clásico y rústico también se ve reforzado con la presencia de un suelo hidráulico o de azulejos de este tipo. Basta con escoger este revestimiento para que la base ya luzca ese encanto del pasado. Si además lo acompañas de muebles de líneas que encajen, tendrás un resultado perfecto.

Los suelos hidráulicos son bonitos, eso es innegable. Algunos, incluso, preciosos (porque son verdaderas joyas artesanales). Su fuerza y atractivo son indiscutibles, ya que su mera presencia dota automáticamente de personalidad a un espacio. Para acertar, cédele todo el protagonismo ya lo instales en una cocina, baño u otra estancia. Apuesta por colores lisos alrededor. Los neutros siempre funcionan pero puedes jugar con algún color en bloque, de los presentes en el hidráulico.

Aquí tienes un buen ejemplo de que el negro combina bien con el marrón cuando contrasta con él. Fíjate en la mesa de este comedor: su sobre de madera clara contrarresta sus patas oscuras. Igual ocurre con las sillas, su estructura clara aligera el asiento de piel negra. ¡Ojo al detalle! Unos cojines en tonos pastel y un trío de lámparas bien combinadas suavizan aún más la estancia. ¿Un truco más? Utiliza el blanco en paredes para darle más luminosidad. 

La cocina, nos cuenta Ana, fue su gran obsesión: "Nos volcamos en ella. La queríamos muy cuadrada y con acceso a la terraza, que te costara lo mismo salir a la terraza que ir al comedor". Y tras darle muchas vueltas no podrían estar más satisfechos con el resultado. 

"Los naranjas y los tonos tierra se asocian al entusiasmo y a la acción y reflejan ánimo, emoción y calidez. Se recomienda utilizar tonos suaves y confortables para evitar el exceso. Los anaranjados y tierra son perfectos para revestir las zonas donde predomina la paz y la bondad, inspirando así los espacios que hablan de emociones", sostienen desde Valentine.

¿Sabías que el estilo industrial es muy, muy vintage? No hay nada como equipar un comedor con elementos de forja: mesas velador, sillas de jardín, lámparas metálicas... Y para rizar el rizo, decora la mesa con unas jarras de hojalata y tendrás un office vintage cien por cien. 

Comer todos juntos a diario se ha convertido en una tarea titánica. Ahora que valoráis esos momentos en familia, llenos de risas, comentarios y sobremesas sin prisas, te has propuesto que los fines de semana sean especiales. Y para empezar, te has hecho con una mesa "buena", de madera maciza, contundente y extensible, donde cabéis todos... y alguno más que se apunta. Tu comedor moderno, junto a la ventana, es ahora el meeting point por el día... Y por la noche está también dispuesto a recibir a amigos para cenar, charlar y bailar ¡hasta bien entrada la madrugada! El interiorista Rubén de Matea es el artífice de este elegante comedor.

El papel pintado que enmarca el espacio del office se lleva todo el protagonismo. Con look retro y un sabor campestre, da mucho encanto y personalidad a este coqueto comedor de diario. 

Acogedor, atemporal, con un toque moderno y sabor natural. Todo esto (y más) es este comedor, que se ha convertido en la estancia preferida de la propietaria de este piso. Las grandes puertas correderas dan intimidad y recogen este espacio, porque la decoradora enteló los cristales con lino, que suma calidez. Las dos vitrinas gemelas son capaces y discretas y las lámparas dan un toque retro. 

No es que el negro sea un color raro, es que es muy difícil de llevar a la decoración sin que los espacios se vean demasiado sobrios, oscuros o aburridos (a no ser que tengas alma minimalista y adores el mix blanco y negro). Para incluirlo con acierto, céntrate en detalles que te gustaría destacar: una puerta, el marco de la ventana, una mesa auxiliar...

El verde mint (o menta) es uno de los tonos más frescos y dulces que existen, y aunque en las últimas temporadas se ha convertido en todo un hit de la decoración, no deja de ser un color raro. Personalmente, nos encanta cómo queda en piezas concretas como sillas de comedor, taburetes, cabeceros infantiles, lámparas de escritorio... Si se trata de una habitación infantil, tienes vía libre para combinarlo con otros tonos pasteles como el rosa y así potenciar la dulzura del ambiente, pero si no es el caso, quédate con el blanco.

La cocina se proyectó en la línea del resto del piso, mezclando lo clásico y lo moderno. Así, Sandra apostó por una encimera de piedra natural y un mobiliario con cuarterones y un punto clásico que conecta muy bien con las molduras del salón, y le dio al office un aire más actual. Y para darle un extra de calidez, "porque las cocinas hay que tratarlas con mucha delicadeza para que no parezcan laboratorios", Sandra ha revestido las paredes con un papel pintado con efecto textil.

Aunque la cocina es amplia, Sandra destaca que "picaron mucho" para poder aprovechar todos los huecos posibles. Prueba de ello son las baldas empotradas (que vemos en la imagen anterior) que sirven de apoyo a la mesa, ya sea como "mueble desayunero" o para tener a mano la vajilla de uso diario. 

Una de las maravillas de esta casa es la luz que recibe durante todo el día gracias a sus grandes ventanales que abren todos los espacios al jardín. "Mi madre era un espíritu libre y necesitaba notar el sol en la cara y ver el cielo. La de horas que se pasó tumbada en el sofá o bajo el olivo del jardín charlando sobre la vida con sus amigas...", recuerda con emoción Marta.  

En esta casa, como en el antiguo porche, las ideas y venidas de amigos y familiares han sido un no parar. De ahí que el comedor, que se integró en la cocina, se planificara con una gran mesa donde nadie quedara fuera. En cuanto a la cocina, se respetó la estructura original y tan solo se cambiaron las cortinillas de los armarios por puertas.

La historia de este céntrico piso de Madrid salta a la vista. Y es que con la reforma, llevada a cabo por el estudio Aldescubierto, no solo se buscó conservar los elementos originales de esta vivienda centenaria, sino realzarlos. Ahora se han convertido en una seña de identidad con mucho encanto, como las vigas vistas de toda la casa o las columnas de madera originales, que recuerdan la distribución original del piso. 

Toda la zona de día comparte un gran espacio único, incluida la cocina. Si bien uno de sus laterales puede cerrarse con una puerta acristalada sin perder luz ni el contacto visual con el comedor y el salón. Además, la propietaria quiso que la cocina se viera como un espacio muy vivido, de ahí que se planificaran baldas vistas para dejar la vajilla y demás enseres. ¿Quieres descubrir el resto de secretos de este piso centenario?

El comedor se trasladó al pasillo de acceso al salón. Y para ocupar lo menos posible, Natalia pegó la mesa a la pared: "Nos daba un poco de miedo al principio, pero le hemos dado un tratamiento decorativo con los platos de coral colgados en la pared, las mesa de anticuario, las sillas con personalidad, la lámpara antigua… Le dimos sentido. No es solo una mesa castigada a la pared".

Una de las demandas de los propietarios fue ganar un pequeño office en la cocina donde poder desayunar. "Trasladamos la lavadora y la secadora a un pequeño patio y en el hueco que quedó libre pusimos un banco pegado a la pared para ganar espacio y redujimos la mesa a 70 cm de fondo. Ahora caben cómodamente cuatro", explica la decoradora. Y para darle un plus decorativo y proteger la pared, Natalia revistió la pared con un papel pintado muy resistente de efecto textil. 

¿Ganas de tener uno de esos comedores provenzales de cuento? Mira todo lo que puedes conseguir con una capa de pintura a la tiza en color blanco. El truco está en hacer un ligero decapado para crear ese efecto vintage que parece trasladarte a otra época.

La chalk paint puede obrar milagros en cualquier mueble antiguo que se le ponga por delante. Estas sillas clásicas de comedor, por ejemplo, no serían las mismas sin esa preciosa capa de pintura a la tiza en color blanco con un ligero efecto decapado.

¿Ves ese par de luminosos taburetes que descansan junto a la barra? Sí, se pintaron con chalk paint en color blanco, y no podrían encajar mejor con el estilo rústico de la cocina.

Antes de cambiar las puertas de casa, prueba a pintarlas a la tiza, porque el resultado te va a sorprender más de lo que piensas. Recuerda los pasos que debes seguir: limpiar, secar, y quitar manillas o tiradores. También es importante darles una primera capa de imprimación y dejarlas secar antes de continuar con el proceso.

Antes de cambiar las sillas de la cocina, dales otra oportunidad pintándolas a la tiza. ¡Las posibilidades son infinitas! Puedes pintarlas, por ejemplo, a juego con las paredes, como en esta cocina donde el color mint se encarga de aportar frescura y dulzura por igual.

La estructura de la cocina es la original, al igual que la chimenea. El techo y las vigas se pintaron de blanco, potenciando la luz.

"En lugar de una gran mesa, pusimos tres. Así es acogedor tanto si comen cuatro como si se juntan todos y ponen aparte una mesa para los niños". El papel pintado, las sillas y los armarios continúan el azul de la cocina. "Incluso hicimos lacar las lámparas en el mismo tono".

Antiguamente en las casas de campo, las comidas tenían lugar en la cocina. Esa costumbre sigue vigente en las casas rústicas modernas en las que predominan inmensas mesas de madera maciza. Ahora como entonces, ¡qué gusto da reunir en ellas a toda la familia! Y para sentar a más comensales se acompañan de bancos en lugar de sillas, como en este comedor integrado en la cocina. 

Las cómodas son una pieza muy versátil, tanto para guardar como para usarlas a modo de mueble auxiliar. En el comedor, por ejemplo, pueden servir para tener la cubertería y demás productos del menaje a mano, y a la vez, servir de apoyo en el caso de necesitarlo. 

Aunque presente su frontal desdibujado, esta cómoda es un pequeño tesoro al que merece la pena buscarle un lugar destacado para que sea la protagonista. Se trata de una pieza antigua y, por lo tanto, única en su especie, ya que se hacían y pintaban a mano por maestros artesanos. 

Cuando los muebles de tamaño estándar no encajan en tu cocina, opta por unos de obra realizados a medida. ¡Sí, como las librerías! Así, podrás también elegir su diseño. Estos de la imagen se proyectaron con estantes abiertos y armarios con puertas de madera, a juego con el office. Elige una mesa de madera maciza, bancos y lámparas de fibra y enfatizarás, aún más, el estilo de tu cocina rústica moderna.

Son tendencia. De hecho, una de las preguntas más habituales ahora mismo al amueblar una cocina es: ¿la elijo con muebles altos, con estantes abiertos o con nada? Mientras que los primeros suman almacenaje, pero restan amplitud visual, los segundos son más ligeros y ofrecen muchas más posibilidades deco. Al igual que en otras estancias, evita amontonar las cosas. Emplea las baldas para colocar algún frasco a modo de despensa o, incluso, las copas (si las usas a menudo, sino se llenarán de grasa y polvo debido a la actividad de la cocina). Añade alguna planta para dar vitalidad y alegría y ¡el conjunto estará perfecto!

¿Con cuál te quedas?

Dilemas decorativos: ¿estantes o muebles altos en la cocina?