Cambiar el suelo: todo lo que debes saber

La cerámica es camaleónica. No la consideres solo una opción para la cocina o el baño. Es resistente, duradera y versátil. Soporta la humedad. Los suelos porcelánicos son los más resistentes a los golpes y cambios de temperatura. Y puedes lograr un acabado sin juntas con diseños rectificados. Si vas a cambiar el suelo, la cerámica adquiere cualquier forma, tamaño y acabado.

Una de las posibilidades de los suelos de cerámica es que puede reproducir cualquier acabado. No pienses en las baldosas únicamente en tonos unificados o con aguas. Existen diseños que imitan baldosas hidráulicas, pero en material cerámico; desde modelos tradicionales a más atrevidos y actuales, con un efecto óptico tan marcado como el de esta cocina. Porcelanosa, Cerámica Vives, Valadares, Gunni & Trentino, Azuvi… son solo algunas de las marcas en las que puedes mirar.

Una baldosa hidráulica tiene unas características especiales. Es artesanal de cemento pigmentado. Se fabrica en cemento comprimido con prensas hidráulicas y es un tipo de suelo muy decorativo y resistente; eso sí al ser porosa necesita una capa que las impermeabilice y proteja de agua, grasa y manchas. ¿Es tu opción ahora que te planteas cambiar de suelo? Bisaza, Zelart, Viettiles o Torra te ayudarán con el acabado que buscas.

Este tipo de suelo es uno de los más extendidos. Está formado por varias capas, de ahí su nombre. Pero no es madera, no tiene nada que ver con un parquet o tarima de madera. Hay diferentes precios en función de la resistencia, calidad y tamaño de las lamas -vienen determinadas por un código que empieza por las letras AC, seguidas de un número-. Su instalación suele ser flotante, siempre sobre una superficie rígida, dura y estable. Hay suelos laminados hidrófugos e ignífugos. Mira en Finsa, Faus, Quickstep, Pergo o Meister.

Este tipo de pavimento sí es madera. Lamas de madera que se instalan en diferente composición y protegidas por una capa de barniz. El parquet puede ser macizo o preacabado, el primero se coloca en el lugar de instalación y el segundo con una instalación similar a la tarima laminada flotante. No se lleva bien con la humedad. Los hay en diferentes maderas (roble, nogal, cerezo…), que lo hacen más o menos resistente a los arañazos. Cada detalle varía en el precio si te preguntas cuánto cuesta cambiar el suelo.

También son madera. Su acabado es natural y debes asegurarte de que la madera sea certificada. ¿Sabías que existen también barnices ecológicos? Es importante ya que cualquier suelo de madera debe llevar una capa final de barniz (mate, satinado o brillo) que lo protege de manchas. Es posible renovarlo con un acuchillado, como en el caso del parquet, y una nueva capa de barniz.

Igual que hemos mencionado que hay suelos laminados hidrófugos e ignífugos -perfectos para soportar la humedad y contacto con el agua en baños y cocinas-, también hay suelos cerámicos o porcelánicos que imitan el acabado madera ¡y dan el pego! Podrás disfrutar de su estética, tonalidades y veteado pero con las ventanjas en mantenimiento que implica un suelo cerámico. Eso sí, la calidez a la pisada nunca será comparable a la de un suelo de madera.

Resistentes a la humedad y al desgaste (también tienen diferentes índices de resistencia como los suelos laminados). El acabado puede ser imitación madera, azulejo o cemento. Los suelos vinílicos tienen la ventaja de que los puedes instalar tú sin necesidad de herramientas específicas puesto que se pueden cortar con cúter. Es un cambio de suelo sin obras. Se colocan además sobre el suelo que tengas con adhesivo o con instalación en clic. Encontrarás estos suelos en marcas como Quickstep o Gerflor, Tarkett.

No son los cerámicos que imitan este acabado (pizarra o mármol, por ejemplo). Son suelos muy exclusivos por su elevado precio. Su instalación y mantenimiento también requieren cuidados específicos. Según escojas una piedra natural u otra, el comportamiento ante las manchas será diferente por su porosidad. Y lo mismo ocurre con su resistencia a los golpes y arañazos. Algunas piedras naturales reciben tratamientos específicos que mejoran su comportamiento. Entre las marcas: Porcelanosa, Gunni & Trentino, Levantina, Anjasora o Cupastone.

El barro es delicado por su alta porosidad. Eso hace que absorba suciedad y que  acumule polvo. Es fundamental aplicar un tratamiento que evite esto. Es perfecto si quieres lograr un efecto rústico en la decoración. Echa un vistazo a todas las opciones que propone Todobarro.com.

Un pavimento continuo, sin juntas, impermeable, resistente y disponible en una variedad de colores que puedes elegir. Es microcemento. Se usa como suelo pero también para revestir muebles de obra y otras superficies. Su instalación no es económica pero sí abarata el coste cuanto mayor es la superfice a cubrir. Y se aplica sobre el suelo existente (piénsalo si te planteas un cambio de suelo). Además, no necesitas mantenimiento específico y se limpia fácil. Expertos son Topcret, Edfan, Topciment o AsdeDiamante.

No son recomendables para personas alérgicas porque acumulan polvo. Las hay de diferentes materiales. Las de fibras naturales son fáciles de instalar y muy decorativas. Si bien no deberías ponerlas en lugares con un alto tránsito. Su ventaja es el poder aislante que tienen, en cuanto a ruido y temperatura. Si quieres un cambio de suelo sin obra, para "camuflar" un pavimento arañado, es una opción. KP, Rols o Tarkett son marcas en las que puedes consultar.

Los suelos de terraza o cualquier exterior, que están al aire libre o techados pero en un espacio abierto deben cumplir unas características determinadas para que soporten las inclemencias del tiempo (agua, hielo y sol). Ten en cuenta que los rayos UV "comen" los colores. Las tarimas de maderas exóticas son una opción, que necesita mantenimiento (lija y aceite); también las maderas sintéticas (resinas); césped artificial, porcelánicos, microcemento, cemento impreso… Gabarró es especialista en todos los suelos de madera y sintéticos que imagines.