Mesas de comedor

Literalmente. Y es que para aprovechar al máximo el espacio de este piso regio de planta tubular, la decoradora Rosa María Targarona decidió trasladar la cocina hasta casi casi la entrada, porque era un espacio que se ensanchaba y se le podía dar una planta cuadrada más aprovechable, y porque así se dejaba más espacio al salón. Ahora, la cocina es, además, la zona de paso al salón. 

Cuando llega el invierno, el aire acondicionado queda relegado al olvido. Craso error, si dejamos que el polvo y la suciedad se acumulen, es probable que el aparato deje de funcionar en el momento en que más lo necesitemos. ¿La clave? Incluirlo dentro de tu rutina de limpieza semanal con la aspiradora, con mucha suavidad y delicadeza.

Que este comedor y cocina con sabor rústico no te engañen: estamos en Barcelona, y no en un pleno campo. Los propietarios, unos enamorados de los muebles de madera antigua, le quisieron dar a su casa un extra de calidez y mucha autenticidad, de ahí el mix de piezas actuales, como las sillas, con otras recuperadas, como las lámparas del comedor. 

La amplitud de la cocina permitió habilitar una zona de office, a la que se le dio un carácter diferencial, con muebles con sabor provenzal que le dan un look campestre muy cosily. Aunque el gran protagonista del comedor de diario es, sin duda, el original papel pintado que imita postales antiguas.

La cocina es una de las estancias que más le gustan a Adriana, con el mismo gris del salón y cierto sabor campestre, lo que la hace aún más acogedora y vivida. Algo indispensable en este caso, porque aquí hacen mucha vida: "Soy supercocinitas. Además, con tres chicos adolescentes… ¡todo el día comen!, y la buena comida es la única manera de tenerlos en casa", bromea la propietaria.

Separado por una corredera, que da privacidad cuando se necesita, el comedor es la estancia preferida de la propietaria, "porque proporciona intimidad sin aislar". Dos armarios gemelos a medida ofrecen mucho espacio para guardar y un papel pintado con efecto textil suma calidez a un espacio tan acogedor como personal. 

Un centro de mesa navideño con candelabros dorados, una vajilla antigua con bajoplatos también dorados y servilleteros DIY confeccionados con una cinta de terciopelo y una pequeña piedra. La decoración de esta mesa de Navidad se ha mimado hasta el último detalle. 

Un mantel rosa es la base de esta mesa decorada de Navidad. Y como centro, una ramo delicado de tonos empolvados que crea una atmósfera romántica y delicada. Una guirnalda de leds ilumina la mesa y le aporta el toque mágico. 

El reciclaje es un punto fuerte. No hay nada más ecológico que repescar objetos y piezas usados, lavarles la cara y que vuelvan a brillar como elementos decorativos. Con el upcycling, elementos de poco valor se reciclan "hacia arriba": como unas viejas vigas reconvertidas en mesa de comedor o unas polvorientas damajuanas de cristal reconvertidas en originales lámpara del comedor, como aquí.

La base clásica del piso pedía una decoración tradicional. Por eso el blanco y el dorado son un acierto seguro. Para la mesa, se ha optado por una base blanca con puntos de brillo dorados, como tres candelabros grandes, de oro envejecido, las velas de diferente altura y la copas, la vajilla y los cubiertos, con ribete y motivos dorados, para que todo tenga el mismo estilo. 

Las texturas se imponen en la decoración de esta mesa de Navidad. La del lino rústico del mantel, la de la madera de la mesa, que no se ha cubierto del todo precisamente para poder apreciar la belleza de esta pieza, la de la piedra, que arropa este espacio y la de la cerámica artesanal de la vajilla. 

Este comedor se ha decorado para una reunión en petit comité y con un carácter casual y desenfadado. Las pieles en las sillas le dan el extra de calidez perfecto en una celebración en la montaña y en vez de un gran mantel hasta el suelo, que siempre da un look más vestido a la mesa, se ha optado por unos caminos de mesa.   

Las comidas de Navidad van más allá de las fechas señaladas. ¿Por qué no vestir también estas reuniones familiares, ahora que los peques están en casa, de fiesta? Aquí se ha decorado el office con un mantel en blanco y rojo que le da un aire festivo, a la vez que informal. Y no podían faltar los detalles que adornan las paredes y la lámpara. 

Así es este comedor, que se ha decorado con bouquets de flores a lo largo de la mesa y con ramas de hiedra. Una guirnalda fina de Leds le da un efecto de lo más mágico. Y para darle un toque chic, una cinta de terciopelo ata las servilletas, sumando elegancia y sofisticación a una mise en place muy original. 

El verde no es el color típico de la Navidad, lo sabemos. De hecho, el Grinch, el enemigo número 1 de estas fiestas, ¡es verde! Pero si cuentas con una vajilla especial con detalles de este color, ¿por qué no contagiar a la mesa con detalles verdes? Aquí se han elegido copas de cristal verdes y como centro de mesa se han colocado unos bouquets ramitas de abeto con frutos rojos. Verde ¡y 100% navideño!

Si piensas que las sillas de mimbre o el color rosa no son para la Navidad, ¡estás equivocada! El rosa empolvado es romántico, vintage, delicado... ideal para las celebraciones. Mira cómo hemos vestido este comedor. ¿A qué funciona?

Este comedor de casa de montaña es súper acogedor. A su encanto rústico se suma una decoración con detalles de montaña, como los colgantes de renos que decoran las sillas, y los árboles de Navidad DIY que visten la mesa. La mesa redonda aún acentúa esta sensación cosy. 

Un centro de mesa es la guinda de una mesa de Navidad bien vestida. Pero es importante no perder de vista que el centro no debe ser una molestia durante la comida. Una opción es retirarlo una vez los comensales estén sentados a la mesa. Aquí, como que la mesa era grande, se ha confeccionado un centro en proporción con grandes velones y detalles florales en rosa, a juego con el mantel.

Este comedor se ha decorado para los peques de la casa, con una vajilla roja y blanca irrompible, un mantel decorado con galletas de Navidad y como centro de mesa un original árbol de Navidad confeccionado con muffins.  

Con la misma idea que concibió el sofá "transformer" planificó el comedor, que cuando no se usa se convierte en un estudio doble. ¿El truco? La mesa, que consta de dos gemelas con ruedas que pueden juntarse o separarse según las necesidades. Basta con arrimar las dos mesas a la pared para convertir el comedor en un despacho super práctico. ¿Quieres ver más soluciones originales?

Poner en tu comedor una bancada pegada a la pared —con asiento y respaldo tapizado, como la de la imagen— te permitirá sentar a más comensales a la mesa.  Si además cuenta con posibilidad de almacenar en su interior, podrás guardar todas tus mantelerías, mantas y cojines ordenados y despejar así los armarios del salón. ¿No te parece una idea excelente? Lo mismo debió pensar la interiorista Cristina Pérez al escoger este modelo.

Si quieres "estirar" los techos, ya sea porque son bajos o porque te interesa ganar sensación de amplitud visual, un truco muy útil según la decoradora Eva Mesa es pegar la barra de las cortinas al techo. Así dará la sensación que los techos se alargan y los metros se multiplican. 

Los estores tipo screen, confeccionados con un tejido técnico de PVC o fibra de vidrio, son una alternativa a los estores convencionales. Dan un look más moderno y se ajustan, aún más si cabe, a la ventana. Además, se comercializan en infinidad de colores y diferentes grados de apertura, en función de si se busca la opacidad o la máxima transparencia.

La base clásica de este comedor no fue impedimento para colocar elementos más desenfadados, como las servilletas con estampados vichy y los adornos en verde y rojo, creando un estilo homogéneo con el resto del espacio. 

"Los propietarios querían tener un espacio cómodo para los seis, por eso al office le reservamos el rincón más luminoso y protegimos las paredes con un arrimadero de listones de madera a prueba de niños, que además hace más acogedor este espacio", comenta la interiorista Asun Antó. 

Patricia, la propietaria de esta casa, junto a Gonzalo, Leticia y Pablo, preparando la merienda. 

Pero pasemos a lo que ya hemos llamado el corazón de la casa, la cocina: "Era muy importante que fuera amplia, práctica y como un cuarto de estar donde compartir. Está completamente hecha a medida, con muebles lacados y con mucho almacenaje. Quería que fuera un reflejo de la historia de la casa, un poquito clásica. La mesa del comedor y la isla sirven como núcleo familiar y esta última es muy práctica, con este superfregadero", cuenta la interiorista.   

Si la chimenea y el secreter son de herencia, las sillas del comedor también atesoran recuerdos familiares: "Son un regalo de bodas y decidimos pintarlas en gris para actualizarlas. Lo bonito es poder y saber mezclar, combinar muebles antiguos, que hacen más vivida y singular una casa, con otros actuales", explica Elena. 

Si las sillas del comedor se pintaron para actualizarlas, la mesa y las lámparas son DIY con vocación low cost. Y es que la decoradora nos sopla cómo decidieron aprovechar las lamas de madera sobrantes del suelo para hacer la mesa del comedor, o el singular origen de las lámparas: dos cestos que electrificaron para convertirlos en estas originales lámparas. "Un interiorista siempre busca exclusividad, dar un toque diferente y original", confiesa Elena.

La distribución diáfana de la zona de día obligó a la decoradora a unificar la línea estética del salón y el comedor, con un arrimadero de madera lacada blanca y una paleta cromática con una cálida base piedra que vira a grises y negros.

"Todos los espacios de esta casa son muy amplios y los propietarios temían que se vieran fríos y desangelados, un poco de showroom. Para evitarlo, jugamos con piezas grandes, como la mesa de madera del comedor que mide más de 4 metros, o las lámparas gigantes, que llenan mucho el espacio. Y hemos abusado del elemento chimenea para simular 'calor'. Optamos por las piezas justas y necesarias para que el comedor no se viera desangelado pero en tamaño XL", sostiene la decoradora. 

Si en el salón se impone un look más actual, donde las líneas rectas dominan, en el comedor la decoradora apostó por vestir la mesa con sillas isabelinas que reproducen mobiliario de época. Además, se han tapizado a juego con las cortinas. 

Pia reservó el espacio junto la ventana, que da a un pequeño jardín, para el office, que equipó con un banco en "L" muy cómodo y una gran mesa cuadrada. Una mesa que tiene truco, porque la decoradora la proyectó con el mismo sobre de la cocina, "así pasa a ser una extensión más de trabajo si se necesita", explica Pia. 

Este salón proyectado por la decoradora Begoña Susaeta se ha planificado en blanco, para multiplicar su luminosidad, y se ha hecho un uso muy decorativo del color. En cortinas y tapicerías se ha jugado con el rojo y un azul grisáceo, creando un salón atemporal pero a la vez moderno y personal.