Butacas

Además de sofás, butacas, mesas y complementos de tendencia presentan líneas curvas, las alfombras también pueden tener formas ovaladas o circulares, sumándose así a la estética wavy. Un modelo en tonos neutros o de fibras naturales es una opción segura, pues encajan con cualquier propuesta decorativa. 

No hay nada más aburrido que un salón decorado con muebles a juego. Aunque tu invitado no sea muy ducho en decoración, notará su diseño básico y la falta de personalidad en el espacio. Combina materiales y mezcla estilos, ya sabes, el concepto mix & match es todo un referente deco. Tu visita lo agradecerá. Fíjate en este salón actualizado, decorado por Marta Prats, lo bien que armoniza la fibra natural con la madera.

Una de las últimas tendencias en decoración de dormitorios de matrimonio es aportar por un estilo gender neutral, o lo que es lo mismo, una ausencia de detalles que marquen el género de un espacio. Para ello, tonos neutros -arenas y grises- y mucha madera, fibra, microcemento… Se busca una neutralidad en todos los detalles del dormitorio.

Desde la temporada pasada es uno de los textiles más usados para tapizar, ya no solo butacas, sillones, sillas y puffs, sino también sofás. El bouclé es un tejido suave, calentito, que transmite confort y recogimiento, y su tono blanco crudo le da un plus elegante. Lo encontrarás, por supuesto, en la decoración de salones, pero también en el comedor, la cocina y el dormitorio.

Seguramente te hayas dado cuenta de que se llevan las curvas… ¡y mucho! Sofás y sillones de formas redondeadas son otro must have en la decoración de salones elegantes y modernos. Y quien dice un sofá, dice una mesa de centro o un juego de mesitas auxiliares.

A dormitorio pequeño, alfombra grande. Y es que apostar por una alfombra mini es otro de los errores habituales a la hora de decorar un dormitorio pequeño. Si eliges una alfombra blanca de tonos suaves, no temas llevarla más allá del perímetro de la cama. Es más, el dormitorio se verá más vestido y acogedor. Eso sí, siempre que no sea un estorbo para el paso o para abrir las puertas de los armarios. 

Unas butacas clásicas, un sofá de líneas actuales, un techo de vigas de madera –las mismas que las del porche, pero aquí pintadas en blanco para sumar luz–, muebles recuperados... El salón de esta casa en medio del bosque presume de una cuidada mezcla de estilos que le da personalidad y mucho encanto. 

La decoradora Anna Vendrell, en el porche de la casa que ha reformado. Anna buscaba darle al porche un look de chill out, por eso ha optado por muebles de bambú, de look relajado, y ha llenado el espacio de plantas y fibras vegetales, como la gran alfombra o la lámpara, a juego, por cierto, con las dos que hay sobre la mesa del comedor.

Unas butacas retapizadas en un estampado azul dan a los salones un toque de elegancia. Y las interioristas lo saben. Por eso aquí Isabel Flores, Nuria Almansa e Isabel Font han optado para decorar este salón por forrar los sillones con un tejido geométrico en un azul intenso. Y lo han combinado con verde en los complementos: cubremaceta, pie de lámpara de sobremesa o un precioso coral aguamarina. El resultado es un espacio relajado y sofisticado, a la vez.

En cada estancia de la casa manda un tono y en el salón el protagonista es el blanco que tiñe paredes, el techo con vigas y algunos muebles principales, como el sofá. Este contrasta con el marco de madera de la chimenea, procedente de un anticuario de Florencia, o el suelo de microcemento topo que unifica toda la casa. 

Si una cosa está clara es que a los tapizados de terciopelo les sienta de cine el color mostaza. Ya se trate de una butaca o de un cojín, el terciopelo refuerza su elegancia natural, al mismo tiempo que aporta calidez. Para dotarlo de luminosidad, combínalo con un blanco cálido, como el de los sofás de este salón y, para crear unidad cromática, añade también unos cojines color mostaza sobre ellos. 

Una simple butaca tapizada en color mostaza es capaz de llenar de vida cualquier rincón, sin necesidad de más complementos.

¿Quieres revivir esa antigua butaca de herencia, pero no se te ocurren ideas? Tapízala en terciopelo de color mostaza y te aseguramos que ganarás un mueble lleno de luz y calidez que podrás colocar en cualquier rincón. La madera blanqueada también te ayudará.

El color mostaza es perfecto para llenar de luz y calidez cualquier estancia durante los meses más fríos. Pero también en primavera y verano también puedes recurrir a este color. De hecho, es una idea genial siempre y cuando optes por tejidos frescos como el lino.

Los espejos antiguos siempre dotan de gran carácter y estilo las estancias, así que yo como interiorista jamás dudaría en utilizarlos para decorar un salón. Me encanta como queda este espejo ventana encima de la chimenea de este salón: amplía visualmente el espacio a la vez que aporta estilo y llama la atención. 

Los colores neutros son nuestra paleta preferida a la hora de pintar las paredes, pero también nos gusta jugar con el color, como en este salón decorado por Elena Eyre. La decoradora se ha aliado con este personalísimo gris marengo para destacar la pared del salón y, así, convertir a la chimenea en la pieza estrella. Y no es casual, ya que se trata de una pieza antigua de herencia de gran valor sentimental. 

Los coches de la calle, los vecinos, el bebé del piso de arriba que no para de llorar, la tele del piso de abajo… Mejorar el aislamiento de tu casa es la mejor solución para combatir la contaminación acústica, y tienes muchas formas de hacerlo: desde instalar cerramientos con doble cristal hasta cubrir el suelo con una alfombra gruesa que amortigüe los ruidos y las vibraciones. Y en tu casa, lo mismo: pon la televisión a un volumen mucho más bajo o, directamente, quítala y crea un ambiente de bienestar con música tranquila.

Otros elementos de los que jamás prescindiría en un salón son los libros y, por ende, las librerías. Estos, además de ser fuentes de conocimiento, también contribuyen a crear una decoración más cálida y hogareña, sobre todo cuando forman una biblioteca.

Elegir una alfombra de estilo étnico es la mejor manera de aportar color a un interior demasiado neutro. Además, es una de las tendencias decorativas del pasado que vuelve en 2022. Kilims, alfombras turcas o del norte de África, hay muchas opciones para elegir. Puedes colocarlas en cualquier espacio de la casa. 

Si tienes una butaca o un sofá de reposabrazos "duros", como esta butaca con estructura de madera, una manera muy eficaz de suavizarlos es colocando una manta. Así cubres los brazos y no los verás tan duros. En la misma línea, si tienes el sofá que da de espaldas al salón, puedes poner una manta en el respaldo, así no verás la trasera tan mazacote y recta.

¿Un sofá a rayas? No todo el mundo se arriesga. Pero una manta a cuadros, ¿por qué no? Son un complemento de quita y pon, que fácilmente puedes guardar o cambiar de estancia si te cansas, y con el que todos nos atrevemos a darle un poco de punch a una decoración muy neutra. Fíjate en este salón, en el que las mantas a cuadros aportan un matiz british a este salón de base monocolor. 

¿Cuáles son las butacas preferidas de los salones con matices clásicos? Las francesas estilo Luis XV y Luis XVI o los butacones consistentes británicos. Hoy ambas pueden tener su gracia pero no con los mismos textiles. La mejor manera de rejuvenecerlas es retapizarlas con telas más contemporáneas con motivos geométricos y florales. Esta butaca de la imagen, se ha actualizado con un estiloso tejido de cuadros muy british.

Olvídate de aquellas cortinas tupidas de terciopelo que decoraban los tradicionales salones clásicos. Ahora los ambientes rebajan ese peso visual gracias a la elección de tejidos ligeros y con clase. Para renovar tu salón y dotarlo de toques clásicos opta por cortinas de lino, extralargas y con caída. También puedes colocarlas por partida doble o mezclar estores paquetto y cortinas. La interiorista Sol Van Dorssen se ha decantado aquí por vestir el ventanal de lado a lado, en un tono beis, como el resto de la decoración.

Esta era la típica casa de los años 70 a la que se había dejado de ir porque había quedado anticuada. Hasta que la interiorista Bárbara Aurell, de Espacio en Blanco, le dio una segunda oportunidad. Se conservó su estructura, con ese esqueleto de madera, pero se pulió para devolverle la vida. Y la gran chimenea de obra se convirtió en el elemento articulador de la zona de estar. 

Esta casa de la Cerdaña rompe los tópicos de las casas de montaña. De hecho, la vida discurre tanto en el interior como en su jardín, donde durante la primavera y, sobre todo, en verano, se hace muchísima vida. Por eso la decoradora Marta Tobella, de Sacum, aprovechó su porche para habilitar un estar y un comedor de verano. Desde aquí, aún se pueden apreciar, en el horizonte, las últimas nieves que tiñen de blanco las montañas. 

Los tauro son personas con tendencias conservadoras, calmadas y perseverantes. Se sentirán felices en un dormitorio clásico como este, decorado con colores neutros y donde tampoco faltan los materiales naturales. 

La combinación de blanco y negro es perfecta para destacar pequeños objetos, como arreglos florales, u objetos decorativos especiales, como esta composición de cuadros, siendo mucho más sencillo detectarlos en el conjunto de nuestra casa. En este rincón del salón se ha matizado este contraste con toques de madera y fibras naturales, que aportan calidez al conjunto.

A los reyes (y reinas) de la manada les chifla ser los protagonistas. Irradian energía y es imposible no girarse cuando pasan a tu lado. Para ellos, el mejor dormitorio es aquel que está decorado con elementos sofisticados y atrevidos al mismo tiempo, con colores vivos como el naranja y con mezclas arriesgadas.

El estar se veía demasiado recargado con tres sofás, que tampoco eran necesarios. Por eso la estilista decidió reemplazar uno de los sofás por dos butacas, más ligeras y versátiles, porque dan más juego al poder moverlas. De terciopelo azul, contrastan con la base neutra del salón y le dan un toque de elegancia. Descubre la transformación de este salón, paso a paso. 

Para que el salón ganara también en practicidad y no se viera tan desangelado como de origen, la estilista se alió con los muebles auxiliares. Una butaca, también blanca, completa el estar y lo cierra visualmente. Equipada con una lámpara de pie sirve de rincón de lectura.  También las plantas de interior y los arreglos vegetales ayudan a sumar calidez a este salón, que ha pasado de ser tristón a acogedor y estiloso. Si quieres ver más al detalle esta transformación, no te pierdas el antes y después de este salón.

Ambos estilos dan prioridad a los colores claros y luminosos, y ambos acostumbran a jugar también con el mix blanco y negro. Aunque por lo general, en el estilo minimalista los ambientes son monocromáticos.

Sea cual sea el diseño de una lámpara negra, lo cierto es que tienen esa capacidad de dotar de elegancia y sofisticación. Así lo creyeron las interioristas Gracia y Leticia de Amescua, quienes se decantaron por una original lámpara en forma de atrapasueños para iluminar la zona del comedor. 

Todas las rutinas que puedas dejar avanzadas para el día siguiente te darán paz mental además de ahorrarte unos minutos muy valiosos por la mañana. Deja la ropa y los zapatos listos para el día siguiente y haz lo mismo con tu bolso o la mochila de los pequeños de la casa. 

Ya sabes, esos sillones que son comodísimos, pero que suponen una patada en toda regla al estilismo de cualquier salón. ''Hoy en día, hay soluciones mucho más bonitas para relajarse en el salón'', dice la interiorista. ¿Estás de acuerdo?

La interiorista se refiere a esas lámparas de araña que solemos heredar de nuestras abuelas y que son auténticas joyas. ''Pueden quedar bien con decoraciones clásicas, pero también con estilos modernos para aportar contraste'', afirma. El mejor ejemplo es este salón de corte señorial donde la lámpara acapara la atención.

¡Infalible! Pintar las paredes del salón de un tono claro le da luz. Paredes y techo. Todo en una gama luminosa, a ser posible en blanco, crudo, tonos pastel… El gris, por ejemplo, es menos luminoso. Los tonos arenas, también apagan más que los blancos. Lo mismo sucede con los papeles pintados que quieras usar para decorar el salón: base o fondo neutro y motivos poco marcados, que no llenen en exceso, con pinceladas de colores luminosos como el amarillo.

Ya se trate de una butaca antigua que puedes actualizar con una nueva tapicería o de una librería tipo boisserie, en madera oscura, que se transforma por completo con un decapado o laca en color. No dudes en "dar" una vuelta a los muebles que tienes antes de cambiarlos.