El terciopelo es un tejido que a menudo se asocia a la realeza europea, pero tiene sus orígenes en Oriente Medio en el siglo IX. La palabra 'terciopelo' se refiere a la estructura del tejido más que a un tipo de fibra. ¿Sabes cómo se consigue su acabado suave y con pelo? Se forman pequeños anillos de tela por uno de los lados y luego, una vez tejida la tela, se cortan. Et voilà!
Pero volvamos siglos atrás, cuando el proceso de producción era tan complejo y caro que, como resultado, el terciopelo se convirtió en un símbolo de alto nivel adquisitivo. Por suerte, hoy en día hay terciopelos con base —tanto natural como sintética— de rayón, algodón, nylon, acetato o mezclas de otras fibras que han abaratado mucho su coste y lo hacen más accesible a todos los bolsillos. ¡Qué maravilla!
Además, la versatilidad del terciopelo logra que combine con muchos estilos y muebles, así que quítate de la cabeza la idea de que el terciopelo es solo para ambientes clásicos y barrocos. Puedes encontrar muchas piezas tapizadas en diferentes estilos como el nórdico, rústico e incluso industrial. Y si aún no te has decidido a hacer el gran paso, empieza por pequeños detalles decorativos, es un método que nunca falla.
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