Cocinas

Las botellas de cristal con tramado de yute eran una constante en las cocinas de antes. Ahora, las firmas de decoración las recuperan a modo decorativo para aportar un toque cálido con guiños al pasado.

¿Quién dice que una cocina pequeña debe ser blanca? Esta propuesta de la decoradora Natalia Zubizarreta demuestra que el color no está reñido con los pocos metros. Aquí, Natalia ha optado por el suave y camaleónico cashmere para sumar calidez y hacer más acogedora esta cocina en U. Para aprovecharla al máximo ha combinado armarios altos con bajos y, con los frentes lisos, son más discretos y se funden con las paredes, a juego. El toque de madera, en los estantes, refuerza la calidez del espacio y al ser un módulo abierto, aligera y da encanto.

Esta cocina no solo es un diseño de Natalia Zubizarreta, ¡sino que es la cocina de su casa! Natalia ha cuidado todos los detalles: desde la elección del mobiliario –el modelo Marco de Santos–, con sus puertas enmarcadas que dan un look más vestido y "asalonado" a la cocina; el color, este tono cashmere de moda; hasta la decoración de las paredes, con un papel pintado de espiga, que arropa el espacio y le suma elegancia, o la composición de cuadros. El office, pequeñito y muy práctico, es perfecto para el día a día.

Esta cocina es grande y disfruta de mucha luz natural, por lo que apostar por un tono cashmere es todo un acierto, porque la abraza y la hace más acogedora. La decoradora Natalia Zubizarreta prescindió de armarios altos y aprovechó la isla con grandes gaveteros perfectos para tener la batería de cocina a mano. Para la encimera se ha apostado por un acabado piedra a juego, integrando visualmente el conjunto. Y el toque de madera, en la balda y los taburetes, no podía faltar en un proyecto de la decoradora. Se ha prolongado la encimera de la isla unos 20-30 cm para ganar una práctica isla de comidas.

La decoradora Natalia Zubizarreta ha jugado con el visón para las paredes, el cashmere para el mobiliario y los toques de negro, que siempre dan un plus de modernidad, en esta cocina abierta al salón. La gran isla reúne una zona de almacenaje en los laterales y una parte central abierta para la zona de barra, que aligera su peso visual. La grifería, las luces y los tiradores en negro suman estilo y carácter a esta cocina moderna y atemporal.

Moderna, con toques rústicos y carácter clásico. Así es esta cocina proyectada por la decoradora Natalia Zubizarreta, que ha apostado por un mobiliario de frentes lisos, para que nada compita con el espectacular techo artesonado del salón. El toque de estilo lo ponen los tiradores de cuero y la encimera y antepecho de color negro. El tono cashmere del mobiliario contrasta, sutilmente, con el blanco de las paredes. Además, la decoradora ha jugado con dos fondos de armarios –60 cm para la despensa y los hornos y unos 40 cm para los armarios altos–, lo que evita que la cocina pese tanto visualmente.

A pesar de su planta tubular, la decoradora Natalia Zubizarreta supo sacarle el máximo partido a esta cocina. Organizó el mobiliario en dos frentes –asegúrate de contar con un pasillo de al menos 120 cm– reuniendo la zona de fuegos y aguas en línea, para mayor comodidad, y la despensa y hornos en paralelo. Apostó por el cashmere en el mobiliario, que llevó también a las paredes del salón. Al ser una cocina abierta, la integración era clave, y el color ha sido un buen aliado.

¿Quieres tener una isla en la cocina pero no cuentas con muchos metros? ¡Es posible! Inspírate en esta cocina proyectada por Natalia Zubizarreta. La decoradora ha unificado la encimera y el mobiliario en este tono cashmere, luminoso y cálido, a la vez. La isla, con poco más de 150 cm, se ha destinado a trabajo y zona de comidas. Los taburetes, con un original tapizado de tartán, dan la nota de color a esta sobria cocina.

Cada vez son más los que se aventuran a mirar al pasado y reformar casas de campo que aún conservan el sabor tradicional de toda la vida. En ellas, la cocina es un pilar fundamental alrededor del cual gira el resto de la casa. Esta cocina guarda el encanto de antaño con techos abovedados y líneas sinuosas como en la estructura que protege la campana. Para darle ese toque rural y campestre, se han elegido únicamente muebles bajos como en las cocinas de antes y se han pintado en un color verde menta que mantiene la conexión con la naturaleza, al igual que las carpinterías.

Pequeña, estrecha y con una escalera que se comía el espacio. Así era esta cocina, pero Ricard Mena, de RM Estudio supo darle la vuelta y de la necesidad hizo virtud. Así, convirtió la escalera en una completa zona de armarios que reúne los electrodomésticos y la despensa. Y planificó la cocina en dos mini frentes, ganando así una zona de barra. Y, para darle un plus decorativo, revestió la pared con un material compacto de efecto marmoleado, que suma estilo y carácter.

La decoradora Bàrbara Serra aprovechó al máximo el espacio de esta cocina de planta alargada con una distribución en dos frentes y, para minimizar la sensación de tubo, reservó la pared del fondo para el office, con una mesa alta y tabueretes. Las baldas que completan este rincón desvían la mirada de los armarios y aligeran el espacio. 

Para darle un plus decorativo, la decoradora diferenció la zona de trabajo, con muebles lacados, y la zona de despensa, con acabado nogal. Este dúo cromático suma estilo y calidez a esta cocina pequeña pero súper bien aprovechada.

Cuando faltan metros, debe sobrar ingenio. Y esta cocina, proyectada por el Estudio Boira, es prueba de ello. Se aprovechó uno de los frentes de armarios para ganar un completo mueble de desayunos y, para no entorpecer el paso, las puertas son escamoteables. Es decir, se abren como si fueran abatibles pero se esconden en los laterales, desapareciendo. Esto evita restar espacio en la zona de paso y, además, se transforma en un mueble abierto, con un cómodo acceso a todo el contenido.

Una cocina por ser pequeña no tiene por qué estar reñida con el color. Así lo demuestra esta cocina proyectada por el estudio Egue y Seta, con dos frentes de armarios en un carismático azul grisáceo. Para optimizar al máximo el espacio de almacenaje los armarios se han llevado hasta el techo. ¿La clave? El acristalamiento que comunica la cocina con el salón, que inunda de luz la cocina, ampliándola visualmente. En la zona de la cocina se ha aprovechado con armarios y en la zona del salón con una barra de desayunos.

Esta cocina es pequeña pero va sobrada de estilo. El arquitecto Jorge Moser aprovechó su planta alargada y estrecha para organizar el mobiliario en U, dibujando el triángulo de trabajo perfecto, con la zona de aguas bajo la ventana y a cada lado, la zona de fuegos y despensa, respectivamente.

Con armarios hasta el techo en blanco, es capaz y ligera. Una zona de barra, revestida de nogal para darle un toque más sofisticado, cierra este espacio. Nos encanta la combinación de pavimentos, con un elegante suelo de madera en espiga y un damero de granito y mármol en la zona de trabajo. 

Esta cocina parece mucho más grande de lo que en realidad es. La clave ha sido incorporar visualmente la zona del lavadero a la cocina –comparten pavimento y mobiliario–, llevar el mobiliario hasta el techo y unificarlo con el color de las paredes. La decoradora Marta Tobella aprovechó el acceso a la cocina para crear una pequeña barra de desayunos, que minimiza la sensación de tubo y, cuando se necesita, sirve de superficie de trabajo extra. 

El equipo de Alto Interiorismo aprovechó la planta alargada de esta cocina pequeña para crear dos zonas bien diferenciadas. Por un lado, la de trabajo, con muebles de madera y en U, que reúne la zona de aguas, fuegos y despensa. Y, por otro, una zona de barra ideal para dos. Para elló, bastó con prolongar la encimera y liberar la zona inferior de armarios. Tiene la ventaja que, cuando no se usa, sirve de zona de trabajo extra. Revestida de microcemento de un suave y cálido arena, combina a la perfección con la madera y la ilumina.

La distribución de esta cocina fue un reto. Se aprovechó su planta alargada para crear una isla que integra la zona de cocción y el comedor. Para ello, se prolongó la encimera a modo de mesa alta, ganando un comedor cómodo en el que caben hasta 5 personas. Al estar abierto al salón y comunicado con el recibidor por una corredera, Sol van Dorssen quiso darle un toque muy decorativo, de ahí la lámpara de fibras naturales y los bonitos cuadros botánicos.

La decoradora Marta Prats optimizó al máximo esta cocina, estrecha y alargada, que ahora disfruta de mucho almacenaje y una zona de barra para el desayuno de los peques de la casa. Para ello, aprovechó un entrante en la pared para destinar toda la zona de despensa, con una bonita alacena con puertas acristaladas, y reunió toda la zona de trabajo en línea. Para llevar luz a este espacio, abrió una ventana acristalada, que lleva la luz del salón a la cocina. En blanco, es ligera, capaz y atemporal.

Quizás lo asociamos a cocinas antiguas, a las casas de nuestros padres o abuelos, pero las tendencias son cíclicas y todo vuelve con aire renovado. Fíjate sino en las vitrinas o los armarios altos de almacenaje con cristal, la nueva perdición de los amantes deco. Son funcionales y quedan muy elegantes, haciendo que la luz natural se multiplique. Fíjate también en la silla plegable de hierro, por su tamaño y formato es ideal para cocinas pequeñas.

Aquí te presentamos una cocina con armarios de IKEA blancos y encimera de madera, muy fresca y natural para una casita cerca del mar. Podría ser una cocina más si no fuera por los azulejos tipo metro que se han colocado para dar un toque de personalidad con efecto sorpresa. Como están a media altura, hacen que el techo parezca más alto. Además, su acabado brillante ayuda a potenciar la luz. 

Si no quieres meterte en obras y necesitas un cambio rápido y asequible, nada mejor que dar una manita de pintura al antiguo mobiliario. Quedarán como nuevos y ocultarán las imperfecciones que tenían con el paso del tiempo. Es preferible elegir un esmalte resistente y duradero, que deberás aplicar con un rodillo de espuma.

Junto a la isla, la decoradora Meritxell Ribé, de The Room Studio, ha proyectado una zona de desayunos, práctica y con mucho encanto. Se ha equipado con cajones de diferentes alturas, para guardar desde la vajilla hasta la cubertería o la mantelería, y con un par de baldas. De madera, suman calidez y contrastan con el verde del mobiliario.

Aunque la cocina respira un look actual, la gran campana de obra recuerda a los diseños tradicionales de las casas de campo. Suma encanto y calidez, y da un contrapunto a una cocina en verde. La isla, con encimera de mármol blanco apomazado, integra una zona de barra muy práctica.

Esta cocina es estilosa, con este suave verde pastel, y a su vez atemporal, con un mobiliario con cuarterones y una gran campana de obra que se inspira en las tradicionales de la casas de campo. El toque más especial viene del suelo, con originales baldosas hexagonales bicolor, en un verde grisáceo y un luminoso crema.

¿Quién dice que una cocina no puede ser (casi) negra? La decoradora Jeanette Trensig rompió todos los tópicos con esta cocina, que además de súper elegante en este gris antracita, es muy luminosa y visualmente amplia. Y es que, como explica, "los tonos oscuros, como este gris antracita, en realidad dan profundidad y ayudan a unir decorativamente y con estilo las diferentes estancias". Los frentes con molduras le dan un toque clásico, que encaja de maravilla con el suelo hidráulico, un guiño a la tradición en una cocina tan elegante como atrevida.

La arquitectura señorial de este piso centenario, con techos altísimos y un espectacular artesonado recuperado, ha condicionado su diseño. La decoradora Lara Pujol la proyectó para mimetizarse con el salón, con el que comparte espacio. De hecho, Lara ideó el mobiliario como un mueble de salón más, con frentes lisos, sin tiradores y en un personalísimo gris verdoso, escogido precisamente para dar ese punto diferente y especial a la cocina.

Esta cocina es un lujazo. Por sus metros, su luz natural y su cuidada decoración. Su imponente isla central marmoleada, junto con el espectacular suelo de madera cerámica en espiga, y las bonitas puertas correderas de madera, le dan mucho nivel. La decoradora Natalia Zubizarreta apostó por un mobiliario lacado en blanco roto y vistió las paredes con un papel pintado de color visón que arropa el espacio, lo hace más acogedor y le da un look más de salón.

Proyectada por el decorador Ignacio Dávalos, la cocina de este piso de lectora de El Mueble presume de un estilo "asalonado", con elegantes frentes con molduras y un precioso suelo de madera en espiga, que sube el nivel de una cocina que rompe con el cliché de cocina. La gran isla revestida en un porcelánico técnico que imita la piedra natural se ha equipado con unos taburetes muy estilosos de terciopelo verde. Cocina es, pero salón parece.

El negro es el color de la elegancia y sofisticación por excelencia, un tono que llevado al mundo de las lámparas de techo es genial para crear un contrapunto cromático en interiores decorados en tonos neutros. Elevará el nivel la decoración en un instante. Apúntatelo porque este año vas a ver muchas lámparas de este acabado, ¡y no solo de techo!

La moda de la madera ha llegado también al mundo de las lámparas con modelos que ofrecen una estética cálida y natural. Estas pantallas se fabrican en una amplia gama de diseños, desde formas simples y minimalistas hasta patrones geométricos. Además de su apariencia visualmente atractiva, este material ayuda a suavizar la calidad de la luz, creando un ambiente acogedor en cualquier estancia.

En 2024 se llevan las lámparas con pantallas de cristal transparente, esmerilado o de colores, en distintas formas y tamaños: desde diseños tradicionales de globo hasta otros más contemporáneos y geométricos. El cristal proporciona una luz suave y difusa que te ayudará a crear una atmósfera acogedora.

En cuanto al mobiliario,  tienes dos opciones: decorar la despensa con armarios o estantes en el mismo material y acabado que los muebles de la cocina –como hizo en este caso Deulonder–, o bien diferenciar este rincón con mobiliario en un acabado diferente. ¡Tú eliges!

¿Por qué no reservar una zona de la cocina para ubicar una despensa? Eso fue lo que hizo en este caso la decoradora Jeanette Trensig. Destinó el frente que queda cerca del comedor parte montar una despensa en forma de U. Las "paredes" de cristal delimitan este espacio y al mismo tiempo lo conectan de manera fluida con el resto de la cocina.

Como ves, también puedes hacer de un armario de cocina una despensa bien organizada y accesible. Para ello, equipa el interior con estantes y compartimentos extraíbles que se adapten diferentes alturas. También puedes fijar ganchos en las puertas para colgar paños y delantales y no olvides integrar sistemas de iluminación LED.

Esta distribución permite organizar los alimentos de manera eficiente, con los elementos de uso diario a la altura de la vista y los productos menos utilizados en los estantes superiores. Además, el mueble con cajones y cestos de mimbre añade un toque de calidez y permite guardar desde pequeños utensilios y accesorios, hasta verduras y patatas que no necesitan el frío de la nevera.

Lo ideal es contar con una pequeña sala contigua a la cocina para destinarla a despensa. Una solución muy práctica es separar estos dos ambientes mediante cerramientos de cristal que dejen el interior de la despensa a la vista, o bien con puertas correderas con cuarterones acristalados en la zona superior. 

Cada rincón de esta despensa está perfectamente visible gracias a las luces LED estratégicamente colocadas en los estantes. Estas luces, no solo añaden un toque moderno y elegante, sino que también mejoran la visibilidad y facilitan la búsqueda de los alimentos. Recuerda que los LED son energéticamente eficientes y duraderos, lo que permite disfrutar de una iluminación brillante y nítida durante mucho tiempo. 

Entre las cocinas 2024 no podía faltar un estilo sofisticado, moderno y muy elegante para la nuestra. Si quieres dar un aire renovado a tu cocina, puedes optar por integrar una paleta de colores más oscuros como el gris y contrastarlo con materiales y tonalidades como la madera. El resultado puede verse así de espectacular.

La opción más sencilla y fácil para decorar tu cocina sin azulejos, es optar por pintar las paredes con un color liso que de mucha personalidad a esta zona de la casa. Por ejemplo, puedes escoger un color que combine con los muebles o que haga contraste. ¿Has visto lo bien que queda en esta cocina rústica? Cambia por completo la sencillez por estilo. 

El estuco es una técnica decorativa muy utilizada en paredes y techos. Permite obtener texturas parecidas al mármol o a la piedra natural. Combina cal, yeso, cemento, arena de mármol y pigmentos naturales, dando como resultado un acabado así de elegante y sobrio. Puede ser una alternativa muy moderna para tener tu cocina decorada sin azulejos. ¡Nos encanta!

En este caso nos quedamos con los muebles blancos, que como sucede con la cocina que acabas de ver, también aportan mucha luz y amplitud a un espacio tan estrecho como este. ¿Qué te parece el delicado estriado de las puertas de los armarios que aporta una nota new rustic muy de moda en 2024? El suelo hidráulico y el salpicadero estilo zellige completan una cocina funcional decorada con mucho gusto.

De esta cocina pequeña en color blanco nos gusta especialmente la pequeña barra de desayuno con vistas y el ventanal al salón que abre la cocina visualmente al resto de la zona de día. El espacio es estrecho, pero tiene tanta luz que a simple vista resulta acogedor y cómodo. Además, fíjate en el detalle de la barra para colgar los trapos, los guantes de cocina y algunos botes de especias.