Cestas

Neus Iserte, del blog Crea, Decora, Recicla es la responsable del cambio de este salón, su salón, cuyas paredes se pintaron con Auténtico Chalk Paint, que cambia de tonalidad según avanza el día. La chimenea también se ha lacado dándole un aspecto vintage y el resto del espacio se ha amueblado en un estilo rústico, muy acogedor. ¿Quieres saber qué otros colores ha utilizado Neus en el resto de la casa? 

A estas alturas ya te habrás dado cuenta las buenas migas que hacen el beige y el blanco en el salón ¡pero quién te iba a decir lo bien que entonan con el verde! Introdúcelo en cojines, plaids, cortinas, objetos decorativos y plantas. ¡Y tendrás conexión directa con la naturaleza!

Si quieres llamar la atención de una zona concreta, píntala de un color distinto. Es lo que se hizo en una de las paredes de este salón. Se pintó de un verde grisáceo que le da interés. Para no quitarle protagonismo, equípalo con un mobiliario discreto, como este mueble bajo decorado con un cuadro de la mascota de la casa que focaliza aún más el rincón.

¿No digas que no casan bien? El tradicional sofá chester de cuero marrón destacará aún más en tu salón si pintas su pared trasera en un verde oasis. En este además se ha decorado con una balda lacada en el mismo color que se mimetiza con la pared. La lámpara de pie dorada y los marcos de los cuadros en madera  logran dar al ambiente un plus elegante y natural, a partes iguales. Buena pista si te preguntas ¿qué colores combinan bien con el verde?

Las ideales son las que tienen forma rectangular o alargada. Pero en pasillos muy largos o amplios, se pueden poner varias alfombras seguidas, ya que reducirán la sensación de ‘efecto túnel’ y lo acortarán. El mismo efecto se consigue si las alfombras son redondas, una tendencia que cada vez vemos más. Evita que tenga demasiado grosor para evitar tropiezos y accidentes.

Si tu terraza es pequeña y apenas hay sitio para colocar plantas por el suelo, ¡échale imaginación e invéntate otros tipos de jardines! En este de la imagen, se ha forrado una pared del comedor exterior con enredaderas logrando el toque green de frescor tan afín con el paisaje de montaña. Y cuando no utilicéis la mesa, adórnala con múltiples macetitas de crasas.

En este acogedor porche se ha ampliado la zona de la chimenea-barbacoa para instalar una cocina exterior formada por un mueble de obra con superficie de azulejos y puertas de madera donde almacenar menaje, manteles y cojines. Y a su lado, el comedor exterior. Qué practico ¿verdad? 

¿Cuántas veces te has sentado a comer y ha empezado a llover? Es lo bueno que tienen los porches, bajo ellos estáis protegidos de cualquier inclemencia climática, a cualquier hora. Si tienes la suerte de tener uno, amuéblalo con una mesa de comedor grande, rectangular y bancos a ambos lados que permitan ampliar el número de comensales fácilmente, tal y como se ha hecho aquí. 

Esta terraza sin duda está a la altura. Sentados en su mesa de comedor de madera maciza y acabado natural permite vislumbrar el magnífico horizonte azulado que la rodea. Un listón en su estructura inferior y las butacas con brazos garantizan el descanso de extremidades. Si tienes una terraza similar o aspiras a ello, no te olvides de abrir una o dos sombrillas orientables que cubran bien las sillas y protejan de los rayos UV para que el sol no os moleste mientras coméis.

¡Y no es para menos! Este generoso comedor cuenta con una completa cocina equipada con una barbacoa para disfrutar del verano al máximo. 

¿Te encantan los cestos de mimbre? Además de ser perfectos para almacenaje, utilízalos como contenedores de tus arreglos florales. Elige modelos de fibra de diferentes tamaños y llénalos con pequeños tiestos de flores silvestres, como lavandas o margaritas. Repártelos por la casa o crea originales centros para decorar tu mesa de comedor. ¡Verás qué toque campestre tan ideal!

El interior de los armarios está planifico para que cada cosa tenga su sitio. Las cestas, también en azul, ayudan a agrupar la ropa por colores y por pendiente de plancha o ya planchada. Los armarios de DM lacado son obra del carpintero KyB (4.000 €).

Si tu recibidor es pequeño y no te planteas poner ni siquiera una consola por temor a que te quite espacio, prueba fijando en la pared una balda o un cajón volado, como la de la imagen. En sus cajones podrás guardar las llaves, el móvil, los papeles del coche, incluso, las mascarillas para tenerlas a mano. Y para que el recibidor no quede desangelado, cuelga en la pared un cuadro o un espejo que guarde las proporciones. Y en el suelo, una cesta para almacenar vendrá perfecta. Consola volada, espejo y cesto, en Coton et Bois.

Este recibidor tiene espíritu costero y demuestra una vez más la belleza de lo sencillo. ¿Te gustaría copiarlo? Necesitarás un banco de madera y mimbre y un perchero ad hoc para colgar cestos o tu colección de sombreros. ¡No te olvides de reservar un sitio preferente a un ramo de mimosas que, además de decorar con sus alegres tonos amarillos, le dará al espacio un aroma intenso de lo más agradable! Banco y cestos, de Sacum. Alfombra, de La Maison y faroles, de Catalina House.

¿Te acuerdas de esas mesas tocineras típicas de las cocinas de pueblo? Recupera una de ellas y adáptala a tu recibidor si quieres darle un toque rústico, como este con puertas de madera maciza y suelo de barro cocido. Decora la mesa con objetos de cristal y flores aromáticas que, además de decorar, servirán de ambientador natural. Unas cestas en el suelo ¡y te quedará perfecto! Cestos de mimbre, de Fronda. Alfombra, de Tailak. Puerta, de Antigüedades Ana y Belén.

Ya sea un espejo, un cuadro o un mueble, el recibidor es el lugar ideal para lucir piezas especiales. En este de la imagen destaca la fantástica consola con sobre irregular realizada con troncos de madera. ¿No te parece una maravilla? Le acompañan fibras naturales y objetos de cristal que le dan ese aspecto súper fresco. Consola y lámpara, de La Maison. Alfombra, de Carolina en Blue.

Además de los interioristas, el trabajo de las estilistas resulta providencial en la decoración de las casas. ¿Quieres saber cuáles son los tips de estilismo que dotan de armonía a los recibidores? Para la estilista Dafne Vijande, “un espejo me parece un tema recurrente pero muy útil para recolocar al salir o entrar. Puede ser uno especial, con un diseño peculiar que marque el estilo al entrar en la casa.” Este modelo XL de estilo industrial templa el espacio gracias a la consola de madera rústica sobre la que va apoyado. Consola, espejo y alfombra, de Tessa & Co.

Los interioristas son únicos a la hora de avivar el ingenio y prueba de ello es este proyecto que también ayuda a iluminar el recibidor al abrirlo al comedor. Lo firma la decoradora Marta Prats y se trata, como en el ejemplo anterior, de sustituir el tabique por una pared acristalada. Aunque Marta va un paso más allá y ha convertido la parte inferior en un apetecible banco descalzador con colchoneta y cojines. Debajo de él, unas cestas solucionan el problema de almacenamiento y enfrente, una balda volada sirve de vacía bolsillos. ¡Impresionante!

¿Temes que tu recibidor no tenga suficiente luz natural? Mira cómo puedes evitarlo. Instala una pared de cristal que lo comunique con el salón o la cocina, como aquí. Viste el nuevo tabique con una consola ligera con cajones y decórala con cestas, flores y velas. ¡Verás cómo tu entrada gana en luminosidad y amplitud!

Son un complemento doblemente eficaz en el baño: decoran por sí solas y ayudan a mantener el orden, sobre todo en muebles abiertos. Puedes usarlas, también, para dejar las toallas o la ropa usada. Si apuestas por las cestas de fibras sumarás, además, un plus de calidez. 

Una distendida barra de desayunos con taburetes separa con gracia esta cocina abierta al salón. El sofá queda en un segundo plano gracias a la estantería que remata la barra y que a su vez delimita el pasillo. Una prueba más de cómo los muebles sirven para zonificar espacios.

Tu ilusión de tener una cocina abierta por completo se ha truncado en la reforma cuando te han dicho que hay un pilar de carga que no puedes eliminar. En ese caso, sácale provecho y utilízalo para separar la cocina del salón. Aquí se ha integrado pintándolo de blanco como el resto de las paredes. Y la verdad, ha quedado súper bien. ¿Quieres saber otras soluciones para integrar columnas?

El estrecho rincón donde se encuentra el inodoro obligó a la interiorista a utilizar el espacio vertical de la pared como almacenaje. De este modo, tres baldas de madera permiten colocar las toallas y los accesorios sin agobiar visualmente la estancia, mientras un par de ilustraciones llenan de encanto la zona. Para culminar la decoración, dos originales apliques con forma de mano, un par de cestas de fibras naturales (una de ellas para guardar el papel higiénico), y unas florecillas sobre el sanitario.

Ya sea en la despensa o en el armario de los utensilios. Lo que recomienza Marie Kondo es utilizar cestas y cajas para acceder a ellos con más facilidad y que quede más organizado. Colocándolo todo así será más fácil saber qué tienes.   

¡Voilà! De estantería vieja a resultón banco en tan solo un movimiento. Coloca cajas que encajen en los diversos huecos y una colchoneta encima. Conseguirás mantener el almacenaje que ofrece la estantería y también más asientos. Después, ¡llénalo de cojines! Parecerá un ‘sofá’ más.   

"Si tienes un aseo de invitados, sé especialmente cuidadoso en el aspecto estético, evitando mostrar artículos personales. Añade un papel pintado especial, unas flores, unas toallas en un cesto o una bandeja con una crema y una colonia", propone la decoradora María Díaz Leguina.

Los productos para el orden y el almacenaje del hogar también han sufrido un incremento en sus ventas. La cesta FLÅDIS es una de las más valoradas, y es que además de ofrecer un sitio estupendo para guardar mantitas, mini toallas, cables o juguetes, aporta un toque superfresco y natural a la decoración. Cómprala por 8 €.

En este recibidor la decoradora Miriam Barrio se ha aliado con el espacio, de marcado carácter clásico, para crear un conjunto armonioso. Así, ha optado por decorar el recibidor manteniendo el precioso suelo, de mosaico hidráulico recuperado, al desnudo y ha optado por piezas discretas y que cromáticamente no compitan con el pavimento, como el banco de madera o la consola con estructura de hierro negro. 

A este recibidor no le falta detalle y sin necesidad de ser muy grande. La consola, ligera gracias a sus patas metálicas, cuenta con dos pequeños cajones para tener en orden lo más pequeño. El perchero de pie ocupa poco y, además, integra un paragüero. ¿Y el broche final? El espejo, práctico y muy decorativo. 

En un armario existen muy pocas prendas tan largas como para que toquen la parte inferior del armario. Siempre suelen sobrar entre 15 y 20 centímetros. Y ese espacio es suficiente para que puedas colocar una cesta y tener almacenado algún que otro tipo de accesorio.

Dulce y romántico, un rincón de lectura que conquista al instante con una coqueta butaca tapizada con tela a rayas blancas y azules, una mesa de centro de madera, flores, una cesta perfecta para guardar mantitas, y un precioso vinilo en color gris ilustrando un árbol con pájaros revoloteando a su alrededor.

Las mesas de centro de mayor altura dejan un valioso espacio debajo de la tapa  que se puede aprovechar con cestas y cajas, incluso un baúl. Estos elementos te servirán para poner orden en el salón de manera decorativa y discreta.

Estos diseños de mesas auxiliares son una solución de centro idónea cuando buscas organización y piezas ligeras (¡de diez en salones mini!) Son cestas con tapa por lo que dentro podrás guardar y organizar cojines, mantas, revistas… y encima decorar y apoyar tu taza de té.

Esta mesa de centro es un diseño circular de cierta altura que permite crear una composición práctica que ayuda a organizar el salón: un taburete que se convierte en asiento extra cuando se necesita y un cesto con capacidad para guardar las mantas.

Este truco funciona cuando se trata de ganar espacio para organizar en el salón. Aplícalo a tu mesa de centro, tanto sobre la tapa como en la repisa inferior. Coloca bonitas cestas o bandejas en las que agrupar objetos. El orden visual se sentirá en toda la estancia.

Una pieza decorativa que incorpora un sobre en forma de bandeja y cestas colocadas debajo, aprovechando su altura. Es un ejemplo de cómo sacarle más partido a esta pieza de mobiliario en el salón.

El término raw, que viene a significar “bruto” o “sin tratar", proviene de la gastronomía que, en un afán de buscar un estilo de vida más saludable, promovió el raw food, que aboga por el consumo de alimentos crudos y sin procesar. Esto mismo llevado a la decoración se manifiesta en una apuesta por los materiales naturales y sin tratar, tanto la madera como la piedra, los textiles o las fibras naturales. 

En un dormitorio pequeño es vital optimizar al máximo el espacio. Y las piezas polivalentes te ayudan a lograrlo. Un banco tipo arcón, un baúl que sirve de mesilla de noche y, a la vez, ofrece mucho espacio para guardar los cojines o las mantas, un cabecero con repisa... Si no tienes espacio para todo, busca piezas que cumplan varias funciones. 

La decoradora Jeanette Trensig supo dar a esta casa de alta montaña el calor de hogar que sus propietarios buscaban. Mucha madera, piezas escogidas con mucho mimo y el verde que lo baña todo. En el recibidor, para proteger las paredes y, a la vez, darle una nota rústica muy acorde con la casa, la decoradora ideó un arrimadero con un papel que imita la piel de potro. ¡Qué auténtico! No te pierdas el resto de la casa. 

Cuidar de un ser vivo es muy satisfactorio en muchos niveles. Pero a veces no es posible, ya sea por horarios o porque en el contrato de alquiler está prohibido tener animales. Haz que tu planta sea tu pequeña mascota verde. Nadie te lo impedirá y tú podrás cuidarla y sentirte bien.

En un espacio pequeño, el orden es básico, por eso los muebles de almacenaje te ayudarán. Además, debes crear espacios extra para guardar tus cosas con cestas, baúles, o cajas... pero sin abusar y sin que estén en medio. En un dormitorio despejado te ayudará a relajarte y a dormir mejor.

¿Hay niños en casa? Elige una mesa de centro –o varias auxiliares– redonda y con una estructura resistente. Por muy bonitas que sean las cuadradas o rectangulares cristal, mejor evitarlas si tus hijos aún son pequeños.