Un comedor sin luz, una cocina claustrofóbica, una casa con pocas ventanas... Puede pasar. Y pasa. Pero para nosotros resignarse no es una opción. Por eso siempre tenemos los ojos muy abiertos buscando soluciones para que sientas orgullo de tu casa y ella te lo ponga muy fácil para sentirte siempre a gusto. Así que adiós a los cerramientos y a la oscuridad y hola a la luz y la amplitud. ¿Cómo? Con estas ocho buenas ideas.
1. Entre la cocina y el salón
Entra en la galería de imágenes de este artículo y comprueba cómo este salón cuenta con entrada de luz por ambos lados gracias al tabique abierto por el decorador Roger Bellera. El murete, a una altura de unos 120 cm, se convierte en barra cuando hay invitados.
2. Una ventana abierta en un muro
Es el recurso usado por la interiorista Laura Masiques para comunicar dos estancias con mucha relación y llevar claridad a zonas sin luz natural. La apertura, de unos 200 x 100 cm, se ha rematado con un marco a juego con la carpintería. Míralo en la galería de imágenes.
3. Con vocación de pasaplatos
El tabique abierto entre cocina y comedor se ha rematado con una balda, que hace de pasaplatos y de superficie de apoyo para dejar cestas con fruta y plantas aromáticas. Está revestida del mismo granito beige que la encimera de la cocina.
4. Con correderas de cristal
La puerta y la ventana comunican visualmente la cocina con el comedor, dejan pasar la claridad, pero no los olores ni los ruidos. En el comedor, el tabique se ha revestido con papel de Güell-Lamadrid. Este proyecto, que encontrarás en la galería de imágenes, es de Rotaeche & Santayana.
5. Un tabique revestido con DM verde
Por un lado, sirve de apoyo a la zona de tocador y, por el otro, da intimidad al vestidor abierto al dormitorio. Para darle protagonismo a la separación, de unos180 cm de ancho x 200 de alto, Gaby Conde ha optado por revestirlo con DM verde.
6. En blanco, en la buhardilla
La inclinación del techo de este dormitorio marca la altura del murete, de unos 160 cm, que sirve de base para el cabecero e independiza el baño sin impedir el paso de la luz. Sus lamas de DM blanco en horizontal son iguales que las paredes del baño.
7. Rematado con un espejo
Lo único que “separa” la ducha del dormitorio es un murete, de unos 120 cm de alto, rematado por un espejo. Y es que, por el otro lado, el murete sirve de apoyo al lavamanos. Realizado de obra, integra las instalaciones y una repisa de madera.
8. De obra y cristal
Un murete a media altura es el cabecero y, a la vez, la pared del tocador con griferías empotradas. Sobre él, un cristal llega hasta el techo, adaptándose a la forma de la viga. Es un proyecto de Ramisa.
Que no te de pereza embarcarte en pequeñas obras como estas porque cuando veas la cantidad de luz y amplitud que has ganado en casa, ¡desearás tirar todas las paredes!