Cestas

Las cestas de fibra natural no solo sirven para guardar los regalos de Reyes. También puedes iluminarlas con tiras led y dejarlas junto al árbol para que los Magos de Oriente no tropiecen de noche al depositar los paquetes.

Tanto en las soluciones con enchufe o con pilas debes fijarte si cuentan con programador o temporizador que te permita cambiar los tipos de luces (fijas a intermitentes, por ejemplo) y graduar su intensidad. 

"El mueble con cajones está hecho a medida, me parece siempre la mejor opción. El suelo hidráulico hexagonal da personalidad al baño y para que no quedara muy frío y moderno buscamos el contraste con un espejo dorado antiguo", explica la interiorista.

Cualquier mesa de centro o auxiliar puede ganar en capacidad de almacén con unos cestos debajo. Deberás tener en cuenta la altura de las patas y del cesto en cuestión, ya que deben quedar unos centímetros para meter la mano con facilidad y tirar del cesto. Si la mesa tiene el sobre de cristal, recurre a decorar con cestos con tapa.

Tanto en el salón como en el dormitorio, un cesto es perfecto para organizar cojines y cuadrantes (en el dormitorio te será muy útil para dejarlos cada vez que deshagas la cama). Pero en el salón, un cesto decora y sirve para tener a mano algunos troncos de leña para la chimenea; lucir flores secas (quedan perfectas en un capazo); o para decorar el hueco de la chimenea cuando no la uses.

Aquí tienes otra idea para decorar y aprovechar la capacidad de los cestos. En el recibidor, encima o debajo de un banco, úsalo para dejar lo que necesites tener a mano antes de salir de casa.

MIL IDEAS

15 FOTOS e ideas de recibidores PEQUEÑOS con la solución definitiva para aprovechar el espacio

Las cestas y cestos en bambú son más rígidas que otras confeccionadas con diferentes fibras naturales. ¿Te gusta el efecto? Puede que prefieras. El bambú también soporta bien los tintes, por lo que puedes encontrar elementos en acabado natural o telidos, como este en blanco colocado junto a la consola del recibidor.

Es una idea muy campestre. Ese aire country que buscas lo tendrás si luces un capazo colgado de una percha o en un rincón del suelo con flores frescas recién cortadas (en el interior puedes tenerlas en un recipiente con agua) o secas.

A la hora de decorar con cestos anota esta idea: los hay más tupidos y otros que dejan ver el interior porque su trama es más abierta. Piensa qué vas a guardar dentro para saber qué te conviene. Lo mejor es que los cestos encajan en cualquier estilo decorativo, desde los más rústicos a los modernos, donde ponen una nota de calidez. Es uno de esos accesorios decorativos que debes incorporar a tu casa ya.

Cajas de madera, de metal o cestos de fibra. La despensa quedará organizada y tan bonita… los cestos de fibra son buenos para guardar patatas, cebollas y ajos, por ejemplo. También para organizar otros botes más pequeños. Incluso los paños de cocina, las servilletas de papel, cubiertos…

Y si seguimos con la idea de decorar con cestos más abiertos a modo de bandeja, llévate una a la mesa de centro o sobre el aparador para crear un centro de mesa sencillo y vistoso. Agrupa dentro velas y jarroncitos y lo tendrás.

Decorar con cestos un porche o una terraza es una idea fantástica. Al ser de fibras ponen la nota natural y cálida. Úsalos como cubremacetas, también para las plantas que tengas dentro de casa. Organiza tu rincón green con varios modelos de distinto tamaño y acabado.

Decorar con cesto es uno de esos pequeños detalles que darán un look vivido, cuidado y auténtico a tu casa. Y por muy poco dinero. Además son muy sencillos de personalizar tanto con cintas de pasamanería, borlas y pompones como con pintura.

Como en este caso, el cesto en blanco que remata la decoración del mueble de lavabo en un estante abierto. Los encontrarás lisos, pintados en un único tono, o con franjas o cenefas, motivos geométricos, aire étnico y boho… ¿cuál va contigo?

¡Cómo nos gustan las soluciones para ordenar la habitación de los peques sencillas y vistosas! Un cesto es perfecto para guardar juguetes y más juguetes. Es fácil para que los niños aprender a recoger solos y, si eliges un modelo con asas, podrás llevar fácilmente el cargamento de entretenimiento del salón a la habitación.

Como idea para decorar con cestos sirve esta: el cesto comodín. En el recibidor, debajo de una balda o consola, tendrás un lugar para dejar las zapatillas de estar en casa, el casco de la moto -camuflado de manera decorativa- o las bufandas. Además, aunque pensemos en cestos de fibras naturales como mimbre o cáñamo, hay otros acabados como esparto, bambú, palma, croché o fieltro que te gustarán.

En el cuarto de lavado, las ideas para decorar con cestos no están solo relacionados con los contenedores para acumular la ropa pendiente de colada. Otras cestas son perfectas para agrupar productos de limpieza, pinzas, cepillos, bolsas de lavado… Incluso las cestas o bandejas de fibra te sirven para organizar la ropa pendiente de planta o ya planchada (es cómodo para repartirla por los diferentes armarios de la casa).

Un formato de cesta más abierto, a modo de bandeja, es el "deja cualquier cosa" perfecto. Tanto para colocar en el baño y dejar el cepillo y la crema de las manos; como en el tocador para organizar las pulseras y collares; en el recibidor para dejar las llaves…

¿Y si en lugar de cajonera (o junto a ella) colocas un cesto en el que organizar los rollos de papel de regalo, las reglas o algunas carpetas? Puede ser un buen compañero en la zona de trabajo. Incluso para dejar el cojín que te gusta colocar en la silla para sentir la espalda más recta.

Una idea para decorar con cestos es usarlos en Navidad, no solo para cubrir el pie de un árbol de poco tamaño, sino para colocar dentro de ellos los regalos debajo del árbol de Navidad. Primero guarda dentro cajas envueltas y sustitúyelas por los regalos originales en la noche de Reyes.

Los cestos de fibra no solo son polivalentes, como estamos viendo en esta galería con ideas de todo tipo para decorar y ordenar con cestos, sino que resultan decorativos allá donde los pongas. No importa la estancia pero tampoco su estilo decorativo. En este baño, un cesto alto con tapa es el cubo de la ropa sucia junto al lavabo.

En tricot o croché, los manitas de la costura y tejedores empedernidos, seguro que tienen fácil confeccionar una cesta como esta que sirva para guardar lo que se te ocurra en cualquier estancia de la casa. Porque solo debes pensar qué necesitas organizar y guardar y tejerla tú o pedírsela a quien creas del tamaño adecuado. Por ejemplo, el libro de lectura, ebook o revista que te acompaña antes de ir a dormir…

Porque como idea para decorar es perfecta. Cestos y cestas son bonitos y te ayudan a tener al alcance de la mano y recogidos plaids y mantas durante los meses fríos. Y en verano, una ligera colcha. Un cesto queda bien en un rincón, junto al sofá o sillón, bajo una mesa auxiliar alta, al lado de la chimenea…

Si quieres que el interior de tu armario se vea bonito y organizado, también puedes usar cestas para aprovechar los estantes. Cuando abras la puerta, ¡aquello será una oda al orden! Guarda cinturones, pañuelos, collares, calcetines… eso sí; las prendas más delicadas es preferible que las organices en cestos de algodón o fieltro o bien en cestos con fundas de tela.

Cestas y cestos como cubremacetas, para tener a mano la mantita y a juego con una mesa auxiliar en fibra natural. Es el hilo conductor que se ha seguido en este rincón de lectura para decorar. De diferentes formas, tamaños, colores y diseños, los cestos son el comodín perfecto para dar un toque acogedor y personal a cualquier rincón de la casa.

Si tienes algún cojín de más que hacen más cómodo tu momento de relajación en el sofá, pero que no quieres que lo ocupen todo, pues organízalo en un cesto. Bien abierto y que se vean o con tapa.

… y crea tu jardín interior. Las fibras vegetales no soportan bien la humedad y el contacto con el agua porque la absorben y en contacto continuado se pudren. Así que opta por plantas artificiales (bien conseguidas) o por colocar en el interior la maceta con su plato. Algunas cestas están revestidas en el interior por una capa plástica que protege la fibra y evita que se deteriore.

Desde un cesto grande –y mejor con tapa– para la ropa pendiente de colada, hasta cestas para tener en orden las toallas (guárdalas enrolladas: ocupan menos y son más decorativas) o los productos de aseo. Estas son algunas de las ideas para decorar (y organizar) con cestos el baño. Aquí ves concretamente la del uso de cestos en baldas abiertas.

También en el dormitorio juvenil. Porque los cestos en una estantería abierta son idóneos para decorar y mantener en orden las cosas más pequeñas. Así que no dudes en colocar cestos. Si los ubicas en estantes superiores, mejor con tapa para preservar el contenido del polvo. Intenta que el tamaño de cada uno sea adecuado al del estante.

Ya hemos visto que es una opción colocar un cesto en el baño para echar la ropa pendiente de colada. Pero si tienes un lavadero o cuarto de lavado y plancha también necesitarás uno. Con tapa o con una bolsa de algodón dentro para evitar que se vea la ropa. Los cestos para la ropa sucia de tela y fibra son una buena opción para que la ropa sucia tenga ventilación y no acumule malos olores.

Las posibilidades cerámicas hoy en día son enormes. En formatos, tamaños, motivos, diseños... Y aunque son muy tentadoras a la hora de planificar el baño, la decoradora Natalia Zubizarreta aconseja evitar los azulejos de motivos muy marcados, como por ejemplo los tan de moda mosaicos hidráulicos multicolor. "Es mejor optar por materiales que imiten a piedras calizas, a mármoles claros, microcemento... Lo natural y los tonos suaves nunca nos cansan". 

Aunque está bien tener algún rollo a mano para cuando lo necesitas tampoco debes tener todo el papel higiénico guardado en el baño. Te ocupa mucho, la humedad no le favorece y, si queda a la vista, dará sensación de desorden. ¡Con dos o tres basta!

Si eres de los que llenas la cama de cojines, almohadones, mantas y plaids, necesitarás sí o sí un cesto en el que dejar todos los textiles que no necesites a la hora de acostarte. Puedes usarlo, además, como elemento decorativo. 

Ya sabes que los muebles abiertos alivian las estancias, por eso, es lógico que en tu pequeño dormitorio quieras poner unas mesillas lo más ligeras posible. Elige modelos sin cajones, tipo consola, que solo se presenten con el sobre, como esta de la imagen. Para no renunciar a un almacenamiento extra, coloca debajo unas cestas de mimbre que te permitan dejar libros, mantas, cargadores... ¡Y problema solucionado!

¿Necesitas lugares extra de almacenamiento en la cocina? ¡Créalos! Y qué mejor que en esas zonas muertas para aprovechar el espacio. Un par de baldas de pared, como las de la imagen, te vendrán fenomenal. Ya sabes, en la de arriba deja objetos decorativos o de uso esporádico, mientras que en la de abajo deposita aquellos que utilices habitualmente, como botes de legumbres, pasta o especias, para tenerlos a mano.

Sé exhaustivo: recoge en cuanto manches. Un poco de arroz que se cae en el cajón, sal en el mueble, migas en la encimera o en el suelo, cualquier mancha de café en la encimera… no lo dejes para luego. Es un fallo que hará que tu casa no se vea ordenada (ni limpia), "aparcarlo" para después. El gran aliado en la cocina es un pequeño aspirador de mano siempre cargado. No harás pereza.

Otra clave infalible para concebir una habitación Montessori en toda regla es diseñar un área específica para sus manualidades. ¿Los básicos? Una mesa de escritorio, una silla confortable, una estantería a la que pueda acceder con facilidad y otros espacios de almacenaje, como cubos o repisas colocados ingeniosamente en la pared.

La primera, por supuesto, es el espacio. Lo mejor es que haya una distancia de alrededor de un metro y medio entre la cama y el armario. Por el contrario, si al abrir y cerrar las puertas, chocan con algún mueble es mejor decantarse por otra opción. Y, cuanto más ancha sea cada puerta, más espacio ocupará cuando la abras. La anchura ideal de estas puertas no debe ser inferior a 30 cm ni superar los 60 cm. Tampoco deberían sobrepasar los 250 cm de alto.

Las alfombras de fibras son las más frescas y resisten bien el sol, aunque hay que tener cuidado con el agua. El bambú y el yute –más delicado– son suaves a la pisada, mientras que el esparto y el sisal resultan más ásperos y rústicos.

¿Cada vez te gustan más los muebles multifuncionales? Entonces te enamorarás de este recibidor rústico amueblado con una consola, que lo mismo hace de mesa o de banco, un perchero que sirve para colgar bolsos o exponer sombreros y la presencia de la fibra, en alfombra y cestas, que mantiene el calor a raya. 

¡Qué fresquitas y acogedoras son las casas de piedra en verano! Un material muy agradecido que aísla del calor sofocante. Y si encima viste las paredes interiores, como en este recibidor, mejor que mejor. En él se ha abierto una hornacina al exterior que sirve de mini librería y de ventilación extra. El espacio se ha amueblado con una mesa de cocina antigua y una silla, a modo de escritorio. Un jarrón con flores silvestres alegra el espacio. 

Mira que forma más sencilla de crear un recibidor súper veraniego y aprovechar un espacio desnudo como este junto a la escalera: viste el suelo con una alfombra de fibra redonda que cubra todo el espacio, coloca sobre ella una consola abierta y blanca que aligere el ambiente. En su superficie, un espejo, una lámpara de fibra y plantas o flores que le den el toque de color. Si lo deseas, puedes poner un banco y, cuando no se utilice, ocultarlo bajo la mesa. 

¿Quieres captar la luz y hacer que tu recibidor parezca más grande? Píntalo de blanco y lo lograrás. Aquí además se ha equipado con un perchero de acabado envejecido y piezas de fibra muy veraniegas que rebajan la temperatura exterior. 

Para darle a tu recibidor un toque veraniego, la sensación de frescor nada más verlo debe ser primordial. Aquí se ha logrado con una bonita consola de madera de formas orgánicas cuyo diseño irregular le da un carácter rústico muy auténtico, piezas de fibra, objetos de cristal transparente y, por supuesto, plantas.

¿Hay algo más veraniego que la fibra? Ubica una silla de mimbre en tu recibidor para refrescarlo. Si es un diseño icónico, como esta Acapulco, tendrás múltiples likes ganados ya de entrada. Y para acompañar ¿qué tal unos cactus naturales? Su presencia sigue en alza.