Después de ver estas 10 casas habrás visto que no todas las reformas son igual de profundas ni costosas. Las hay que con un simple lavado de cara, la casa ya parece otra. A veces, basta con pintar paredes y techos de blanco y mejorar algunas estancias que denotan más el paso del tiempo (como cocina y baño) y la transformación ya está servida.

PONTE A PRUEBA
Test: ¿Tu casa necesita una reforma?
En otros casos es necesario coger el mazo para que la casa vuelva a mostrar su mejor cara. Eliminar el falso techo para que luzcan las vigas, recuperar un suelo original o las carpinterías o tirar algún tabique para que las estancias más oscuras se llenen de luz. Son obras que no llevan mucho tiempo y buscan revalorizar lo que la casa ya tiene.
Y, por último, están las reformas profundas aquellas que abren ventanas donde había muros, cambian completamente la distribución de una casa o convierten una insulta consulta de dentista o unas oficinas en una confortable casa familiar. Pregúntate y pregúntale a tu casa, cuál necesita ella.