La historia de esta casa parte de un flechazo... pero a la inversa. "Era tan espantosa ¡que captó mi atención de inmediato!", recuerda bromeando Roser, la propietaria de esta casa de El Maresme (Barcelona). “Hacía un tiempo que estábamos buscando casa y no encontraba nada que me gustara. Y haciendo el tonto un día en internet la vi. Era tan horrible... Piensa que el jardín parecía una selva, Y donde no había plantas o árboles, ¡había figuritas! Gnomos de jardín, animalitos, ¡incluso tenían una estatua de la Venus de Milo!”. Y a pesar de todo, le dio una buena sensación.
"Me animé a ir a verla. Mi marido creía que se me había vuelto loca”, bromea Roser. Y la casa no la defraudó: “Era tan cual la había visto en internet: horrible. Por dentro, con suelos de mármol super anticuados, y por fuera. Estaba muy bien conservada, pero claro, no pegaba nada con nosotros. Y ahí empecé a montarme la película: podía ser la casa que yo quería. Solo necesitaba a alguien que me ayudara a transformarla”.

Decogurús
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Y ese alguien fue la decoradora Pia Capdevila: “La llamé, vio la casa, se horrorizó pero aceptó el reto, que era transformar esa casa en una de El Mueble. Así se lo dije. ¿Es posible? ‘Evidentemente’, me dijo Pia. Y así empezó nuestro gran proyecto”. Y es que Roser se implicó muchísimo en la reforma, hasta el punto que entre ellas ha nacido una gran amistad.