Las familias cambian. Y con ellas, las casas, que deben adaptarse a las nuevas necesidades de sus habitantes. Este es el reto con el que se ha enfrentado la decoradora Pia Capdevila con esta casa en las afueras de Barcelona: "Las niñas habían crecido y la casa necesitaba evolucionar con ellas para que volviera a ser cómoda para todos", explica la interiorista.

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1.

Un salón más luminoso y diáfano

Salón con gran ventanal al jardín

La primera actuación de la decoradora fue abrir la cocina para disfrutar de una zona de día diáfana y más práctica para vivirla en familia. "Al derribar los tabiques, toda la planta principal ha ganado una luz maravillosa, porque ahora circula de lado a lado de la casa". Al cambiar el suelo, que el anterior era oscuro, se reforzó el el efecto de explosión de luz. 

Sofás de T&C Projects, en Matèria. Butaca de Kave Home y mesa de centro de Sacum. Lámpara de pie, en Carolina Blue.

2.

Una barra con truco que separa la cocina del salón

Salón abierto a la cocina con barra de madera que hace de separación

La barra es una pieza escultórica de madera rechapada que tiene una doble función, aunque una de ellas permanece oculta de la vista. Separa la cocina del salón y oculta la calefacción: "¿Ves las ranuras? Es porque integra la calefacción, así queda camuflado sin perder eficiencia", nos sopla Pia. Un dos en uno con mucho estilo. 

Taburetes y lámparas de DomésticoShop.

3.

Una pared-biombo que recoge el recibidor y lleva luz a la cocina

Cocina abierta al salón con barra de madera y pared con ventanas en la parte superior que recoge el recibidor

Al abrir la cocina a la zona de día y con ello redistribuir el espacio, surgió un problema: el recibidor. "Era importante separarlo de la cocina y darle entidad propia, así que ideé una pared-biombo que recoge la entrada y, gracias a las ventanas de su parte superior, lleva luz a ambos espacios", resume Pia. 

4.

Una cocina totalmente integrada a la zona den día

Cocina con muebles blancos

Al quedar abierta a la zona de día, la decoradora diseñó la cocina para que se integrara en total armonía en el espacio: "He reunido las columnas de almacenaje en un extremo y eso me ha permitido prolongar el mismo mobiliario de la cocina hacia el salón. ¿El resultado? Un mueble que empieza siendo de cocina y evoluciona hasta convertirse en uno de salón". 

El mobiliario, lacado en blanco, es de Meine Kutchen. La encimera es de Neolith Calacatta. La grifería es de Blanco.

 

5.

El reto: dar con el blanco

Cocina blanca con encimera porcelánica que imita el mármol

Uno de los retos con los que se enfrentó la decoradora fue unificar el tono de lacado de la cocina con el resto de muebles del salón que se hicieron a medida: "Lo estudiamos mucho, para que todos los muebles, fueran de cocina o de sala, tuvieran la misma tonalidad". Y para que la cocina no quedara demasiado plana, la decoradora eligió un porcelánico que imita el mármol que rompe un poco. "Los tonos escogidos para crear contraste siempre son los grises y los negros". 

6.

Un comedor arropado por el papel pintado

Vista de comedor desde la barra de la cocina con pared con papel pintado a rayas

El espacio del comedor se ha enmarcado con un papel a rayas en piedra y beige que va de pared a pared, integrando este espacio en la zona de día y, a la vez, dándole personalidad propia. Una vez más aquí la decoradora recurrió a los toques de negro para dar contraste: la lámpara, las sillas tapizadas, la estructura de hierro de la mesa... 

Mesa de Stool y sillas de Crisal. Lámpara de Maisons du Monde. Cuadros de Valeria Sidañez.

7.

Un mueble del salón que se transforma en banco

Comedor con banco y pared con papel pintado a rayas

Si el mueble del salón acababa transformándose en mobiliario de la cocina (o viceversa), el mueble de la tele desemboca en un banco con cajones para el comedor. Muebles transformer para hacer el día a día más cómodo ¡y con mucho estilo!

Mueble de la tele y banco diseño de la decoradora. 

8.

Un maxi cabecero de lamas de madera que oculta un secreto...

Dormitorio con maxi cabecero de lamas de madera

En el dormitorio se impone un espectacular cabecero de lamas de madera que oculta un secreto: “Encuadrando la pared hay un hueco, que es donde estaba el antiguo cabecero. En vez de taparlo, lo transformamos en un elemento decorativo: le pasamos por delante esta estructura de lamas de madera y por detrás colocamos unos leds que, por la noche, se iluminan”. Y el dormitorio, en su totalidad, se transforma. 

Cabecero con lamas rechapadas de roble y mesillas, diseño de la decoradora. Banqueta de mimbre de Carolina Blue.

9.

Un completo vestidor a pie de cama

Vestidor con armarios del mismo color de la pared a pie de cama

El vestidor ya existía de origen y Pia no lo tocó, la única intervención fue unificarlo cromáticamente en los tonos de la casa, en este caso, un piedra muy marca de la casa de Pia. Así se integra en la decoración camuflándose.