A los ojos del mundo, Miguel Bosé (69 años) siempre fue el hijo de dos grandes nombres: la actriz italiana Lucía Bosé y el torero Luis Miguel Dominguín. Además, él también se hizo un hueco en el mundo del arte, siendo uno de los grandes cantantes españoles de los años 80 y 90. Sin embargo, a pesar de que su infancia y adolescencia estuvo rodeada entre flashes, arte, poderío y privilegios, detrás de esa fachada, como él mismo ha revelado en varias entrevistas, se escondía una realidad muy distinta: la de una familia rota, una casa enorme sin calefacción y una infancia marcada por la escasez emocional y material.
"En casa de mi madre calentábamos ollas en una bañera y nos bañábamos los tres por turnos", confesó hace un tiempo en El Hormiguero (el programa de entrevistas de Pablo Motos emitido en Antena 3), dejando al público perplejo. Porque, aunque vivían en Somosaguas, en una casa inmensa, el frío, la precariedad y el silencio impuesto pesaban más que el mármol y las hectáreas de jardín.
Una infancia de escasez: la realidad detrás de la fama
Cuando los padres de Miguel Bosé se separaron, la vida dio un giro abrupto. Lucía Bosé se quedó con la casa familiar pero sin apenas recursos. Como él mismo relató, "se cerró la planta del salón, porque era del patrimonio, de las visitas, de las fiestas". La familia se replegó a las habitaciones de arriba, donde no había calefacción ni agua caliente.
Y ahí, entre fogones improvisados y deberes hechos con el vaho en los cristales, se forjó una infancia dura, pero también íntima, sostenida por el calor humano tanto de la madre de familia como de 'La Tata', es decir, Remedios de la Torre Morales, la mujer que cuidaba de él y sus hermanos y "tenía mucha alegría", convirtiendo la penuria en rutina y, más aún, en aprendizaje.
Bañarse por turnos, sin calefacción, ni agua caliente
En dicha entrevista con Pablo Motos, confesó que lo más duro no fue pasar frío, ni bañarse en turnos compartiendo el agua, ni hacer los deberes tiritando. Lo más duro fue fingir que todo estaba bien. "Estaba obligado a fingir que nada había pasado y que todo estaba bien", decía. "Fue una época muy fea", reconoció Bosé, "pero te acostumbras". Además, para tener la mente entretenida y ocupada, el cantante confesaba que "nos distribuyeron tareas, para no pensar y así tener ayuda de mantenimiento. Nos unimos todos".
Así era la casa donde vivió Lucía Bosé

Idealista
La Casa Azul de Brieva (Segovia) fue el hogar donde la actriz Lucía Bosé pasó gran parte de sus últimos 20 años de vida. Según el portal inmobiliario Idealista, la vivienda tiene 430 metros en tres plantas y una parcela de 315 metros, donde se puede encontrar el sello inconfundible de la artista. Salió al mercado por 430.000 euros y en apenas unos días incrementó su precio de venta en un 15% hasta los 495.000 euros.

Idealista
No obstante, en 2021, un año después de la muerte de la artista, volvieron a rebajar su precio hasta en un 9%, hasta los actuales 450.000 euros. La casa de la madre del Miguel Bosé, se distribuye en un amplio y luminoso salón con un fresco del reconocido artista italiano Emilio Farina, con chimenea y acceso directo al patio cubierto.

Idealista
Dispone además de seis amplios dormitorios, cuatro baños completos, y un aseo de invitados. Además, cuenta con un amplio vestidor, y la planta superior está abuhardillada. La terraza exterior cuenta con 35 metros en la parte delantera.
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