Carolina y su familia dieron un gran paso: dejaron atrás la paz de la sierra para instalarse en una tranquila urbanización en Madrid. “Queríamos estar más cerca del colegio de nuestros hijos y tener más espacio para disfrutar juntos”, cuenta Carolina. Pero había un obstáculo importante: “¡había que reformarla entera!”, recuerda con una mezcla de ilusión y desafío.

Afortunadamente, el constructor Daniel Muñoz Velasco supo ver el enorme potencial de la vivienda, y la interiorista Natalia Zubizarreta convirtió ese lienzo en blanco en una casa digna de portada. “Pensamos mucho la distribución para ganar almacenaje y lograr un estilo moderno, pero acogedor. ¡Nada de frialdad!”, explica Natalia.

El resultado es una vivienda luminosa, funcional y cálida, que combina a la perfección un diseño contemporáneo con un ambiente familiar y confortable. Cada rincón refleja una cuidada mezcla entre estética y practicidad, perfecta para el día a día de una familia que sabe lo que quiere: vivir a gusto sin renunciar al estilo.