Alacenas

Esta lámpara le va como anillo al dedo a este comedor de aire clásico. Se trata de una lámpara de araña tipo chandelier que revisiona los diseño tradicionales iluminados por velas. Una pieza de estilo con mucho encanto y personalidad. 

Es uno de los errores más habituales que cometemos cuando nos cambiamos de piso y nos llevamos los muebles. Sí, es posible que esa alacena heredada te haya dado mucho juego en tu anterior casa, pero en la de ahora no logras encajarla. Para María Vázquez, de Dr. Livinghome, tienes dos opciones: deshacerte de ella —por mucho que te pese— o transformarla, pintándola de otro color o inventándote otro uso, por ejemplo. Hay que dejar hueco a las cosas que te hacen feliz, deshaciéndote de esas otras que ya no lo hacen. ¡Pruébalo porque funciona!

¿Quieres darle un nuevo look a una vitrina antigua? Dale una manita de pintura en un blanco roto, forra su interior y cámbiale los pomos. ¡Parecerá otra! Es lo que se ha hecho en esta de la imagen, pensada como librería y decorada con un papel pintado potente. Su vistoso estampado floral da absoluto protagonismo al interior del mueble. La clave para que se vea bien está en colocar libros bajitos y en horizontal. ¿Quieres ver más vitrinas para el salón? 

Atreverse con el azul en una cocina puede parecer una osadía. Pero viendo el resultado en este proyecto de Sube Interiorismo no podemos hacer otra cosa que felicitar a Begoña Susaeta, la decoradora de esta espectacular cocina con comedor de más de 40 m². 

Si el mueble en cuestión a restaurar es de madera y encargas el trabajo a un profesional, te costará al menos 600-700 €. Todo depende del nivel de restauración. Si lo haces tú, invertirás tiempo en una tarea muy agradable que llevará lijar y pintar. Pero también sustituir cristales, tiradores y bisagras si están deteriorados. Solo la pintura que necesitas para hacer tú un acabado decapado como el de la imagen cuesta unos 90-100 €.

Y como en las cocinas de antes, es el corazón de la casa. De hecho aquí estaba antes el salón. Se conservó lo que se pudo, como las vigas del techo, y lo que no se pudo, se buscó reemplazarlo con algo similar, como el suelo hidráulico que es recuperado de otra construcción. Te invitamos a que descubras el resto de espacios y secretos de esta casa. 

Que este comedor y cocina con sabor rústico no te engañen: estamos en Barcelona, y no en un pleno campo. Los propietarios, unos enamorados de los muebles de madera antigua, le quisieron dar a su casa un extra de calidez y mucha autenticidad, de ahí el mix de piezas actuales, como las sillas, con otras recuperadas, como las lámparas del comedor. 

Las alacenas eran un mueble imprescindible en las cocinas de campo, con un cuerpo superior que dejaba la vajilla a la vista y uno inferior con prácticos cajones y estantes cerrados. Apostar por una alacena, aún siendo de diseño actual, dará un sabor tradicional y muy auténtico a tu comedor, cocina o salón.

Cuencos de ceramistas que recuperan diseños tradicionales, piezas con el poro de la arcilla a la vista, vajillas con motivos antiguos... Cualquiera de ellas aporta la exclusividad de la artesanía y dará un toque rústico a la decoración.

No solo el mueble de lavabo infunde carácter a un baño vintage. Puedes incorporar otras piezas de mobiliario como auxiliares para organizar toallas y botes y que sean acordes al estilo. Una vitrina o alacena recuperadas son perfectas para organizar y resaltar la tendencia.

El mix de estilos de este salón, ¡le sienta tan bien! Su base arquitectónica muy señorial, con techos infinitos y preciosas molduras, se ha actualizado con piezas de corte más moderno y otras de estilo, como la consola o la alacena de madera. Una pieza, esta, que se ha reconvertido en biblioteca.

Esta alacena es, con permiso de las vigas, la gran protagonista de este salón. Y se ha personalizado para que así sea: a su llamativo color azul, a juego con la carpintería, se suma su interior, que se ha revestido con un papel pintado de un suave verde pastel que aún destaca más los objetos decorativos expuestos.

Las alacenas nunca han dejado de estar de actualidad. A su equilibrado diseño tradicional, con una zona acristalada para exponer la vajilla más especial y otra cerrada para guardar el menaje de uso diario, se suma su funcionalidad, ya que ayudan a mantener los servicios de mesa a mano y, a la vez, decora por sí sola.  

¿Quién dice que una alacena solo puede servir para guardar la vajilla? Inspírate en esta idea de la decoradora Meritxell Ribé, que ha reconvertido esta pieza en una librería que recoge y da personalidad al rincón de lectura del salón. 

Este salón destaca por su acertado mix de estilos: de base rústica, se ha optado por una decoración de corte actual, con los dos sofás de líneas rectas, las lámparas o la mesita auxiliar, pero sin olvidar su esencia, con la alacena, que llena y da personalidad ese rincón del salón. 

¿Alacena o mueble del salón? ¡Un poco todo! Y es que como describe la Rae, una alacena es "un armario, generalmente empotrado , con puertas y estantes , donde se guardan diversos objetos". Y aunque estemos habituados a que las alacenas sean piezas de estilo que asociamos con una decoración de corte campestre o rústico, también pueden modernizarse. Y esta propuesta, que reúne en la parte inferior armarios y en la superior baldas para la cristalería es un buen ejemplo. 

Esta era una pieza muy especial para los propietarios, por eso cuando se mudaron a esta casa se la llevaron consigo y le buscaron un lugar donde encajara casi a medida. Y fue el acceso al salón su rincón ideal, así se puede disfrutar de esta pieza desde el estar pero también desde la cocina a través de la gran cristalera. Lacada igual que las paredes se aligera. 

Estas alacenas suman personalidad a un salón en blanco donde se impone la simetría y, con ello, el orden visual. Totalmente acristaladas, son perfectas para exhibir las piezas más especiales de la vajilla, que decoran por sí solas. 

En este salón, que destaca por su look natural pero a la vez actual, la alacena de madera es una pieza destacada. De hecho, se le ha reservado todo un paño de pared para que luzca sin competencias. Además, al estar cerca del comedor puede abastecer este espacio sin problemas. 

Con el tiempo te has vuelto más práctica con lo que ya no almacenas vajillas como si no hubiera un mañana. Ahora tienes una para el día a día y otra para ocasiones especiales ¡y pare usted de contar! Por eso, la presencia de aquellas inmensas alacenas que iban de pared a pared ya no tienen sitio —ni sentido—en tu cocina moderna. Es posible que mantengas una en tu casa de campo, más por valor sentimental que por otra cosa, pero que sepas que de aquí a poco será un ejemplar único en su especie... A no ser que te atrevas a ponerla en el salón.

Si a la generación millenial o a la Z le hablas de plateros creerán a ciencia cierta que te refieres al burrito "pequeño, peludo y suave" protagonista de la novela de Juan Ramón Jiménez, "Platero y yo". En realidad estos muebles, generalmente de madera, servían en las casas rústicas antiguas para exponer los platos. Podían ir solos o armados en muebles bajos formando una alacena ––como la de la imagen—. Por el mismo motivo que estas, los plateros han pasado a mejor vida. Ya solo los encontrarás decorando algún restaurante asador de estilo rústico. Sin llegar a ser lo mismo, tuvieron su versión moderna, más práctica, en los escurreplatos o muebles superiores de cocina dispuestos sobre el fregadero (los que por cierto, también están demodé).

¿Ganas de tener uno de esos comedores provenzales de cuento? Mira todo lo que puedes conseguir con una capa de pintura a la tiza en color blanco. El truco está en hacer un ligero decapado para crear ese efecto vintage que parece trasladarte a otra época.

Deja de pensar que esa mesa que encontraste en la casa del pueblo no tiene remedio, y dale una capa de pintura a la tiza, ¡seguro que cambias de parecer! Este ejemplo lo ilustra a la perfección: una pequeña y antigua mesa de madera que se reinventó al pintar la base en color blanco, manteniendo el tablero con su madera original.

Si el rosa es uno de tus colores favoritos estás de suerte, porque es tendencia en la pintura a la tiza. ¡Mira lo bien que le sienta a esta antigua alacena de La Europea! El interior envejecido en otro tono ayuda a destacar la vajilla.

Mezcla y acertarás. Y es que si quieres crear un salón personal y decorativamente atractivo, no temas combinar muebles de diferentes estilos. Aquí, la decoradora Meritxell Ribé ha partido de un sofá y de una mesa de centro de líneas rectas y los ha completado con una butaca y una gran alacena de corte clásico. 

La ausencia de muebles altos al decorar una cocina permite convertir una pieza joya en el centro de las miradas. Ese mueble tendrá más peso visual que compensa la ligereza. En esta foto de una cocina sin muebles altos se aprecia la personalización creada gracias a la alacena de diseño antiguo actualizada en un acabado de madera lavada. 

Tienes en la cocina una alacena antigua que quieres llevar al salón porque crees que allí lucirá más. Házlo, pero no de cualquier manera. Píntala de un color verde suave: turquesa, menta, helecho... para que contraste con la pared, como aquí. Y si le quieres dar un toque vintage al salón, combínalo entonces con piezas en madera natural, blanco o colores pastel. ¿Quieres saber de otros muebles auxiliares que te pueden ayudar en el salón? Alacena, de Sleeping Company.

Esta cocina de aires provenzales ha sabido aprovechar al máximo el espacio creando una coqueta librería con varias baldas colocadas en vertical. Al ser idénticas a las que se encuentran dentro de la alacena, y al contar con el mismo fondo de papel pintado floral, ambas zonas parecen fundirse en una sola.

A veces la belleza de la madera es tal que sería un sacrilegio ocultarla. Es lo que ha pasado en este comedor cuya mesa oscura solo se ha cubierto con unos individuales dejando a la vista el resto. ¿Y qué dices de la alacena en una madera más clara y con cristalera de cuarterones? ¡Digna de ver tanto su interior como su fachada! Mesa, de Vical en Taller de las Indias. Lámpara de techo, en Aromas del Campo.

¡Qué bonitas son las alacenas! Todos deberíamos tener una en el comedor para presumir de sopera, juego de café o copas a través de sus cristaleras. Este modelo de doble cuerpo es casi tan protagonista en el comedor como la mesa tosca y las sillas nórdicas con las que además comparte color natural. ¿Te has fijado en la forma tan original de combinar el mantel base con los caminos de mesa?

La corredera que separa el salón de la cocina ya estaba, pero se aprovechó la reforma para cambiarla por esta blanca y acristalada, así la luz fluye mejor. Aunque el gran cambio fue abrir la cocina al comedor: "Así no solo ganaba más luz, sino que para el día a día resultaba mucho más cómoda. De hecho, se prolongó la encimera de la península por los tres lados para ganar una zona de taburetes donde poder comer los cuatro en familia".

Si tienes la suerte de tener un mueble que reúna todo el menaje y el servicio de mesa de tu casa ahora es el momento de ponerlo en orden. Empieza, como siempre, por vaciarla para ver el estado de cada una de las piezas. Lo habitual es que tengan una parte acristalada y otra con cajones, lo de los cajones va fuera. Empieza por ellos: puede que tengan manteles y servilletas que nunca usas, salvamenteles, bandejas, individuales...Guarda solo los que uses y te gustan y un par de juegos para ocasiones especiales. Con el menaje lo mismo, platos, vasos o jarras con desperfectos van fuera. A la hora de organizarla pon en la parte de arriba, la menos accesible, lo de uso esporádico como fuentes o sopera y deja a mano lo que necesitas a diario. Estas 50 vitrinas son perfectas. 

Si tienes espacio de sobra, una alacena de aires vintage como la que ves en la imagen se encargará de poner el broche de oro a una cocina con verdadera esencia campestre. Y si no, siempre puedes llevártela al comedor. ¡Quedará ideal!

Así se integrarán perfectamente en el espacio, incluso piezas tan imponentes como esta alacena, y conservarán toda su elegancia. El remate del tapizado con tachuelas le da un acabado más informal a la silla.

Lo hemos avanzado, pero la cocina es el centro neurálgico de este piso, no solo por su posición central, sino por su planificación, con una zona de barra que hace de apoyo del banco del comedor, una gran alacena y la zona de trabajo, más reservada. Te invitamos a que no te pierdas detalle de este pisazo que tanto nos (y os) gustó.  

Sin duda esta gran corredera es un imán de las miradas, aunque la preciosa chaiselongue o la alacena con sabor tradicional tampoco se quedan cortas... ¡No es de extrañar que le hayáis regalado tantos likes!

¡Es tan fácil enamorarse de esta cocina! Su luz, esa alacena verde menta recuperada, los taburetes con sabor a campo, esa barra tan práctica... ¡Y ese suelo! Con baldosas hidráulicas en verde y gris, a juego con el resto de la cocina. Todo está pensado en esta cocina que tantos likes ha sumado. Y no es casual, porque esta es la casa de vacaciones de una de nuestras decoradoras favoritas, Pia Capdevila.  

Este año un tono azul tenía muchas posibilidades de ser el escogido. Y es que, tal y cómo avanzó Laurie Pressman, vicepresidenta del Pantone Color Institute, en una conferencia en Las Vegas hace unos meses, "los colores Pantone del año para 2020 estarán inspirados en el mar". Por lo que no sería una locura pensar que el color de este año sea un azul, ¿verdad? 

¡Claro que sí! Aunque puede sorprender por la ubicación, esta alacena vintage y rústica llena de encanto la cocina. Parece que está hecha a medida para aprovechar este rincón y ganar espacio.

Agrupa los alimentos con lógica y reserva las baldas que queden a tu altura para los que más uses y lo que caducan primero. Usa recipientes transparentes para almacenarlos, así no tendrás que abrirlos ni etiquetarlos para saber lo que contienen y evitarás el desorden visual.

No compres más de lo necesario y limítate a guardar, como mucho, dos paquetes de cada tipo de alimento. Para que sea fácil acceder a los productos, no queden olvidados y acaben caducando, procura no hacer más de dos filas por balda. Puedes apilar en vertical si tienes espacio y no restas visibilidad.