Como en el mito del ave Fénix, esta casa pudo resurgir de sus cenizas, y mucho más fuerte. Un incendio en los años ochenta la dejó casi en ruinas. Pero una familia con cuatro hijos y su interiorista, Pablo González, vieron claras sus posibilidades. "Nosotros buscábamos una casa de piedra y con jardín a menos de una hora de Madrid. Dentro de un pueblo y que estuviese cerca el parque natural de la Sierra de Guadarrama. Y la encontramos". Son palabras de Pablo, el maravilloso interiorista que con sus manos ha restaurado esta casa segoviana.