Da igual si tienes una pared entera o solo un tramo de unos 80 cm de ancho, es lo que te ocupará una vitrina o una alacena en el salón. Es una pieza muy decorativa y práctica ya que te permite reunir muchos objetos (libros, menaje...) y así despejar el resto de la estancia. Combina una parte superior acristalada, que es la que más se ve, y una inferior con armarios y cajones, para guardar lo que no quieres que quede a la vista. Elígela de un color que destaque, es una pieza protagonista en el salón.
Asientos y mesas extra con pufs
En un salón de pocos metros elige piezas que puedan cumplir con más de una función. Los pufs son un buen ejemplo: son reposapiés, asientos, punto de apoyo y, en función del modelo, hasta tienen espacio para guardar. Además, si en lugar de uno eliges dos, las combinaciones se multiplican, como en este salón. Aquí, los dos pufs de Coco-Mat de distinto tamaño y color dan mucho dinamismo y coordinan con los cojines del sofá. Los modelos sin base son fáciles de mover y de renovar, basta con hacerles una funda.
Baúles, capacidad interior
Los baúles son una buena alternativa a las mesas de centro. En el espacio que ocupa una mesa, de unos 80 x 40 x 40 cm, ofrecen mucho espacio para guardar libros, revistas, cojines... Además, si son recuperados, como estos que puedes ver en la galería de fotografías (unos 400 €, en Merc&Cía) ponen una nota de estilo. Aquí se ha optado por dos baúles colocados en “L” igual que los sofás. En pareja son más ligeros que un baúl grande – son piezas macizas– y permiten jugar con la distribución. No les pongas demasiadas cosas encima para que no sea difícil acceder a su interior.
Más orden con cómodas y consolas
Los muebles con cajones, como cómodas y consolas, son prácticos en cualquier estancia de la casa, también en el salón. Ocupan poco espacio, las encuentras a partir de 100 x 50 x 90 cm, y sus cajones son ideales para tener en orden lo más pequeño y guardar el servicio de mesa. Por su altura, también puedes usarlos para separar zonas sin interferir el paso de la luz. Si los arrimas a la pared, puedes aprovechar su superficie para crear un foco de atención, con un espejo, un ramo de flores y unas velas.