De hecho, para decorarla, Catalina se inspiró en la isla de Cabrera, un parque natural de las Baleares al que sólo se puede llegar en barco. "Allí hay una cantina de pescadores, muy sencilla, de siempre, y quise reflejar ese ambiente”, explica. Las lamas de madera pintada en blanco que revisten suelo, paredes y techo refuerzan este look.
Las sillas y la lámpara de techo de araña proceden de Cassai Home&Fashion.