Verano

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Comedor exterior con mesa de madera y lampara y silla de fibras.

Mesa de Carlos Santiago, sillas de Catalina House y lámparas de Cosydar Deco.

El Mueble

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Un comedor de verano con detalles en rojo

¿Quieres dar algo de color a tu comedor de verano? Utiliza los textiles y las plantas para hacerlo. Haz como la interiorista Marta Prats en este porche: añade cojines en un vibrante rojo, el mismo que los servicios de mesa. Y no te olvides de alguna planta que luzca el mismo color. 

Comedor exterior con butacas y lámparas de techo de fibra vegetal.

Porche con sillas y lámpara de techo de fibra vegetal.

El Mueble

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Un comedor de verano muy 'slow'

De esos en los que la vida no pasa y se viven verano infinitos, con agradables y eternas sobremesas a la fresca. Las fibras son las principales protagonistas, que no solo se encuentra en las sillas, sino también en la decoración de la mesa. Los pequeños detalles en mostaza se camuflan a la perfección con este material, sin llamar la atención ni robar miradas.  

Comedor exterior con mesa blanca y elementos decorativos en tonos blancos.

Sillas, de Adaleya. Lámpara de techi, de Gajisa. Mesa, de Wood Factory.

El Mueble

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Con la mesa blanca

Este comedor de verano consigue su frescura en la mesa blanca que lo protagoniza y que, además, está cubierta por un mantel también blanco. Para dotarlo de armonía, los cojines de las sillas son del mismo color. 

Porche de verano decorado por el Corte Inglés.

Mesa del comedor, alfombra, lámpara de techo y elementos decorativos de El Corte Inglés.

El Mueble

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Un porche de verano en rosa y fibras

Todo transmite calidez y frescura en este comedor de verano. Los textiles en blanco y rosa incrementan su estilo romántico, mientras que la madera y las fibras ayudan a que sea cálido y moderno. Copia el look de este porche protagonista de la revista de El Mueble y decorado por El Corte Inglés.  

Salón de verano con sofá einconero blanco y dos grandes puffs de fibras 00526605

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Invierte en un sofá cama y gana una cama extra

A un apartamento de verano siempre llegan invitados. Por lo que, un sofá cama es una inversión que merece la pena. Los más cómodos son los desplegables con el sistema italiano: la cama es fácil de extraer y ofrece un colchón doble sin hendidura.

Sofá de Atemporal. 
Dormitorio con armario blanco

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Renueva los armarios

La opción más low cost es darle una mano de pintura. Un truco: píntalas del color de la pared y se integrarán mejor en la decoración, como ha hecho en este dormitorio la decoradora Natalia Zubizarreta. Si decides cambiar las puertas, las más baratas son las laminadas y lisas, desde 120 €/u colocada.

Detalle jarrones-blancos-y lámpara fibra

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Busca artesanía y renueva los detalles decorativos

Recorre los mercadillos artesanos y busca en ellos artesanía a juego con tu decoración, aunque el truco es limitar sus colores a un máximo de dos. Puedes colocar jarrones o damajuanas en grupos de tres.

Jarrones, en Sacum. 
Recibidor revestido en madera con perchero y banco

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Accesorios de playa, siempre en orden

Unos colgadores para sombreros o capazos, que además decoran mucho, y un banco para descalzarse al llegar a casa te bastarán para crear un coqueto rincón en el recibidor para los gadgets de la playa.

Mueble de recibidor diseño de la decoradora Marta Prats. 
Salón de verano con sofá rinconero y acristalamiento de hierro que separa de cocina

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Que no falten las alfombras

Las de algodón son resistentes al calor, lavables y absorben la humedad. Las de fibras naturales dan un look fresquito en verano. Las de bambú y yute son muy suaves.

Sofá de Pilma, mesa de centro, en Catalina House y alfombra de Let's Pause. 
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Cestas y capazos para guardar

¡Nunca sobran! Son muy baratos –los hay por menos de10 €– y hacen más acogedor el recibidor. Además, son perfectos para guardar desde los juguetes de la playa hasta las chanclas o tu capazo: y la arena no entra en casa. También puedes usarlos a modo de original "macetero", como aquí. 

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Invierte en una litera

A los apartamentos suelen llegar invitados de los hijos, por lo que una litera viene muy bien. Si la haces a medida, como en este dormitorio, puedes reducir el colchón de 90 a 80 cm. Píntala de blanco para que abulte menos visualmente.

Literas realizadas a medida por el Estudio Milans del Bosch.
salón moderno con pared de cristal

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Lleva más luz y sensación de amplitud con espejos

Multiplica la sensación de espacio abierto con una pared de espejos que refleje tu terraza. Para un efecto más decorativo elígelo con cuarterones o con el cristal envejecido, que resulta más cálido. Una pared de espejo de 2,5 x 3,5 m como la de este salón vale unos 750 €.

Sofá con tapicería Hot Madison y puff de Alonso Mercader. 
salón de verano en blanco con librería

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Planifica una librería de obra

Para aprovechar bien el espacio, una librería de Pladur, de pared a pared, es una inversión que dura muchos años.Te costará unos 1.000 € y puedes darle un acabado a la cal para conseguir un aspecto natural.

Sofás y butacas, en Sacum. 
Detalle con cuadros azyles de colrales y servicio de mesa

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Un toque veraniego con unas decorativas láminas marinas

¿Tienes una colección de láminas con motivos marineros? Enmárcalas y haz una composición jugando con diferentes tamaños o marcos. Si no quieres colgarlas, apóyalas en un mueble, ¡quedan genial!

Salón con vistas al mar en blanco y azul con sofá, banco bajoventana y mesa de centro industrial

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Aprovecha las vistas con un banco mirador

Si cuentas con una ventana-mirador, como la de este salón, aprovéchala con un banco de obra (de 150 cm y de Pladur, unos 500 €). Sumarás plazas de asiento en el salón sin hipotecar las vistas y ganarás un rincón chill-out polivalente. Equípalo con una colchoneta mullida y cojines para que sea más cómodo y aprovecha la parte inferior con cestas para guardar.

Banco de obra de MM Estudi. 
Dormitorio con gran puerta corredera en azul que comunica con el salón

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Instala una corredera... ¡y gana 1 m2!

Si no quieres meterte en obras, lo mejor es una corredera vista. Pero deberás tener una pared libre de al menos el doble de lo que mide la puerta para que la hoja pueda desplazarse. Grandes superficies como Leroy Merlin ofrecen kits DIY que puedes instalar sin ser un manitas por menos de 100 €.

Corredera confeccionada con contraventanas recuperadas.
Dormitorio grande de casa de verano en blanco con cama con dosel, toques de azul y vistas al mar 00461872

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Un fresco dormitorio veraniego en blanco y con toques de azul

Pocos colores evocan tanto el verano como el azul. Y, si como en este dormitorio decorado por Catalina Socías, lo combinas con el blanco, el efecto no podría ser más fresquito, relajado y zen. 

Cama con dosel, ventilador de techo y mesilla, todo en Cassai Home & Fashion. 
Salón de verano con mesa de centro de madera, butacas y alfombra redonda de fibras, y sofá y sillón tapizados en lino blanco 045-dsc4195 1f3adb45 1346x2000

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Alfombras redondas

Las alfombras redondas, sobre todo de fibras naturales, seguirán triunfando durante la temporada estival, ya sea dentro o fuera de casa. Anímate con una de estas alfombras en el salón, o atrévete a llevarla a la zona del porche. Aportan mucha frescura y combinan prácticamente con todos los estilos. 

Sofá, chaise longue, butacas, mesa de centro y alfombra, de Sacum.
Salón de verano con sofás azules y ventiladores de techo 461865

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Aires náuticos muy fresh

Otra tendencia clásica que no puede faltar en verano es la decoración de estilo náutico. Pero tranquila, no estamos diciendo que conviertas tu casa en un museo marítimo, sino que apuestes por un mix de tonos blancos y azules con presencia de fibras y madera para reforzar la calidez general. Es clásico y fresco a la par, ¡infalible! Y sí, añadir una figurita de un velero también está permitido.

​Sofás y mesas de centro, de Rivièra Maison. Mesa auxiliar y alfombra, en Cassai Home & Fashion.
Salón con fibras naturales y cojines de colores amarillo y verde de verano

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Estores de yute

Como habrás comprobado, las fibras naturales se coronan como una tendencia eterna de la decoración de verano, y eso también afecta a los estores. Al escogerlos en yute adaptarás tu hogar a la época estival instantáneamente, aunque si quieres reforzar la protección contra los rayos del sol, siempre puedes acompañarlos de unas cortinas opacas.

Sofá Bamboo de Catalina House. Sillón de caña, alfombra y mesita de La Maison. Cojines verdes y estampados de Coordonné, con tela Lluvia color helecho, Wings 62 y Jasper Moon pistacho. Plaid de Filocolore.
Salón de apartamento de verano en blacno y azul con chimenea 00460582

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2. Un apartamento decorado con un look muy marinero

Este apartamento en la costa sabe y huele a mar. Y no solo porque la brisa se cuela por sus grandes ventanales, sino porque su decoración no podría ser más marinera. En los colores, con este dúo blanco-azul, y en los detalles, desde peces decorativos o botellas con red de pescador, a conchas recogidas en la playa. ¡Qué fresco!

Mesas nido de Maisons du Monde. 
Comedor de verano en blanco y azul

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Un comedor de verano en blanco y azul

El blanco es el que se impone en este comedor de verano, siendo la base perfecta para darle color con los pequeños complementos. La mesa, las sillas, las cortinas, ¡incluso las lámparas de fibras! ¿Te has fijado en las sillas? Combinan dos estampados diferentes en los asientos, lo que le da un toque original e informal. 

El mantel es de Lexington. Las lámparas de fibras, el pez de madera y los cuadros, de Sacum. 

 

Dormitorio de verano con azul y blanco 00460587

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Un dormitorio fresquito y con motivos náuticos

El papel pintado de veleros, la lámpara de sobremesa confeccionada con un baliza náutica, el estampado de rayas, el juego de blanco y azul, las estrellas... Todo en este dormitorio respira un aire marinero y náutico. 

Papel pintado de La Maison. 
Comedor mini de casa de verano

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Un comedor muy versátil de quita y pon

Una de las ideas de la decoradora para optimizar el espacio fue crear un comedor de quita y pon, así cuando no se usa, el espacio queda totalmente despejado. La mesa, por ejemplo, es plegable, así puede ocultarse en la parte inferior de la librería abierta y con los bancos ocultos en la parte inferior. ¿Sabías que abierta, y colocada frente al ventanal, ofrece espacio para 10 comensales?

Estanterías de roble y hierro y mesa plegable diseñados a medida por A Touch of Class.
Dormitorio de casa de verano con vistas a la playa

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Un dormitorio que mira al mar

El dormitorio, como el resto de esta casita, es pequeño, pero cuando cuentas con unas vistas como estas, ¡para qué necesitas mucho más! Además, aquí entró en juego una vez más el ingenio de la decoradora, que habilitó un completo armario a pie de cama que oculta, además, la tele, y convirtió el baño en tipo suite. Mira el resto de ingeniosas soluciones de esta casa

Terraza de apartamento de verano con cocina exterior y vistas al mar

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3. Un apartamento pequeñito con espectaculares vistas al mar

Son apenas 50 m2 de apartamento, pero disfruta de una gran terraza y de unas vistas privilegiadas a la Costa Brava. De hecho, la terraza es tan amplia que se ha habilitad una práctica cocina de exterior. Y es que en verano la vida en este piso discurre fuera, con el mar en el horizonte.

Mesa de Habitat y sillas de Fermob. Suelo de teca.

 

Exterior con piscina de casa de veraneo en Formentera

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1. Una casa en Formentera pensada para desconectar

Todo en esta casa es una invitación al relax y al dolce far niente. Empezando por su entorno de excepción: y es que está rodeada de naturaleza, sin vecinos a kilómetros y con el mar en el horizonte. Pero, además, la reforma proyectada por Gemma Gallego de Knowhaus, buscó reorganizar la antigua y caótica vivienda en una más cómoda, actual y conectada con su exterior.   

Tumbonas de Let's Pause. 
Porche de verano en blanco

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Un porche que es una ventana al paisaje

En esta casa la vida discurre, sobre todo, en el exterior. Por eso la decoradora cubrió el porche con un techo de cañizo, que tiñó en blanco para darle más frescor, y proyectó un banco que amplía la capacidad de asientos sin obstaculizar las vistas a la piscina. 

Sillas de Teodora BCN y cortinas de lino de Knowhaus. 
Dormitorio de casa de verano con salida al salón de verano por pérgola

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Un dormitorio con terraza privada

Gemma aprovechó que la suite está en la planta baja para habilitar un estar de verano del dormitorio. Para ello, ideó una pérgola, que enmarca este espacio y lo protege del sol. Aunque, como recuerda la decoradora, el verdadero espectáculo es durante la puesta de sol. No te pierdas el house tour

Cortinas con telas de Designers Guild y plaid de La Maison
Exterior de casa de Menorca con vistas al mar

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4. Una casa en Menorca totalmente abierta al exterior

Decir que esta casa se abre, por completo, al exterior no es un topicazo. Porque tras la reforma, proyectada por  la decoradora Bárbara Aurell, no hay espacio que no tenga grandes ventanales que la comuniquen con su privilegiado entorno, con el mar a un paso.  Ahora, interior y exterior se funden como un continuum

Exterior de casa de menorca con contraventanas azules

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El azul, un hilo conductor en toda la casa

Si el blanco es uno de los colores estrella de la casa, también lo es ese elegante azul cobalto, que colorea los espacios, los refresca y nos recuerda que el mar está a un paso.  Lo vemos en las contraventanas, el marco de las ventanas y los apliques de exterior. Y nos lo iremos encontrando salpicando de frescor los diferentes espacios (no te pierdas el encantador patio interior). 

Dormitorio de casa de verano blanco con toques de azul y madera

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Un dormitorio en blanco y azul con salida a la terraza

Fresco, relajante, zen, veraniego, marinero... Son algunos de los adjetivos que le van como anillo al dedo a este dormitorio, que disfruta de un privilegio: su acceso directo a la terraza, que pasa a convertirse en un chill out privado del dormitorio. Los toques de madera, en la repisa del cabecero, los interiores de los armarios, la cajonera y los percheros, dan la nota cálida. ¿Quieres ver el resto de espacios de esta moderna casa marinera?

Piscina y jardín

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Una piscina con panorámicas vistas a la isla del Portichol

El propietario de esta casa lleva Jávea casi casi en el ADN. Y es que con unos pocos meses ya veraneaba en esta localidad alicantina. Y verano tras verano su historia de amor con este enclave no hizo más que crecer. Hasta que hace poco pudo materializar su sueño: comprarse una casa con vistas a la pequeña isla del Portichol.  “Su ubicación, a lo alto de una colina, era privilegiada y las vistas únicas, entre el azul del cielo y el del mar”, resume el interiorista Pablo González, de Proyectos Palez, responsable de la reforma. 

La toalla azul con ribete negro es de Catalina House. Las cortinas de lino blanco son de Zara Home y la alfombra redonda de fibras, de Carolina Blue.

Dormitorio con cama en medio y zona de tocador al fondo con papel pintado con motivos azules

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Un cabecero que sirve de separación de la zona del tocador

Al situar la cama en medio de la habitación, Pablo ganó un "murete" que sirve de separación visual entre la zona de descanso y el baño y el vestidor. Para darle un toque especial, lo revistió con un original papel pintado, un diseño con una geometría tradicional turca. Lo llevó también a la zona del tocador, que la enmarca, y la trasera de los armarios. 

Apliques empotrados en el cabecero y mesilla de Maisons du Monde. Alfombra redonda de fibras de Carolina Blue.

salón de verano con paredes blancas y gran sofá rinconero

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Un salón de altura con una panorámica de 10 metros al mar

“Esta era la típica casa ochentera alicantina, con ventanas pequeñas de 1 x 1 y en arco, que nosotros agrandamos al máximo. Ahora, desde el salón, tienes una panorámica de 10 metros lineales de vistas al Mediterráneo", recuerda Pablo. Otra cosa que se ganó con las obras fue la impresionante altura del salón, ahora de 5 metros, tras eliminar el falso techo. Sin falsos techos, se aprovechó para abrir unos lucernarios que llevan aún más luz a la zona de día. 

Sofá de Masabo, puffs de Maisons du Monde. Cojines caldera de
La Maison, blancos de Lo de Manuela y con dibujo de Natura Casa. Alfombra de Alfombras Hamid.

salón comedor de casa de verano

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Un comedor abierto y comunicado con el exterior

El salón y el comedor comparten un amplio espacio diáfano, en el que mires donde mires, disfrutas de vistas al Mediterráneo. El comedor está rodeado de ventanas de suelo a techo: por un lado ves la piscina y por el otro tienes salida directa a una terracita que es un mirador a modo de chill out. Muchas fibras, maderas recicladas y materiales naturales propios del entorno se entremezclan con detalles en azul, arena y caldera, la base de la decoración de toda la casa. 

Mesa realizada en el taller del decorador. Sillas de Brucs. Suelo de microcemento de Microcret.

Comedor con lámpara plafón de fibras y vistas al mar

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Una lámpara de techo con truco

El interiorista no quería que nada, ni la lámpara de techo, entorpeciera las vistas del comedor. Por eso ideó este panel de fibras naturales que es lámpara y objeto decorativo, ya que embellece y, a la vez, camufla en su estructura un par de focos.

Zona de paso hacia la cocina con escalera de caracol y pared con un collage

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Detalles personales y artesanales

"¿Ves la barandilla que lleva a los dormitorios? Era la típica barandilla minimalista de acero inoxidable brillo y decidí tunearla con cuerdas que compré en una cestería. ¡La de horas que le eché! Eso sí, es 100% artesanal", bromea Pablo. También es obra suya el original collage de la pared que lleva a la cocina: "Me encanta hacer un pupurrí de cosas diferentes, mezclar objetos dispares, porque le da mucho encanto a una estancia. Solo eso decora muchísimo".

Cocina abierta con zona de barra y taburetes de color turquesa

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Una cocina abierta y discreta

Al quedar abierta a la zona de día, la prioridad para la cocina fue la discreción: "No queríamos que llamara demasiado la atención, por eso pintamos la campana de blanco y la parte de la península que da al salón la forramos con lamas de madera". Blanco, madera y por supuesto, detalles en azul: en este caso un vibrante azul turquesa. Y es que en esta casa Pablo ha combinado hasta seis tonos de azul diferentes: "Igual que el mar cada día presenta un azul diferente, quería que cada zona de la casa tuviera algo diferente, que no se viera como un piso piloto".

Mobiliario de la cocina de Ikea. Taburetes de El Rastro de Jalón. Encimera de mármol de Mármoles Gata.

Dormitorio con pared a pie de cama de cristal con vistas al mar

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Una pared de cristal con la mejores vistas

En el dormitorio, para disfrutar de las vistas se abrió una ventana de techo a suelo y la cama se colocó en el centro de la habitación. Los amaneceres y atardeceres, desde aquí, son de postal. 

Funda nórdica rosa, plaid acolchado mostaza y cojines a juego de Filocolore. Plaid rosa de La Maison y sábana a rayas de Zara Home.

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La playa en el dormitorio

Si desde la ventana de tu dormitorio ves la playa, qué mejor que decorarlo en beis y azul, a juego con la arena y el mar. Será como meter la playa en tu habitación. Elige textiles livianos en ropa de cama y cortinas para dormir bien frescos, muebles de madera que le aporten calidez y objetos de fibra que le den ese aire desenfadado, propio de las vacaciones.

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En el comedor interior, rayas ¡o no!

Utilizar textiles a rayas es el recurso más fácil para darle a la mesa un aire marinero, pero no descartes estas otras opciones igual de efectivas: mantel blanco de lino + vajilla y cristalería en azul, individuales redondos de fibra + cubiertos con mangos nacarados o caminos de mesa en beis + caracolas, estrellas de mar o conchas decorando el centro. ¡Tú eliges!
 

Mesa, de Home Design International. Sillas Norraryd, de Ikea. Alacena, lámara y perchero, de Cottage Little House. Mantel de tela naútica, de Coordonné.

 

Recibidor rústico con puerta de madera, cómoda pintada y alfombra azul (00345177)

Cómoda pintada y decapada, y alfombra de lana, en Fernando Moreno.

El Mueble

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Un recibidor rústico con refrescantes toques de color

Decapa y da estilo. Los muebles decapados, como esta cómoda, tienen alma. Decóralos con piezas de su misma gama de color y crearás un rincón con mucha presencia. Esta de la imagen está restaurada, "primero se pintó de blanco, luego en verde claro para más tarde decaparla y darle un aire súper refrescante" — cuenta su decoradora, Dafne Vijande. Sobre ella, unos jarrones vidriados con flores en los tonos del mueble. Y así quedó la entrada de bonita, dispuesta a recibirnos una y otra vez. 

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Blanco y azul, un dúo muy mediterráneo

El azul es el fiel escudero del blanco en un apartamento de verano. "Evoca el mar y regala un aire muy mediterráneo. Si quieres darle un punto más chic y alejarte del típico look marinero apuesta por el azul petróleo".  

Sofá rinconero en Magazin, mesa de centro en Ksar. Alfombra y lámpara de techo adquiridas en Marruecos. 
Salón de apartamento de verano con baldas y chimenea de obra_00460582

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10. Un apartamento de verano decorado con un look muy marinero

Este apartamento de verano reformado y decorado por Knowhaus sabe a verano. No solo porque tiene el mar a un paso, sino porque se ha decorado con una vocación claramente marinera. No solo en los colores –el infalible dúo blanco-azul–, sino también por los detalles, como las conchas y estrellas marinas o los adornos, como el pez de madera de la librería. 

Fundas de sofás, butacas y cojines, de Lexington. Alfombra y lámpara de sobremesa, de Sacum, y mesas nido, de Maisons du Monde.
Balcón pequeño con dos butacas azules y vistas al mar_00460595

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Un balconcito con lo básico y mucho encanto

Este balcón es pequeñito, pero lo suficientemente amplio para que quepan dos confortables butacas para disfrutar de una comida en pareja al fresco. Y, en la línea del piso, se han elegido en azul. 

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Un dormitorio muy náutico

El dormitorio es donde el sabor marinero presente en todo el apartamento toma más fuerza. Desde la lámpara, cuyo pie es una baliza náutica, hasta el papel pintado de barcos, todo en este dormitorio nos recuerda que estamos en un apartamento para disfrute del verano. 

Papel pintado, de La Maison. Lámpara de sobremesa, de Pardo. Sábanas y cojines, de Lexington. Cesto, de Let's Pause. 
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Una cocina muy playera

La cocina se integró en la zona de día y se apostó, también, por el blanco y la madera. De hecho, queda tan integrada en la zona de día que casi ni la ves. "Pusimos todo blanco y empotrado, con una barra de desayunos, y para cocinar es muy cómoda. La pared forrada con lamas de madera reproduce esa idea de restaurante de playa", recuerda la decoradora.

 La cocina es de Birgit Müller. La encimera es de piedra de Binissalem. La vajilla es de Catalina Socias by Cassai. 
Dormitorio con paredes y techo blanco con cama de madera y gran ventanal con vistas al mar_ 00461874

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Dormir mirando al mar

Con unas vistas tan espectaculares como las que disfruta este apartamento de verano, no es de extrañar que sea el mar quien mande en la distribución de los espacios de toda la casa. Incluso en el dormitorio: "La cama con dosel la puse por cambiar y no recurrir a la típica cama pegada a la pared. Tiene un aire colonial y natural, que invita al relax de vacaciones". Y para desdibujar los límites entre dentro y fuera, las ventanas son cristaleras que se pueden abrir y cerrar, ¡como en un porche! No te pierdas el housetour

La cama, el ventilador, la alfombra y las mesitas son de Catalina Socias by Cassai. También lo son las tumbonas exteriores.
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6. Un apartamento en Mallorca blanco y azul como el mar

Este apartamento tan luminoso y actual era hasta que llegó la interiorista Catalina Socias una antigua casita de pescadoras abandonada a su suerte. "Decidimos que fuera toda blanca, luminosa, marinera, muy mediterránea... Me inspiré en la isla de Cabrera, un parque natural de las Baleares al que solo se llega en barco. Allí hay una cantina de pescadores, muy sencilla, de siempre, y quise reflejar ese ambiente”, explica la decoradora. 

La alfombra, los pufs de fibras, la bandeja cesto en la mesa y los jarrones son de Catalina Socias.