Los cerramientos acristalados no solo sirven, por ejemplo, para delimitar el salón de la cocina, también se les puede dar otros usos. Prueba de ello es este salón de verano infrautilizado al estar la casa ubicada en una zona de lluvias frecuentes. Con el fin de disfrutarlo todo el año, a la interiorista Natalia Zubizarreta se le ocurrió techarlo con un cerramiento acristalado que lo protege en invierno y se abre por completo en los días más templados. "Al estar a cubierto, se pudo decorar como un salón más de la casa —cuenta Natalia— con sofás tapizados, muebles de madera, textiles de terciopelo...".
Sofás y mesa de centro, en Natalia Zubizarreta Interiorismo. Pufs, de Catalina House. Mesa auxiliar, de Vical Home. Alfombra, de Masalgueiro. Lámparas, de Affari. Banco y espejo, en Maisons du Monde.