Los 65 armarios más bonitos de El Mueble: de todos los estilos y para cualquier dormitorio

Con los perfiles en color negro y los frentes en blanco, este armario se ubica entre los modelos más modernos y con más estilo. Es llamativo, elegante y superchic, además de una solución estupenda para dar una nueva imagen a un viejo mueble empotrado. 

Si no puedes prescindir de un tocador en el dormitorio, ¡no renuncies a él! Atenta a esta idea: dos armarios clásicos que flanquean un estante de madera –responsable del punto cálido y moderno–. Y si eres de los que le gusta ver la televisión desde la cama, será la ubicación perfecta para que su presencia sea más discreta. 

Para restarle peso a la zona del vestidor, estos armarios se han diseñado con el mismo acabado que la pared: con una zona baja a modo de arrimadero y papel pintado de rayas blancas y beige en la superior. Acogedor y superelegante. 

Nada identifica tan bien el estilo granja como un armario panelado como este. Pero lo que más nos llama la atención es que se ha empleado el final para colocar varios estantes, que aligeran el ambiente y sirven para darle un toque deco al dormitorio. 

Este armario, realizado a medida y diseñado por la interiorista Bárbara Sindreu, cumple una doble función: delimita la zona del cabecero con la pintura y regala muchísimo almacenaje. Además, sus frentes se han pintado del mismo color que las paredes, de manera que su presencia pasa casi desapercibida.  

En habitaciones con el techo abuhardillado, como esta, la mejor solución para sacar todo el partido al espacio, es planificar un armario a medida, que llegue hasta el techo y se adapte a su inclinación. Es lo que hizo la interiorista Celia Crego para no perder ni un centímetro.

Para no sacrificar la sensación de espacio, este armario con puertas de cristal se ha entelado para no sacrificar su imagen armónica y elegante. Además, es una solución que garantiza que no se ve el interior del armario. 

Gracias al entelado con estampado escocés, este armario se siente y ve supercampestre. Incluso, aunque sus tonalidades sean grisáceas, la madera de los marcos y estructura de la escalera le aportan la calidez propia del estilo rústico. 

Cuando el dormitorio es muy grande y se quiere separar o bien la zona del baño o del vestidor, un armario puede ser un aliado perfecto. Y es lo que ha hecho aquí la interiorista Marta Prats. Ahora, asegúrate de que la trasera tiene un acabado que se pueda mostrar. 

Sin florituras ni tiradores este armario empotrado llama la atención por sus sencillas y minimalistas líneas. Sus puertas batientes se abren gracias a su sistema push.  

Un hueco en la pared puede convertirse en un estiloso y rústico armario empotrado recuperando unas puertas antiguas. Además, en un dormitorio en el que la piedra y el blanco son los protagonistas, la madera dará la calidez que demanda un dormitorio.  

Cuando el armario es muy grande y ocupa toda la pared, como la de este dormitorio, una buena opción para relajar su presencia es pintarlo del mismo color que las paredes. Así pasa más desapercibido. 

Aunque no lo creas, el de esta habitación es un armario de IKEA configurado al gusto. Aprovecha ambos lados de la cama, prescindiendo de las mesitas, y la parte superior del cabecero, un espacio ideal para guardar las mantas o la ropa de otras temporadas. 

Es la opción más práctica cuando cuentas con poco espacio entre el armario y la cama, como ocurre en este dormitorio en el que los armarios se han dispuesto justo detrás del cabecero, que sirve de división visual entre la zona de vestidor y la de cama. 

No solo da un toque de color a este dormitorio de aire campestre, sino que integra el armario con la carpintería interior, del mismo color.

El diseño de los fraileros, en blanco y con cuarterones, ha contagiado a los armarios, que reproducen su misma estética, lo que crea un conjunto visualmente más armónico e integrado. 

Cualquier rincón muerto es bueno para planificar un armario, por pequeñito que sea. Este, por ejemplo, se ha destinado para guardar la ropa de casa, liberando así el armario dormitorio. Los cuarterones se han entelado con un visillo que da intimidad y, a la vez, decora. 

En blanco, a juego con las paredes, hasta el techo y con las puertas lisas, este armario pasa totalmente desapercibido en este dormitorio. 

Así es este armario, que se ha completado con baldas de madera regulables en altura. Al estar en el pasillo de acceso al dormitorio, se ha prescindido de puertas, que se comerían espacio, y se ha optado por cerrarlo con cortinas del mismo color que el interior del armario. 

Y aun así se ve ligero, gracias a su color blanco. Los cuarterones, muy discretos, y los tiradores XL le dan un look actual y a la vez atemporal. Es un diseño de Ikea.  

La amplitud del dormitorio ha permitido destinar una pared de armarios a modo de vestidor, que se ha separado visualmente de la zona de cama por un mueble bajo de doble cara y doble uso: estantería abierta que sirve para decorar por un lado y armario con puertas del lado del vestidor. Todo, diseño de Pia Capdevila.

Empotrado, como este, no resta metros y ofrece muchísima capacidad de almacén. Para camuflarlo, se ha pintado a juego con la pared y los frentes se han entelado, lo que favorece la ventilación de la ropa. 

Un dos en uno perfecto, porque además decora y da personalidad al armario. Al planificarse hasta el techo, no se desperdicia ni un cm útil y la estructura del armario, de madera decapada, se ha elegido a juego con la carpintería de la ventana.   

Armario es, pared parece. Y es que este armario se ha diseñado panelado con molduras igual que las paredes, lo que hace que prácticamente desaparezca.  

Sin tiradores y con los frentes lisos, son un diseño tan discreto como atemporal. Basta con renovar el color de pintura para que parezcan nuevos. Es un diseño a medida de Cadri Interiors. 

Este armario doble, con frentes entelados y en aspas, es decorativo por sí solo. Las butacas, junto con el escalón, delimitan visualmente la zona de vestidor de la de descanso. 

Simétrico a cada lado de la ventana, este armario parece más una pared con molduras que un armario per se. Para aprovechar al máximo el espacio, se salvó la ventana con una estructura tipo puente, perfecta a modo de maletero. 

Es una pieza a medida realizada por Mónica Jessen de Muebles Moon y recuerda los armarios antiguos típicos de las casas de campo. El papel pintado de grandes motivos florales refuerza esta atmósfera campestre. 

Realizado siguiendo la altura descendiente del dormitorio, este armario de tres cuerpos aprovecha al máximo el espacio con su diseño a medida. Pintado igual que el techo, resulta ligero y discreto, a la vez.

Dan un look campestre y tradicional, a la vez que resultan muy prácticas, ya que permiten ventilar de manera natural el armario para que no aparezcan ni humedades ni olores.  

En dormitorios amplios y de aire campestre, como este, es una opción muy práctica para tener la ropa de temporada y de uso más habitual a mano, y reservar para el ropero el resto de prendas y el fondo de armario. Este armario, además, al contar con una hilera de cajones, resulta mucho más práctico, ya que sirve a la vez de chifonier.

La decoradora Carolina Juanes aprovechó el acceso del dormitorio al baño para planificar este armario doble que integró en la decoración lacándolo en blanco.

En este dormitorio, proyectado por Asun Antó, como el resto de la casa, se ha aprovechado un rincón "muerto" de la habitación para planificar un armario en "U" a modo de pequeño vestidor. Las puertas, en aspas y con cuarterones entelados, dan un toque clásico y a la vez atemporal. 

Con dos armarios independientes, este vestidor es perfecto para que cada miembro de la pareja tenga su propio ropero. Además de ser práctico, destaca por ser muy estiloso, con frentes en blanco que destacan sobre las paredes de color azul casi negro. Los tiradores, cromáticamente a juego, le dan un punto actual.   

Y a juego con el cabecero. Y es que este armario de dos cuerpos, diseñado por la decoradora Carolina Juanes, se ha planificado con dos grandes cuarterones por frente que se han entelado con la misma tela empleada en el cabecero, lo que refuerza la unidad decorativa en un dormitorio perfectamente engamado.

Este armario es una ideaza. La decoradora Isabel Flores no solo aprovecha el rincón a pie de cama para crear una zona de vestidor, con su práctica descalzadora y todo, sino que acristalada uno de los módulos del armario para que sirva de espejo. Además, para que las puertas no sean un obstáculo al abrirse, ha optado por correderas. 

Si cuentas con espacio, destinar una habitación a vestidor, como se ha hecho aquí, resulta muy práctico. El armario, con puertas enteladas que le dan un aire femenino y romántico, se ha completado con una zona de tocador equipada con cajones y baldas para tenerlo todo a mano y en orden. 

O lo parece, ya que la misma madera que reviste las pared y el techo es la que se ha empleado para el armario, hasta el punto que, de no ser por los tiradores, estaría del todo camuflado. 

Diseñado por Carpintería Antonio Sánchez Olmo, este armario salva la escalera del altillo con acierto: la zona de más altura se ha reservado para colgar, mientras que en las zonas más bajas se ha planificado una cómoda y un mini armario para los zapatos o como comodín.

Este armario es doblemente útil: por un lado integra el cabecero de la cama y, por el otro, es un completo armario doble con cajones. Además, al no llegar hasta el techo, deja pasar la luz del dormitorio al vestidor y viceversa. Es un diseño de la decoradora Pia Capdevila. 

Este dormitorio lo tiene todo junto pero sin estar revuelto, porque la zona de descanso y la de vestidor están visualmente delimitadas por un arco decorativo. 

Y es que dónde lo ves, este armario cuenta con uno simétrico flanqueando la cómoda, que sirve de división. Con los frentes lisos y a juego con el color de las paredes, se integra en la decoración pasando casi desapercibido. 

Son la nota diferencial de este armario de dos cuerpos, a la vez que le da un matiz rústico y retro. Los armarios cuentan con un práctico cajón inferior para guardar la ropa de cama o las prendas de menor uso. 

Este armario parece tener doble personalidad, ya que la zona de ropero no tiene nada que ver con la de maletero. Mientras que la inferior es blanca, acristalada y con lunas enteladas, la superior es totalmente lisa y a juego con las paredes. El punto en común, los pomos. Es un diseño de Antonio Sánchez Olmos.

Los armarios empotrados tienen la gran ventaja de integrarse visualmente en la decoración y al realizarse a medida, aprovechan al máximo el espacio. En su contra está que en caso de mudanza no puedes llevártelos. 

Si muchas veces la prioridad pasa por camuflar el armario del dormitorio, en este caso se ha optado por darle protagonismo y valor decorativo pintándolo de dos colores, piedra y un gris suave. 

¡Qué lujo! Destinar una habitación solo a vestidor. No solo porque puedes contar con más armarios y organizarlos por temporada e incluso destinar uno a cada miembro de la pareja, sino porque dispones de espacio suficiente para cambiarte en el mismo vestidor. E incluso dejar la ropa preparada para el día siguiente evitando que el dormitorio se vea desordenado. 

Y es que este armario empotrado y de pared a pared combina un diseño liso con uno de cuarterones muy minimalista, lo que acentúa su valor decorativo.  

Realizado a medida para salvar el techo abuhardillado de la habitación, este armario encaja a la perfección en el dormitorio con sus frentes de madera. Para sacarle más partido, se ha dejado una zona abierta de baldas como complemento de la mesilla de noche. 

Este armario de dos cuerpos sigue el mismo diseño de lamas que el techo, pero se ha pintado en gris, el mismo color de las paredes. 

Si cuentas con el espacio, planificar muchos armarios en el dormitorio nunca está de más. Aquí se ha destinado todo un frente a armarios, que se han pintado a juego con la pared y al entelarse, resultan más ligeros visualmente.  

Blanco, como las paredes y el techo de este dormitorio, este armario empotrado se integra en la decoración a la vez que presume de personalidad propia con unos frentes con cuarterones en vez de alistonados como las paredes. 

Separados por el pasillo de acceso al dormitorio, estos dos armarios empotrados y con frentes con cuarterones permiten que cada miembro de la pareja cuente con su propio espacio. 

Sus puertas con listones de madera junto con sus grandes tiradores de latón dan un matiz rústico chic a este armario de tres puertas. Es un diseño realizado a medida por la decoradora Cristina Carbonell.  

Los metros de este dormitorio son escasos, pero aun así cuenta con dos completos armarios de Ikea y un chifonier entre ventana y ventana. Cuando los armarios no llegan hasta el techo, como aquí, una manera de sacarles más partido es aprovechar su sobre con cajas o cestos para sumar almacenaje extra.  

Estos armarios de carácter clásico destacan en una habitación de corte alpino. Son un diseño de la decoradora Carolina Juanes. 

Este armario es tan clásico como atemporal, ya que su diseño, que combina cuarterones con frentes acristalados y entelados, difícilmente pasará de moda.