Puertas correderas

En esta cocina con puerta corredera, el diseño abusa del cristal con un perfil discreto y un gran tirador vertical. Debes tener en cuenta que los tiradores no se pueden empotrar en el caso de los modelos de puertas correderas encastrados. Quedarán siempre fuera, a no ser que el tirador esté embutido en la hoja. Si la puerta corredera es en superficie, sí puede llevar un tirador por la cara que no queda adosada a la pared.

Puertas correderas de cristal para delimitar la cocina de una zona de paso o distribuidor. En este caso se han escogido en acabado lacado en blanco con cristal transparente, haciendo grandes cuarterones. Cuanta más superficie acristalada, más ligera resulta la composición. Siempre es importante que la puerta cuente con cierre ralentizado o freno, que evita los golpes.

Un diseño clásico de puerta corredera en madera lacada y cristal que queda enmarcada por el lado del salón por una librería a medida. En este caso el tirador siempre quedará por fuera, no empotrado en el tabique, por lo que las hojas no se esconden completamente. Es posible en vanos anchos en los que no se estrecha el paso.

En círculo o rectagular, pero embutido. Así es como suele ser el tirador que queda integrado en la hoja para que no sobresalga. Aquí tienes un ejemplo de puerta corredera de cristal y madera para la cocina con tirador integrado de manera que no "roza" con el panel fijo sobre el que se desliza. La parte inferior tanto del panel como de la puerta es ciega (de manera que no se ve el lateral de los muebles bajos de cocina) y la superior acristalada con barrotillo.

Otro ejemplo de puerta corredera para la cocina. En este caso, esta estancia se delimita por tabiques de cristal y una puerta que combina madera y cristal. Con una solución tan marcada y estética, puedes permitirte la licencia de que el acabado de este cerramiento y su puerta corredera para la cocina no sean del mismo acabado que el resto de puertas de interior de la vivienda.

Otra de esas cocinas con puertas correderas que te inspirará es esta, en la que la entrada a la cocina se delimita por un cerramiento acristalado compuesto por un fijo y un panel corredero idéntico. Los ambientes quedan comunicados aunque separados por esta puerta corredera que cierra la cocina del comedor cuando se está cocinando.

Es el caso de esta cocina en la que se han diseñado dos fijos acristalados y dos puertas correderas. La guía no se instala en el techo, pero para que no quede a la vista se crea una pieza de ocultación a modo de tapa. Todo se laca en el mismo color para crear unidad.

Ya hemos visto cómo la tendencia está dejando paso a los perfiles más discretos en colores claros. Este es otro ejemplo de una cocina moderna con un toque industrial refinado gracias a ese fijo de cristal con perfil en metal blanco y vidrio y una hoja de guía encastrada en el techo. Todo súper cuidado y ligero. El nuevo industrial abandona el negro y la perfilería más gruesa con remaches. Así el resultado es elegante y ligero.

Lacada en blanco con hendidura inferior en la parte ciega de la puerta y cristal en la superior. Este diseño de puerta corredera para la cocina es clásico. De los que nunca fallan en los casos en los que se quiere un diseño especial, aunque se trata de una puerta corredera empotrada en el tabique.

En el baño, encontramos la misma estética que en la cocina, algo industrial y rústica, y los mismos colores, negro y roble, con una bañera exenta en negro. "Este baño planteaba una pequeña dificultad porque mi marido quería una ducha enorme, pero la ventanita nos condicionaba. Al final hicimos un murete de cristal que separa la ducha del inodoro y el herrero y el carpintero hicieron esa puerta de granero corredera que, según se coloque, cierra sin perder luz", concluye. 

El nuevo año anuncia dos tendencias diferentes y muy marcadas en cuanto a los colores que van a primar en las cocinas. "Por un lado —afirman desde Línea 3 Cocinas— se mantienen las cocinas blancas e impolutas, muy en boga en los últimos años. Vienen combinadas con elementos industriales en cerrajería o maderas naturales". Durante 2020 habrás visto muchos proyectos de este estilo en El Mueble. Seguro que te suena este realizado por la interiorista Marta Tobella. ¿Quieres saber cuál es la otra tendencia? Sigue leyendo.

Los salones con poca luz natural vienen dados por varias causas: tienen ventanas pequeñas, su orientación es norte, dan a un patio interior... Si tu salón es un fiel reflejo de alguno de estos casos, la solución está en abrirlo a otros espacios colindantes más luminosos. ¿Y cómo, te preguntarás? Instala puertas acristaladas que permitan la libre circulación de la luz. Es lo que ha hecho aquí la decoradora Asun Antó con esta puerta plegable de hierro, diseño suyo. 

¿Tienes un pequeño habitáculo junto al dormitorio? Seguro que te viene bien integrarlo y convertirlo en un práctico vestidor que sustituya a los armarios tradicionales. Instala unas puertas correderas acristaladas o enteladas para darle más intimidad y ahorrar espacio, como hizo en este la interiorista Asun Antó.

Antes de cambiar las puertas de casa, prueba a pintarlas a la tiza, porque el resultado te va a sorprender más de lo que piensas. Recuerda los pasos que debes seguir: limpiar, secar, y quitar manillas o tiradores. También es importante darles una primera capa de imprimación y dejarlas secar antes de continuar con el proceso.

Los electrodomésticos integrados se acoplan a los muebles de cocina con frentes idénticos. Solo horno y microondas quedan vistos en acabado negro, blanco o aluminio. Es una buena opción para mantener la unidad. Recuerda que cuanta más sencillez, mejor.

Sustituir las puertas abatibles convencionales por correderas te harán ganar 1,5 metros cuadrados. Si además es empotrada (se integra en el interior del tabique), las paredes quedan despejadas y aprovechables. Aquí se suma otra idea para  ganar sensación de amplitud: el cristal.

Puede que pienses que una irregularidad en la planta de la cocina es una desventaja pero nada más lejos de la realidad. Puede ser un hueco difícil de aprovechar, pero ¿qué pensarías si te dijéramos que con unas puertas correderas puedes delimitar un cuarto de lavado y plancha o una despensa?

Sí, también en los pasillos. Por ejemplo, son ideales para colocar en la zona que da acceso a la zona de noche de la casa, haciéndola más acogedora. O bien puede servir para delimitar y destacar el área en la que va colocada.

Más de lo que piensas. Fíjate en esta imagen de vestidor pequeño (diseño de la decoradora Blanca Tey). Se ha creado con dos módulos de almacenaje abiertos y enfrentados en un espacio mini antes de entrar al cuarto de baño desde el dormitorio. Al quedar en un lugar resguardado y algo independiente respecto a la zona de descanso, la idea de no colocar puertas aligera el conjunto.

Puedes que cuentes con una o que en la reforma de la casa haya ganado espacio a lo que pensabas que era un armario convencional. Ahora puedes crear uno tipo closet que se parece más a un vestidor. Independízalo con puertas correderas que se integren en el tabique y así podrás aprovechar las paredes interiores. ¡Una buena idea!

La decoradora Milagros Agüero quiso convertir el pasillo que unía dos apartamentos en una cocina muy funcional. Necesitaba aprovechar al máximo los metros y encargó el reto a Deulonder Arquitectura Domèstica. "Cada cosa en el lugar en el que se necesita" fue el lema que siguieron para diseñarla. Por eso crearon una zona para almacenar, otra para preparar los alimentos y otra para cocerlos y, frente a ellas, un office que aprovecha el espacio bajo la ventana.

Una puerta de granero blanca y con guías en negro da acceso al espacio. "La
elegimos para darle un toque diferente", comenta Asun. Sus frentes con molduras son iguales que llos armarios del lavadero.

Una puerta corredera separa visualmente el lavadero del resto de la cocina. Se trata de un cuarto de unos 180 x 150 cm que tiene espacio para secadora, lavadora y fregadero colocados en línea. La pared que separa ambas zonas se ha revestido con un papel vinílico, fácil de limpiar.

A veces, pasillos y distribuidores se convierten en un juego de puertas que roban mucho espacio. Para estos pasillos, las puertas correderas son una alternativa con muy poco peso visual. ¡Más si las eliges acristaladas!

Antes de decidirte, analiza cuánta luz natural recibe tu casa, si quieres que sea más luminosa y cómo es tu decoración. Si el estilo de tu casa tiene matices modernos, tu color es uno neutro. El blanco ilumina y encaja en cualquier estancia y con cualquier estilo decorativo. Beige, gris claro o hasta negro son alternativas elegantes y que combinan fácilmente. Darles un toque con un tono más vivo y vibrante siempre es una opción.

Una mano de pintura en las puertas de interior es capaz de cambiar las vibraciones que desprende una casa. Pasará de un aspecto viejuno y pasado de moda a ser un hogar en tendencia, luminoso y con personalidad. Además, la inversión a realizar es muy inferior a cambiarlas por otras nuevas. Te ayudamos a elegir el mejor color para tus puertas de interior.

Esa unidad y el uso de los mismos revestimientos hace que el espacio se vea más grande. En este dormitorio, por ejemplo, el frente de las puertas del armario es del mismo acabado que el revestimiento de la pared del cabecero.

Y al de los metros. Con ellos ganarás sensación de amplitud. Las paredes parecen alejarse. Nos gusta la idea de este dormitorio pequeño de una puerta correderas que integra el espejo.

Y si miramos a un lateral del mismo dormitorio que juega con la asimetría, vemos que uno de los frentes se sustituye por un panel corredero acristalado que también concede algo de amplitud y que delimita el baño, concediéndole además amplitud y luminosidad.

Uno de los lados con muebles de cocina, mientras que el otro, además de pasaplatos, no es más que la superficie. Esto ayuda a que el espacio se vea más ligero y cálido.

Con ella cerrada, resulta pequeña. Pero cuando se abre, sus metros –y espacio– se multiplica. El blanco y la madera del mobiliario son el tandem perfecto en combinación con la perfilería en negro. ¡Y no es lo mejor de este dúplex!

La barra de la que cuelga la cortina siempre, siempre, ha de ser más larga que la ventana. Esto te permitirá recoger las cortinas a un lado y dejar despejada la ventana totalmente para que entre la luz o abrir las hojas. 

Con o sin puertas, mantener un arco como elemento divisorio entre salón y comedor es una buena idea para que se sientan ambientes diferenciados. Si el arco cuenta con puertas, además, podrás cerrar e independizar completamente cuando lo necesites. Una idea: pintar la moldura del arco en un color diferente para que se haga más patente la transición.

Otra opción para ganar metros sin renunciar a la intimidad que ofrecen las puertas. Las de cristal dejarán pasar la luz, pero seguirán cumpliendo con su función, comunicando estancias y jugando con las dimensiones. Hay modelos –las que van a la vista sobre raíles– que no necesitan obra para su instalación. ¿Necesitas más motivos para amarlas? Te damos 10.

Sobre todo en aseos o baños pequeños, sustituir la puerta batiente por una corredera concede metros (calcula alrededor de 1 metro cuadrado de espacio libre). Instalada dentro del tabique implica trabajo de albañilería porque hay que crear un marco nuevo.

Sin duda esta gran corredera es un imán de las miradas, aunque la preciosa chaiselongue o la alacena con sabor tradicional tampoco se quedan cortas... ¡No es de extrañar que le hayáis regalado tantos likes!

Los propietarios querían llevar más luz a la cocina y que estuviera conectada visualmente con el salón comedor. Pero no querían renunciar a cierta intimidad. Así que la decoradora apostó por una puerta corredera acristalada que completó con un fijo a modo de ventana, con el mismo diseño con cuarterones a juego. 

¿Sabes que una puerta corredera te hará "ganar" un metro cuadrado de espacio? Imagina si es imprescindible en un baño pequeño. Esos centímetros que ocupa la apertura de una puerta batiente son oro. Ya no tendrás que hacer contorsionismo para entrar y cerrar la puerta. ¡Merece la pena!